Asia construirá cientos de aeropuertos. China casi duplicará los actuales
Hace un par de semanas una importante sentencia judicial en el Reino Unido dejó tambaleándose el proyecto del que depende la ampliación de la capacidad aeroportuaria del país, para las próximas décadas: la expansión de Heathrow, cerca de Londres, con la construcción de una tercera pista, como repasamos en un artículo. Y eso, tras casi quince años de preparativos técnicos, discusiones entre todo tipo de grupos y colectivos y una aplastante votación favorable en el Parlamento británico: 78% a favor.
A eso se suma que el Primer Ministro, Boris Johnson, está haciendo piruetas políticas en torno a este asunto, que podrían dar la puntilla a este decisivo proyecto.
Al mismo tiempo, en Asia se siguen llevando a cabo los planes para construir cientos de nuevos aeropuertos en los próximos quince años. Sólo China e India, sumarán más de 300.
Además de estas nuevas infraestructuras, se ampliarán varios de los principales nudos del transporte aéreo en el continente, ya existentes.
¿Es preciso recordar que tanto China, como India, como otras varias economías emergentes de Asia, son signatarios del Acuerdo Climático de Paris?
Han suscrito dicho acuerdo, pero carecen del impulso a autolesionarse que caracteriza a varias de las naciones de Europa occidental, Canadá y EE.UU. en la actualidad.
¿Cuál será el resultado de una evolución tan divergente respecto al transporte aéreo, entre Europa y Asia? ¿Quién saldrá beneficiado y qué continente agudizará su deseada decadencia económica y política, en aras de “salvar el Paneta”?
¿Prosperará Europa o Asia?
Porque, el caso es que para los lobbies ecologistas –en estos últimos años- la obstrucción a las infraestructuras aeroportuarias es una excusa para detener el transporte aéreo, pura y simplemente, en los países occidentales y, así, rebajar las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, que es su obsesión.
A diferencia de la timidez (¿será cobardía?) de la mayoría de los grandes empresarios, en agosto de 2019 el consejero delegado de la compañía aérea australiana Quantas, Alan Joyce, dijo en público lo que pensaba.
“No queremos que deje de haber transporte aéreo”. “El pánico climático puede arrasar al sector [aéreo, de los países occidentales]” y “llevar al mundo a los años 1920”. “Debemos asegurarnos de que conservemos al bebé [en vez de tirarlo con el agua sucia], porque es importante para la economía mundial seguir disponiendo de conexiones”.
Gran dificultad para sustituir a la aviación basada en los combustibles fósiles
Todo el mundo sabe que no hay, ni habrá durante muchas décadas -¿medio siglo?-, una alternativa “renovable” al uso del queroseno en la aviación y, por tanto, buscan hundir al sector del transporte, por la vía de los hechos consumados, con tal de alcanzar el Cero Neto (de emisiones de CO2) en toda la economía a mitad de este siglo.
Sobre aviones eléctricos, puede informarse aquí, y eso que el entrevistado muestra un gran optimismo: habla de 30 años y referido tan sólo a pequeñas aeronaves. ¿Cuándo se han cumplido los plazos en el descubrimiento de grandes alternativas para el transporte o en otros terrenos?
Sobre la búsqueda de un combustible no fósil para la aviación, pinchar en este otro enlace, para acceder a parte de un libro de 2018, sobre Eficiencia Energética en el Transporte Aéreo.
Nota.- Este artículo se ha basado, principalmente, en la información proporcionada por el Global Warming Policy Forum (GWPF): https://www.thegwpf.com/heathrows-blocked-expansion-can-it-happen-in-mumbai-or-singapore/
La oposición a los aeropuertos y oleoductos forman parte de la misma argucia
Se trata de la misma estratagema que están siguiendo dichos lobbies ecologistas con los oleoductos y gasoductos.
Demonizan estos conductos, como si se trataran de la más peligrosa amenaza para el medio ambiente, “el Planeta” –que es el nuevo Dios pagano- y las futuras generaciones (a las que, realmente, van a arruinar), a pesar de la más que probada seguridad técnica de dichas infraestructuras, siempre que se cumplan las normas técnicas que se han ido definiendo e implantando en Occidente, desde hace décadas.
Paralizando la construcción o ampliación de oleoductos y gasoductos lograrían asfixiar, de hecho, la producción de ambos hidrocarburos, al impedir su transporte desde los yacimientos, como están haciendo en Canadá y en EE.UU.
Actuando así, por las bravas, mediante la coerción, al margen de cualquier proceso de decisión democrática, en contra –por ejemplo- de la votación por gran mayoría en el parlamento nacional, como es el caso de la Cámara de los Comunes en junio de 2018, se imponen sus planes.
Planes que comportan la limitación –permanente- del crecimiento económico (de nuestros países occidentales), la reducción del nivel de vida de decenas de millones de personas y alcanzar la Arcadia soñada, en mitad de un idílico panorama de millones de trabajadores manuales, industriales, en paro que “sobran” y “estorban” para dichos planes.
El programa ecologista radical también requiere la ruina y sometimiento de los “deplorables” habitantes del medio rural, a quienes detestan –como Barack Obama, Hillary Clinton y los ciudadanos cosmopolitas de Londres-, etc.
China va a construir 216 nuevos aeropuertos antes de 2035
China contaba con 234 aeropuertos en octubre de 2018 (que son los que aparecen en el mapa de la cabecera), siendo sus planes casi duplicar dicha cifra para el año 2035, construyendo 216 nuevas infraestructuras.
Como explica el diario digital para el sector aeroportuario Airport Technology, “las previsiones muestran que la demanda de transporte aéreo en China sobrepasará a la de EE.UU. en 2035, hasta representar casi la cuarta parte del número mundial de vuelos”.
“En 2017, los aeropuertos de China administraron [el desplazamiento de] 552 millones de pasajeros, cifra que está prevista que alcance los 720 millones en 2020”.
China dispone ya de 4 de los 10 aeropuertos en Asia con mayor número de pasajeros por año, en 2018: Beijing (que es el primero del continente), Hong Kong (el 4º), Shanghái (el 5º) y Cantón (Guangzhou) que es el 7º.
India añadirá 100 aeropuertos más para 2024
Según el diario digital indio The Economic Times, “tan sólo hace tres años [2016], únicamente 75 del total de 450 pistas [existentes en el país] estaba en servicio, al evitar las líneas aéreas volar a las de menor tamaño, procedentes de la II Guerra Mundial en pequeñas ciudades”.
Como se ve, el plan indio de 5 años de duración, supone realmente bastante más que doblar su actual parque aeroportuario.
Este plan de inversiones públicas forma parte del programa para tratar de elevar el nivel de actividad económica de India, cuya emergente clase media está comenzando a volar por primera vez.
India cuenta con el 6º de los aeropuertos asiáticos más activos, el de Nueva Delhi. El de Bombay (Mumbai) está progresando, pero actualmente ocupa el puesto 14 del continente.
El nudo de comunicaciones aéreas de Singapur prepara su expansión
Este aeropuerto es el décimo en volumen de vuelos de toda Asia y, además, “a pesar de disponer de capacidad para 19 millones de pasajeros más, al año, por encima de los actuales 66 millones, [la autoridad] se ha embarcado en la expansión de su Terminal 2, que proporcionará capacidad para otros 15 millones de pasajeros para los años 2020”. Esto llevaría su capacidad total a casi 100 millones de pasajeros, al año, disipando todo eventual problema de cuello de botella.
El aeropuerto de Singapur ocupa la 10ª posición, en 2018, por el número anual de pasajeros.
Deja una respuesta