El primer gran paso para la puesta en práctica del llamado acuerdo de Copenhague era que cada país comunicase los compromisos que, unilateralmente, se proponía asumir. El 1 de febrero 2010, 55 países habían enviado la lista de sus objetivos a Naciones Unidas. Abajo se resumen los compromisos de los principales países.
El 1 de febrero 2010 Naciones Unidas (UNFCCC) dio a conocer en una nota de prensa que 55 países -de los 194 que participaron en la cumbre de Copenhague- habían comunicado sus compromisos nacionales. Desde entonces se han ido conociendo los detalles, que se resumen más abajo.
El primer paso para poner en práctica el Acuerdo de Copenhague contra el cambio climático del mes de diciembre 2009, era que cada país informase oficialmente a Naciones Unidas antes del 31 de enero 2010 de las medidas que piensa tomar para reducir o contener sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) hasta el año 2020.
La gran mayoría de los 55 países han definido sus compromisos condicionándolos a ciertas circunstancias; de no cumplirse estas, podrían eludir los compromisos ahora anunciados, lo que casi los convierte en papel mojado, aunque Naciones Unidas se refiera a ellos como “un importante refuerzo para las (próximas) negociaciones”.
Ante la insuficiente respuesta recibida, Naciones Unidas decidió ampliar el plazo sin límite, por lo que cada semana se están incorporando algunos países más. Según aquel comunicado de la Secretaría de la Convención Marco de Naciones Unidas (UNFCCC) los 55 países representan el 78% de las emisiones mundiales.
Casi todos los países desarrollados (PDs), concretamente 36, han cumplido en plazo con su obligación. También lo han hecho 23 de los países en desarrollo (PEDs), de los 154, entre ellos casi todas las economías emergentes. 1990 es el año de referencia mas usado para calcular las reducciones a alcanzar en 2020. Empleando años base más recientes (como 2005, por EE.UU.), los porcentajes de reducción anunciados resultan bastante menos exigentes.
A) Países desarrollados. (Reducción de sus emisiones totales para 2020. Apéndice I)
El Acuerdo de Copenhague, finalmente, no les exige a los países ricos ningún porcentaje mínimo de reducción de las emisiones, como se pretendía haber determinado en Dinamarca (por ejemplo, -20% o -30%). Cada país comunica simplemente el objetivo que se fija a si mismo para 2020.
Unión Europea y 25 de sus Estados (Chipre y Malta, no figuran). Reducción incondicional 20% (respecto 1990). Subiría a 30%, condicionado a que los demás países desarrollados se comprometan con objetivos “equivalentes” a los de la UE.
Estados Unidos. Reducción 17% (respecto a 2005), condicionado a lo que finalmente legisle el Congreso. Con base 1990, aquel compromiso supone sólo un 4%. Lo condicionó, además, a que los demás PDs y emergentes comuniquen sus compromisos antes del 31 enero 2010.
Canadá. Se alineará con la reducción que legisle en su momento EE.UU. De momento, sería 17% (respecto a 2005). Lo condicionó, además, a que los demás PDs y emergentes comuniquen sus compromisos antes del 31 enero 2010.
Australia. Reducción incondicional: 5% (respecto a 2000). Comparado con 1990, resultaría un aumento de emisiones, no una reducción. El compromiso subiría a -25%, condicionado a que se establezca un acuerdo global que asegure estabilizar en no más de 450 ppm el CO2 en la atmósfera. Si hubiese acuerdo general, pero no fuese tan ambicioso, la reducción sería -15%.
Rusia. Reducción 15% -25% (respecto a 1990), condicionado a: 1) que el potencial de captación de emisiones de sus bosques se cuantifique de manera apropiada; 2) que los principales emisores mundiales asuman compromisos legales de reducción de sus emisiones (lo que no han hecho China, India, Brasil…).
Japón. Reducción 25% (respecto a 1990), condicionado a que se alcance un acuerdo general, ambicioso, efectivo y justo de los PDs y emergentes.
