National Geographic. Este es el rostro del CAMBIO CLIMÁTICO
Esta es la verdadera cara del ecologismo occidental en la actualidad, en toda su crudeza. Todo vale para poner a media humanidad a echar unas lagrimitas … POR UNA MENTIRA, finalmente medio admitida: que el cambio climático es el responsable de la decrepitud de este oso en particular y el destino que espera a todos ellos … ¡si no hacemos algo para evitarlo! FAKE NEWS (noticias falsas) al 100%. National Geographic tampoco renuncia a este tipo de comportamientos deshonestos y anticientíficos.
(En marzo de 2019 publiqué un artículo sobre la violencia hacia los aldeanos practicada por los contratados por los ecologistas del WWF en países de África y Asia)
National Geographic cuelga su embuste
Diciembre de 2017.- National Geographic cuelga en su web un vídeo y unas fotografías sobre un oso polar esquelético y muribundo (en el ártico de Canadá) añadiendo una afirmación tan escueta como inequívoca: Este es el rostro del CAMBIO CLIMÁTICO (This is what Climate Change looks like).
Aquel vídeo y las fotos del oso polar moribundo dieron la vuelta al planeta, siendo reproducidas o citadas por cientos de medios de comunicación que, por lo general, atribuían asimismo la desdicha de aquel oso al cambio climático … ¡lo había avalado National Geographic!
El vídeo en la web de National Geographic bate todos los récords anteriores: es visitado por 2.500 millones de personas. ¡Gran éxito! de la campaña de agitación y propaganda montada por la organización a la que se tiene por seria y muy responsable.
8 meses más tarde, en agosto 2018, cuando el efecto propagandístico ya ha sido plenamente cosechado hasta en el último rincón del mundo y nadie va a reparar en ulteriores explicaciones, en la famosa revista mensual de National Geographic -en pleno periodo de vacaciones-, aparece una medio disculpa del consejo editorial.
“National Geographic ha ido demasiado lejos (sic) al establecer una conexión definitiva entre el cambio climático y el oso polar famélico en particular que aparecía en el vídeo de diciembre de 2017 …”
Engañar a los incautos navegantes de internet es distinto a “ir demasiado lejos”. Hacerlo deliberadamente durante ocho meses …
En National Geographic están acostumbrados a mentir
La fotógrafa independiente (y ecologista) que tomó las instantáneas a finales de 2017 en colaboración con National Geographic, Cristina Mittermeier (su foto personal, está abajo), publica en aquel número de la revista mensual una sorprendente explicación sobre el origen de esta campaña de propaganda, y su desenvolvimiento. Explicación que, ¡también llega con 8 meses de retraso!
“La gente lo tomó literalmente” (people took it literally). O sea, a la gente se le proporciona una afirmación clara y directa, sin matiz alguno … y son ellos los culpables por creerles. En realidad, a este indigno personaje no le falta algo de razón: ¿cómo, a estas alturas de la degradación del movimiento ecologista, se puede creer cualquier cosa que diga o que muestre mediante una foto o un vídeo, sin tratar de verificarlo en fuentes honestas? Esto resulta incómodo (¿dónde comprobarlo?) y requiere tiempo, pero es la tesitura en la que nos encontramos actualmente para no ser manipulados tan fácilmente.
Una de las embusteras. Cristina Mittermeier
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Artículo sobre análogo asunto:
El suministro mundial de alimentos no deja de aumentar. National Geographic continúa mintiendo
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La farsante considera un gran écxito su engaño
La honestidad de esta ecologista es conmovedora: “Quizás cometimos un error por no contar toda la historia … ”. Están tan acostumbrados a hacerlo …
Eso sí, “nuestra misión fue un éxito”, “pero hubo un problema: perdimos el control de su significado”. ¿Seguro que lo perdieron? De haber sido otra su intención, corregirla estuvo en sus manos durante 8 meses -cambiando los breves textos en la web de NatGeo desde el principio-. Si no lo hicieron es que deseaban que millones de personas creyesen que es el cambio climático el responsable de situaciones como las de aquel oso, en base a aquel material gráfico.
Según reconoce en su artículo Cristina Mittermeier, tomadas las fotos y el vídeo, nadie se paró un minuto a investigar la verdadera causa del estado del famélico oso polar. De haberlo hecho, habrían descubierto que un cierto cáncer era el motivo.
Más información sobre lo sucedido
Tal como se expuso en mi artículo del 11 de enero de 2018, hoy en día hay abundante evidencia de que, en general, los osos polares en el mundo no están en absoluto en peligro de extinción por la reducción de la capa de hielo flotante en verano en los mares del Ártico.
El vídeo que se colocó al comienzo de este artículo, explica con detenimiento lo sucedido en torno a este escándalo climático. Procede del blog “Polar Bear Science” (https://polarbearscience.com), de la canadiense Dra. Susan Crockford.
Como afirma esta investigadora, “la muerte por hambre debido a motivos naturales es la principal causa de muerte de estos osos y cuando se aprecia pérdida de peso supone un síntoma de su inminente muerte”.
El británico Foro de la Política del Cambio Climático (GWPF. Global Warming Policy Forum), informa regularmente de los estudios sobre los asuntos de los osos polares y acerca de la aguda polémica mundial sobre el alcance y veracidad del cambio climático, en general.
Otro artículo de mi blog sobre la “prestigiosa revista” National Geographic
El suministro mundial de alimentos no deja de aumentar. National Geographic continúa mintiendo. 27 de marzo de 2020.
Al final de mi artículo, comento la grave manipulación de un artículo de NatGeo publicado en abril de 2018, que llevaba por título el siguiente cúmulo de tergiversaciones e insinuaciones torticeras:
“La crisis alimentaria. Nuestro mundo hambriento y recalentado podría enfrentarse a una carencia de alimentos crónica”
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