La policía solo efectúa el 3% o el 4% de las muertes violentas de las personas negras en EE.UU. La mil veces repetida matanza policial de la población negra, es radicalmente falsa. La mayoría de las muertes violentas de ciudadanos negros es responsabilidad de las bandas de delincuentes negros. Las estadísticas no dejan lugar a dudas, la matanza de ciudadanos negros tiene lugar dentro de su propia comunidad.
La policía racista blanca, ¿quién, si no? Respuesta equivocada.
La policía, ya sea blanca, negra o amarilla, no es en absoluto la responsable de la carnicería de ciudadanos de raza negra que cada año tiene lugar en Estados Unidos.
[El 1 de junio 2020, he publicado un artículo sobre los gravísimos actos de vandalismo que se están produciendo en unas 140 ciudades del país, tras la muerte del ciudadano negro George Floyd, en Minneapolis]
[He publicado otro artículo el 4 de junio 2020, examinando varios otros aspectos de los saqueos e incendios por todo el país, pero también el comportamiento muy mayoritariamente pacífico del conjunto de la población negra, salvo las bandas de criminales de esa raza]
Introducción. El gran mito de la matanza de ciudadanos negros
El Cuadro 1, reproducido a continuación, muestra la serie histórica de los 8 pasados años (2009 a 2016) con las alarmantes cifras de personas de raza negra muertas de forma violenta en Estados Unidos.
La cifra anual ha oscilado entre 6.000 y casi 8.000 víctimas mortales. Aún más preocupante es que dichas cifras han supuesto casi siempre más del 50% de las víctimas totales del país.
En vista de este elevadísimo porcentaje, si no se indagara más, cualquiera concluiría la existencia de una cierta persecución criminal en contra de este grupo racial.
De aquella constatación a afirmar que los agentes blancos de la policía deben estar llevando a cabo un asesinato generalizado de los ciudadanos de raza negra –poco menos que un exterminio sistemático-, solo hay un pequeño paso. Un paso que casi todos los medios de información en el mundo, y en España, dan casi siempre que salta a las noticias el caso de una persona negra abatida por algún policía.
“La policía de EE.UU. ha vuelto a matar (o asesinar) a otro (indefenso) joven de color”, se repite de uno al otro extremo del planeta, como si fuese una evidencia.
“Las personas de color en EE.UU. están sometidas a un sistema policial racista que impide su vida familiar normal y su progreso”.
Otra mentira, publicada mil veces.
Pero esta moneda tiene otra cara, que nos habla de otra realidad tan diferente como ocultada.
(En agosto de 2018 publiqué un artículo sobre la condición de los ciudadanos negros en EE.UU.)
Los verdaderos datos sobre la matanza de ciudadanos negros
El FBI reagrupa las estadísticas de unas 16.800 fuerzas policiales federales, estatales, de condados, municipales, universitarias y tribales. Todos esos cuerpos siguen un sistema uniforme de información sobre las infracciones penales, pero mil y pico fuerzas policiales no suelen informar porque hacerlo no es una obligación, sino una decisión voluntaria de cada fuerza.
En total existen unos 18.000 cuerpos policiales. Todas las grandes y medianas ciudades aportan regularmente su información. En número, los cuerpos que no informan suponen alrededor del 10% del total, pero la población no cubierta debe estar bastante por debajo del 5% y esa será la parte ausente en las estadísticas del FBI.
La principal fuente estadística de la criminalidad es el informe anual del FBI denominado, por ejemplo, “2016. Crime in the United States (CIUS)”, al que se accede en: https://ucr.fbi.gov/crime-in-the-u.s/2016/crime-in-the-u.s.-2016 .
En las estadísticas policiales de EE.UU. los hispanos se tratan como una etnia –no como una raza- y en consecuencia sus datos se suman muy mayoritariamente a los de raza blanca y el resto a los de raza negra. En la raza “Otros” aparecen, principalmente, las personas de origen asiático y los indios nativos estadounidenses.
El Cuadro 2, abajo, indica cómo se efectúa dicha redistribución de los hispanos. Las tasas de criminalidad de cada grupo racial habrá que compararlas con el peso relativo de dichos grupos, mostrados en la última columna.
El Cuadro 3, reproducido más abajo, muestra el desglose por razas y etnias de las víctimas de homicidio en EE.UU. en los dos últimos años.
Distribución por razas y etnias de las víctimas mortales
Referido a 2016, el 44,3% de las víctimas de homicidio correspondieron al colectivo extendido de blancos (incluidos los hispanos no negros), cuyo peso en la sociedad es mucho mayor, el 76,3%.
El 53% de las víctimas de homicidio totales se produjeron en el colectivo (extendido) de negros, que representan el 16% de la población nacional. Por tanto, el colectivo negro (extendido) sufre una criminalidad más de tres veces superior a su peso social. Esto parecería indicar que el mito sobre la matanza de ciudadanos negros es verdadero.
Por último, los hispanos –medidos por su cuenta- sufren una criminalidad (15,9%) inferior a su presencia social (el 17,7%).
