Desde 2005 los ecologistas pronosticaron que la reducción del hielo flotante, debido al calentamiento global, dificultaría la alimentación de los osos polares dando lugar a un periodo de muertes en masa. 12 años después, las poblaciones de osos polares están estables y gozan de buena salud.
Primero como siempre el alarmismo
A lo largo de unos 11 años (entre 2005 y más o menos 2015) el extenso movimiento ecologista mundial estuvo promoviendo una intensa e ininterrumpida campaña para ¡Salvar a los osos polares! (Save polar bears!). Organizaciones ecologistas, organismos públicos de protección de la naturaleza, organismos internacionales, la gran mayoría de los medios de comunicación, innumerables departamentos universitarios … se mostraban muy excitados por el proceso ya en marcha –afirmaban- que conducía a la muerte de 2/3 de la población mundial de osos polares en torno a 2050, lo que llevaría a su casi total desaparición hacia 2100 o antes.
Sería verdaderamente alarmante … pero un tanto incomprensible si se tiene en cuenta que los osos polares llevan sobre la faz de la Tierra (diferenciados de sus predecesores, los osos pardos) por lo menos 100.000 años y, según otros, hasta 1 o 4 millones de años (ver páginas 63 y 64 del informe NOAA de 2014). Se adaptaron a épocas de glaciaciones y a largos periodos cálidos interglaciares y, sin embargo, ahora en unas pocas décadas se iban a extinguir …
Hasta ahora, únicamente una intervención exógena (tal como la caza incontrolada y generalizada por los humanos), había demostrado capacidad para provocar una extinción de grandes mamíferos. Ciertamente la caza estuvo diezmando a los osos polares hasta mediados de los años 70, cuando se firmó y puso en práctica el Acuerdo para la Conservación de los Osos Polares, de 1973, que prohibió totalmente su caza deportiva. Su efecto positivo está siendo duradero y muy amplio, en opinión de todos los especialistas y de los pueblos esquimales.
[En marzo de 2021 he publicado nuevas cifras sobre el crecimiento de la población mundial de los osos polares y la falsedad del supuesto peligro de su extinción hacia el año 2100]
La revista TIME se suma al alarmismo sobre los osos polares
La portada –toda la portada- de la revista TIME (gran propagadora de las «catástrofes» anunciadas por el cambio climático) del 3 de abril de 2006 llamaba a despertar las conciencias: “Preocúpese, preocúpese MUCHO”. “El cambio climático no es un vago problema del futuro –está ya dañando al planeta a un ritmo alarmante-”. Y aparecía una fotografía de un oso polar sobre un diminuto témpano de hielo.
(En marzo de 2019 he publicado un artículo sobre un nuevo informe, confirmando que el número de osos polares en el mundo sigue creciendo)
La revista de centro-izquierda TIME llamó a «preocuparse mucho» por esa amenaza evanescente del cambio climático, pero no he encontrado la mínima referencia por su parte a que la organización del ecologismo radical WWF financió torturadores durante 20 años en, al menos, 6 países de África y Asia.
Guardias forestales y de parques nacionales de aquellos países, mantenidos por fondos de WWF, a lo largo de muchos años agredieron físicamente con machetes, propinaron palizas y hasta cometieron asesinatos, con el propósito de defender animales salvajes de la caza furtiva. Para TIME esto parece una información irrelevante, o quizá «una verdad inconveniente«, como decía Al Gore con otros fines.
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NNUU predice catástrofes climáticas mundiales sin precedentes si no se detiene el calentamiento global «antes de 10 años». 10 de abril de 2019.
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Intento de explicar la catástrofe que anunciaban
En aquellos años se estaba construyendo un nuevo icono del cambio climático; los osos polares –proclamaban los ecologistas en general- son los canarios del mundo actual. Se usaron a los canarios para detectar la presencia de gases peligrosos en las minas; en el mundo de hoy en día los osos polares nos indicarían el agravamiento del calentamiento global. Se les podía haber preguntado entonces: luego, si los osos polares progresaran en salud y número en los años venideros, ¿querrá eso decir que no hay prácticamente cambio climático?
