Construcción de una vivienda unifamiliar típica. Sin ladrillos, ni forjados, solo listones de madera … ¿no aprenderán?
La tasa de desempleo nacional cayó al 3,8% en mayo (con datos desestacionalizados), según el Bureau of Labor Statistics (BLS), mejorando las cifras previstas por la mayoría de los analistas. La tasa ha bajado una décima respecto al mes de abril y tres décimas en relación a diciembre. Sólo en abril del año 2000 y en 1969, la tasa de desempleo descendió por debajo del 4%. Esta mejora del empleo se está produciendo en prácticamente todas las regiones del país y en muchos de los sectores económicos, entre ellos en el empleo industrial. Prosigue, también, la elevación del valor medio de los salarios, si bien moderadamente. El Presidente Donald Trump, por tanto, está cumpliendo su promesa electoral de mejorar las condiciones de vida de los estadounidenses y, particularmente, las de las clases trabajadoras. La ley de reducción de impuestos y la liberalización (deregulation) de la economía -en multitud de sectores-, están siendo los dos principales impulsores de la expansión económica.
El número de desempleados se redujo a 6,1 millones de personas. (En España, ahora, es de 3,2 millones) En los pasados doce meses (desde mayo de 2017), aquel número se contrajo en EE.UU. en 772.000 personas. La tasa de desempleo disminuyó 0,5 puntos, en el mismo periodo de tiempo.
En mayo las empresas privadas y las administraciones públicas crearon 223.000 empleos en EE.UU., en términos desestacionalizados, por encima de la cifra que esperaban los analistas, que era de unos 200.000.
Los principales sectores en los que se crearon empleos, fueron los siguientes, de más a menos: comercio minorista, sanidad, construcción, servicios profesionales, transportes, industria y minería.
Según el diario de centro-izquierda The Washington Post, “muchos economistas prevén que la tasa de desempleo se reducirá todavía más durante este año, situándose posiblemente en el 3,5% (al finalizar 2018), que sería la más baja desde 1969” (hace cincuenta años).
Como se ve, apenas hay margen para que la tasa de desempleo se contraiga, pero las empresas podrán obtener más trabajo ampliando los horarios semanales de quienes ocupan un puesto a tiempo parcial, pero desearían trabajar a tiempo completo.
De todos modos, la economía estadounidense se encuentra ya muy cerca del pleno empleo y, en adelante, la escasez de mano de obra podrá limitar las posibilidades de crecimiento, a menos que nuevas inversiones incrementen la productividad general, que es una evolución favorecida por la reforma fiscal de diciembre de 2017.
Evolución histórica de la tasa de desempleo
En enero de 2017, cuando Donald Trump se hizo cargo de la presidencia, la tasa de desempleo estaba en el 4,8%, habiéndose reducido en un punto porcentual.
Al tomar posesión Barack Obama (en enero 2009), la tasa era el 7,8%; cuando dejó la Casa Blanca (ocho años después), en enero de 2017, había bajado al 4,8%, tres puntos menos.
Tasa de desempleo de EE.UU. (1º trim. 2008 – 1º trim. 2018)
(Bureau of Labor Statistics)
(Toma posesión de Trump, 20 enero 2017.
Obama, 20 enero 2009)
Tasa de desempleo 1969 – 2015 (Medias trimestrales; desestacionalizadas)
(Periodos sombreados, corresponden a recesiones económicas)
(Observar el nivel de 4% de desempleo)
Desempleados de larga duración
En mayo el número de desempleados de larga duración en EE.UU. se redujo poco, totalizando 1,2 millones de personas (el 19,4% del total de desempleados). Pero a lo largo de los doce últimos meses (bajo Trump) el número ha caído en 476.000.
Esa cifra es así de baja (1,2 millones), a pesar de que en EE.UU. la definición de larga duración es bastante amplia: permanecer desempleado un mínimo de 27 semanas (unos 6,5 meses). En España (y en la UE), se requiere al menos 12 meses en paro, y a pesar de ello al acabar 2017 había en España 1,7 millones de personas a las que se consideraba parados de larga duración … aunque no hay quien se crea esta cifra, por el elevado grado de ocultación de empleos en negro (encubiertos) y la existencia de subsidios que se pueden recibir hasta durante seis años, lo que estimula a permanecer en la economía paralela.
