El fuerte terremoto ha sido una prueba para el oleoducto de Alaska
Un fuerte terremoto, de magnitud 7,0, golpeó ayer, 30 de noviembre, la zona cercana a la capital de Alaska, Anchorage, donde vive aproximadamente la mitad de la población del estado.
Diversos tramos de carretera han desaparecido, al tiempo que han quedado dañados puentes, canalizaciones de agua potable, tendidos eléctricos, el nudo ferroviario de Anchorage …
Todo el tráfico ferroviario está suspendido. El epicentro (situado al N de la capital) se encontraba a solo 140 km del extremo sur del Oleoducto de Alaska) -al este de Anchorage-, pese a lo cual no ha sufrido daño alguno, digno de señalar. La compañía, por precaución, suspendió esta mañana el funcionamiento de la instalación durante únicamente 7 horas, reemprendiendo luego el transporte, mientras continúan las inspecciones pormenorizadas.
El terremoto se sintió a 560 km de distancia, en la ciudad de Fairbanks, a mitad de camino a la costa norte de Alaska, no lejos del oleoducto.
El oleoducto se construyó hace 40 años pero aguanta
El oleoducto de Alaska -de unos 1.300 km de longitud- no cuenta con las más modernas técnicas antisísmicas, ya que se construyó hace 40 años, en 1977. A pesar de ello, las precauciones incorporadas están siendo suficientes para resistir las sucesivas sacudidas sísmicas, ya que en la costa sur de Alaska la placa tectónica del Pacífico sufre subducción, esto es, se va hundiendo por debajo de la placa continental, como sucede a lo largo de la costa pacífica de Sur América, originando frecuentes temblores de tierra y terremotos.
Desde la construcción del oleoducto, que los ecologistas -¡como no!- trataron de impedir, no han parado de atemorizar a la población con la eventualidad de un enorme derrame de crudo, que inundara multitud de valles, acabando con toda vida en decenas de kilómetros alrededor.
Hollywood jugando al catastrofismo
Ya se ha perdido la cuenta del número de películas que Hollywood -siempre tan progre- ha producido para reforzar la campaña catastrofista.
El montaje fotográfico de abajo muestra el gran momento que aguardan los ecologistas radicales: decenas de miles de toneladas de crudo arrasando la prístina naturaleza … Pero los actuales activistas seguramente se van a quedar con las ganas, porque la infraestructura sigue aguantando muy bien: ya lo ha hecho 40 años.
Si alguna vez ocurre un gran derrame, habrá que recordar a estos retrógrados agoreros que “mientras hay vida, hay riesgo”, entre ellos, riesgos medioambientales.
Quien busque una vida sin riesgo alguno (con una aplicación descabellada del principio de precaución), debería irse a buscarla a otro mundo, porque aquí eso no existe … ni se le espera.
Montaje fotográfico sobre lo anunciado por los ecologistas desde hace 40 años …
En 2002 ya aguantó un terremoto aún más intenso
Como expliqué en un anterior artículo, “Este riesgo (sísmico) se vivió el 3 de noviembre de 2002, cuando tuvo lugar un gran terremoto, de magnitud 7,9, a lo largo de la Falla Delani. El oleoducto está diseñado para soportar movimientos sísmicos hasta de magnitud 8,5, sumamente infrecuentes en dicha zona. (En 2002) hubo algunos pequeños desperfectos en los tramos alzados que se pudieron reparar con rapidez.”
“El trazado del oleoducto es en zig-zag para contrarrestar las tensiones que originaría un movimiento de tierras sobre un trazado rectilíneo. Además, los tramos alzados cuentan con soportes absorbentes de los posibles temblores de tierra (como se observa en la fotografía de abajo del todo). Los tramos subterráneos (al atravesar tres cordilleras), también incorporan mecanismos de amortiguación de los movimientos de tierra”.
Finalmente, añadía que “Más de la mitad del recorrido del oleoducto está elevado unos 2,5 metros del suelo para posibilitar las migraciones de animales, incluidos los grandes caribús y los alces de la zona. Esta disposición de la tubería en elevación, busca también evitar el deshielo del permafrost, ya que el crudo sale caliente del subsuelo y debe mantenerse en esa condición para que pueda transitar fácilmente por la tubería”. El permafrost es la capa superior del suelo que permanece helada de manera continuada en las regiones más frías y que puede tener un grososr de muchas decenas de metros.
Oleoducto Trans-Alaska (TAPS). 1977
Anchorage está al oeste de la terminal sur: Valdez Port
“Cada hora, circula por el oleoducto alrededor de un millón de dólares en crudo”.
Buena parte del bienestar de los habitantes de Alaska procede del petróleo
Gran parte del bienestar de los habitantes de Alaska (durante más de medio siglo), procede de los ingresos estatales y privados del petróleo. Pero el propósito de los ecologistas extremos no hubiera producido otro resultado que impedir la elevación del nivel de vida de esos ciudadanos y reducir la independencia de EE.UU. frente a suministradores totalmente inseguros, como Venezuela, Irán y Rusia.
Oleoducto de Alaska. Sistemas de absorción de temblores de tierra y de apoyo en el permafrost
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