El razonamiento sobre el peligro del supuesto calentamiento global (debido a la actividad humana) para los osos polares, es que el aumento de la temperatura está reduciendo en verano la superficie de hielo flotante en las áreas donde habitan los osos. Ya que los ecologistas consideran que el hielo, en el verano, les resulta imprescindible a los osos polares para poder cazar focas (y sus cachorros), la disminución del hielo reduciría considerablemente las posibilidades de alimentarse adecuadamente, disminuyendo su volumen corporal y su ritmo de reproducción. La organización y empresa ecologista National Geographic, explica un poco más este asunto aquí, a la manera habitual, alarmista: insistiendo en la anunciada muerte de los 2/3 de la población mundial de osos polares.
La primera vez que se proclamaron aquellas alarmantes predicciones sobre los osos polares en un estudio científico, fue por parte de la agencia federal denominada Servicio Geológico de los Estados Unidos (U. S. Geological Survey – USGS). El estudio sobre los osos polares y su hábitat con hielos flotantes –témpanos-, de septiembre de 2007 (pero referido a 2005), les había sido encargado por el organismo de EE.UU. que determina qué especies están en peligro de extinción: el Servicio de Pesca y Vida Silvestre (U.S. Fish and Wildlife Service. FWS).
El final de un icono del cambio climático
Al final del 1º párrafo de la pág. 2 puede leerse que “Nuestros modelos (matemáticos) sugieren que conforme a la evolución futura prevista para el hielo flotante, aproximadamente las 2/3 partes de la actual población mundial de osos polares se habrá perdido a mediados de este siglo”, esto es, hacia 2050.
Las conclusiones más detalladas del estudio aparecen en la página 36. Las más pertinentes son la número 8, la 1 y la 6. Se considera el futuro de las 19 subpoblaciones de osos polares existentes en el Ártico, su único hábitat en el planeta.
Todo el mundo sabe que desde 2005 (fecha de la estimación) las emisiones mundiales de CO2 no han dejado de crecer con intensidad (salvo en 2009, por la crisis). En cuanto al mínimo de hielo flotante en el verano (en septiembre, concretamente) –que es el factor que consideran decisivo-, ha continuado retrayéndose estos 11 años, con algunas interrupciones.
En consecuencia, en estos 11 años la población mundial de osos polares debería haberse reducido alrededor del 11% (desde 2005). Esto es, de los 22.500 ejemplares de media para 2005, estimados por el PBSG (Polar Bears Specialist Group), se debería haber contraído a tan solo 20.025, tras la muerte de unos 2.475 osos polares. Algo así no podía haber pasado inadvertido.
Sin embargo, el propio PBSG (ver penúltimo párrafo) considera que en 2014 el número total de osos polares en lugar de descender dramáticamente, creció cerca de un 11%, situándose en unos 25.000 ejemplares.
El fracaso de las previsiones de los ecologistas ha sido estrepitoso. Además, las informaciones más recientes sobre las diversas subpoblaciones de osos polares indican de manera general un buen estado de salud de los osos y el continuo incremento de su número en muchas de las 19 zonas.
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Otro artículo sobre este asunto:
La supuesta extinción de los osos polares carece de todo fundamento. 2020 ha sido otro buen año
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Se abandona con disimulo el eslogan de salvar a los osos polares
Aquellos varios reveses sufridos por el no cumplimiento de las previsiones totalmente alarmistas del ecologismo acerca de la casi segura extinción del oso polar, deben haber sido el motivo más poderoso para que los ecologistas hayan suspendido casi todas sus campañas para ¡Salvar al oso polar!
Repasemos esta cuestión.
Cuando se abre la portada de la web de Greenpeace España (https://es.greenpeace.org/es), resulta que aparece una mama osa polar con su cachorro. Como dice el sabio refranero español: “Las apariencias engañan”, o más bien en este caso, “Las apariencias están hechas para engañar”.
¿Dónde ven Vds. en esta portada las palabras “oso polar”? ¿Dónde la perentoria petición –casi una exigencia- de “Haz algo para evitar la desaparición de los osos polares”, “Hazlo hoy, ¡antes de que sea tarde!?”, y antes de que haya podido Vd. informarse más sobre el tema en cuestión. ¿Para qué perder tiempo informándose? Hay que actuar con el corazón, a impulsos, ahora mismo.
Pues vaya, el término “oso polar” no aparece en la portada del portal de Greenpeace España. Le sustituye una vaga invocación: “El Ártico se derrite”. Los más crédulos insistirán: “Este último eslogan comprende en sí mismo la grave amenaza mortal que pende sobre los osos polares”. Pero, si fuese así, se trataría el asunto con cierta extensión en el resto del portal de Greenpeace España pero no se encuentra eso por ninguna parte. Bueno, en toda su web aparece una sola vez, y el tema central no es el peligro de extinción de los osos polares, sino otro: “Acuerdo internacional histórico para proteger el Ártico de la pesca industrial”.
