Obama eligió adoptar una versión muy restringida de reforma sanitaria. Actualmente, ésta regula la asistencia sanitaria del 4% de la población nacional (cerca de 13 millones de personas). Al año de la puesta en marcha de la reforma aparecieron serios síntomas de crisis del sistema, con una seria desestabilización de los mercados estatales, que ha ido empeorando. Incluso la candidata demócrata a la presidencia, Hillary Clinton, preveía en su programa electoral profundos cambios para tratar de solucionar el debilitamiento de ObamaCare. ObamaCare pros y contras.
En el artículo del 6 de mayo de 2017 titulado “El complejo sistema de asistencia sanitaria en EE.UU.” expuse las principales características de dicho sistema, que no tiene parangón con ninguno otro de los grandes países del mundo occidental.
Desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y la constitución en enero de 2017 de ambas cámaras del Congreso con mayoría republicana, la revocación del ObamaCare y la reforma del sistema público de asistencia sanitaria ha pasado a un primer plano de la actualidad en Estados Unidos.
A continuación se abordará en qué consistió la reforma popularmente conocida como ObamaCare.
En un próximo artículo, se tratará sobre los intentos de reforma que están efectuando los republicanos a lo largo de este año 2017, cuya principal discrepancia con los demócratas se centra precisamente en las nuevas regulaciones que introdujo el ObamaCare (esto es, la ley ACA, Affordable Care Act).
Las dos opciones para la reforma de Obama
A los catorce meses de su acceso a la Casa Blanca el Presidente Barack Obama firmó la ley ACA el 23 de marzo de 2010, tras su aprobación por el Congreso.
Esta ley constituyó la segunda gran reforma sanitaria en el país, tras la de 1965 bajo una Administración también demócrata, la de Lyndon B. Johnson.
Conviene recordar desde el comienzo que como el sector izquierdista del Partido Demócrata quedó insatisfecho de esta reforma de Obama, se ideó el mito de que los republicanos en el Congreso no le permitieron al Presidente Obama sacar adelante su ley. Esto es, una ley más transformadora, que crease un sistema sanitario nacional, semejante a los europeos.
Pero esto es una fragrante falsedad, fácil de verificar en Wikipedia o en tantas otras webs serias.
Durante aquellos catorce meses (de enero 2009 a marzo 2010), los demócratas además de ocupar la Presidencia dispusieron de una amplia mayoría tanto en el Senado (59 a 41) como en la Cámara de Representantes (257 a 178). Estas mayorías eran más holgadas que las existentes hoy en día en favor de los republicanos (52 a 48 y 241 a 194).
Las votaciones en el Capitolio de la ACA fueron muy ajustadas. En la Cámara de Representantes todos los republicanos más 34 de los demócratas votaron en contra, totalizando 212, frente a 219 a favor. En el Senado, los demócratas consiguieron el voto de un republicano, totalizando los 60 síes que necesitaban: 60 a 39 en contra y una abstención.
Una aprobación así no puede calificarse en modo alguno de bipartidista. ObamaCare ha sido una política exclusiva del Partido Demócrata.
Sólo Obama y el Partido Demócrata son responsables de la ley ACA
Por lo tanto, únicamente Barack Obama y el Partido Demócrata son responsables de la reforma sanitaria que adoptaron en 2010 y que comenzó a aplicarse en enero de 2014. Es a ellos a quienes deberían protestar ahora los izquierdistas estadounidenses.
Estos izquierdistas, que cuando Obama accedió a la presidencia eran mucho más débiles que en la actualidad (lo que él se encargó de «corregir»), reclamaban un sistema sanitario federal, de cobertura universal –como en casi toda Europa- al que en EE.UU. se le denomina “single-payer system”, sistema de un único pagador: el Estado.
Las empresas privadas y las Administraciones públicas deberían abstenerse de ofrecer a sus empleados diversas pólizas (de aseguradoras privadas), con distintas coberturas de prestaciones, franquicias y copagos, e incorporarse en todo lo esencial al sistema y a unas reglas comunes, nacionales, de carácter públicas.
Semejante sistema requeriría un enorme aumento de la imposición federal.
El Estado de Vermont intentó introducir este sistema en su territorio en 2014 y resultaba que las contribuciones sociales a la Seguridad Social por parte de la Administración estatal (payroll taxes) deberían aumentar en 12 puntos porcentuales y su impuesto estatal sobre todo tipo de rentas personales en 9 puntos. Comprobado esto, el proyectó quedó archivado.
