Durante la última semana de agosto el entonces Primer Ministro, Malcolm Turnbull, perdió la confianza de una mayoría de los parlamentarios de la coalición de su partido conservador y otros partidos (40 de los 75 de la cámara baja, el ala derecha), viéndose obligado a dimitir. Además, la mitad de sus ministros habían amenazado con dimitir si Turnbull no abandonaba el cargo. En Australia, esto da lugar a que el partido (o la coalición) gobernante nombre por su cuenta al nuevo primer ministro. El sustituto ha sido Scott Morrison, también del llamado Partido Liberal. El principal motivo de esta aguda disputa en el seno de la coalición conservadora fue la crisis energética en Australia. Las malas perspectivas electorales para las generales de mayo de 2019, frente a los laboristas, pesó también en el ánimo de los parlamentarios y ministros conservadores, que buscaban una corrección del rumbo político.
Scott Morrison. Nuevo Primer Ministro
Este cambio de gobierno se enmarca en el giro a la derecha en países como Estados Unidos y varios europeos, y el cuestionamiento de las políticas contra el cambio climático, que conllevan el encarecimiento de la electricidad y el derroche de fondos públicos, al tiempo que expanden el intervencionismo estatal.
La preocupación por el incremento de la inmigración ilegal suele estar también muy presente en estos cambios políticos.
Malcolm Turnbull. El PM recién dimitido
La energía eólica mata a millones de aves
Nota: No debe olvidarse, como pretenden los ecologistas, que la energía eólica entre otros varios graves efectos nocivos, es la causa directa de la muerte de mucho más de un millón de aves al año en el mundo, incluidas muchas de las grandes aves, como las águilas. Un estudio de la Universidad de Stanford, de 2016, estimó en 234.000 las aves víctimas de los aerogeneradores, tan sólo en EE.UU., donde la eólica está mucho menos implantada que en Europa y Australia. Además, cientos de miles de murciélagos mueren cada año debido a las bajas presiones causadas por la rotación de las palas de los aerogeneradores, aparte de los impactos directos.
(En mayo de 2019 publiqué un artículo sobre el fracaso de las políticas climáticas en las elecciones generales de aquella fecha)
Quien es Scott Morrison
Scott Morrison, de 50 años, parlamentario desde 2007, fue Ministro para la Inmigración y el Control de Fronteras desde 2013, en el gabinete del líder histórico del ala conservadora del Partido Liberal: Tony Abbott.
El Ministro Morrison y el Primer Ministro Abbot iniciaron la denominada Operación Fronteras Soberanas (Operation Sovereign Borders), que ahora constituye el modelo de gran parte de los partidos conservadores de Occidente. Consistió en una política de tolerancia cero respecto a las entradas ilegales de refugiados e inmigrantes económicos en pequeñas embarcaciones, empleando con este fin a la Marina australiana (además de a las fuerzas policiales) y acuerdos con los países de origen de dicho flujo (como Indonesia, Papúa Nueva Guinea …). Durante los dos anteriores años el número de entradas ilegales se había disparado, bajo la primera ministra laborista Julia Gillard. Al año de aplicación de la nueva política (2014), y hasta el presente, prácticamente ha desaparecido la inmigración ilegal por barcos a Australia.
La crisis energética en Australia
Australia cuenta con yacimientos de carbón explotables para más de dos siglos, siendo este recurso el que proporciona una electricidad más barata. En 2017 Australia exportó 372 millones de toneladas de carbón lo que le sitúa, con gran diferencia, como el primer exportador mundial de este combustible.
Sin embargo, tanto el Partido Laborista en pleno como varios de los dirigentes conservadores (como el recién dimitido Primer Ministro Turnbull) han venido llevando a cabo el cierre de numerosas centrales térmicas de carbón y su sustitución por las energías renovables, principalmente la -discontinua y cara- energía eólica.
Es preciso tener presente que en Australia los gobiernos de los estados disponen de amplias competencias en materia de generación de electricidad.
En Australia del Sur, donde los laboristas han estado en el poder durante 16 años, el porcentaje de renovables (sin contar la hidráulica) sobre la generación total, llegó en 2016 a 41,2%. En Victoria (donde se sitúa Melbourne) han gobernado los laboristas desde fines de 2014; su porcentaje era 9,5% en 2016 (último dato disponible).
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También puede leer:
Aniversario del apagón eléctrico en Australia del Sur por depender en exceso de las renovables
4 de febrero de 2018
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Gran aumento de los precios de la electricidad
En los pasados tres o cuatro años ha tenido lugar una verdadera explosión de los precios de la electricidad en la mayoría de los estados de Australia.
En el estado de Australia del Sur los hogares pagan tres veces más por la electricidad que en EE.UU., donde en 2018 está siendo de 13,02 centavos US$ por KWh.
Fuente: Regulador AEMO
https://www.aemo.com.au/Electricity/National-Electricity-Market-NEM/Data-dashboard#aggregated-data
Además, estos años se han producido varios grandes apagones eléctricos (blackouts o power cuts), debido principalmente al peso de las renovables. El apagón de septiembre de 2016, dejó sin suministro a los 1,7 millones de habitantes del estado de Australia del Sur, entre 8 horas y 12 días. Este estado es el que está llevando al extremo, de la mano de los laboristas, la sustitución de centrales de carbón por aerogeneradores. En 2016 (último dato disponible) el 41,2% de la generación eléctrica en el estado procedía de las energías eólica y fotovoltaica. En consecuencia, sus ciudadanos y empresas pagan uno de los precios de la electricidad más altos del mundo; superiores a los de Alemania y Dinamarca, los más caros de Europa, también por su excesivo empleo de las renovables.
