La inmensa cuenca carbonífera Galilee, tan extensa como el Reino Unido
Tras las elecciones generales australianas del 18 de mayo, saldadas con una seria derrota de los laboristas, éstos han dado un giro radical para intentar salvarse de un fracaso análogo en los comicios estatales de 2020. Para esto, están apoyando ahora la apertura de la primera gran explotación en la cuenca carbonífera Galilee, al nordeste del país. Está localizada en el centro del estado de Queensland, lejos de la costa, donde podría contaminar la gran barrera de coral. Se trata del proyecto Carmichael.
Están previstos, además, otros ocho grandes proyectos de extracción de carbón en dicha cuenca. En conjunto, suponen el segundo mayor proyecto de expansión de combustibles fósiles en el mundo, tras otro de carbón en el occidente de China.
Esta cuenca carbonífera representa una enorme riqueza
Como veremos a continuación, la riqueza contenida en esta gigantesca cuenca carbonífera se mide por las decenas de miles de empleos permanentes que podrán crearse (para los próximos 60 años), el enriquecimiento del estado de Queensland y de toda Australia. Pero dichos recursos han estado a punto de malograrse por una única razón: el extremismo del movimiento ecologista y de su aliado, el Partido Laborista australiano (ALP).
Aunque esta guerra política se prolongará aún durante al menos una década, la inminente autorización (probablemente dentro de 3 o 4 semanas) del primer proyecto –Carmichael– supondrá un trascendental punto de inflexión. Será un giro en favor de la sensatez y del bienestar de muchas decenas de miles de familias de Australia, tras casi una década de obstaculización de su puesta en marcha por el ecologismo y el Partido Laborista.
Además, considerando la gran producción esperada, el proyecto Carmichael contribuirá a la mejora de la vida de millones de familias pobres de los países en vías de desarrollo, al favorecer el abaratamiento internacional del carbón como combustible para la generación barata de electricidad.
Todavía, 1.000 millones de personas pobres en el mundo carecen de acceso al suministro eléctrico y constituyen los principales perjudicados por las políticas climáticas radicales de intentar “dejar enterrado” todo el carbón existente, obligando a que sólo empleen las carísimas energías renovables.
La cuenca carbonífera Galilee
Debe tenerse presente que el estado de Queensland tiene un grado de desarrollo económico inferior a la media nacional. El ingreso bruto medio de sus hogares (mean household gross income), en 2015-16, fue de 2.246 AU$ por semana, frente a los 2.330 AU$/semana de la media nacional. Este estado se sitúa en quinto lugar de desarrollo, entre los siete estados y la zona de la Capital. (Australian Bureau of Statistics, Table 16.1. Household Income and Income Distribution)
La extensión de la cuenca minera Galilee (247.000 km2) es ligeramente superior a la superficie de Reino Unido (242.000 km2) y la mitad de la de España (506.000 km2).
La cuenca se encuentra en una zona predominantemente semidesértica, con una escasa vegetación de matorrales. En pequeñas comarcas hay explotaciones ganaderas y unas escasísimas áreas agrícolas.
Terrenos semidesérticos en gran parte de la cuenca carbonífera Galilee
La densidad de población en el estado de Queensland es 34 veces inferior a la de España, que es bastante baja para Europa: 2,7 habit/km2, frente a 92 habit/km2.
En el territorio de la cuenca carbonífera Galilee la población es escasísima, muy por debajo de 1 habit/km2. En realidad, se trata de un territorio casi totalmente despoblado. Las únicas poblaciones de mínima entidad (ver el gráfico de abajo) -Hughenden, Barcaldine y Blackcalll- tienen un censo de entre 1.136 y 1.655 habitantes. Esto, en una superficie como la de las islas británicas.
A los ecologistas no les interesan las condiciones de vida en la región
Pero esta realidad no ha impedido, claro, que los ecologistas hayan argumentado que los “habitantes locales” se verán muy perjudicados por el desarrollo de la cuenca minera.
Muchas de las explotaciones, actuales y potenciales, en esta cuenca son a cielo abierto (open-pit u open-cut), aunque otras serían subterráneas. Pero, como en cualquier otra cuenca minera, los depósitos de minerales se concentran en varias áreas reducidas de la cuenca carbonífera.
Además del carbón, esta cuenca contiene yacimientos de otros minerales, aún no bien estudiados. De todos modos, debido a los yacimientos de carbón ya explorados, será el carbón de antracita (thermal coal) -para centrales térmicas-. Ésta es una variedad de elevada calidad (con bajo contenido de cenizas). La cantidad disponible garantiza una actividad de no menos de 60 años; probablemente, otras varias décadas más.
Los puntos rojos son explotaciones mineras diversas. Las rayas rojas son ductos.
De momento, no se ha permitido la extracción de carbón en esta cuenca
Ello, a pesar de haberse presentado hasta ahora 13 solicitudes, (en 2015, solo había 9 solicitudes) que cubrirían un total de 3.423 km2; el 1,4% de la superficie total de la cuenca. Las primeras de ellas se presentaron en 2010.