Por otro lado, la inmensa mayoría de la población rechaza su implantación.
Los estadounidenses están acostumbrados a elegir el tipo de póliza que les conviene en cada periodo y no desean que se les imponga un único traje para todos ellos, quienes habitan un continente; es como si hubiese un único sistema aplicado en toda Europa.
El empeño de esos ciudadanos por disponer de alternativas reales para su asistencia sanitaria es y seguirá siendo muy intenso. Para ellos, esto forma parte de su libertad individual y sabido es que la defienden a capa y espada, mucho más que en otras latitudes.
El propio Barack Obama renunció pronto al plan más amplio
Dicho de otro modo, si el Presidente Obama renunció pronto a este plan –considerado maximalista en EE.UU.- fue porque sabía que un gran número de sus propios senadores y congresistas no apoyarían ese tipo de gran reforma, que constituiría una auténtica revolución en ese país.
Es casi imposible que un sistema federal universal acabe siendo adoptado en Estados Unidos en los próximos diez o quince años.
La idiosincrasia de la mayoría de los estadounidenses y su ansia de libertad personal lo impedirán, por mucho que en Europa se vea como la única opción posible y civilizada.
Estados Unidos es diferente a Europa en muchos aspectos de su vida y seguirá siéndolo ... afortunadamente.
Si, finalmente, algún día aquel sistema universal llegara a convertirse en aceptable para la mayoría, sería el modelo de Canadá el que se adoptaría, no el del Reino Unido.
En el Sistema Nacional de Sanidad británico el Estado no solo fija el conjunto de normas que rigen el sistema, sino que también supervisa la calidad de los servicios prestados y recauda los fondos necesarios. Además, también construye las infraestructuras (hospitales, ambulatorios …) para la prestación de la asistencia, las administra directamente y contrata por su cuenta a una legión de médicos y otro personal sanitario.
Canadá, en 1984, optó por el sistema universal, con las mismas normas en todo el país, pero contrata con una serie de empresas privadas la prestación de los servicios y deja sin cubrir varios de ellos (como gran parte del cuidado de la boca, etc.).
Principales medidas de la Ley de Asistencia (sanitaria) Asequible (ACA). ObamaCare
La reforma que promovió Barack Obama, que sigue vigente en la actualidad, era mucho más limitada que la otra opción que acabamos de describir.
Perseguía básicamente dos grandes objetivos:
1) reducir el número de personas que carecían de cobertura médica, y
2) modificar en conjunto los sistemas de provisión de los servicios, con el propósito de reducir costes, aumentar la eficacia y, muy especialmente, evitar grandes elevaciones de las primas soportadas por los acogidos a los programas públicos.
Los principales elementos de la reforma ObamaCare (ACA) son los siguientes:
Establecimiento de mercados online de seguros médicos
— Creación de mercados regulados online de seguros médicos para las personas, administrados por los Estado que se incorporen a la ACA o, en otro caso, directamente por la Administración federal, conocidos como market exchanges (o health insurance marketplaces).
Las personas elegibles pueden informarse y contratar seguros por medios enteramente telemáticos, en ciertas condiciones fijadas por la ley ACA. Las aseguradoras (privadas o sin ánimo de lucro) que se apunten al mercado online en cada Estado, competirán entre ellas para atraer a los nuevos titulares.
Hay unas 50 empresas que toman parte en todos o, por lo general, en algunos de los mercados estatales, compitiendo por los nuevos asegurados. Las pólizas son anuales (contratadas en diciembre y enero de cada año natural), prorrogables.
El portal federal por el que se accede a los mercados regulados estatales, es el siguiente: https://www.healthcare.gov .
Mandato individual
— Individual mandate. Establece por primera vez la obligatoriedad de que casi todos los ciudadanos de EE.UU. y los residentes legales cuenten con algún seguro de asistencia sanitaria, ya sea público o enteramente privado.
Como ya se vio más arriba, esta obligación afectaría principalmente, a dos subcolectivos del grupo de personas en edad laboral (principalmente, adultos jóvenes, hasta los treinta y tantos años): aquellos que no alcanzan a poder pagar las pólizas privadas o las públicas anteriores (sobre quienes se hablará en el siguiente apartado) y aquellos que no desean asegurarse, por contar con buena salud.