Al Gore también reculó
La razón de esta ausencia no es que Greenpeace España sólo trate en su web problemas que se dan en España. La reducción de los bosques primarios tropicales, el bosque boreal, la pesca industrial en el Ártico, la deforestación de grandes superficies y otros muchos otros problemas que se tratan en la web de Greenpeace España no son asuntos presentes en nuestro país.
Aquella portada da a entender que no han abandonado el tema del peligro de extinción de los osos polares, aunque en realidad lo hayan hecho y –con dicha foto- pretenden disimularlo.
Cuando se accede al apartado del “Cambio climático” de la web de Greenpeace España otra vez aparece en la foto un oso polar (ver abajo). Pero se trata del mismo truco visual; no se habla para nada de los osos polares.
Al Gore en su película de 2007 “Una Verdad Incómoda” (An Inconvenient Truth) dedicó bastante tiempo a explicar la creciente amenaza que el calentamiento global supone, en su opinión, para la supervivencia de los osos polares. Diez años más tarde, en 2017, parece que aquel peligro –antaño existencial- ahora no merece si quiera ser mencionado en su nueva película: “Una Verdad Muy Incómoda” (An Inconvenient Sequel), de una duración de 1h. 40 min. … ¿será por tiempo? Tal es la honestidad de este personaje que, ni en la película ni fuera de ella, ha dado cuenta de tan radical cambio de posición.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) se escabulle
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (National Oceanic and Atmospheric Administration. NOAA), es la segunda principal agencia federal estadounidense responsable de estudios medioambientales de EE.UU., tras la EPA (Agencia de Protección del Medioambiente), y una de las principales del mundo.
Cada año la NOAA publica un informe específico sobre el Ártico: Artict Report Card. Hasta 2014 dedicó un capítulo propio al estado en que se encontraban los osos polares, como se observa en la captura de pantalla reproducida abajo.
Pero en los informes posteriores a 2014 la NOAA ya no ofrece un capítulo sobre los osos polares, como puede verse aquí abajo, en el índice del informe de 2017.
Los errores de las previsiones catastrofistas
En la web de la Comisión Técnica de los Osos Polares (PBTC) de Canadá, organismo público-privado, se dice que actualmente “la población mundial (de osos polares se ha) estimado en 26.000 ejemplares”.
Las fuentes canadienses son particularmente de fiar y, por otro lado, en su territorio viven las dos terceras partes de la población mundial de osos polares.
Recuérdese que para 2005 se estimó un total de unos 22.500 osos polares (conforme al Polar Bear Specialist Group. PBSG).
Por consiguiente, la tendencia del número total de osos polares está siendo creciente en su conjunto, hasta la actualidad.
La principal explicación directa del fallo de las previsiones del ecologismo, nos la ofrecía en 2015 la doctora canadiense en zoología Susan Crockford: “Miles de osos polares no han muerto tras más de una década de veranos con menos hielo flotante (en las áreas árticas), por una simple razón: los osos polares no precisan del hielo flotante [para cazar] a finales del verano ni a principios del otoño [como pretenden los ecologistas], en tanto puedan alimentarse bien durante la primavera”.
Y añade que “Tan solo ha habido una reducción marginal del hielo flotante en gran parte del Ártico entre marzo y junio, que es la temporada decisiva de caza de los osos polares y cuando necesitan el hielo flotante para atrapar focas (su principal alimento) … Los osos polares consumen por lo menos 2/3 partes de su ingesta anual de alimento durante aquel periodo; comiendo generalmente poco durante el verano”.
A vueltas con los modelos matemáticos
Como se mencionó más arriba, los modelos matemáticos de los ecologistas emplean como variable decisiva la superficie de mar libre de hielo en verano, más concretamente en septiembre que es cuando se alcanza el mínimo de cada año. Sus conclusiones no pueden ser acertadas. Ellos saben que si utilizasen como factor principal la superficie de mar libre de hielo durante la primavera, no podrían obtener las conclusiones sensacionalistas, que es lo que van buscando: ¡2/3 de los osos polares morirán para 2050!
