Sede de la Cumbre de la OTAN en Vilna (Lituania), 11-12 julio 2023. Histórica ampliación de la OTAN. (Bandera lituana, a la izquierda).
Tras una última pirueta diplomática del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, éste retiró ayer su contumaz bloqueo a que Suecia se convierta en el miembro 32º de la Alianza Atlántica, quedando asegurada esta nueva incorporación.
Será necesaria la ratificación parlamentaria de la presente ampliación de la OTAN por parte de los dos o tres miembros de la Alianza que todavía no lo han hecho (Turquía, Hungría …), para que Suecia adquiera la condición plena de miembro del Tratado del Atlántico Norte.
Según la prensa estadounidense, el crecientemente autoritario presidente turco consiguió con esta nueva maniobra que EE.UU. haya accedido -finalmente- a venderle 40 nuevos cazas F-16 (por el bonito importe de unos 20.000 millones de dólares), que Erdogan necesita para conservar su capacidad de disuasión militar frente a la Rusia de Putin.
Como es sabido, el Presidente Erdogan, a pesar de que su país ingresó en la OTAN en 1952, viene practicando un juego diplomático de ¨intermediación¨ e ¨independencia¨ frente a Occidente. A menudo, Erdogan se alinea con las posturas de EE.UU. o Europa (por ejemplo, ofreciendo ahora a Ucrania sus muy eficaces drones, Bayraktar); pero, en otras ocasiones, Erdogan rompe -peligrosamente- el frente occidental, como cuando en 2019 Erdogan compró el sistema de defensa antiaérea S-400, de diseño y fabricación rusa, provocando graves incompatibilidades técnicas y de inteligencia en el seno de la estructura defensiva de la OTAN.
Hacía décadas que ni la OTAN ni los países occidentales reaccionaban
Recordemos que en abril de este año 2023 Finlandia obtuvo su incorporación efectiva a la Alianza Atlántica.
Los 1.300 km. de frontera terrestre entre Finlandia y Rusia da idea del problema que esta incorporación representa para Rusia, y -también- para la OTAN. Además, la segunda mayor ciudad rusa y la base de la flota rusa del Báltico, San Petersburgo, ahora tiene territorio OTAN tanto al sur (Estonia) como al norte (Finlandia).
Aunque se trata de un hecho histórico lejano, no hay que dejar de mencionar que ya en noviembre de 1939, el poderoso Ejército Rojo de la Unión Soviética (que todavía no había sido atacado por el III Reich), invadió un ancho frente de Finlandia pensando que iba a ser un breve paseo militar. Muy al contrario, las muy escasas, pero motivadas fuerzas armadas finlandesas, lograron resistir combatiendo durante más de 3 meses, en lo que se llamó la guerra de invierno.
Suecia (al oeste de Finlandia) ha visto despejarse su conversión en el 32º miembro de la Alianza, el 11 julio 2023.
Antes de la incorporación de Finlandia a la OTAN, en abril de 2023, no había tenido lugar ninguna adhesión de un país de cierto tamaño desde 2009, cuando ingresó Croacia.
Por otro lado, los irresponsablemente confiados países de Europa occidental, tras la implosión de la URSS en 1991, fueron adoptando posturas pacifistas, recortando peligrosamente sus presupuestos de defensa. En 2014, año de la primera invasión rusa del sureste de Ucrania y de la península de Crimea, tan sólo EE.UU., Reino Unido y Grecia alcanzaban el objetivo marcado por la OTAN de dedicar a defensa al menos el 2% del importe de su PIB. (Vean el gráfico de más abajo)
La Alianza Atlántica llega reforzada a la presente Cumbre
Por todo lo anterior, no es extraño que el principal diario conservador estadounidense, The Wall Street Journal (WSJ), en alusión a la Cumbre anual de la Alianza que este año se reúne en Vilna (Lituania), los días 11 y 12 de julio, haya titulado del siguiente modo su editorial de hace un par de días:
“Se reúne en Vilna una OTAN revitalizada. La guerra de Putin ha reavivado la Alianza”
Los editorialistas del WSJ prosiguen afirmando que “la brutal invasión rusa [de Ucrania] ha conseguido precisamente lo que Vladimir Putin afirmaba más temer: una mayor cooperación occidental en la defensa del territorio europeo y de sus valores”.