Al ampliar la base de asegurados bajarían los costes medios, se contendría el aumento de las primas y se estabilizarían los mercados estatales online.
Para forzar a aquel segundo tipo de personas se creó una multa, anual, lo que originó un gran revuelo. Muchos de los adultos jóvenes vienen pagando la multa cada año para no incorporarse a los programas públicos (Medicaid, etc.).
Concesión de deducciones fiscales para las primas
— Deducciones fiscales a las personas por las primas (ACA) de asistencia médica: en inglés se denominan credit taxes, también conocidos como premium subsidies to individuals, aunque realmente no es una subvención.
Las familias de ingresos bajos y medios que sean elegibles por la ACA, obtienen ahora más deducciones fiscales (federales) comprando en los mercados regulados, deducciones que cubren buena parte de las primas, pudiendo llegar hasta el 74% del importe mensual de la prima.
El Estado o la Administración federal pueden efectuar directamente pagos mensuales a la correspondiente aseguradora, como anticipos de la declaración tributaria anual del titular de la póliza.
Como puede verse, estas deducciones tributarias son un componente esencial del ObamaCare para la ampliación de la población cubierta.
Mandato a los empleadores
— Employer requirements. Los empleadores con más de 200 empleados quedan obligados a ofrecerles una póliza de cobertura, que los empleados pueden rechazar.
A aquellos con más de 50 empleados a tiempo completo, se les estimula a cubrir a los empleados mediante deducciones fiscales.
Concesión de deducciones a las pymes
— Deducciones fiscales a las pequeñas empresas por las primas ACA de asistencia médica (credit taxes). Los empleadores con no más de 25 empleados obtuvieron deducciones en sus declaraciones fiscales anuales por una parte (de hasta la mitad) de las nuevas primas para cubrir a sus empleados.
Mercados regulados online para pymes
— Creación de mercados regulados online de seguros médicos para las pequeñas empresas, administrados por los Estado que se incorporen a la ACA o, en otro caso, directamente por la Administración federal, conocidos como Small Business Insurance Marketplaces.
En este segundo tipo de mercados estatales los pequeños empresarios (con no más de 50 empleados) pueden acceder a diversos planes de seguros (privados o de entidades sin ánimo de lucro), con las condiciones ACA, para ofrecer a sus empleados asumiendo el empresario su parte de las primas. La contratación es también online.
Expansión de Medicaid
— Expansion of public programs. Se elevó el techo de ingresos de las personas (menores de 65 años) y familias (hasta el 133% del nivel de pobreza) que da acceso a Medicaid; pero cada Estado debía decidir si se incorporaba a esta posibilidad; actualmente, 31 de los 50 Estados participan en la expansión.
Hasta 2016 Washington ha pagado a esos Estados todos los costes de la expansión (nuevos asegurados), pero desde 2017 recaerá en los Estados una parte creciente de aquellos costes.
Los otros 19 Estados (Tejas, las Carolinas, Florida, Virginia, Georgia …), en su mayoría gobernados por republicanos, se han situado al margen, manteniendo los planes anteriores.
Servicios sanitarios esenciales
— Essential health benefits. Conforme a la ACA, las nuevas pólizas contratadas en este mercado regulado deberán cubrir siempre 10 tipos de servicios sanitarios: consultas médicas, servicios hospitalarios y ambulatorios, prescripción de medicamentos, servicios de laboratorios, servicios preventivos, embarazo y partos, salud mental, emergencias y rehabilitación.
Odontología y oftalmología no son obligatorios. Este listado se aplica en todo el territorio nacional (para las nuevas pólizas); hasta la entrada en vigor de la ley ACA cada Estado decidía por su cuenta.
Condiciones preexistentes
— Pre-Existing conditions. Muchos de los nuevos asegurados (acogidos a ACA) quedan protegidos de la posibilidad de que la aseguradora no cubra las enfermedades previas a la suscripción de la póliza.
Hijos adultos jóvenes
— Las nuevas pólizas ACA obligan a las aseguradoras a acoger a los hijos de los titulares hasta los 26 años, salvo que su empleador le cubra por su cuenta.
