Principales verdugos de los muertos del comunismo: Mao Tse-Tung (China), José Stalin (URSS) y Pol Pot (Camboya).
El siglo XX ha constituido, lamentablemente, el súmmum de las atrocidades cometidas por la Humanidad en toda su historia. Desgraciadamente, en todos los anteriores siglos pueden señalarse también crímenes a gran escala llevados a cabo en una u otra parte del planeta, por razones políticas, raciales, religiosas, nacionalistas o de otros caracteres. Pero las matanzas que presenció el siglo XX superó a todas ellas en amplitud geográfica y numérica.
Las dos guerras mundiales, entre 1914 y 1918 y de 1939 a 1945, son las que un mayor número de bajas mortales ocasionaron, en comparación con las anteriores. Por otro lado, la destrucción de todo tipo de infraestructuras necesarias para la vida humana desarrollada fue, asimismo, enorme y afectaron a muchas decenas de países, aunque se centraron especialmente en Europa oriental.
Por otro lado, el siglo XX fue en el que más personas civiles murieron al margen de las contiendas bélicas, por la acción represiva o genocida de estados totalitarios, incluso -a menudo- contra sus propios habitantes. En la actualidad, de este tipo de víctimas se suele decir que son producto de ¨crímenes contra la humanidad¨.
Como acabo de explicar las cifras de víctimas mortales a las que vamos a referirnos en adelante no incluyen -en la mayoría de los casos-, aquellas producidas como daños colaterales de las contiendas bélicas, esto es, muertes de civiles que no se ocasionaron a propósito.
Casos de genocidio durante una guerra
Ahora bien, existen excepciones a esta norma general. Concretamente, si se incluyen las víctimas civiles cuando las potencias invasoras buscaron intencionadamente aniquilar a ciertos grupos de población por motivos raciales (ser judíos, por ejemplo), políticos o nacionalistas, para debilitar a una nacionalidad, como -por ejemplo- la polaca, con la intención de someter permanentemente dicho país. Estos casos constituirían un genocidio en tiempos bélicos, como la carnicería de los nazis contra las poblaciones judías en cualquier país de Europa, durante la Segunda Guerra Mundial.
Por su parte, también en el transcurso de dicha guerra, en abril de 1940, la Unión Soviética llevó a cabo el asesinato, por orden del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), en los bosques de Katyn (oeste de Rusia) de unos 25.000 miembros de las elites polacas (incluida la mitad de sus oficiales militares, altos funcionarios, catedráticos …), que habían sido previamente arrestados al invadir la URSS Polonia oriental el año anterior, en 1939. El propósito de los soviéticos de dominar duraderamente Polonia fue claro.
El traslado de aquellos 25.000 polacos de su tierra, donde estaban arrestados, a Katyn -en el interior de la propia República Rusa-, adonde fueron ejecutados, buscaba dificultar al máximo el posible descubrimiento de las grandes fosas comunes y, con ello, del horrendo crimen. Pero las tropas del Tercer Reich en 1943, cuando habían invadido la URSS, descubrieron en Katyn (Rusia) las fosas comunes e invitaron a una comisión de la Cruz Roja Internacional para que las examinara y determinara la autoría de este genocidio.
[Nota: al final de este artículo recojo unas cifras sobre las víctimas mortales –civiles– durante la Guerra Civil de España, 1936-1939]
Las víctimas civiles de los regímenes comunistas y del nazismo
Para mayor claridad, quiero señalar que las víctimas civiles a las que principalmente nos vamos a referir comprenden los siguientes tipos de actos: fusilamientos sumarísimos (como parte de purgas colectivas o en casos individuales), asesinatos (en campos de concentración o en las ciudades y pueblos), exterminio de un grupo social (como los campesinos acomodados), muertos tras reducción a esclavitud o tras ser sometidos a deportación (en condiciones despiadadas, a Siberia, por ejemplo) y, finalmente, prisioneros de guerra asesinados.
Capítulo aparte merece, por su siniestra importancia numérica, el caso de hambrunas provocadas expresamente por estados totalitarios. Los regímenes comunistas han sido los principales actores en este campo, tanto la URSS, como China Popular y el régimen genocida de los jemeres rojos en Camboya.
Reconociendo, de partida, la evidente imposibilidad de cuantificar con precisión las víctimas civiles acaecidas en el siglo XX, adelantemos que -según diversas estimaciones fiables- las ocasionadas por el régimen nazi rondan los 25 millones (de 1933 a 1945, trece años), lo que supone una cifra aterradora. La inmensa mayoría de ellas se produjeron durante la Segunda Guerra Mundial como, por ejemplo, el intento de exterminio de los judíos de Europa y la masacre de civiles en los países ocupados por el Tercer Reich.