En un primer periodo (febrero-marzo 2022) fue decisiva la decisión de EE.UU. y de varios países europeos -muy destacadamente, Reino Unido– de proporcionar elevadas cantidades de armamento y munición a Ucrania. Un poco más adelante, el Canciller alemán socialdemócrata Olaf Scholz -que al comienzo únicamente donó a Ucrania ¡5.000 cascos!, la mayor economía de Europa-, más tarde argumentó que “Alemania …. necesitaba una transformación política interna para renovar una defensa conjunta con la OTAN”. En eso, tenía razón.
Aunque a medias, el Gobierno alemán está progresando en aquel propósito, mucho más que en el pasado, con la nefasta Canciller conservadora-en-realidad-progresista Angela Merkel.
A lo largo de 2022 y del medio año que llevamos de 2023, EE.UU., Reino Unido, casi todos los países de Europa central y oriental (que vivieron bajo el comunismo durante la época soviética) y varios de los grandes países de la UE (como, en parte, Francia y un poco, Alemania) han ido incrementado sus donaciones o ventas a crédito de armamento militar a Ucrania, con lo que supone de colaboración reforzada ante el peligro ruso.
Los presupuestos de defensa se están acercando al objetivo
Ya con anterioridad (entre 2014 y 2022), casi todos los países miembros de la Alianza Atlántica fueron incrementando sustancialmente sus presupuestos de defensa, como se aprecia en el gráfico de aquí abajo.
Por mucho que les disguste a muchos, es preciso recordar que el Presidente Donald Trump, todo a lo largo de su mandato de 2017 a 2020, no dejó de presionar para que sus aliados europeos dejasen de eludir sus responsabilidades y aumentaran sus gastos militares, para lograr su propia seguridad, en vez de exigirle eso a EE,UU. como hicieron desde el hundimiento de la URSS en 1991.
Tras la invasión rusa de febrero de 2022, en los presupuestos para 2023, casi todos los países europeos han vuelto a aumentar nuevamente sus gastos en defensa, según la propia OTAN.
Siguiendo con el WSJ, nos informan de que “es previsible que en el presente año [2023] 11 de los 30 miembros de la OTAN [que había en 2022] alcancen el objetivo del 2% del PIB dedicado a gastos de defensa … mientras que en 2014 únicamente lo lograron EE.UU., Reino Unido y Grecia [por su permanente tensión con la vecina Turquía]”.
Eso sí, Alemania sigue retrasada, con solamente un 1,57%. Por su parte, Francia -que casi siempre ha invertido bastante en defensa- va a estar en 2023 cerca del objetivo, con el 1,9%. Otra de las grandes economías de la UE, Italia, aunque sigue bastante retrasada, ha mejorado sustancialmente su esfuerzo en defensa en los cuatro años de la presente década, entre 2020 y 2023, pasando del 1,14% en 2014, al 1,46% en 2023; primero bajo el primer ministro tecnócrata Mario Draghi y, desde hace casi un año, con la conservadora Georgia Meloni.
El mayor gasto en defensa mejora la capacidad de hacer frente a crisis internacionales e incluso guerras
Gastos de defensa como % del PIB, 2014 y 2023, por países OTAN
(España es el tercero por el final: 1,25% en 2023. Objetivo OTAN: 2%)
Fuente: Secretaría de la OTAN. Tomado del WSJ, del 9 julio 2023.