Gastos anuales cubiertos para cada póliza sin límites
— No límites de cobertura anual o del periodo vital. En los planes de seguro médico adquiridos en los mercados regulados, los aseguradores no podrán fijar límites a los gastos anuales cubiertos para cada póliza, ni un límite general para toda la vida de un asegurado desde la suscripción de la póliza.
Como se acaba de ver, la ley ACA no creó ningún nuevo programa (al margen de los ya existentes Medicare y Medicaid, y de los planes contratados por los empleadores), sino nuevas condiciones mínimas para quienes se acojan a aquellos programas mediante los mercados de seguros online. A partir de estas condiciones mínimas cada aseguradora añade lo que estima oportuno (servicios adicionales), dando forma definitiva a sus pólizas. ObamaCare pros y contras.
Financiación de los dos principales programas sanitarios públicos
El modo en que se financian los dos principales programas públicos para la población civil de EE.UU. (Medicaid y Medicare) es como sigue:
i) Medicaid, antes del ObamaCare, era financiado por la Administración federal en alrededor del 57% del gasto total, como media nacional, asumiendo cada Estado el resto. Estos porcentajes cambiaban de un Estado a otro.
ii) La ampliación de la cobertura del Medicaid por la ley ACA la ha sufragado en su totalidad la Administración federal en el periodo 2014 a 2016. A partir de 2017 los Estados han empezado a tener que asumir un porcentaje creciente de esos gastos.
iii) Medicare (para mayores de 65 años y algunos niños y jóvenes). ObamaCare no ha cambiado casi nada de su financiación, que es casi enteramente mediante impuestos federales. Los Estados prácticamente no soportan ningún gasto de este programa, ni participan en su administración.
Resultados de ObamaCare tras su puesta en práctica. ObamaCare pros y contras
El resumen del resultado general de la puesta en práctica de la reforma ObamaCare durante sus dos primeros años (2014 y 2015, de los que se tienen estadísticas) es el siguiente:
Reducción de los no asegurados
A) Se ha reducido el número de personas no aseguradas en unos 12,8 millones y su proporción de 13,4% de la población total en 2013, a 9,1% en 2015 (según el mencionado estudio del U.S. Census Bureau).
Habitualmente se dice que unos 20 millones de personas quedaron cubiertas por el ObamaCare desde 2014 pero a menudo no se tiene en cuenta las personas que se dieron de baja por haber adquirido nuevas pólizas ACA.
La Rand Corporation estima que solo en 2014 unas 5,9 millones de personas suprimieron sus antiguas pólizas, resultando una cifra bruta de 18,7 millones.
Por tanto, puede decirse que la reforma ObamaCare tiene que ver principalmente con esos 12,8 millones de nuevas personas aseguradas, esto es, el 4% de la población total.
Papel relevante de los planes de los empleadores
B) En torno al 40% de aquel incremento de población asegurada se ha producido a través de los planes de seguros ofrecidos a los empleados por sus empleadores.
Otro 30% de aquel incremento de asegurados ha tenido lugar por medio de la contratación de Medicaid por parte de las personas de bajos ingresos y de discapacitados con escasos recursos, en el mercado regulado. El resto, ha tomado otras vías (según la Rand Corporation).
Los nuevos acogidos a Medicaid reciben deducciones fiscales
C) Alrededor del 80% de las personas que han contratado Medicaid (a través de la ley ACA, debido a sus bajos ingresos), reciben considerables deducciones fiscales en sus declaraciones anuales.
Acogidos a Medicare y programas para militares y veteranos casi no afectados
D) Las nuevas contrataciones de pólizas de seguro en condiciones ACA se han producido muy principalmente, como ya dijimos, por nuevos planes de seguro ofrecidos por los empleadores de pequeñas y bastantes de las medianas empresas y, en segundo lugar, en el programa Medicaid (para personas de bajos ingresos y jóvenes discapacitados).
Por el contrario, el programa Medicare (para mayores de 65 años y niños de familias pobres) y los destinados a los militares y veteranos apenas han visto ampliada su cobertura; no obstante, si que se les aplica algunos cambios regulatorios del ObamaCare de menor importancia.
Tampoco se han visto muy modificadas las condiciones de las pólizas de las empresas grandes y muchas de las medianas, ni los seguros contratados directamente por los beneficiarios.
Ha acarreado un gran aumento del gasto público federal
E) La ley ACA ha acarreado un importante aumento (permanente) del gasto federal, para estimular la contratación de las nuevas pólizas, por lo que ha supuesto la mayor extensión del sector público en la economía estadounidense en varias décadas.
