Aviones en cubierta de portaaviones U.S. Norte del Canal de Suez (Presupuesto militar)
Tras los ocho años de presidencia de Barack Obama Estados Unidos vio erosionarse su supremacía militar respecto a China y Rusia -sus principales adversarios estratégicos-, en varios campos. El gasto militar del país se contrajo un 20%, en términos reales. La intranquilidad se extendió entre varios de los principales aliados de EE.UU. en Oriente Medio, Europa (países bálticos, Polonia, Ucrania …), Asia del Sur y Lejano Oriente.
En mi artículo de hace dos años (julio de 2017) recogía que “El Jefe Adjunto del Estado Mayor del Ejército de Tierra, General Daniel Allyn, ha declarado que el Ejército está ¨superado, desfasado y con insuficiente potencia de fuego¨, estando en disponibilidad de ¨combatir hoy mismo¨ únicamente 3 de las 58 brigadas de combate”.
Las casi dos décadas de guerra ininterrumpida -algo inédito-, en Afganistán desde 2001 y luego también en Irak, han sometido el arsenal militar estadounidense a un gran desgaste.
Compromiso de Trump para restablecer la potencia militar
Ya advertí en mi artículo de marzo de 2018 sobre los presupuestos federales que “Trump y la derecha quieren recuperar cuanto antes los niveles [de gasto militar] anteriores y así lo proclamaron durante la campaña electoral, obteniendo el respaldo de los ciudadanos para llevar a cabo dicha política”.
Y así, cumpliendo su promesa electoral de 2016, Donald Trump está teniendo el acierto de acometer desde el comienzo de su presidencia la reconstrucción del poderío militar estadounidense, a costa de programas sociales y otros. Con ello, la confianza está regresando a los aliados de EE.UU., mucho más allá de los negativos efectos que están teniendo las imprudentes declaraciones diplomáticas que el Presidente Trump realiza con cierta frecuencia.
Hay que precisar que el restablecimiento de una clara superioridad militar de EE.UU. -como elemento de disuasión frente a las potencias ascendentes (principalmente, China)- no constituye únicamente una opción de Donald Trump, sino que forma parte de las posiciones tradicionales del Partido Republicano.
Cuanta mayor hegemonía adquiera la nación líder del mundo libre, menos provocaciones se atreverán a efectuar las naciones que van a disputarle su posición en diversas regiones del mundo, prolongándose las condiciones para la paz internacional.
Como ya formuló el pensador romano sobre asuntos militares Flavio Vegecio Renato, a comienzos del siglo V d.C.: “Si quieres la paz, prepárate para la guerra”.
Evolución del presupuesto militar durante la presidencia de Obama y antes
El presupuesto militar alcanzó un máximo en 2009, cuando estaba concluyendo la amplia intervención de EE.UU. en Irak y su presencia en Afganistán estaba en un elevado punto. En dicho año 2009 el gasto militar estadounidense llegó a representar el 5,28% del PIB (Producto Interior Bruto) del país, lo que puede comprobarse en el gráfico de más abajo.
Dicho porcentaje fue semejante al que se produjo en 1991, año en el que tuvo lugar la implosión -y posterior desaparición- de la Unión Soviética, de la mano de Mijaíl Gorbachov y Boris Yeltsin, habiéndose aplicado ya recortes de este tipo de gasto en los años anteriores. Recortes que se intensificaron a lo largo de toda aquella década hasta los atentados del 11 de septiembre de 2001 y la intervención bélica en Afganistán a partir de octubre de 2001.
La presencia simultánea en dos grandes conflictos bélicos había sido muy inusual en la historia militar de EE.UU., por el excesivo esfuerzo que supone para el país. 2009 fue el primer año de la presidencia de Barack Obama, pero el presupuesto federal venía definido por el anterior presidente: George Bush hijo. Debe recordarse que un año presupuestario (por ejemplo, el de 2009) comienza el día 1 de octubre del año anterior (2008).
Desde 2010 Obama redujo el peso del presupuesto militar, acelerando la retirada de Irak, que en diciembre de 2011 fue total, no dejando ni un solo soldado estadounidense en el país, lo que facilitó mucho la penetración de la República Islámica de Irán en las milicias chiitas en el Irak posterior a la 2ª Guerra del Golfo. En 2011 Barack Obama emprendió también una retirada -no total, pero muy intensa- de Afganistán, pasando de unos 90.000 efectivos en 2010 a 8.400 en enero de 2017, cuando Obama iba a dejar la Casa Blanca.
Durante dicho año fiscal de 2017 (que había comenzado el anterior día 1 de octubre), el gasto militar supuso un mínimo histórico, en términos del PIB: el 3,34%.
