Ante el fracaso del Presidente Biden, buscan un reemplazo
A medida que el Presidente Biden ha ido perdiendo popularidad –al poco tiempo de tomar posesión-, proceso que se intensificó tras el vergonzoso abandono de Afganistán –a finales de agosto-, hasta situarse en unos bajos niveles que casi ningún otro presidente había tenido en su primer año de mandato, los dirigentes del Partido Demócrata han comenzado a plantearse qué hacer de cara a su eventual relevo, lo que normalmente coincidiría con las elecciones presidenciales de noviembre de 2024.
De acuerdo a la media de las encuestas que elabora la web de centroderecha RealClearPolitics, en estos momentos tan sólo el 43% de los encuestados aprueba la labor que está haciendo Biden, mientras que el 53,4% lo desaprueba: una diferencia de 10,4 puntos.
Pero, su muy escasa popularidad no es más uno de los motivos del incierto futuro político de Biden. Otro factor de peso está siendo la senilidad que está mostrando en actos públicos, de forma reiterada. No en vano, ha cumplido 79 años de edad.
En la Cumbre climática en Glasglow, el pasado noviembre, las cámaras de televisión le captaron dando cabezadas, medio dormido, en una sesión plenaria. Unos meses antes, subiendo por la escalerilla del avión presidencial –el Air Force One– Biden tropezó con tres de los escalones, casi cayendo de bruces, lo que nunca le había sucedido. Con bastante frecuencia, al responder a preguntas en ruedas de prensa, Biden confunde los conceptos y no recuerda el nombre de relevantes aliados extranjeros o de algunos de sus colaboradores. La lista de estas escenas de debilidad e ineptitud intelectual, podría alargarse mucho.
Senilidad en el líder de las sociedades libres del mundo
No hay que olvidar que el presidente de EE.UU. es el Comandante en Jefe de las fuerzas armadas de la superpotencia del mundo libre. Por ello, a la preocupación de los ciudadanos estadounidenses se suma la de los aliados occidentales, que dudan de su capacidad efectiva de liderazgo internacional.
Biden fue promovido como candidato en 2020 porque no había otro que pudiera vencer a Donald Trump
En realidad, desde las elecciones de 2020 todo el mundo sabe que Joe Biden fue aupado como candidato demócrata –a pesar de aquellas deficiencias personales que ya se dejaban notar- por el simple pero importante hecho de que era el único dirigente del Partido Demócrata que podía derrotar electoralmente al entonces Presidente Donald Trump.
Donald Trump seguía contando en 2020 con un fuerte respaldo conservador y con el rotundo éxito de muchas de sus políticas: económica, energética, control del crimen en las ciudades, contención de la inmigración ilegal, mantenimiento de una inflación de precios muy baja (1,4%, en 2020), impuestos reducidos, fortalecimiento de los estados frente al poder federal, respaldo al movimiento provida, arrinconamiento del ecologismo y del lobby LGTI, etc.
La tradicional actitud moderada y centrista de Biden, que le había caracterizado durante décadas, hacía que pudiese atraer gran parte del sufragio de los ciudadanos moderados e, incluso, de algunos de los conservadores, disgustados de los malos modales de Trump. Y, efectivamente, el candidato Joe Biden impidió que Trump fuese reelegido.
Ninguno de los otros precandidatos demócratas lo habría conseguido, empezando por la Sra. Kamala Harris (la actual vicepresidente). Tampoco la senadora izquierdista Elizabeth Warren, ni el senador socialista (admirador del régimen castrista) Bernie Sanders, ni el multimillonario Michael Bloomberg (aun siendo relativamente centrista), etc. Ni se miró a la dirigente Hillary Clinton, quien ya había derrotada por Trump en 2016, por lo quedaba totalmente fuera de consideración para 2020.
En 2024 Biden tendrá 82 años … y a Kamala Harris no le quiere nadie
Cuando las elecciones se celebren en 2024, Joe Biden –que ya ahora es el presidente de mayor edad que ha habido- estará a punto de cumplir 82 años. Aunque -por respeto- no lo digan en público, casi nadie en el propio Partido Demócrata espera que Biden vaya a presentarse a la reelección.
De hecho, es también vox pópuli que los próximos 3 años de presidencia van a traer una sucesión de incidentes, confusiones y dilaciones, motivados por Joe Biden.
Por ello, resulta apropiado preguntarse ¿quién va a dirigir, realmente, el país hasta las elecciones de 2024?
En estas situaciones, el Jefe de Gabinete de la Casa Blanca (Chief of Staff) –que ahora es Ron Klain-, ampliará sus atribuciones, pero no podrá sustituir a Biden, propiamente dicho.