En EE.UU. esto se conoce como una política de “Big Government” que es rechazada en general por amplios sectores de la población y, en particular, de las fuerzas conservadoras.
Los estados acogidos a Obamacare afrontan también incremento de sus gastos
F) También los 31 Estados que se adhirieron al ObamaCare están experimentando un incremento de sus gastos a partir de 2017, aunque de mucha menor relevancia que la Administración federal.
Las pólizas preexistentes subsistieron pero algunos se pasaron a las nuevas
Es preciso repetir que los nuevos tipos de pólizas (con las aseguradoras privadas o sin ánimo de lucro) acogidas a la ley ACA, coexisten con las pólizas emitidas con anterioridad, cuyas condiciones no se ven modificadas por la nueva ley.
Ahora bien, un cierto número de quienes tenían antes pólizas las anularon y se acogieron a las creadas por ObamaCare; por ello, en 2014 y 2015 hubo una serie de cancelaciones a deducir del número de las nuevas contrataciones ACA, a la hora de medir el impacto neto de la nueva política.
ObamaCare ha ocasionado una redistribución de las fuentes de las que quienes ya estaban asegurados obtienen servicios de asistencia médica, en favor de las pólizas tipo ACA. (ObamaCare pros y contras)
Obamacare ha tenido en todo momento un grave problema de aceptación ciudadana
Lo cierto es que ObamaCare ha tenido desde su promulgación en 2010 un grave problema de aceptación social. En todos los años hasta 2016, siempre han sido más quienes lo rechazaban o lo criticaban en las encuestas, que aquellos que apoyaban dicha política. Esa diferencia ha oscilado entre 9 y 13 puntos porcentuales, como muestra la evolución recogida en las encuestas publicadas por el centro de estudios de centro izquierda Real Clear Politics.
Antes de las elecciones, en 2016, el 40,4% respaldaba la reforma sanitaria de Obama, mientras que la cuestionaban el 49,4%.
Por mucho que sorprenda a los europeos, los republicanos no se encontraban en el vacío en su país planteando la profunda modificación de ObamaCare. Dicho de otro modo, el rechazo a ObamaCare no es una opción de una minoría de multimillonarios, sino de una clara mayoría social.
Encuestas trucadas
Hay que precisar que las encuestas encargadas por medios de izquierda (como el New York Times o la CNN) obtienen una mayoría en favor del ACA, pero es una mayoría falseada.
En cuanto esos mismos encuestadores informan a los encuestados que sus impuestos deben verse seriamente aumentados para financiar los nuevos servicios –que es la verdad-, los resultados se convierten en desfavorables. (ObamaCare pros y contras)
En otras ocasiones, se incluye a los inmigrantes ilegales (cuyo número se estima en cerca de 20 millones) en el recuento total de las personas no cubiertas.
Esto es otro truco, porque ambos partidos (y la inmensa mayoría de los ciudadanos) son partidarios de que estas personas no puedan acceder a los programas públicos (salvo las urgencias) hasta que no legalicen su situación.
Hay que recordar que los extranjeros con residencia permanente sí que pueden apuntarse a aquellos programas públicos.
Grave crisis del ObamaCare
En el verano de 2016, escasos meses antes de las elecciones presidenciales del 8 de noviembre y todavía bajo la presidencia de Barack Obama, era ya asunto de sobra conocido que la reforma sanitaria del presidente estaba fracasando. El Chicago Tribune, por ejemplo, publicaba el 9 de septiembre de 2016 un editorial titulado “Por qué ha fracasado ObamaCare”.
¿Qué muestras había de dicho fracaso?
Las aseguradoras privadas se han ido retirando
En primer lugar, un creciente número de las aseguradoras que se apuntaron en 2014 –primer año de puesta en práctica de la reforma- han ido abandonando los mercados regulados estatales, año tras año.
Por tanto, se ha reducido la competencia entre los ofertantes de pólizas, cada vez había menos opciones entre las que escoger, llegando al extremo de que en numerosos Condados (que actúan como mancomunidades de municipios para ofrecer servicios conjuntamente) tan sólo había una compañía que ofertaba las pólizas tipo ACA.