Ahora bien, como expondremos más adelante, las personas civiles muertas por la persecución deliberada de los regímenes comunistas -la inmensa mayoría de ellas en tiempos de paz internacional- han sido estimadas en cuatro veces más que las anteriores: unos 100 millones de muertos, entre 1917 y 1991 (75 años). En consecuencia, la gran mayoría de estos crímenes fueron el resultado del régimen de terror aplicado por los comunistas durante décadas, en tiempos de paz, con bastante independencia de guerras contra otros países.
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Aniversario de la publicación de “Archipiélago Gulag”. Los horrores del comunismo real
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La lente distorsionadora de Hollywood
Si nos atuviésemos tan sólo a los testimonios aparecidos en la cinematografía occidental de las pasadas décadas, sacaríamos la conclusión de que casi las únicas víctimas en masa que se han producido en el siglo XX han sido las de regímenes totalitarios de derecha o más bien -casi exclusivamente- del régimen nazi que duró de 1933 a 1945, trece años.
Llegados a este punto hay que reconocer que el cometido principal de las películas no es informar -y menos adoctrinar- sino entretener, por lo que resulta imprudente tomar como cierto todo lo que aparezca en una pantalla. De facto, únicamente aquellas producciones que deciden voluntariamente anunciar que “se basan en hechos reales” tienen alguna obligación de atenerse a la veracidad principal de la historia relatada.
Pero, no obstante lo anterior, que el sector cinematográfico de unos países libres decida casi ignorar una parte muy destacada de la historia mundial, como ha sucedido con el terror y con las víctimas del comunismo, denota un muy acusado sesgo ideológico en favor del progresismo, de ocultación de sus horribles crímenes, a lo largo de varias décadas.
Al final de este artículo incluyo una lista de películas occidentales -seguro que incompleta- que tratan sobre el carácter dictatorial de los regímenes comunistas del siglo XX, pero no incluyo películas puramente bélicas. Esta lista, como se podrá observar, es particularmente corta: 8 cintas. Respecto a Hollywood, sólo una de ellas está producida en EE.UU.
Por el contrario, las producciones cinematográficas de Hollywood y de países europeos que tratan sobre las atrocidades contra las poblaciones civiles cometidas por el nazismo se cuentan por muchas decenas, si es que no por cientos y en cualquier momento hay varias de estas cintas presentes en las pantallas o en los televisores.
Primera cuantificación global veraz de los muertos del comunismo: 100 millones
Asombrosamente no fue hasta una fecha tan tardía como el año 1997 que vio la luz el intento más sistemático, fidedigno y global de cuantificar en términos de muertes de civiles provocadas en el siglo XX por el conjunto de los regímenes comunistas que han existido.
La obra en la que se ha expuesto el resultado de este análisis tiene por título El Libro Negro del Comunismo. Se trata de un grueso volumen, publicado en Paris, en 1997, cuya traducción al español corresponde a Ediciones B (2010). Es obra de una decena de autores, principalmente franceses, pero también hay un investigador polaco y otro checo. El historiador francés Stéphane Courtois es el autor principal; fue director de la revista Communisme y desde los años 80 ha publicado numerosos estudios de historia del comunismo, como Histoire du Parti communiste français.
El siguiente cuadro muestra de donde procede la estimación global de casi 100 millones de muertes (civiles) causadas por los regímenes comunistas entre 1917 (con la llegada de los bolcheviques al poder en Rusia) y 1991, cuando se hundió y desintegró la Unión Soviética, sin intervención armada alguna de las potencias occidentales.
Durante 1989 habían ido desapareciendo la totalidad de las llamadas “democracias populares” de Europa oriental (Checoeslovaquia, Hungría …), en torno a la caída del Muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989.
La mayor carnicería de la historia: el caso de China comunista
Como se observa en el cuadro de arriba, es la República Popular China el país en el que las masas de civiles asesinados, al margen de conflictos armados con el exterior, alcanzaron una cifra más alta, más que doblando el número total de crímenes del nazismo (que fue de 25 millones): 65 millones de personas.
Aunque los asesinatos en altísimos números se produjeron en China desde la constitución misma del nuevo régimen, en 1949, se prolongaron todo a lo largo de más de 25 años, hasta la muerte de Mao en 1976. Tras este periodo, los crímenes contra la humanidad se redujeron en número, aunque han proseguido cometiéndose.