Evolución gastos militares como % del PIB. EE.UU. y OTAN
(Basado en los precios y tipos de cambio de 2010)
Fuente: NATO. Press Release. 14 March 2019. Defence Expenditure of NATO Countries.
Datos: Idem. El gasto de 2018 es una estimación.
Gastos militares relativos de EE.UU. y de los 27 miembros europeos de la OTAN
Sobresale que EE.UU. nunca ha dedicado a la defensa menos del 3% de su PIB, en los 30 pasados años (periodo cubierto por el gráfico de arriba). Además, durante la mitad de dicho periodo su gasto ha superado el 4%.
Por el contrario, desde 1999 los países europeos ni siquiera han destinado el 2% a su defensa, a pesar de la presencia amenazante de Rusia. En 2015 (al final del periodo Obama y un año después de la invasión rusa de Crimea) dicho porcentaje cayó a tan sólo 1,4%.
No puede dejarse de lado que una cierta porción de los gastos de defensa de EE.UU. sigue dedicándose año tras año al teatro europeo que, en realidad, debería correr casi exclusivamente a cargo de los 27 miembros europeos de la OTAN. El que no sea así, supone una irresponsabilidad de estos últimos países.
La crisis -no cerrada- de la invasión rusa de Crimea debería hacer sonrojar a todos los ciudadanos europeos, por la pusilanimidad de la acción de nuestros estados.
En los años 90, nuestros países tampoco tuvieron el coraje y la determinación de poner fin por ellos mismos a las atrocidades que se estaban cometiendo en los Balcanes, haciéndose decisiva la intervención militar de EE.UU., incluso de la mano de un presidente demócrata, Bill Clinton, a quien hay que agradecer que hiciera el trabajo que nos correspondía realmente a los timoratos europeos. Qué vergüenza, todo ese pacifismo y apocamiento extremos.
Los países europeos han debilitado su potencial militar
En aquel mismo año de 1999 la diferencia entre EE.UU. y los miembros europeos de la Alianza fue la mínima, de 1,2 puntos porcentuales del PIB: 3,15 puntos de EE.UU., frente a 1,95 puntos de los europeos. EE.UU. gastó un 60% más de su PIB que el conjunto de los miembros europeos de la OTAN respecto del suyo.
Una década después, en 2009, la diferencia entre el esfuerzo en defensa de EE.UU. fue la máxima, de casi 3,6 puntos respecto a sus aliados europeos: 5,29 puntos, por tan sólo 1,7 puntos los europeos. EE.UU. gastaba el triple de su PIB que los europeos.
Desde hace bastantes años los países de la Alianza del Atlántico Norte decidieron fijar como directriz que cada país miembro debía destinar a gasto militar al menos el 2% de su PIB.
Casos particulares
En el caso particular de España, la situación resulta particularmente escandalosa e irresponsable. En los once años entre 2008 y 2018 nunca se acercó a la directriz del 2%, superando (ligeramente) el 1% únicamente cuatro años, permaneciendo el resto del tiempo en torno al 0,92%. En la actualidad, viene ocupando prácticamente el último puesto de la OTAN, sólo superando al mini estado de Luxemburgo.
Curiosamente, deben contarse por millones los españoles que se asombran de que las potencias internacionales no tengan apenas interés en las opiniones y propuestas de España. ¿Por qué no serán capaces de entender la obviedad de que quien no gasta en defensa e interviene en las guerras de su bando no cuenta casi para nada, ni para casi nadie?
Además de Canadá y Estados Unidos, diez países europeos, fueron los fundadores de la OTAN en 1949: Bélgica, Dinamarca, Francia, Islandia, Italia, Luxemburgo, los Países Bajos, Noruega, Portugal y Reino Unido.
Posteriormente, se han incorporado otros diecisiete países, por este orden: Grecia y Turquía (1952); Alemania occidental (1955); España (1982); Polonia, Hungría y Chequia (1999); Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania, Rumania, Eslovaquia y Eslovenia; Albania y Croacia (2009) y, finalmente, Montenegro en 2017.
Evolución del presupuesto militar durante la presidencia de Trump
Medido en términos del gasto militar realmente efectuado, año por año, las cifras aparecen en el cuadro estadístico de abajo.
El mínimo se produjo en 2015, año en el que se gastaron 589,7 miles de millones de dólares, corrientes.
La situación llegó a ser de tal debilidad (aviones y barcos que no podían reequiparse con celeridad, pilotos que carecían de las horas de vuelo recomendadas, etc.), que en los dos últimos presupuestos que se aprobaron bajo su mando -los de 2016 y 2017- Obama comenzó un ligerísimo aumento de los gastos militares, como muestra el cuadro de abajo. En 2017, por ejemplo, el gasto militar creció un 0,9%.
