Derrota electoral de los demócratas.
En las elecciones a mitad de mandato (Midterm) que se celebraron anteayer, día 8, el Partido Republicano -tal como estaba previsto- ha logrado una victoria al estar a punto de hacerse con una mayoría en la Cámara de Representantes (o Cámara Baja) del Congreso, hasta ahora dirigida por la izquierda (con un muy escaso número de escaños, 8. El total es de 435 escaños).
En estos momentos, dadas las peculiaridades y complejidades del sistema electoral estadounidense (que en cada estado es distinto), aún quedan varias decenas de escaños por adjudicar (39). El resultado actual, incompleto, es de 209 diputados republicanos, frente a 185 demócratas, por lo que es casi imposible que los republicanos no logren la mayoría, que se consigue con 218 escaños.
Previsiblemente, la derecha va a conseguir una ventaja de unas dos decenas de escaños, que es menor de lo que se esperaba.
Por otro lado, todavía no se sabe qué partido adquirirá el control del Senado, pendientes del recuento final para tres escaños, lo que puede prolongarse en el tiempo varios días o semanas. Hoy en día, los republicanos han logrado en el recuento una mínima ventaja: 49 senadores, contra 48 la izquierda. El destino de esos tres escaños (Nevada, Arizona y Georgia) determinará quien controlará el Senado. Sólo si la derecha consigue dos de dichos tres puestos de senador, se hará con el Senado.
Antes de estos comicios, durante los pasados años, los demócratas han dispuesto en el Senado de una mínima mayoría, lo que les ha permitido sacar adelante bastantes de sus proyectos legislativos radicales.
Los republicanos habían confiado en lograr anteayer una mayoría de 51 o 52 escaños, pero su empuje electoral se ha quedado corto, por debajo de sus expectativas.
La victoria republicana en una o dos de las cámaras va a ser inferior a lo que se esperaba
Dada la desastrosa gestión realizada por el Presidente Biden y los gobernantes demócratas en estos dos años (inflación de precios, encarecimiento de la gasolina y de los alimentos, aumento de la criminalidad, crisis inmigratoria en la frontera con México, etc.), casi todos los analistas habían pronosticado una “ola republicana” en estas elecciones que, realmente, no ha tenido lugar.
Se preveía que el partido GOP iba a conseguir una muy amplia mayoría en la Cámara Baja, de unas tres decenas de escaños o más, y que lograría -sin dificultad- 51 o 52 senadores. Pero no es esto lo que estamos contemplando; los electores no se han volcado hacia los republicanos tanto como era de prever.
Por ello, no es de extrañar que los propios republicanos y los medios afines se hayan interrogado enseguida por las posibles causas de esta insuficiente victoria.
El principal diario conservador de EE.UU. The Wall Street Journal (WSJ), ha titulado así uno de sus editoriales de hoy:
“Trump es el mayor perdedor del Partido Republicano”
Esto es, el WSJ atribuye a la intervención de Donald Trump en esta campaña electoral la principal causa de que los candidatos republicanos no hayan atraído a un suficiente número de votantes a quienes se suele llamar “independientes”, o moderados.
Como es sabido, Trump no se presentaba a estas elecciones, pero sí que ha jugado un papel fundamental -gracias a su todavía prestigio y poder dentro del partido- a la hora de ir seleccionando a muchos de los candidatos que se han presentado este día 8 de noviembre a puestos de senadores, congresistas y gobernadores.
El diario WSJ y parte del establishment GOP rompen definitivamente con Donald Trump
El diario WSJ, en su editorial, hace un prolijo repaso de los malos resultados que han obtenido anteayer la mayoría de los candidatos que han sido promovidos y respaldados por Trump. Candidatos que, entre otros errores, siguen insistiendo en el disparate de que la elección de Biden no fue legítima y que “robaron” la presidencia a Trump en 2020.
Durante toda la presidencia de Trump el Wall Street Journal le respaldó, continuamente, ya que había sido el presidente elegido, legítimamente, por los ciudadanos estadounidenses en 2016. Todavía hoy en día, en aquel editorial el WSJ afirma que “Donald Trump tuvo actuaciones exitosas en su presidencia”.
Pero, el bochornoso e irresponsable comportamiento de Trump el día del asalto al Capitolio, el día 6 de enero de 2021, un par de semanas antes de dejar la Casa Blanca, supuso un punto de ruptura con la mínima responsabilidad que se debe exigir a un alto dirigente nacional.
Con el editorial de ayer, el WSJ rompe de modo definitivo su apoyo a Donald Trump, y viene a pedir -indirectamente- ir buscando a quien deba ser el nuevo candidato republicano a la presidencia en 2024, que no debe ser, ya, Donald Trump.
Por otro lado, los propios dirigentes del Partido Republicano acaban de comprobar que quienes sigan yendo a elecciones de la mano de Donald Trump van a verse muy perjudicados en sus expectativas. En adelante, ya no se trata de una hipótesis que este partido irá de fracaso en fracaso si no se libera de la influencia del anterior presidente, sino de un hecho bien constatado en las elecciones de este 8 de noviembre. En definitiva, los electores -a escala nacional- les han indicado el camino que no deben seguir.
