Tesla abandonará California, seguramente. Fábrica de automóviles en Fremont (California)
La dirección de la compañía Tesla anunció el 10 de mayo su decisión, casi definitiva, de trasladar la sede central de la firma fuera de California, a los estados de Tejas (cuyo gobernador es un republicano, desde hace tiempo) o Nevada (gobernada por la izquierda y donde Tesla tiene la fábrica de baterías, Gigafactory).
En su tuit del 10 de mayo, el consejero delegado de Tesla, Elon Musk, declaraba lo siguiente: “Francamente, esta es la gota final [que ha colmado el vaso]. Tesla va a trasladar, inmediatamente, su sede central y futuros programas a Tejas o Nevada. El que, finalmente, retengamos o no nuestra fábrica en Fremont, dependerá de cómo Tesla sea tratada en el futuro”.
Que una gran empresa de California, dirigida por Elon Musk, destacado símbolo del progresismo empresarial y tecnológico de dicho estado, esté considerando trasladar su dirección a un estado de mayoría republicana, como Tejas, está constituyendo un verdadero escándalo entre la fanática clase empresarial del entorno de Silicon Valley.
La plutocracia izquierdista californiana
Los otros multimillonarios progresistas de California y la prensa y otros medios que le son afines, están retirándole a Tesla y a Elon Musk el firme apoyo que les han brindado hasta ahora, desde comienzos de este siglo.
Se trata de multimillonarios verdes (que quieren cambiarnos la forma de vida a centenares de millones de personas de Occidente, hacia atrasados y bucólicos estadios de desarrollo), quienes están entregados –asimismo- en cuerpo y alma a todo el paquete ideológico de lo políticamente correcto.
Además, llevan un par de décadas contribuyendo sólo a las campañas electorales de los candidatos de izquierda y de izquierda-extrema, como ha sido ahora el caso de los precandidatos para las presidenciales, los senadores Bernie Sanders (de Vermont) y Elizabeth Warren (de Massachusets), quien podría convertirse en la candidata a vicepresidente, de la mano de Joe Biden.
La insólita -pero comprensible- decisión de Tesla / Musk
El diario de centro-izquierda The Washington Post, -que también está reconsiderando su apoyo a Tesla- ha relatado así aquella decisión de la compañía:
“Elon Musk [consejero delegado y principal accionista, con el 22%] de TESLA, está protagonizando una confrontación con autoridades [comarcales] de California en torno a la reapertura de una gran fábrica [de vehículos eléctricos, en el estado, que es la única de Tesla en EE.UU.], en lo que constituye un destacado ejemplo de desafío de una poderosa compañía a las órdenes sanitarias que determinan la inactividad de toda actividad económica, salvo las [consideradas por el condado como] esenciales“.
Como las autoridades de este condado son tan progres, están permitiendo ya –por ejemplo- que abran las tiendas de marihuana, estimando que es un negocio “esencial”, pero prohíbe la reapertura de la única fábrica de automóviles que hay en California, que es la de Tesla.
Esta fábrica, que da empleo a más de 10.000 trabajadores, muy bien retribuidos, está situada en el municipio de Fremont (condado de Alameda), en la costa sudeste de la Bahía de San Francisco, limítrofe con el municipio de San José (Silicon Valley), cuyas autoridades comarcales son de izquierda.
La fábrica está cerrada desde el 23 de marzo, hace mes y medio.
Directrices federales recientes, emitidas por la Administración Trump, clasifican la fabricación de vehículos como una “actividad esencial”, que puede ponerse ya en funcionamiento, dependiendo de la decisión final de los estados, ya que EE.UU. es, en realidad, una confederación.
Los principales competidores de Tesla en Detroit abrirán sus fábricas el 18 de mayo
Sin embargo, Gretchen Whitmer , la gobernadora del estado de Michigan –del Partido Demócrata-, donde tienen su sede y principales centros fabriles los principales competidores de Tesla (como General Motors, Ford y Chrysler), autorizó ya el día 7 que las fábricas de vehículos de su estado comiencen a producir desde el día 18 de mayo.
De hecho, Elon Musk está echándole un pulso a las autoridades demócratas del Condado de Alameda y abrió su fábrica, sin contar con la oportuna autorización gubernativa, el pasado lunes, día 11 de mayo. Por una vez en la vida, y sin que sirva de precedente, hay que decir: ¡Ánimo Musk!
Significativas reacciones a esta decisión de Tesla
Si la poderosa izquierda del estado (que lo gobierna ininterrumpidamente desde 1999, ya que el cineasta Arnold Schwarzenegger adoptó mayoritariamente políticas progresistas), sus multimillonarios de Silicon Valley y los medios de la misma cuerda están volviéndole la espalda a Tesla y a Elon Musk, el Presidente Trump acaba de expresarle públicamente su respaldo a la pronta reapertura de la fábrica de Tesla.