La más alta mortandad en la China comunista vino provocada por la mayor hambruna que se conoce en toda la historia no sólo de dicho país, sino de la Humanidad. Según nos informa El libro negro … (pág. 639), en los 3 años que van de 1959 a 1961 “las pérdidas [de vidas humanas] ligadas a la sobremortalidad de hambre pueden evaluarse entre 20 millones (cifra cuasi oficial en China, desde 1988) y 43 millones de personas”.
La colectivización agraria jugó en China un papel secundario en esta inmensa tragedia. El intento voluntarista, irresponsable y destructivo de Mao de acometer “un gran salto adelante” en la industrialización del país, fue el principal causante de la hambruna.
Millones de campesinos fueron trasladados a fábricas en las ciudades, dejando campos sin cultivar. Los campesinos fueron obligados a realizar numerosas obras públicas, desatendiendo las tierras de cultivo. El Partido forzó el abandono de técnicas tradicionales de cultivo, hundiendo las producciones agrícolas. Todo tipo de aperos agrícolas metálicos (azadones, arados, palas, etc.) fueron fundidos en altos hornos, para industrializar China, aunque muy a menudo el hierro así obtenido resultaba inservible …
Extensión temporal y geográfica de los crímenes del comunismo
Como ya dije, los regímenes comunistas se prolongaron durante unos 75 años: de 1917 a 1991. Aunque, en realidad, todavía actualmente existe la República Popular China, Corea del Norte, la dictadura de Vietnam, el régimen castrista en Cuba, el chavista en Venezuela y el sandinista en Nicaragua.
Además, los regímenes totalitarios de izquierda se extendieron a los grandes continentes, excepción hecha de Australia: Europa, Asia, América del centro y del Sur y África: Etiopía, de 1977 a 1991; Angola, de 1977 a 1988, y Mozambique, de 1975 a 1986.
El terror y la represión sistemática como forma de gobierno de los comunistas
Sorprendentemente, los pensadores y militantes del régimen de dictadura del proletariado -como el Partido Comunista Francés, el Partido Comunista de Italia y, actualmente, el partido Unidas Podemos en España- presentaron siempre su proyecto político como el fin de la explotación y de la persecución de los trabajadores, mediante la instauración de lo que supondría un “paraíso para el proletariado”.
La realidad, ha sido no sólo muy diferente, sino justo la inversa. Nunca los trabajadores fueron ofrecidos -durante muchas décadas- condiciones de trabajo y de vida tan miserables, ni jamás perdieron prácticamente todos sus derechos políticos -a lo largo de periodos de tiempo tan prolongados-, en favor de una nueva clase explotadora constituida por la alta dirección de los partidos comunistas.
Como se expone en El libro negro del comunismo (pág. 24), “Lenin y sus camaradas se situaron en el marco de una ¨guerra de clases¨ sin compasión en la que el adversario político o ideológico … eran considerados … como enemigos y debían ser exterminados”.
El caso del aniquilamiento de los campesinos más adinerados: la colectivización agraria en la URSS
Stalin, por ejemplo, aplicó con ferocidad en 1932-1933 una política dirigida a forzar a los campesinos acomodados (a quienes se denominaba kulaks) a que entregasen sus tierras al estado (sin recibir, además, compensación alguna), para llevar a cabo la colectivización forzosa del campo. Como, naturalmente, dichos kulaks oponían todo tipo de resistencia a quedar sometidos a la condición de obreros agrícolas -a sueldo del Estado-, Stalin fijó la política de “exterminar [físicamente] a los kulaks como clase”.
Dicha exterminación adoptó tres formas principales. Por un lado, muchas decenas de miles de kulaks fueron fusilados, como primer paso del proceso.
Además, otros cientos de miles de campesinos reacios a ser “colectivizados”, junto con sus mujeres, hijos y ancianos, fueron deportados a Siberia y a otras regiones del Gran Norte, en donde fueron muriendo rápidamente por las adversas condiciones climatológicas y la reducida productividad del suelo. Unos dos millones de personas perecieron -muy anticipadamente- por esta vía.
La gran hambruna 1932-33 provocada intencionadamente por el Partido Comunista de la URSS
Por último, en tercer lugar, el Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS, que era el verdadero poder supremo en el país) decidió crear una hambruna que llevara a la muerte a las familias de los fusilados por ser kulaks y a muchos otros que se resistieran también a la entrega de sus tierras y a la colectivización soviética.