El 8 de febrero de 2017 unas 90.000 personas se quedaron sin suministro eléctrico, en mitad de una ola de calor, tal como expuse en mi artículo del 4 de febrero de 2018.
Por otro lado, el 30 de enero de 2018 fueron barrios de la ciudad de Melbourne (estado de Victoria) los que sufrieron un apagón, quedándose 50.000 viviendas sin electricidad. Al día siguiente fueron 10.000 las viviendas que corrieron la misma suerte.
Todo ello ha creado en el país un debate permanente sobre la crisis energética en Australia.
De la crisis energética en Australia a la crisis política y un nuevo rumbo
A mediados del pasado mes de agosto Turnbull intentó presentar al parlamento federal su propuesta energética estrella: la Garantía Nacional de la Energía (NEG, del nombre en inglés). Este paquete comprendía el compromiso asumido por Australia en el Acuerdo del Clima de Paris de recortar un 26% las emisiones de CO2 en 2030, en relación al nivel de 2005, que apenas había sido incorporado a la legislación nacional.
Varias decenas de sus congresistas se rebelaron, haciendo que sólo pudiera haber salido adelante la propuesta de Turnbull gracias a los votos laboristas, lo que nadie del Partido Liberal deseaba.
En un intento de último momento para mantenerse en el poder, Malcom Turnbull anunció el 20 de agosto que su gobierno retiraba de su propuesta energética NEG el compromiso de reducción del CO2 derivada del Acuerdo del Clima de Paris.
Ni siquiera esta concesión a sus oponentes internos salvó a Turnbull, que cuatro días después tiraba la toalla, dimitiendo el 24 de agosto. La crisis energética en Australia se lo había llevado por delante.
El nuevo Primer Ministro, Scott Morrison, dejó claro su giro en materia energética al incorporar un nuevo Ministro de Energía y también el de Medioambiente. Anteriormente, las dos carteras estuvieron fusionadas bajo un mismo ministro, dando a entender el sometimiento de la política energética a los dictados de la política climática.
«Mi priorida es reducir el precio de la electricidad»
El nuevo Ministro de Energía, Angus Taylor, a los pocos días de su toma de posesión declaró que “Mi prioridad número 1 es muy simple … Reducir el precio de la electricidad, al tiempo que hacerlo manteniendo las luces encendidas”, en alusión a los repetidos apagones eléctricos que se han producido en diversas zonas del país en el pasado.
El nuevo Ministro de Energía, Taylor, criticó a los laboristas por haber situado el cambio climático en el centro de su política energética. Añadiendo que “como el (nuevo) Primer Ministro ha dicho, este gobierno, por el contrario, se centrará en ofrecer resultados a todos los australianos en forma de bajadas de los precios de la electricidad y de la presión sobre el coste de la vida”.
En los primeros diez días del nuevo gobierno no ha habido ninguna referencia a retomar la aplicación de los compromisos del Acuerdo del Clima de Paris, por lo que pueden darse por abandonados por el nuevo gobierno de cara al futuro.
Poco después, el nuevo Ministro de Recursos, Matt Canavan, ha declarado que no es necesario abandonar formalmente el Acuerdo de Paris (como anunció EE.UU. en mayo de 2017), ya que los compromisos de Australia (y de todos los demás países) son unilaterales, no vinculantes, por cuanto Australia tiene las manos libres para construir cuantas nuevas centrales térmicas de carbón considere conveniente.
La crisis energética en Australia va a ser abordada en adelante de un modo mucho más efectivo y desideologizado.
Derrota previa del ecologismo en Australia del Sur: marzo 2018
El 17 de marzo de 2018 el conservador Partido Liberal desplazó al Partido Laborista en las elecciones estatales de Australia del Sur. La izquierda llevaba en el poder 16 años, desde 2002.
Durante aquel prolongado periodo, la izquierda puso a este estado muy a la cabeza de la descarbonización de la generación de electricidad en el país. El porcentaje de las renovables (a excepción de la hidráulica) sobre el total de generación eléctrica saltó en este estado del -ya muy alto- 14,4% en 2008 (primer año del que se dispone de esta cifra) al desmesurado 41,2% en 2016. Y el disparate ha continuado hasta principios de 2018.
Ya vimos que entre 2015 y 2018, el precio de la electricidad en el veraniego mes de enero se multiplicó en Australia del Sur 3,5 veces, colocándose posiblemente en la más cara de todo el mundo occidental.
Este choque energético, junto con los apagones eléctricos de los pasados años (que ya repasamos más arriba), parecen haber convencido a estos australianos a cambiar de gobierno.
El nuevo Primer Ministro de Australia del Sur, Steven Marshall, ha declarado que se propone poner fin a “los experimentos” de los laboristas con las energías renovables y rebajar considerablemente el precio de la electricidad para las familias y las empresas, que han venido desplazándose a otros estados australianos en los últimos años, envejeciéndose la edad media de sus habitantes, que han ido perdiendo su futuro para “salvar el planeta”. Pero, como las emisiones de Australia del Sur suponen en torno al 0,003% de las mundiales, su sacrificio no serviría para nada … aparte de que el planeta no necesita realmente de la ayuda de los salvamundos profesionales.
Otros artículos de mi blog relacionados con este tema
25 nocivas consecuencias de las políticas climáticas 18 de diciembre de 2019
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