Donald Trump cometió claros errores durante el primer mes y pico de irrupción internacional del coronavirus, minimizando su gravedad. Pero tuvo el acierto y la determinación de ser el primer gobernante de uno de los grandes países del mundo en implantar la prohibición de vuelos procedentes de China, el pasado día 24 de enero. Tras esta decisión, se sumaron muchas decenas de países.
¿Se acuerdan Vds., esto fue lo que desencadenó la ira del Vicepresidente del Gobierno de España, el comunista Pablo Iglesias, por ser una medida “xenófoba”, “discriminatoria” y “repugnante”?
No obstante aquello, durante las pasadas 5 o 6 semanas, Trump viene encabezando en su país la correcta actitud de que se examinen con atención las posibilidades de ir emprendiendo, cuanto antes, según las condiciones específicas en cada territorio, la actividad económica e industrial, para minimizar el desastre económico que se está produciendo a raíz de la pandemia del Covid-19.
También recordarán Vds. que Trump ha estado respaldando desde hace semanas las protestas ciudadanas espontáneas en su país, en favor de que se aceleraran las decisiones de desconfinamiento de las personas, que es lo que queremos muchos. Postura que le valió la descalificación de, entre otros muchos medios españoles (El País, El Mundo, la oficial TVE y las TV privadas …), del diario ABC.
Los gobernantes demócratas de California quieren diezmar las empresas industriales para Salvar el Planeta
Empecemos por la propia empresa, Tesla. Hasta hace una semana, Tesla ha sido un producto totalmente característico de un estado muy progresista, como es California. Los californianos la han adorado, han pagado por adelantado –lo que no sucede con ningún otro fabricante- el total o buena parte del precio de sus carísimos coches y han asistido –extasiados- a las multitudinarias ruedas de prensa del gran empresario-rockero Elon Musk, cada vez que iba a anunciar un nuevo modelo de automóvil, como si fuera un concierto rock.
¿Cómo puede haberse llegado a esta situación de casi divorcio entre Tesla y los gobernantes de California?
Bueno, durante años han ido apareciendo roces entre ambas partes, aunque transcendieron poco. En su tuit del 10 de mayo, Elon Musk decía que “Francamente, esta es la gota final [que ha colmado el vaso]”.
En el fondo, y excentricidades de Elon Musk aparte, latía una contradicción que necesariamente tenía que llegar a explotar en público.
Tesla, no es sólo una empresa tecnológica, del bello mundo digital de Silicon Valley … sino una odiosa y “contaminante” empresa industrial, que –por mucho que lo hayan intentado evitar- genera elevadas emisiones de CO2, aparte de los contaminantes de verdad, como los óxidos de nitrógeno, dióxido de azufre, etc.
Algunos estados han asumido compromisos propios de reducción de emisiones
Estados Unidos, gracias a la Administración Trump, está eludiendo los planes de autoflagelación económica y desindustrialización, que derivan el Acuerdo del Clima de Paris, de 2015, ya que Donald Trump se atrevió –el 1 de junio de 2017- a retirar a su país de dicho Acuerdo.
Ante esta realidad, en el plano federal, algunos estados, como California, Nueva York y otros, gobernados por los demócratas, han asumido –unilateralmente- compromisos propios de reducción de las emisiones de CO2, en sus territorios. California, por ejemplo, ya ha fijado en una ley estatal que para 2030 debe haber reducido un 40% sus emisiones. Además, para 2045, deberá obtener el 100% de su electricidad de fuentes renovables. Etc.
Con estos planes de futuro, quedará poco margen para empresas industriales, de cualquier tipo. Y, cuando pasen los años, California asumirá más intensos recortes de las emisiones, para plazos más lejanos en el tiempo. La fábrica de Tesla, podría “caber” en esos objetivos, o quizá no.
Hace ya tiempo que California ha colocado la tarea de Salvar el Planeta, muy por encima de la preservación de empleos industriales, bien pagados, para los trabajadores manuales, que en el pasado constituían la base de su electorado. Ahora, son los activistas del ecologismo, su principal base social y electoral.
Tesla está próxima a ganar el desafío a las autoridades comarcales californianas
Noticias muy recientes (de ayer, tarde), del diario estatal conservador The Orange County Register, indican que Tesla está a punto de ganarle el pulso a los gobernantes progresistas de la Bahía.
Parece que éstos, van a levantar la prohibición a la reapertura de la fábrica el día 18 de mayo, “con tal de que tome las medidas de protección, bla, bla …”, en un intento de las autoridades de salvar su cara. Naturalmente, Tesla ya tenía aprobado un plan de protección personal en sus instalaciones.
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