Evolución del Gasto(1) y Presupuestos Militares de EE.UU. (2013 – 2020)
(En millones de dólares US, a precios corrientes)
Fuente: Elaboración propia. | ||||
Datos: Gasto realizado y estimado: Oficina de Administ. y Presupuesto (OMB) de la Casa Blanca. Table 3.2. Outlays by Function and Subfunction. | ||||
Concepto 050: Total, National Defense. | ||||
https://www.whitehouse.gov/omb/historical-tables | ||||
Presupuestos: Table 5.1. Budget Authorithy. Concepto 050. | ||||
Barack Obama fue responsable de los presupuestos de 2010 a 2017. | ||||
Donald Trump lo será de los presupuestos de 2018 a 2021. | ||||
Los años fiscales (FY) comienzan el 1 de octubre y finalizan el 30 de sept. | ||||
(1) Tanto el gasto ordinario (Base budget) como las Operaciones | ||||
de Contingencia en el Exterior (OCO – Overseas Contingency Operat.). | ||||
Incluye el Depart. Defensa y gastos de defensa de otros Departamentos. | ||||
(2) Budget Outlays = Gasto realizado | ||||
(3) Gasto todavía no definitivo. | ||||
(4) Presupuesto solicitado por la Casa Blanca. | ||||
https://www.govinfo.gov/app/collection/budget | ||||
(5) Gasto aprobado definitivamente por el Congreso. | ||||
Budget Authorities. Si la cifra lleva una e, es una estimación. |
Trump está logrando robustecer las Fuerzas Armadas
Tuvo que llegar Donald Trump a la Casa Blanca -en enero de 2017- para que se consiguiera una verdadera aceleración del gasto en defensa. En el año presupuestario 2018 el aumento fue del 5,4%, que en 2019 está siendo de aproximadamente 8,5%.
El presupuesto militar para 2020
La Casa Blanca de Trump presentó en abril de este año, 2019, su propuesta de presupuesto para el año presupuestario de 2020, que se abre el 1º de octubre de 2019.
Su solicitud para el presupuesto militar es de 750.000 millones de dólares, un 8,2% superior a lo presupuestado para el actual ejercicio, esto es, unos 57.000 millones de US$ más que en los presupuestos de 2019.
Previsiblemente, 2020 constituirá el quinto año en que aumentará el presupuesto militar estadounidense. Y, si Trump resulta reelegido en noviembre de 2020, la senda ascendente continuará, aunque quizá con menor ímpetu que en estos presentes años, a menos que se habrán contiendas de cierta envergadura.
Pero el valor de la propuesta del Presidente estadounidense es muy inferior a la de los presidentes de gobierno en Europa. Su petición ni siquiera se toma como base para la tramitación parlamentaria. Son los congresistas y senadores de ambos partidos quienes comienzan de cero (o de los aprobados el anterior ejercicio) la elaboración de los nuevos presupuestos federales.
Naturalmente, los parlamentarios del partido del presidente tienen en cuenta lo solicitado por aquel, pero de un modo puramente orientativo.
Por otro lado, los congresistas correligionarios del presidente están en permanente contacto con los colaboradores del equipo presidencial durante el medio año o más que dure la tramitación, por la sencilla razón de que sin la firma del presidente no entrarían en vigor los presupuestos que apruebe el Congreso.
Las Operaciones de Contingencia en el Exterior
A quien haya observado las cifras del cuadro de arriba, le habrá llamado la atención que los valores del gasto realmente ejecutado hayan sido sensiblemente inferiores a lo presupuestado en varios ejercicios.
La principal razón de aquello es la presencia en los presupuestos militares de cada año de una elevada cifra que únicamente puede destinarse a nuevas guerras o a la intensificación de las que estén en curso. Esta importante partida se denomina Operaciones de Contingencia en el Exterior (OCO – Overseas Contingency Operations).
Se intenta acordar los presupuestos federales de 2020 y 2021
En consideración a que a finales de 2020 serán las elecciones presidenciales, el Congreso está intentando llegar simultáneamente a un acuerdo para los presupuestos de 2020 y 2021, que comienzan respectivamente el 1º de octubre del año anterior.
De ese modo, cuando el nuevo presidente se haga cargo del poder a principios de 2021 sólo deberá ocuparse de preparar los presupuestos del siguiente ejercicio y, por otro lado, no debería negociarse al mismo tiempo en que estén teniendo lugar la precampaña y la campaña electoral propiamente dicha, con las tensiones políticas que eso comporta.
Deja una respuesta