Como puede observarse en el mapa de arriba, apenas existen actualmente explotaciones mineras activas en este inmenso territorio Galilee, explotaciones que se indican con puntos rojos. En comparación con la otra cuenca minera que existe al este, donde cada punto rojo representa una explotación activa, de uno u otro mineral (incluido petróleo y gas natural). Las líneas rojas del mapa, alrededor de Galilee, corresponden a oleoductos y gasoductos en funcionamiento.
Las pocas explotaciones activas en Galilee (los puntos rojos y unos poco más) son de pequeño tamaño y de minerales tales como barita, bentonita, calcita, fosfatos y potasio, entre otros.
El potencial minero de la cuenca carbonífera Galilee es enorme
Cuando aquellos trece proyectos de carbón estén en funcionamiento, las exportaciones australianas de este mineral -que son ya las mayores del mundo-, se duplicarán, a unos 600 millones de toneladas anuales. Los ingresos de Australia por la exportación de carbón en (el año fiscal) 2018, han sido de 47.800 millones de US$.
Esa cifra -que es la que se duplicaría- equivale, más o menos, a la correspondiente a la exportación española de automóviles, otros vehículos y sus partes, en 2018. Esto es parte del beneficio económico para Australia que los ecologistas quieren dejar enterrado; es parte porque en Galilee hay la posibilidad de otras explotaciones mineras, además del carbón.
En cuanto a la creación de empleo, se ha calculado que la puesta en vigor del conjunto de los proyectos presentados para el carbón en Galilee, crearía unos 14.500 puestos permanentes directos y 18.300 a lo largo de la fase de construcción. Esto es tanto más importante, porque Queensland es el estado con la tasa de desempleo más elevada.
El Mineral Council of Australia (pág. 6, del enlace de arriba) constata que en su país se generan 2,4 empleos indirectos por cada uno directo en la minería del carbón. En consecuencia, el desarrollo conjunto de la cuenca Galilee produciría también unos 34.800 empleos indirectos.
Como dice su informe, “estos proyectos generarían beneficios indirectos por el aumento de la demanda de equipos mineros, tecnología y servicios, mejorando las condiciones económicas de los pequeños negocios a lo largo del centro de Queensland”.
Dado el muy bajo punto de partida, este efecto de desarrollo daría lugar también a un considerable poblamiento humano de esta amplia región.
La Administración estatal de Queensland obtendría grandes ingresos fiscales
Por otro lado, el gobierno estatal de Queensland, recibiría unos 1.160 millones de AU$ (unos 800 M US$, al cambio actual), cada año, en concepto de royalties por las concesiones mineras, contribuyendo a la construcción de centros sanitarios, educativos, carreteras y otros servicios en el estado, como fuerzas policiales, bomberos, etc.
Finalmente, en esta cuenca mineral están comenzando prospecciones exploratorias sobre el volumen de los yacimientos convencionales de petróleo, así como de gas y petróleo de esquisto, que deberían ser extraídos mediante la técnica del fracking. Como dijimos, en la cuenca al este de Galilee existen estos otros recursos mineros y ya están siendo explotados.
El Grupo Adani quiere abordar la versión completa del proyecto Carmichael
Desde los comienzos, en 2010, el grupo energético de la India, Adani, había definido un gran proyecto para la cuenca minera Galilee.
Cuando, en 2018, el Partido Laborista -en el poder en el estado de Queensland- continuaba oponiéndose a aquel proyecto, la empresa Adani anunció una versión muy reducida del proyecto, unas 8 veces inferior.
A comienzos de este mes de mayo, incluso antes del buen resultado de las elecciones generales en Australia el día 18 de este mes, Adani anunció que retomaría la versión más ambiciosa del proyecto. Aunque la izquierda y los ecologistas se desgañitan contra este propósito, no les va a ser fácil pararlo, porque en realidad Adani nunca presentó una solicitud formal en 2018 para el proyecto reducido.
La producción de carbón de antracita de buena calidad, en consecuencia, sería de 60 millones de toneladas al año, en lugar de 10 M Tm. Aquello le convertiría en la mayor mina de carbón de Australia y una de las más grandes del mundo.
La versión amplia -la única entregada a las autoridades estatales- prevé una inversión de unos 16.500 millones de AU$ (unos 11.400 M US$). La inversión para el proyecto menor era de 2.000 M AU$, unos 1.380 M US$.
Posiblemente el proyecto arranque con una versión reducida
Es muy posible que, al comienzo, Adani acometa el proyecto más reducido de 10 M Tm por año, con fondos propios de India, lo que le colocaría en buenas condiciones para que los bancos de Australia le financiaran la expansión ulterior. Pero los únicos documentos que podrían ser autorizados ahora, en junio, son los correspondientes a la megamina, lo que le permitiría completar el proyecto en una segunda fase, sin necesidad de una nueva autorización.
Mina de carbón a cielo abierto en Australia Foto: Wikipedia.
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