Donald Trump en Nueva York. Para procesar a Trump.
Emplear uno -o varios- juicios contra el expresidente Donald Trump durante la precampaña electoral a la presidencia en 2024, desplegando la correspondiente operación mediática a todo gas, es lo que mueve a la caterva progresista de EE.UU. y a sus tentáculos en la judicatura, en el inicio del procesamiento [indictment] de Donald Trump en Nueva York, la pasada semana.
¿Será casualidad que el fiscal del distrito de N.Y. presente ahora sus acusaciones contra Trump por hechos acaecidos hace 7 años, durante la campaña electoral de 2016, que Trump ganó?
La próxima comparecencia de Trump ante aquel tribunal está fijada para el 4 de diciembre, esto es, sólo dos meses antes de la apertura del proceso de primarias para las presidenciales de noviembre de 2024. La apertura del juicio oral tendrá lugar probablemente dicha primavera, en plenas primarias (que arrancan el 5 de febrero, en el estado de Iowa).
Dicho fiscal de distrito, Alvin Bragg, es un conocido demócrata, que ya en 2009 fue nombrado para un cargo político en el Departamento (ministerio) de Justicia, bajo Barack Obama. En sí, eso no le descalifica, naturalmente, pero su actuación en este caso está siendo cuestionable.
Como es sabido, el actual es el primer caso en que un expresidente es acusado penalmente, tras abandonar el cargo, en los casi dos y medio siglos de historia del país.
Los cargos por los que se procesa a Trump
El fiscal de distrito, Alvin Bragg, ha acusado al expresidente de “34 cargos penales” por falseamiento de cuentas mercantiles. En realidad, todos esos cargos se reducen a uno solo: haber hecho llegar, a través de intermediarios, en 34 pagos parciales, un total de 130.000 dólares a la actriz porno Stormy Daniels, durante la campaña electoral de 2016, con el propósito de que ésta no sacase a la luz sus relaciones sexuales -de varios años antes- con Donald Trump, para que la campaña de éste no se viese perjudicada.
En sí mismo, dicho soborno no supone delito alguno y el falseamiento contable [falsified business records] tan sólo sería una falta menor [misdemeanour], a menos que se demostrasen circunstancias agravantes, en cuyo caso sí que podría haber un delito penal [felony]. Pero el fiscal del distrito todavía no ha podido hacer público agravante alguno; a dicho posible agravante se le viene llamando “a second crime”, un segundo delito. Esta ausencia da idea de lo débil de la acusación del fiscal, tras años de instrucción.
En la comparecencia de Trump, éste se declaró “no culpable” de los cargos del que fue acusado por el fiscal del distrito.
La izquierda maniobra para que Trump sea el candidato conservador en 2024
Donald Trump ha sido el primer dirigente del Partido Republicano en formalizar su condición de aspirante para ser elegido en las primarias de su formación el candidato para las presidenciales de noviembre de 2024.
Recordemos que en 2020 Trump fue vencido por el candidato demócrata Joe Biden. A estas alturas, sigue sin haber prueba alguna de que hubiesen “robado” a Trump la victoria electoral que él afirma haber obtenido.
En los siguientes comicios nacionales, en las elecciones a mitad de mandato [midterm] en noviembre de 2022, los republicanos únicamente consiguieron una victoria muy débil, cuando el desgaste del desastroso -e izquierdoso- Presidente Biden era muy intenso y los republicanos deberían haber barrido en ambas cámaras del Congreso. Sólo cosecharon una escasa ventaja en la Cámara Baja (9 escaños sobre el total de 435) y el Senado ha continuado en manos del Partido Demócrata (aunque por la mínima).
En mi artículo tras dichos comicios de 2022, recogía que el principal diario conservador del país, The Wall Street Journal (WSJ), había titulado del siguiente modo su editorial: “Trump es el mayor perdedor del Partido Republicano” en aquellas elecciones de 2022.
Esto es, “el WSJ atribuyó a la intervención de Donald Trump en aquella campaña electoral [de 2022] la principal causa de que los candidatos republicanos [a senadores y congresistas] no hubieran atraído a un suficiente número de votantes a quienes se suele llamar ¨independientes¨ o moderados”.
Tanto el diario WSJ, como varios relevantes dirigentes del Partido Republicano están convencidos de que Donald Trump perdería las elecciones presidenciales de 2024.
Esto mismo es lo que opina la izquierda, por cuanto está haciendo todo lo posible para que Trump sea noticia en todo momento y acabe por salir vencedor en las primarias del partido GOP (republicano).
“El procesamiento de Trump [la pasada semana] no ha salido como deseaban los demócratas y el propio Trump”
La frase de este titular es la opinión de la veterana analista política del principal diario conservador británico, The Telegraph, Janet Daley.
La Sra. Daley continúa afirmando que “el anterior presidente y sus opositores progresistas tenían la esperanza de que se produjera una explosión política” en el país, el día que Trump tuvo que comparecer ante el tribunal de Nueva York, el 4 de abril. De hecho, como informa el diario conservador New York Post, “toda la zona baja de Manhattan ha estado cerrada [por la policía] el día de hoy [4 de abril]”, en previsión de posibles graves disturbios.
Según lo explicaba la columnista del The Telegrah, “Lo que todo el mundo suponía que iba a ocurrir es que la presentación de acusaciones contra Trump en Nueva York, con cargos tan endebles … supondría una deliberada provocación para que la irascible base [electoral de Trump] se movilizara, aupando la nominación de Trump [para las elecciones de noviembre de 2024]. Conmocionados por esta flagrante persecución [política], los encolerizados seguidores [de Trump] se amotinarían tumultuosamente como un solo hombre, con lo que quedarían marginados otros posibles candidatos más sensatos [para 2024] (como el gobernador de Florida, Ron DeSantis)”.
Pero “no se produjo una gran concentración de enfurecidos seguidores [de Trump] delante del tribunal [en Nueva York], ni en ningún otro lugar. Unos pocos simpatizantes se reunieron en el trayecto por el que Trump se dirigió al aeropuerto en Florida [desde su residencia], pero no hubo tumultos de masas violentas en el centro de Manhattan”. En conclusión, “no se produjo una erupción nacional de protesta”.
“Los políticos republicanos convencionales son quienes salieron vencedores la pasada semana”
Esta es la acertada, y esperanzadora, conclusión a la que llega la columnista del diario británico. Se refiere al que, por ahora, sería el mejor candidato conservador a las presidenciales de 2024, el gobernador de Florida Ron DeSantis. También a Mike Pence, quien fue vicepresidente bajo Trump, pero a quien éste trató de forzar -infructuosamente- a que asumiera su falsa retórica de que “le habían robado” la victoria electoral en 2020. La Sra. Nikki Haley, antigua gobernadora de Carolina del Sur y luego embajadora ante Naciones Unidas, ha formalizado también su aspiración a las presidenciales.
Ron DeSantis. Gobernador de Florida.
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