En agosto de 2016 una noticia en el Wall Street Journal se titulaba: “La retirada de aseguradoras (médicas) amenaza con crear monopolios” (en diversos Estados).
A comienzos de 2017 esta crisis descendió de golpe unos cuantos escalones más cuando tres de las mayores aseguradoras a escala nacional (Humana, Aetna y UnitedHealthcare) abandonaron por completo la emisión de pólizas tipo ACA. Además, cancelaron las pólizas ya emitidas a medida que vencían las del año anterior.
Debe considerarse que cada vez que un asegurado cambia de compañía –como están teniendo que hacer últimamente- por lo general pierden el acceso a sus anteriores médicos, ya que las listas de profesionales de cada aseguradora no suelen ser muy largas.
Como decía el Los Angeles Times el 23 de febrero de 2017, cuando esto sucede “muchos clientes se enfadan en diversas zonas del país”.
Número estimado de aseguradoras ACA en cada Condado, en 2017
0 aseguradoras (amarillo) 1 aseguradora (azul claro)
2 aseguradoras (azul intermedio) 3 o más aseguradoras (azul obscuro)
Fuente: Kayser Family Foundation. Agosto 2016
En Europa estamos acostumbrado a que haya un solo ofertante, el Estado nacional.
Pero los ciudadanos estadounidenses exigen mayoritariamente libertad de elección de planes de seguros y fórmulas flexibles que puedan adaptarse a sus necesidades y preferencias.
Las primas han aumentado mucho en lugar de reducirse
En segundo lugar, las primas no han dejado de crecer fuertemente, año tras año, en lugar de disminuir como había pronosticado la Administración Obama, expresándolo al introducir el término Asequible (Affordable) en el nombre de la ley ACA.
Debe advertirse que el cálculo de valores medios nacionales sobre el encarecimiento de las diversas pólizas tipo ACA, en diversos territorios es extremadamente complejo y lo más relevante es el orden de magnitud que obtienen los diversos estudios.
Todos los cálculos citados a continuación consideran el importe bruto de las primas. No tienen en cuenta las minoraciones obtenidas por muchos de sus beneficiarios gracias a las deducciones fiscales a las que puedan acceder en cada caso.
Conforme al estudio del Manhattan Institute, difundido por la agencia Forbes en noviembre de 2013, la estimación del impacto inicial de la introducción de ObamaCare en 2014 iba a suponer un incremento medio nacional de las primas del 41%.
Habría grandes diferencias de Estado a Estado, según mostraba su mapa, reproducido a continuación.
Cambio porcentual de las primas en el mercado para individuos (no colectivos), antes y después de la ley ACA (2014 vs 2013). Media de todos los grupos de edad.
Fuente: Manhattan Institute.
El estudio de unos economistas de la University of Pennsylvania, publicado en junio 2014 por el prestigioso National Bureau of Economic Research (NBER), comparando los valores de las pólizas anteriores a las aplicadas en 2014 tras la introducción de la ACA, obtuvo un incremento en 2014 del 14% al 28%.
Obama hizo un último intento de frenar las primas en 2016
A finales de octubre de 2016, la Administración Obama anunció que las pólizas tipo ACA que las aseguradoras iban a ofertar para el año 2017 incorporaban una subida media nacional de las primas del 25%.
Este incremento no era territorialmente nada uniforme; en Estados como Arizona, Illinois, Montana, Oklahoma, Pennsylvania y Tennessee fue de aproximadamente el 50%.
Aumentan las franquicias, los gastos mínimos no cubiertos
En tercer lugar, no dejan de crecer las franquicias (gastos mínimos no cubiertos por la aseguradora) de las pólizas suscritas por los empleadores (bajo el régimen ACA) en favor de sus empleados.
En 2016 la franquicia (deductible) media fue de 1.500$; un incremento del 25% en los dos primeros años de vigencia de la ley ACA (2014 a 2016).
Valoración global de la crisis de ObamaCare
En octubre de 2016 el propio Presidente Obama –apenas un mes antes de las elecciones- declaró a la New York magazine que “En mi opinión (la ley ACA) ha sido un gran éxito”, pero se vio obligado a admitir que “(su reforma sanitaria) tiene verdaderos problemas”.
Los mercados de seguros creados por ObamaCare, como cualquier otro mercado de seguros sanitarios, depende de conseguir una apropiada mezcla de sus clientes.