Esta es la razón inmediata de los errores de previsión del ecologismo, pero hay una explicación mucho más general y decisiva. Siguiendo nuevamente a la doctora Susan Crockford, en el apartado 6 del informe divulgativo antes mencionado: “Los osos polares tienen capacidad de adaptación. Se ha comprobado que, incluso en cortos periodos de tiempo, osos polares se han desplazado a áreas con mejores condiciones de hielo flotante desde otras en peor estado”. “Flexibilidad al elegir los lugares en los que parir (sobre tierra firme o sobre hielo flotante), así como variabilidad en cuanto a las zonas de caza (cerca o lejos de las costas), proporcionan a los osos polares la ductilidad requerida para sobrevivir como especie”.
Los osos polares son una especie particular desde hace 1,2 millones de años
Recientemente, gracias a los avances en el estudio de las mutaciones en el ADN de los osos polares y de los osos marrones, el prof. Matthew Cronin de la University of Alaska Fairbanks, anunció el 11 de marzo de 2014 (y luego publicó en el Journal of Heredity) que “los osos polares y los osos marrones habían divergido como especies diferentes hace unos 1,2 millones de años.”
Como 150.000 años antes de nosotros comenzó un periodo cálido en la Tierra (que se prolongó durante 130.000 años) y los osos polares ya constituían una especie independiente, significa que pudieron sobrevivir a aquel largo periodo cálido en el que según parece desapareció completamente el hielo flotante en el Ártico durante varios periodos de tiempo.
El prof. Matthew Cronin concluía que “resulta lógico que si los osos polares sobrevivieron a pasados periodos cálidos, libres de hielo flotante, podrían sobrevivir a otro periodo semejante”.
Situación actual y validez de las estimaciones de las 19 subpoblaciones
Para finalizar, conviene contemplar en detalle la evaluación más reciente que se ha realizado de las 19 subpoblaciones que componen todo el hábitat de los osos polares, esto es, todo el territorio en el interior del círculo polar ártico y varias zonas más al sur, en islas de Canadá y junto a Groenlandia. En el interior de la enorme Groenlandia no vive ningún oso polar, ya que nunca se adentran más de unos 50 km. de la costa.
Evaluación de 2014. Ministerio de Medioambiente de Canadá
La zona Sur del Mar de Beaufort (señalada SB) es responsabilidad de la Administración federal de Estados Unidos y se sitúa en la costa norte de Alaska.
Una enorme área del Ártico, que comprende 4 de las subpoblaciones, está situada al norte de Siberia (las zonas LV, KS, CS y BS) y son responsabilidad de las autoridades de Rusia. Esas dos últimas zonas, Rusia las comparte con EE.UU. (Alaska) –zona CS- y con Noruega (debido a su archipiélago Svalbard, muy al norte del país) –zona BS-.
Subpoblaciones con información deficiente
Lo primero que llama la atención del gráfico de arriba es la extensísima superficie del hábitat total (más del 50%) que recibe la categoría de “Información deficiente o incierta” (con respecto a los osos polares), coloreadas de marrón. Comprende 9 de las 19 zonas. Las organizaciones internacionales y las Administraciones de Canadá, EE.UU. y Noruega no aceptan como válidas las estimaciones efectuadas por los organismos rusos. Además, Dinamarca (que ostenta la administración política de Groenlandia) tampoco es capaz de realizar estimaciones validables en la extensa área al este de Groenlandia (zona EG). El recuento en la amplísima superficie circular en torno al Polo Norte –llamada la Cuenca del Ártico, AB)- no es responsabilidad de ningún Estado y no se lleva a cabo por nadie, aunque se cree que su población de osos es reducida. Por último, 3 de las subpoblaciones de Canadá tampoco eran suficientemente conocidas en 2014.
Dificultades para una estimación ajustada
No obstante aquellas imprecisiones, se tienen que manejar algunas estimaciones para estas 7 subpoblaciones, por burdas que sean, para alcanzar una cifra global de osos polares, que siempre adolecerá de un gran margen de error.
Excluyendo todo lo anterior, las otras 10 subpoblaciones son las que se conocen con suficiente exactitud. El mapa nos muestra que estos hábitats corresponden al norte de Canadá y zonas adyacentes: la costa oeste de Groenlandia y la costa norte de Alaska –zona SB-.
En consecuencia, observándose la evolución en las subpoblaciones bien conocidas de Canadá (9; todas, menos 3 de ellas) es posible formarse una idea bastante aproximada de la evolución y de las tendencias de los osos polares en general. Ya se dijo que alrededor del 60% de todos los osos polares habitan en territorio de Canadá.