También sería lógico que el vicepresidente desempeñara un papel mucho más destacado de lo habitual, pero hoy en día casi nadie de la Administración confía en la Sra. Kamala Harris, por su manifiesta falta de criterio, capacidad y liderazgo.
La vicepresidente Kamala Harris
Joe Biden eligió a Kamala Harris por la enfermiza obsesión de los demócratas con las políticas de identidad: ella es mujer y de color. Además, se sabe que las votantes de raza negra iban a dejarse atraer por esa simple razón y, según mostraron las encuestas a pie de urna de 2020, así sucedió.
Algunos dicen que Obama, pero en realidad se desconoce quién manda
Una periodista de la cadena Fox News ha sugerido que Barack Obama está detrás de varias de las principales decisiones de la presente Administración y, de hecho, el programa político del Presidente Biden supone bastante continuidad con el de Obama, aunque ampliado y radicalizado al máximo. Por otro lado, bastantes de las principales figuras de la Administración Biden proceden de la presidencia de Obama, pero esto sucede frecuentemente sin que suponga una intervención efectiva del anterior presidente.
A fin de cuentas, debo reconocer que desconozco quien está moviendo los hilos en la Casa Blanca, por cuanto resulta poco cuestionable que Biden no está ahora capacitado para hacerlo, semana tras semana, sino sólo durante algunos periodos de tiempo.
“Se está hablando mucho sobre [las elecciones de] 2024, [estando bajo] un presidente que afirma que se presentará a la reelección”
La frase de este título proviene de un artículo de noviembre del diario digital de izquierda “Politico” (de la zona de Washington, DC), que se centra en la política federal y se refiere a que cuando un presidente afirma que se presentará a su reelección, lo habitual es que la prensa afín no haga especulaciones sobre quien podría sustituirle como candidato.
Dicho artículo, arranca con las siguientes frases:
“El Presidente Biden afirma que se presentará a su reelección en 2024. Pero no todos los [dirigentes] demócratas le creen. Ni tampoco están convencidos de que su nº 2 [esto es, la Sra. Kamala Harris] debiera ser su heredera, si Biden no diera ese paso”.
Digamos, ahora, por nuestra cuenta, que tan sólo el 39,7% de los encuestados a nivel nacional aprueba la actuación de la Sra. Kamala Harris, por debajo de la aprobación general que recibe la figura de Donald Trump, que es del 40,9%. Por cierto, la anterior valoración sorprenderá a muchos españoles que deben creer que ya nadie en EE.UU. se acuerda de Trump y, aún menos, le apoyan.
Como veremos al repasar los nombres que, de modo oficioso, por parte de los periodistas, se manejan como posibles sucesores demócratas de Joe Biden, sorprende su bisoñez y escasa experiencia y capacidad. En términos futbolísticos, se diría que llama la atención la debilidad del banquillo del Partido Demócrata.
Posibles candidatos demócratas para 2024
Además de la propia Kamala Harris, quien suele aparecer en primer lugar de las quinielas periodísticas para 2024, es el joven (39 años) e inexperto Pete Buttigieg, quien actualmente es el Secretario (ministro) de Transportes –desde enero de este año- y que, con anterioridad, fue alcalde de una pequeña ciudad: South Bend (Indiana). Quizá le incluyan en esa prominente posición por su condición de homosexual, lo que puntúa mucho en el circo de la diversidad.
Exalcalde Pete Buttigieg
Stacey Abrams, es una inepta, extremista y embustera candidata fallida al puesto de gobernador de Georgia; lleva años repitiendo las mismas falsedades que Trump dice sobre que le “robaron” la elección, pero como es mujer y negra no se le critica por hacerlo.
Mitch Landrieu fue alcalde de Nueva Orleans y, actualmente, está coordinando la ejecución del plan de infraestructuras, que se aprobó hace un mes.
J.B. Pritzker es gobernador de un estado importante, Illinois, y sobre todo es multimillonario.
También se mencionan otros gobernadores, pero que no han destacado apenas en la escena nacional: la Sra. Gretchen Whitmer (de Michigan), Phil Murphy (de Nueva Jersey), Roy Cooper (de Carolina del Norte) y la Sra. Gina Raimondo (de Rhode Island) quien probablemente sea demasiado moderada para poder ganar las primarias de un partido radicalizado como el Demócrata.
Caso aparte son otras dos mujeres, senadoras, quienes ya compitieron en 2020 en las primarias para las presidenciales, por lo que cuentan con proyección nacional: Elizabeth Warren, que es una de las cabezas visibles del ala izquierdista del Partido Demócrata (una verdadera víbora), y Amy Klobuchar.
Senadora Elizabeth Warren
De toda esta lista, la senadora Klobuchar es quizá la política más moderada y razonable, pero por eso mismo, es muy difícil que fuese elegida en las primarias por las bases demócratas radicalizadas.
Senadora Amy Klobuchar
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