Asegurados jóvenes, en su mayoría más sanos, que demandan menos servicios de sus compañías, contrarrestan a los asegurados de mayor edad, que necesitan más gastos médicos.
La ley ACA estableció un conjunto de primas (más bien, de márgenes para las primas) que comportaban una transferencia de fondos de los asegurados más jóvenes en favor de los de mayor edad. La respuesta de aquellos ha sido, a menudo, no subscribir una póliza tipo ACA, pagando la multa creada por dicha ley.
Por otra parte, las numerosas simulaciones efectuadas han puesto en evidencia que las primas propuestas ocasionan también una redistribución económica de los hombres a las mujeres. ¿Se darán por satisfechas las insaciables feministas?
Muchas aseguradoras empezaron a tener pérdida en esta actividad
Numerosas de las iniciales aseguradoras de las pólizas tipo ACA enseguida se percataron que la mayoría de quienes suscribían dichas pólizas eran personas de más edad de la esperada, que estaban resultando más costosas de lo previsto.
Y bastantes aseguradoras empezaron a tener pérdidas en este campo de actividad.
Hay dos formas en que las aseguradoras pueden hacer frente a semejantes situaciones. O incrementando sus primas o abandonando los mercados ACA (estatales) que más pérdidas les ocasionen.
El consejero delegado (CEO) de la compañía nacional de seguros médicos Aetna, una de las mayores, declaró que se estaba frente a una “espiral mortal” de los mercados tipo ACA, anunciando en febrero su salida de todos ellos.
Cada vez habría menos asegurados, aumentando los costes medios de los restantes, ocasionando nuevos incrementos de las primas, etc.
No son pocos quienes afirman que aquella declaración es excesiva o prematura, pero lo que está fuera de duda es que el sistema en su conjunto se está tambaleando.
Atraer jóvenes masculinos asegurados equilibraría el mercado
Todo el mundo sabe que atraer un considerable número de nuevos jóvenes asegurados, mejor si son hombres, es clave para restaurar la estabilidad de los mercados regulados ACA.
Por su parte, las aseguradoras recuerdan que muchos de sus nuevos clientes están trampeando las normas, tomando una póliza tan sólo cuando se encuentran ante una grave enfermedad.
El sector, por tanto, demanda disposiciones para hacer frente a estas prácticas contraproducentes para los mercados, lo que está siendo escuchado por los congresistas republicanos.
Las aseguradoras privadas también proponen reducir algo las primas ahora vigentes para los jóvenes, como forma de atraerles a los mercados regulados.
Esta medida, lógicamente, exigiría que las personas de mayor edad tuvieran que pagar primas más altas, con o sin adicionales deducciones fiscales por parte de la Administración federal. Esta Administración tendría que hacer frente a un mayor coste, en caso de conceder más apoyos fiscales.
En qué consiste el éxito relativo de ObamaCare
A pesar de esa situación de profunda crisis que vive ObamaCare desde poco después de su comienzo, cuando los republicanos accedieron a la Casa Blanca y obtuvieron la mayoría en ambas Cámaras del Congreso a partir de enero de 2017, una mayoría de los congresistas tuvieron que reconocer que no podían limitarse a suprimir (repeal) las reformas sanitarias de Obama, como habían proclamado durante la campaña electoral.
La candidata demócrata a la presidencia, Hillary Clinton, a finales de 2016 también hubo de introducir en su programa electoral una serie de cambios en ObamaCare para “recuperar la estabilidad” de los mercados estatales.
Los senadores y representantes republicanos comprobaron que la sociedad estadounidense y buena parte de su propia base electoral quería mantener en alguna medida, con unas u otras fórmulas, algunas de las reformas introducidas por Obama.
De ahí que transformaran su anterior eslogan central de “suprimir” ObamaCare, en “suprimirlo y reformarlo”.
El éxito a medio plazo del ObamaCare será conseguir mantenerse –de alguna forma, en algún grado- más allá de la presencia de un inquilino demócrata en la Casa Blanca.
Pero, quien concluya que la ley ACA de 2010 fue el primer paso de una imparable transformación de la sanidad en EE.UU. en un modelo análogo al europeo, se equivocará. Como se equivocaría quien opine que se mantendrá incólume la mayor parte de la normativa ObamaCare.
Los intentos que están realizando los conservadores durante 2017, serán tratados en otros artículos a medida que avance esa política.
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