Cartel de currantes: Queremos a Boris [Johnson] … aunque TVE tergiversa las elecciones
La izquierda española y su televisión –TVE-, aunque sea de titularidad pública, temen el mensaje que –dirigido a todo el mundo- han enviado los bravos votantes británicos. Por ello, una vez más, TVE está tergiversando de un modo tan burdo como inadmisible el significado de la victoria conservadora en las elecciones británicas, tal como expresé en mi artículo de ayer.
El principal presentador del Telediario de TVE, Carlos Franganillo, un periodista de buenas maneras, aparentemente comedido, ha participado –parece que sin inmutarse- en esta nueva manipulación informativa. Lo mismo ha hecho la presentadora Ana Blanco, igualmente un rostro de aspecto moderado.
TVE: Ana Blanco y el corresponsal Miguel Ángel Idígoras
El corresponsal de TVE en Londres, el periodista también de apariencia mesurada Miguel Ángel Idígoras, y el resto de la plantilla de TVE que ha intervenido en cubrir este importante suceso, han repetido con exactitud la misma falsedad (que ha debido ser ordenada desde la dirección de TVE), algo así:
“Los británicos, hartos ya del Brexit, han dado su apoyo a Boris Johnson”.
Como si los británicos hubiesen querido dejar este asunto atrás, de cualquier modo, consiguiendo u olvidándose del Brexit.
La verdad, es exactamente la contraria. El -claro- hartazgo de los británicos se debía a que diversas fuerzas políticas y poderes fácticos estaban “impidiendo que se realizara el Brexit”.
Tan solo aceptaron que se cumpliera el referéndum de 2016
No ha sido el “simple cansancio” lo que ha determinado este resultado histórico, sino el coraje democrático de los ciudadanos británicos. Los británicos no han tolerado que les manipule la cadena pública BBC, repleta de periodistas y de una dirección claramente de izquierda, todo lo contrario a la “neutralidad” que hipócritamente aducen para preservar su “independencia” de funcionamiento y hacer de su capa un sayo, igual que en TVE pero con más lustre.
No hay nada de casual o intrascendente en el resultado de las elecciones de anteayer.
De hecho, lo más probable es que habrá una buena temporada de firme dominio de la derecha en Reino Unido, durante ocho años o más.
Es el Partido Conservador, no otro, el que va a modelar –principalmente- el nuevo país, al margen de la Unión Europea. Esta será la más trascendental reestructuración del país en varias décadas. Muchas cosas de su funcionamiento tendrán que ser transformadas, que es precisamente lo que deseaban los partidarios del Brexit.
Los muchos políticos y periodistas europeos –de izquierda y de derecha- que están convencidos del próximo hundimiento del Reino Unido –fuera de la UE no hay vida-, van a llevarse una gran sorpresa y quedarán desautorizados.
Una voz de los británicos vencedores
Lo mejor es dejar hablar –brevemente- a uno de los británicos sobre este trascendental momento de su historia.
Ah, y si alguien sigue despistado, debe tener en cuenta que el resultado de esta elección implica que durante muchas décadas la cuestión de la reincorpación británica a la Unión Europea ha quedado totalmente aparcada. Quizá nuestros hijos o nietos vivan algo así, pero no antes.
Allison Pearson es una columnista del diario The Telegraph, y es de origen galés.
Su columna de ayer, la tituló:
“La victoria de Boris [Johnson] prueba que el alma de nuestra nación sigue intacta. Estoy sumamente orgullosa de lo que mi país acaba de hacer”
Y escribía: “La noche del jueves [la jornada electoral] teníamos una sensación enfermiza en nuestros estómagos … Incapaces de dormir con tranquilidad … hasta que un amigo me llamó desde Gales [una región históricamente laborista] y me contó, con risas entrecortadas, que su tío -un antiguo minero- sencillamente había acudido a su colegio electoral y votó por los tories [los conservadores] y –no te lo pierdas- ¡dice que le gusta Boris!”
“Si la conversión del tío [de mi amigo] es algo de lo que poderse guiar, entonces lo que ha habido no son unas [simples] elecciones, sino una revolución.”
“En Twitter, alguien del condado de Yorkshire [en el nordeste, rojo, de Inglaterra], confirmó que los lugareños ¨estaban bajando de las colinas para hacer frente a las fuerzas oscuras¨”.
“Nuestro pueblo estaba movilizándose para salvar nuestro país de los seguidores de [el dirigente laborista Jeremy] Corbyn”.
Finalmente, esa noche, apareció en los medios el resultado de la encuesta a pie de urna (exit polls) –que en Reino Unido suele acertar mucho-. “Estábamos salvados. ¡Salvados!”
La burbuja cosmopolita y políticamente correcta de Londres
“En la BBC al presentador Huw Edwards se le veía preocupado. Era la imagen de la burbuja metropolitana londinense … Habían estado tan obsesionados con permanecer en la UE … que se habían olvidado de transmitir los peligros [que comportaba] Corbyn, a pesar de que su manifiesta incapacidad para asumir un alto cargo la podía haber olfateado en segundos un perro” foxterrier, como el que tiene Boris Johnson.
Y Allison Pearson concluía su columna con una petición al confirmado primer ministro, Boris Johnson: “Pero Boris, hagas lo que hagas ahora, por favor, no traiciones a mi Gales o al nordeste [de Inglaterra] o a los Midlands [la franja central de Inglaterra], que han dado semejante paso de confianza al votar tory”… “Hay mucha pobreza allí [en aquellas regiones] y necesitan tu ayuda”.
Añadamos que en el discurso de Boris Johnson ayer por la tarde, éste aludió de un modo destacado a la necesidad de iniciar cuanto antes “la curación” de las graves divisiones que han provocado estos tres y medio años de discusión sobre el Brexit.
Además, expresamente, Boris Johnson añadió que “no da por supuesto” el futuro apoyo a los conservadores de quienes esta vez les han votado –desde una tradición laborista-, lo que equivale a decir que sabe que deberá ganarse su confianza con su acción de gobierno.
De momento, esto ha empezado bien.
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