Aprobada la ampliación de Heathrow (Londres).
La proyectada 3ª pista, a la izquierda de esta simulación.
El Tribunal Supremo de Reino Unido ha dado su autorización, a mediados de diciembre de 2020, al proyecto de ampliación del aeropuerto de Heathrow con la construcción de una tercera pista de aterrizaje. Las demandas judiciales presentadas hace años por la organización Amigos de la Tierra y otros lobbies ecologistas radicales, han sido desestimadas, agotándose la vía judicial.
En Reino Unido, este tribunal se llama el High Court of Justice.
Los ecologistas deben haber gastado cientos de miles de libras esterlinas en costas judiciales estos años.
Lo que es mucho más importante, no han conseguido crear una jurisprudencia del Tribunal Supremo británico que ampare su propósito sistemático de bloquear otros muchos proyectos de infraestructura: carreteras, puentes, líneas y túneles urbanos ferroviarios, expansión de otros aeropuertos, centrales nucleares, etc.
Precedente judicial que habría sido empleado también en otros países europeos.
Como dije en mi artículo de 2020 sobre Heathrow, “No es cierto que el ecologismo radical quiera mejorar los proyectos, corregir las posibles repercusiones medioambientales negativas de la construcción de infraestructuras”… “Lo que busca es impedir –lisa y llanamente- la construcción de nuevas infraestructuras, demostrando con ello el poder político que ejerce sobre las sociedades occidentales …”
Este aeropuerto londinense, que ahora ocupa la séptima posición mundial por el tráfico de pasajeros (80,9 millones en 2019, año pre-Covid), pasaría a estar en cabeza en el mundo cuando finalicen las obras hacia 2030, con capacidad para 130 millones de pasajeros, por año. Esta nueva capacidad podría cubrir el incremento de tráfico previsto durante cerca de tres décadas.
Hasta ahora, es el aeropuerto de Atlanta (estado de Georgia) el mayor (con 110,5 millones, en 2019) y el segundo es Beijing (con 100 millones).
El proyecto duplicará la capacidad para el transporte de productos
La capacidad de Heathrow para el transporte de mercancías, se doblará. Ya hoy en día, Heathrow es el principal centro de transporte aéreo de productos de Reino Unido. 1,5 millones de toneladas de mercancías, transitan ya cada año (antes del Covid) por Heathrow. Completado el proyecto, tendrá capacidad para 3 millones tn. Por el aeropuerto de Madrid-Barajas pasó la tercera parte en 2019: 558.000 toneladas de carga.
Gracias a su eficacia, por ejemplo, el salmón envasado escocés –que transita casi siempre por Heathrow- puede llegar en pocas horas a los 84 países que cuentan con rutas directas desde este aeropuerto.
Recordemos que para las operaciones de exportación resulta beneficioso la concentración de la vía de salida en un solo aeropuerto, no lo contrario (la dispersión en varios aeropuertos, menores): small is harmful.
Como recordaba en mi artículo de 2020, sobre este proyecto, “Este asunto atañe directamente a España, ya que [desde 2006] el principal accionista de la concesionaria de este aeropuerto es la operadora española de infraestructuras del transporte, Ferrovial”.
A pesar de las algaradas activistas hay un amplio apoyo en favor de la tercera pista
Por otro lado, en aquel artículo mío ya expliqué que, “Salvo el ecologismo radical, (casi) todo el mundo en Reino Unido (patronales, sindicatos, las compañías aéreas, los transportistas de mercancías, los dos principales partidos políticos, el regulador aéreo –la BAA-, etc.) reconocen la necesidad y urgencia de que [Heathrow] se dote de más capacidad para los vuelos internacionales”.
No es extraño que los sindicatos sean firmes defensores de este proyecto, de un importe total de 14.000 millones de libras esterlinas (unos 15.900 millones de euros), ya que durante casi una década creará varias decenas de miles de empleos, para su construcción. Una vez operativa la ampliación de capacidad, serán también decenas de miles los nuevos empleos permanentes, directos. En la actualidad, 76.000 empleados trabajan en las diversas instalaciones de Heathrow.