Trump ya no es el futuro del Partido Republicano
El principal contendiente que puede disputarle a Trump la candidatura republicana en 2024, el actual Gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha salido muy reforzado de estas elecciones, siendo reelegido por unos 20 puntos de diferencia respecto al candidato demócrata, convirtiendo este estado en un territorio conservador, tras casi veinte años de oscilaciones: un swing state.
Además, DeSantis ha logrado un gran apoyo de la amplia minoría hispanoamericana que habita en Florida, que ha venido dando su voto mayoritariamente a candidatos de izquierda desde hace tiempo. Este desplazamiento hacia la derecha del voto hispano -que los demócratas consideran cautivo en su favor- sería importante a escala nacional.
Ron DeSantis. Gobernador de Florida.
Uno de los columnistas (Michael Goodwin) del diario conservador The New York Post, tituló anteayer su columna de este modo:
“Ron DeSantis muestra ser el futuro del GOP [el Partido Republicano]”
Por su parte, el Wall Street Journal, la mañana siguiente a la jornada electoral, tituló del siguiente modo uno de sus editoriales:
«Tsunami [electoral] de DeSantis en Florida”.
Su primer párrafo, era el siguiente: “Se esperaba que Ron DeSantis venciera como gobernador de Florida, pero la gran noticia del martes fue la magnitud de su victoria.
Sus casi 20 puntos frente al candidato demócrata, muestra la magnitud del cambio político que se ha producido en este estado, antes oscilante, y puede llevarle [a DeSantis] a lanzar su campaña para las elecciones a la Casa Blanca [de 2024]”.
Esto es, los editorialistas del WSJ están ofreciendo su apoyo al gobernador de Florida para que inicie ya su campaña de cara a las presidenciales de 2024.
Antes o después el Partido Republicano tenía que afrontar su distanciamiento con respecto a Trump. Tras la realidad que han puesto de manifiesto estos comicios, les va a ser algo más fácil acometer esta perentoria tarea.
Posturas políticas de Ron DeSantis
DeSantis (de 44 años de edad) lleva siendo gobernador de Florida desde 2019. Por cierto, accedió al puesto por un estrecho margen de votos: menos del 1%. En consecuencia, su arrollador triunfo del otro día supone que no sólo sabe defender electoralmente su puesto, sino ampliar mucho su base electoral; ahora, ha ganado por casi 20 puntos de ventaja.
Históricamente, Florida ha oscilado entre ambos partidos en los cargos federales que ha ido eligiendo: senadores y congresistas. En la actualidad, además del gran triunfo de DeSantis, uno de los senadores (de los dos que tiene cada estado) es también republicano (Marco Rubio). Por otro lado, los republicanos han conseguido en Florida más del doble de congresistas para Washington, D.C. que la izquierda: 18, frente a 8.
En consecuencia, el gran prestigio que DeSantis ha conquistado entre los votantes de su estado desde 2019, ha “tirado hacia adelante” de los candidatos de su partido para puestos federales y, hoy en día, se considera a Florida un estado predominantemente inclinado a la derecha, en lugar de ser considerado un estado ”oscilante” (swing state).
La gestión de la crisis sanitaria y económica que provocó el Covid-19, por parte del gobernador DeSantis, ha sido un factor muy bien acogido por una mayoría de los votantes. Los confinamientos fueron menos severos que en la mayoría de los otros estados y el gobernador los fue relajando y retirando por completo antes que los demás gobernadores. En particular, los colegios públicos, a diferencia de lo sucedido en otros estados, permanecieron abiertos, con enseñanza presencial mucho más tiempo que la media nacional.
Todo lo anterior, supuso que la contracción de la actividad económica en Florida en 2020 y 2021 fuera menor que en otros lugares y que se perdieran menos empleos, por la pandemia.
Bajos impuestos, buena acogida a empresas y medidas anti-woke
Por otro lado, DeSantis ha reforzado la legislación estatal en favor de la actividad empresarial y las familias, lo que ya venía siendo un rasgo de Florida. Allí, no hay ningún impuesto adicional a la renta de las personas físicas (State Individual Income Tax), mientras que en los muy progresistas estados de Nueva York y California son respectivamente, de 10,9% y 13,3%.
Este elemento es uno de los principales motivos por el que Florida no deja de captar nueva población (210.000 al año) que, lógicamente, procede -sobre todo- de estados como Nueva York y California que, cada año están perdiendo unas 300.000 personas (Nueva York) y 117.000 (California). Florida es ya el tercer estado más poblado del país: casi 22 millones, sólo por detrás de California y Tejas.
Por otro lado, Ron DeSantis ha acometido, de manera continuada, la crítica a los radicalismos de la ideología woke en las escuelas públicas y en las empresas privadas, promoviendo legislación para poner coto a esta contraproducente irracionalidad. Con respecto a las escuelas, yo traté el tema a comienzos de este año.
DeSantis ha sacado adelante, además, leyes estatales para poner coto al activismo progre de muchas grandes empresas privadas, entre las que destaca el repulsivo adoctrinamiento trans que está llevando a cabo entre los niños la gran compañía Walt Disney, Co.
Otros artículos de mi blog sobre este tema
Florida legisla contra el adoctrinamiento LGBT en los colegios. 12 de marzo de 2022.
Los demócratas se encaminan a perder el control del Congreso de EEUU el 8 de noviembre. 28 de octubre de 2022.
El asalto al Capitolio. Gravísimo error de Trump y de sus seguidores. 8 de enero de 2021.
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