En toda la Unión Soviética se ocasionaron millones de muertes por hambre (El libro negro …, pág. 213-226), pero donde la resistencia fue más enconada era en la zona con una agricultura más próspera, donde la clase campesina era más fuerte, esto es, en Ucrania y regiones colindantes.
Como es sabido, Ucrania fue durante siglos “la despensa del imperio ruso”, por sus grandes cosechas de cereales y de otros productos agrícolas. Aún en la actualidad, Ucrania sigue siendo uno de los mayores exportadores internacionales de grano (cereales), aceite de girasol, aceite de semillas de colza, etc.
Total requisa del grano y de otros alimentos
Cientos de cuadrillas de militares, policías y de militantes del PCUS recorrieron en 1932-33 Ucrania (así como la extensa y próxima cuenca del río Don, Kazajstán, el Cáucaso Norte, etc.), periódicamente, requisando todo el grano y los demás productos agrícolas que los campesinos tenían almacenados (y escondidos) para su alimentación y para poder realizar la siguiente cosecha.
Más de seis millones de ucranianos murieron de hambre en el corto espacio de menos de dos años: 1932-33 (Colectivización y deskulakización. Ivnitsky. Moscú, 1994. Pág. 198-206). Casi la mitad de aquel total fueron niños, unos 3 millones. A los campesinos no se les dejaba emigrar a las ciudades, en busca de alimentos; debían permanecer a la fuerza en sus pueblos y pequeñas ciudades y, allí, perecer. Los testimonios de canibalismo fueron numerosos.
No se piense que, por “algún motivo”, la producción de trigo había casi desaparecido en la URSS durante aquellos dos años, 1932 y 1933. Por el contrario, en cada uno de dichos años la URSS exportó 1,8 millones de toneladas de cereales, “por las necesidades de una rápida industrialización” [lo que requería importar de Occidente maquinaria de todo tipo], justo en el momento en que millones de campesinos soviéticos morían de hambre.
Exportación de cereales por Rusia (1913-1917) y la URSS (1917 – 1938)
(En millones de toneladas métricas)
Fuente: ResearchGate. “Commerce and demolition in Tsarist and Soviet Russia: Lessons for theories of trade politics”. David Woodruff. (London School of Economics. 2005)
Nunca, en la varias veces centenaria historia del régimen zarista, se llevó a cabo nada ni lejanamente parecido a este genocidio soviético, al que nos acabamos de referir.
Civiles muertos en la Guerra Civil española (1936-39)
A efectos puramente comparativos con lo que venimos tratando sobre las muertes civiles provocadas por el comunismo y por el nazismo, incluí en el cuadro de arriba una estimación verosímil de las víctimas mortales de la Guerra Civil española, atribuibles a las fuerzas franquistas.
La cifra que tomo es de 60.000 civiles muertos, tanto durante la propia guerra (pero fuera de los frentes de combate, en fusilamientos, etc.) como en los inmediatos años de posguerra. Los muertos durante la contienda fueron unos 37.000, ascendiendo a 23.000 los caídos en la represión de los años posteriores. No comprende las muertes del maquis, ya que constituyó otro conflicto posterior: 1945 a 1947.
Como la población española era de unos 25 millones de habitantes, las muertes civiles del franquismo supusieron en torno al 0,2% de dicho total. Por ello, este nivel de criminalidad no tiene absolutamente nada que ver con los muertos civiles en la URSS, que superaron el 10,0% de la población total, cincuentas veces más.
Añadamos, por otro lado, que las ejecuciones y asesinatos atribuidos al Frente Popular (revolucionario, desde comienzos de 1936) fueron superiores a las del franquismo, esto es, 72.500 muertes. Asesinatos, estos últimos, que son totalmente ignorados por los progresistas y, en concreto, por los gobiernos del PSOE de estas últimas décadas y por sus embusteras e intolerables “leyes de memoria histórica” y de “memoria democrática”.
Fuentes de las muertes en España
La fuente de estas cifras son las dos obras de Ramón Salas Larrazábal y de su hermano Jesús Salas. La obra del primero se titula Pérdidas de la guerra (1977), págs. 139-140. Su hermano Jesús siguió otra metodología, investigando la sobremortalidad masculina, mediante análisis de los decenios 1930-40 y 1940-50; casi todas las muertes por represión, en uno y otro bando, fueron hombres. Ambos investigadores, cada uno por su lado, llegaron a cifras semejantes a las expuestas aquí arriba. A estos dos estudios se refiere el historiador Pío Moa en su obra Los crímenes de la guerra civil (2004), págs. 191-192.