De los países de la antigua área soviética, destaca Polonia. De estar dedicando un ya alto 1,88% en 2014, en 2023 va a alcanzar un elevadísimo 3,9% de su PIB, que es el porcentaje más elevado entre todos los miembros de la OTAN, incluido EE.UU.
¿Puede alguien sorprenderse de que Polonia esté ganando mucho peso político y militar en Europa? Pero, claro, a los pacifistas no les gusta nada que un país “derroche” los recursos presupuestarios en armamento, etc.
El declinante presidente del gobierno español Pedro Sánchez ha dejado en el armario el rancio pacifismo progre
Por poco que alguien se pare a reflexionar sobre el comportamiento del actual Gobierno social-comunista de España, presidido por Pedro Sánchez, llama la atención la postura que ha adoptado desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, en febrero de 2022. En realidad, incluso algo antes.
Me refiero a que mediáticamente Pedro Sánchez ¨se ha subido al carro de la OTAN¨. Se mueve en este ámbito sin aparente incomodo (a diferencia, por ejemplo, del descerebrado José Luis Rodríguez Zapatero) e, incluso, pretende pasar por uno de los ¨alumnos aventajados de la clase¨.
Lo cierto es que desde hace tiempo estaba programada para Madrid una de las cumbres anuales de la Alianza Atlántica, para junio de 2022. Como el aprovechamiento mediático de cualquier asunto relevante es una de las preocupaciones permanentes de este gobernante sin principios, parece que decidió sacar provecho de la cumbre, lo que exigía ocultar por un par de años el natural talante progre-pacifista que viene caracterizando a los dirigentes del PSOE posteriores a Felipe González.
Pero, como dice el refrán, ¨una cosa es predicar y otra dar trigo¨.
Desde que Pedro Sánchez llegó al poder en junio de 2018, el presupuesto de defensa estuvo congelado desde 2019, a un nivel muy bajo: unos 11.000 millones de euros (a precios constantes), esto es, en torno al 1,04% del PIB, la mitad que el objetivo fijado por la OTAN. (Ver las recientes cifras de la Secretaría de la OTAN, pág. 8)
En dicho periodo, la España del dirigente del PSOE Pedro Sánchez fue en todo momento el farolillo de cola de la OTAN: únicamente Luxemburgo tenía cifras peores a las de España en cuanto al gasto en defensa.
Incluso la Administración Joe Biden conoce la calaña de Pedro Sánchez
Tan sólo cuando se acercaba la cumbre de junio de 2022 se aumentaron ligeramente los gastos militares y, ya en 2023, en plena guerra en Ucrania, Pedro Sánchez no tuvo más remedio que hacerlos aumentar considerablemente con respecto al periodo anterior, llevándolos -previsiblemente- al 1,26% en 2023, aunque esto es una previsión, no un dato.
Por otro lado, puede haberles resultado incomprensible a muchas personas españolas que la Administración del presidente progresista Joe Biden haya mantenido una actitud tan distante y fría con respecto al también gobernante progresista Pedro Sánchez. Han pasado años hasta que este individuo, por ejemplo, ha sido recibido en la Casa Blanca.
Es indudable que la Administración Biden está siendo la más progresista de toda la historia del país, pero muy por delante de las afinidades ideológicas los gobernantes de EE.UU. suelen colocar las consideraciones de respeto a su propia nación. Por ahí vienen los problemas para Pedro Sánchez.
Los medios de comunicación estadounidenses, en uno u otro momento, han reproducido la valoración que los asesores del presidente Biden hicieron de Pedro Sánchez: “el actual presidente del gobierno de España está políticamente muy próximo a quien fue uno de sus predecesores: José Luis Rodríguez Zapatero”. Y, en Washington, D.C., mencionar a ese impresentable tipo trae a la memoria a aquel político español que “no se levantó al paso de la bandera estadounidense” en el desfile en Madrid en 2003, aunque fuera antes de que llegara al poder.
Los países serios, grandes o pequeños, ni olvidan ni perdonan ese tipo de ofensas.
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