Un amplio comité técnico de Canadá, con participación pública y de las comunidades afectadas (el Polar Bear Technical Committee. PBTC) desde 2014 está efectuando sus propias estimaciones sobre las subpoblaciones de osos polares en su territorio, que resultan más fiables que las anteriores.
El mapa que se reproduce arriba es el primer resultado del nuevo sistema de evaluación en Canadá, que corresponde a la situación en 2014.
El mapa muestra que el Comité de Canadá en 2014 realizó la siguiente caracterización de la tendencia numérica de cada una de las 9 subpoblaciones para las que existe un conocimiento suficiente:
— 2 subpoblaciones, seguramente estén creciendo.
— 2 subpoblaciones, están estables.
— 3 subpoblaciones, seguramente estén estables.
— 2 subpoblaciones, seguramente estén retrocediendo.
Dos tercios de la población mundial de osos polares vive en Canadá
El cuadro general que ofrecen no se asemeja al correspondiente a una situación numérica desastrosa de los osos polares en Canadá, del tipo que los ecologistas estuvieron enarbolando desde 2005.
Por otro lado, un estudio posterior (de julio de 2016, ver pág. 21) realizado por un amplio grupo de especialistas para la Comisión Conjunta del Oso Polar Canadá-Groenlandia, llegó a la conclusión de que el número de osos polares de la subpoblación de la Bahía de Baffin (BB), que en 2014 se catalogó como “seguramente en declive”, en realidad tiene un número muy superior (unos 2.826) de lo que obtenían anteriores estudios, como es el caso de los 1.546 osos estimados por el PBSG en 2015. Respecto a la segunda subpoblación estudiada –Kane Basin (KB), de mucho menor tamaño- concluyen que “se está ante una subpoblación estable o creciente”, además de “sana”.
En la web de la Comisión Técnica de los Osos Polares (PBTC) de Canadá, organismo público-privado, se dice actualmente que “la población total de osos polares de Canadá es de unos 16.000 ejemplares, lo que aproximadamente equivale a dos tercios de la población mundial estimada de 26.000 ejemplares”.
En 1993 el número estimado de osos polares en Canadá era de unos 12.500 (International Union for Conservation of Nature. Polar Bear Specialist Group (IUCN/PBSG) status reports, Wiig et al. 1993).
Esta evolución positiva en Canadá entre 1993 y 2016 es lo contrario al desastre siempre propagado por los ecologistas, pero que nunca llega a materializarse.
En Canadá la evolución ha sido muy positiva entre 1993 y 2016
Un artículo del 2 de marzo de 2017 del diario canadiense National Post, editado en Toronto, recoge una serie de recientes estudios llevados a cabo por diversos grupos de investigadores en los que, por lo general, se han obtenido estimaciones más positivas de las que resultaban en el pasado.
Destacan especialmente los resultados para la subpoblación de la Zona Occidental de la Bahía de Hudson (WH), de la que se venía afirmando reiteradamente de que, como el hielo sobre la bahía se estaba formando unas pocas semanas más tarde en septiembre y se deshelaba antes en primavera, “el número de osos estaba cayendo ya de forma alarmante”. El investigador canadiense Nicholas Lunn ha llegado a la conclusión en 2016 de que “en los pasados 10 años el número de osos polares ha resultado permanecer estable” en la zona WH.
El investigador de la Universidad de Minnesta Seth Stapleton, por su parte, cifró en 2015 los osos polares en la subpoblación canadiense de Foxe Basin (FB) en 2.585 ejemplares, un número semejante al que existían en los años 90. “Este resultado (numérico), junto con el buen estado de los cachorros, da a entender una población sana y estable, a pesar del deterioro de las condiciones del hielo flotante”.
Otros estudios mencionados, acerca de las condiciones del mar de Chukchi –entre Alaska y Siberia-, dan cuenta de que el ligero calentamiento del agua ha provocado un aumento en el número de focas y, por tanto, del alimento para los osos. Esta es una línea de causación a la que nunca quieren referirse los ecologistas. Además, las focas prosperan mejor en mares libres de hielo, al encontrar más alimento.
Otros de artículos de mi blog sobre osos polares
La supuesta extinción de los osos polares carece de todo fundamento. 2020 ha sido otro buen año . 3 de enero de 2021
Malas noticias para los ecologistas radicales. Los osos polares no están desapareciendo sino prosperando. 9 de marzo de 2019
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