De todos modos, y obviando la inexactitud del dato español, es importante resaltar que EE.UU. (con 7 veces más de población -327 millones- que España) tiene unos 750.000 parados de larga duración (si se toma la definición de la UE), frente a los 1,7 millones en España (o los que sean).
Esta es una de las enormes diferencias del sistema económico y social en estos dos países. En Estados Unidos, salvo en breves periodos de crisis económica, todo el que quiere trabajar, consigue trabajo en poco tiempo. Eso es lo que más atrae a millones de inmigrantes cada año, desde hace un siglo. En España, todos los que no obtengan ingresos de fuente reconocida, reciben subsidios durante por lo menos seis años, engordando las estadísticas, como parados.
La Secretaría de Trabajo de EE.UU., ha hecho público el día 5 de junio que el número de nuevos empleos ofrecidos (job openings) en mayo –que permanecían sin cubrir al finalizar el mes- fue de 6,7 millones.
Como se dijo al comienzo, el número total de desempleados en EE.UU. en mayo fue de 6,1 millones de personas. Esto es, desde hace unos meses el número de empleos ofrecidos supera al de quienes buscan empleo y, previsiblemente, esto va a seguir pasando durante 2018.
Naturalmente, no pueden cuadrar a la perfección el tipo de empleos y su localización geográfica, con las personas que buscan un puesto de trabajo. Dicha clase de desajuste es, en buena medida, inevitable aunque en EE.UU. (mucho más que en nuestro país) las personas se desplazan frecuentemente hacia donde hay empleos sin cubrir, dentro de su sector o especialidad.
Retribución salarial media y el desempleo de las personas de raza negra
Por su parte, la retribución horaria media, nacional, en el sector privado, creció en mayo un 2,7%, con respecto al mismo mes del año anterior. Las subidas fueron superiores para los empleados normales que para quienes ocupan ciertas puestos de responsabilidad.
No obstante, como la inflación en la actualidad ronda el 2% el crecimiento de los salarios todavía es reducido en términos reales. Se prevé que la tirantez en el mercado de trabajo produzca crecimientos salariales superiores al 2,7% registrado en mayo. Cuando esto llegue a producirse y se mantenga un cierto tiempo, cambiará a mejor el ánimo de las clases más bajas, pero no está claro que llegue a tiempo para favorecer al Partido Republicano en las elecciones del próximo día 6 de noviembre.
El Wall Street Journal resalta que los “americanos que tradicionalmente salen peor parados mientras que aumentan los empleos y los salarios crecen -esto es, quienes no acabaron la educación secundaria, los negros y los hispanos- están (ahora) cosechando beneficios de un mercado laboral tenso”.
El Washington Post llama la atención de que la tasa de desempleo de los negros nunca ha estado tan cerca de la de los blancos, durante todas las décadas en que se vienen elaborando estadísticas de desempleo con suficiente detalle, esto es, desde 1972.
En mayo la tasa de desempleo entre la población de raza negra ha sido del 5,9%, que es la inferior nunca registrada antes, desde 1972. La de los blancos, en ese mismo mes, ha sido del 3,5%, dando una diferencia de 2,4 puntos porcentuales.
En el peor momento del mercado de trabajo, en enero de 2010, la tasa para los negros fue del 16,8%, y del 9,1% para los blancos. La diferencia fue de 7,7 puntos porcentuales.
Desde que Donald Trump accedió a la Casa Blanca (final de enero de 2017) la tasa de desempleo global se ha reducido un punto (del 4,8% al 3,8%). La tasa de los negros ha disminuido casi dos puntos (del 7,8% al 5,9%, ahora). El Presidente Trump suele citar esta evolución favorable para la población de raza negra, para contrarrestar la demagogia de la izquierda al afirmar que Trump se ha olvidado de los “afro-americanos”. El resultado de la encuesta de desempleo de mayo, muestra una realidad muy distinta.
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