Otras tergiversaciones sobre la Guerra Civil
Hay que señalar que todos los estudios realizados por historiadores progresistas (españoles y extranjeros) han exagerado enormemente estas cifras, dando por ciertos todos los actos represivos del franquismo de los que se rumoreó algo, sin tratar de efectuar a penas comprobación realista alguna. Como parte de esta prolongada campaña propagandista de la izquierda, destacó el eslogan del “millón de muertos” que se repitió a lo largo de varias décadas. Su finalidad no era otra que agrandar -artificialmente- la responsabilidad del régimen franquista.
Para empezar, estas campañas de manipulación dan por supuesto que fueron las fuerzas políticas y militares de derecha las que provocaron la contienda civil, con el levantamiento militar del 18 de julio de 1936.
Ello, a pesar de que cualquier examen mínimamente detenido de la evolución histórica anterior a dicha fecha muestra que fueron las izquierdas (entre ellas el Partido Socialista, el Partido Comunista y las diversas organizaciones anarquistas revolucionarias) las que primero atacaron la legalidad republicana con su revolución de octubre de 1934, para impedir que el principal partido conservador democrático (la CEDA) accediera (con sólo tres ministros) al gobierno del centrista Lerroux, tras haber ganado claramente las elecciones generales del año anterior (noviembre de 1933).
Los documentos internos del PSOE de aquel año muestran, sin lugar a duda, que dicho partido concebía la revolución de 1934 como el inicio de una “guerra civil”, con el propósito explícito de instaurar la dictadura del proletariado, o sea la dictadura del PSOE y de las izquierdas revolucionarias, poniendo fin a la república democrática.
Películas sobre las víctimas del comunismo
A) Sobre la URSS
Camino a la libertad (The way back). 2010. Película de EE.UU. Director: Peter Weir. Evasión de un campo de concentración en Siberia oriental, atravesando el desierto del Gobi, hasta llegar a la India británica.
Katyn. (2007). Director: Andrzej Wajda. Película polaca sobre la masacre soviética de miles de militares e intelectuales polacos en el bosque de Katin, en 1940, durante la ocupación soviética de Polonia.
Gulag: The History. (2019).
Es el doblaje a inglés de la serie documental original de la cadena de TV francesa Arte: “Goulag. Une histoire Soviétique”. 2019. Tres episodios. Creador: Michel Rotman.
Holodomor: Ukraine’s Genocide of 1932-33. (2008). Documental. Director: Bobby Leigh.
Sobre la hambruna intencional provocada por Stalin para vencer la resistencia de los campesinos ucranianos a la colectivización forzosa. Murieron unos 8 millones de personas, incluidos 3 millones de niños.
Harvest of Despair (1984). Un documental -en inglés- sobre el Holodomor en Ucrania.
Ante la clamorosa ausencia de películas apropiadas sobre este asunto, he incluido un par de documentales.
Otras películas más
B) Sobre las democracias populares de Europa oriental
La vida de los otros (2006). Película de Alemania, sobre el control ejercido sobre la población por la policía política, la Stasi, en la época final del régimen comunista alemán, ya bastante ablandado.
Viento de libertad (2018). Película de Alemania. Basada en hechos reales. Director: Michael Bully Herbig. Intento de evasión de la “República Democrática Alemana” de dos familias en un globo aerostático.
Un túnel hacia la libertad (2001). Película alemana. Director: Roland Suso Richter. Versión española de la película.
Deutschland 86. (2020). Serie televisiva sobre actividades de espionaje en Alemania oriental, donde se refleja algo las condiciones generales de vida. Un tanto ambigua sobre el carácter del régimen comunista alemán.
C) Sobre la República Popular China
Qiu Ju, una mujer china. (1992). Película china, dirigida por Zhang Yimou. Relata la historia de una campesina llamada Qiu Ju que vive en una zona rural de China, a comienzos de la década de 1990.
The blue kite (La cometa azul. 1993). Película china, dirigida por Tian Zhuangzhuang. Trata sobre la vida de una familia durante diferentes etapas del régimen de Mao Zedong, entre ellas la Revolución Cultural. Más concretamente, narra la vida de un niño que llega a la adolescencia en plena Revolución Cultural.
Otros artículos de mi blog sobre estos temas:
Aniversario de la publicación de “Archipiélago Gulag”. Los horrores del comunismo real. 10 de mayo de 2023.
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