Según el Departamento de Transportes (pág. 8), se crearán unos 50.000 nuevos empleos (entre 38.000 y 77.000) en la zona de Heathrow, contando los directos en el aeropuerto y los indirectos en dicha comarca.
Por otro lado, el efecto revitalizador de la economía británica que tendrá la ampliación de Heathrow favorecerá muchas decenas de miles de puestos de trabajo indirectos a lo largo y ancho del país.
————————————————————–
También puede leer:
Mientras Reino Unido ensaya el suicidio aeroportuario, Asia construirá cientos de aeropuertos
—————————————————————-
La Cámara de los Comunes aprobó el proyecto con amplio margen
Junto a todos aquellos relevantes sectores económicos y sociales que vienen respaldando este proyecto, hay que resaltar que el Parlamento británico –depositario de la soberanía nacional, a diferencia de los lobbies ecologistas que sólo se representan a ellos mismos- en junio de 2018 votó de forma aplastante (con el 78%, 415 votos frente a 119) su apoyo al proyecto de expansión de Heathrow. Casi todos los parlamentarios conservadores votaron a favor y cerca de la mitad de los laboristas (115 de ellos).
Una anterior sentencia judicial no consideraba motivos medioambientales sino sólo de política climática
En febrero de 2020, el tribunal situado justo por debajo del Supremo británico, esto es el Tribunal de Apelación –Court of Appeal- (de Inglaterra y Gales), había dado la razón a la demanda de los ecologistas. Ahora bien, en su sentencia este tribunal no citaba ninguna cuestión medioambiental, propiamente dicha. Por ejemplo, no se refería a lo relacionado con la calidad del aire, ni con el ruido en los pasillos aéreos de aproximación, que suponen asuntos medioambientales.
Según el texto de la sentencia, la base de la decisión judicial era, exclusivamente, los compromisos adquiridos por Reino Unido en el acuerdo internacional de Paris sobre el Clima, de 2015, y en una ley británica, la Ley del Cambio Climático de 2008.
El acuerdo internacional y la ley británica fijaban diversos compromisos de reducción de las emisiones de CO2 por parte de Reino Unido, con ciertos plazos para su implantación. Los ecologistas argumentaban que el Estado británico incumpliría esos compromisos climáticos si autorizara el proyecto de ampliación del aeropuerto de Heathrow.
Es esta cuestión de política climática la que el Tribunal Supremo decidió rechazar en su sentencia de mediados de diciembre de 2020. Los aspectos medioambientales ya habían sido aprobados en anteriores sentencias.
El futuro de la ampliación de Heathrow
Normalmente, tras una sentencia como la que comentamos del Tribunal Supremo, el proyecto en cuestión saldría adelante sin la menor dificultad, a pesar de las falsas acusaciones de los ecologistas. Pero el caso de Heathrow, es diferente.
Quien apeló al Tribunal Supremo británico no fue el Gobierno nacional, como suele suceder, sino sólo la empresa concesionaria privada del aeropuerto de Heathrow (dirigida por la española Ferrovial). El motivo es que cuando el actual Primer Ministro, Boris Johnson, era alcalde de Londres, se opuso abiertamente al proyecto, como explicaba en mi artículo de marzo de 2020. Ahora, Boris Johnson está haciendo todo lo posible por no actuar de modo incoherente con su postura de hace unos años.
En definitiva, aunque el proyecto ha sido considerado legal por el poder judicial, la ampliación está ahora en manos del actual Gobierno británico.
Hay que esperar y ver qué hace el Gobierno. Ya no puede seguir escondiéndose detrás de los tribunales. Tiene que tomar una decisión propia y –como dije más arriba- hay muchos sectores económicos que respaldan el proyecto, que verían con muy malos ojos que el propio Gobierno lo echase abajo, sin dar una alternativa, viable, a la mayor capacidad aeroportuaria que necesita el país para seguir progresando.
Deja una respuesta