Noruega. Reducción incondicional 30% (año base 1990). Subiría a -40%, condicionado a que se alcance un acuerdo general y global de los PDs y emergentes, que garantice un aumento de no más de 2ºC de la temperatura mundial.
Nueva Zelanda. Reducción 10% -20% (respecto a 1990), condicionado a: un acuerdo internacional para un aumento de temperaturas no superior a 2º C; compromisos de los otros PDs equivalentes a los de Nueva Zelanda; acciones de los emergentes, acordes con sus capacidades; el establecimiento de reglas internacionales sobre el uso del suelo y los bosques.
También enviaron sus compromisos los siguientes países: Bielorusia. Croacia. Islandia. Kazajstán. Liechtenstein.
B) Países en desarrollo. (Acciones de contención de algunas de sus emisiones. Apéndice II)
Estos países tienen varias posibilidades, como las indicadas a continuación, pero sus emisiones totales podrían continuar creciendo: 1) Fijarse objetivos en términos de reducción de la intensidad en carbono de sus economías (emisiones por unidad del PIB), como han hecho China e India. 2) Adoptar políticas para que sus emisiones totales hasta 2020 crezcan menos de lo previsto (esto es, reducciones respecto a la senda business-as-usual). Sudáfrica y Corea han optado por este método. 3) Definir medidas prácticas para que las emisiones de algunos sectores o actividades (bosques, transportes, biocombustibles, energías renovables, etc.) crezcan a menor ritmo, como lo anunciado por Brasil o Indonesia.
Además, el Acuerdo de Copenhague admite -como exigieron China e India- que todas esas acciones sean puramente “voluntarias”, por lo que podrían ser modificadas unilateralmente por los gobiernos de estos países.
China. Reducción 40% – 45% de sus emisiones por unidad de PIB en 2020, con respecto a 2005. Incremento a 15% en 2020 de la parte de los combustibles no fósiles en su consumo primario de energía. Aumento de la superficie de bosques en 40 millones de hectáreas.
India. Reducción 20% – 25% de sus emisiones por unidad de PIB en 2020, con respecto a 2005 (sin incluir al sector agrícola).
Brasil. Reducción de la deforestación en la cuenca del Amazonas (potencial de mitigación: 564 millones Tn de CO2 eq. en 2020) y en el “Cerrado” (p. de m.: 104). Recuperación de tierras de pastoreo (p. de m.: 83-104). Mejora de la eficiencia energética (p. de m.: 12-15). Incremento en el uso de biocombustibles (p. de m.: 48-60). Aumento en la producción de energía hidráulica (p. de m.: 79-99). Energías alternativas (p. de m.: 26-33). Se prevé que las anteriores acciones reducirán las emisiones entre el 36% y el 39% en 2020 respecto a la evolución prevista (business-as-usual).
República de Sudáfrica. Reducción 34% en 2020, de sus emisiones previstas. En 2025 la reducción sería 42%. Sus emisiones totales alcanzarían un máximo entre 2020 y 2025 y empezarían a descender una década después. Objetivos condicionados a que el acuerdo general que se establezca proporcione una adecuada ayuda financiera y técnica a los países en desarrollo.
República Corea. Reducción 30% en 2020 de sus emisiones previstas.
Indonesia. Reducir la deforestación y la degradación del suelo. Administración sostenible de turberas. Secuestro de carbono en masas forestales. Mejora de la eficiencia energética. Mayor empleo de fuentes alternativas de energía. Modos de transporte de bajas emisiones. Se prevé que las anteriores acciones reducirán las emisiones totales 26% en 2020, respecto a la evolución prevista.
Méjico. Reducción 30% en 2020 de sus emisiones previstas, condicionada a que el acuerdo general que se alcance proporcione una adecuada ayuda financiera y técnica a los países en desarrollo.
También enviaron sus compromisos los siguientes países: Botsuana. Costa Rica. Etiopía. Israel. Macedonia. Madagascar. Islas Maldivas. Islas Marshall. Moldavia. Marruecos. Sierra Leona. Singapur.
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