Por otro lado, y cambiando de variable, el diario de centro-izquierda The Washington Post, desconfiando de los datos oficiales, a partir del grave incidente en Ferguson (Misuri) en agosto de 2014, viene elaborando su propia base de datos de personas (de todas las razas) matadas cada año por la policía, valiéndose de informes periodísticos, grabaciones de vídeos, etc. Naturalmente, se trata de una estimación. En total, han obtenido la cifra de 995 en 2015 y 963 en 2016; en torno al millar por año.
Recordemos que la población de EE.UU. en esos años superó los 320 millones de personas (el 63% de los 510 millones de la UE-28, incluido el Reino Unido). En la actualidad, esta es la fuente que se maneja más frecuentemente. Puede accederse a ella en la siguiente dirección: https://www.washingtonpost.com/graphics/national/police-shootings/
Respecto a personas de raza negra, el Washington Post ha contabilizado 286 en 2015 y 233 en 2016. Como se desprende del cuadro de arriba, los blancos muertos por la policía han girado en torno al doble de la cifra de las personas negras, conforme al Washington Post.
Solo el 3% de los negros muertos cayeron a manos de la policía
Se llega así a la comparación decisiva. En 2016 murieron por actos de violencia 7.881 personas de raza negra (ver Cuadro 3), ascendiendo el número de quienes fueron matados por la policía a 233. La conclusión es inapelable: sólo el 3% de las personas negras muertas por violencia en 2016 cayeron por disparos de la policía o murieron en las comisarías. Para 2015 el porcentaje fue del 4,1%.
¿Dónde está la carnicería contra los negros efectuada por la policía, dónde la matanza de ciudadanos negros?
¿Cómo es posible que hasta hoy en día se siga reiterando por los medios de izquierda, de forma más o menos indirecta, que la policía es “la culpable” de la matanza anual de personas de raza negra?
En España hay falta de información –porque los medios no cumplen con su obligación de informar-, pero en EE.UU. todos los medios conocen las anteriores estadísticas pero los de izquierda extrema (como el New York Times) y los de centro-izquierda (como el Washington Post y la CNN) reiteran una y cien veces lo que saben que son mentiras. ¿Cómo son tan irresponsables de reproducir siempre la versión de los extremistas negros, sin recoger apenas otra narrativa que las desmienta, como las de la policía, que siempre son tratadas con el desdeño que merecería una fuerza criminal que siempre faltase a la verdad?
¿Cómo los periódicos de derecha de España no se han atrevido aún a darse cuenta de que la tergiversación sistemática es la de los extremistas negros y de los medios que les apoyan?
Manera de informar de los medios españoles
El diario decano de la prensa nacional española, con ocasión del incidente en Ferguson (Misuri) el 16 de agosto de 2014, en el que un policía tuvo que disparar y matar a un joven negro de 18 años, de 1,93 m. de estatura y 132 kg. de peso –al que a veces llamaban “adolescente desarmado”- que trataba de arrebatarle la pistola al policía para acabar con su vida, tras haberle golpeado fuertemente en la cara, destacó en un ladillo (especie de subtitular, a un tipo de letra mayor) la versión que estaban haciendo correr los extremistas negros de la zona: “Muerto por robar unos puros”.
A continuación, como para excusarse, ABC daba la versión acertada, la de la policía: “Anoche, la Policía de Ferguson descartó que fuese el robo de la caja de puros lo que motivó el encuentro entre el policía y el joven negro”. O sea que este diario dio prioridad en el ladillo a la mentira de los extremistas frente a la verdad de la policía. Todo muy políticamente correcto.
Marc Bassets es el jefe de la oficina de El País en Estados Unidos. Antes, fue corresponsal de La Vanguardia en Washington. Por tanto, debería ser una persona muy bien informada de lo que sucede en ese país. Un genio, aunque un genio desmemoriado, por lo que escribe. A finales de 2014 nos aportó esta joya:
“Los afroamericanos constituyen cerca del 40% de la población carcelaria, cuando solo representan en torno al 13% de la población total”.
Manipular sin mentir
De esta forma tan sutil, el genio transmitía a sus lectores que el sistema judicial estadounidense es radicalmente racista: hacer del 13% de la población el 40% de los reclusos … ¡está claro! Parecería que un informador honesto debería haber añadido que las personas negras cometen regularmente más de la mitad de los homicidios … pero no iba a dejar que la verdad le estropeara su sesión de propaganda de lo políticamente correcto.
Arriba, ya vimos de modo irrefutable que la policía mata únicamente al 3% o 4% de las personas negras muertas de forma violenta cada año. No hay carnicería policial alguna, no hay ese tipo de matanza de ciudadanos negros.
El Cuadro 4, colocado más abajo, habla de la segunda gran verdad que la progresía oculta en toda ocasión. El colectivo negro (extendido con algunos hispanos de esa raza) es el responsable de más de la mitad del total de homicidios de cada año, a pesar de que suponen tan sólo el 16% de la población nacional. En 2015 fueron el 53,3% del total y en 2016 el 53,5%.
Dicho de otro modo, la población negra es la principal responsable, con gran diferencia, de la criminalidad en Estados Unidos, frente a tasas mucho menores de los hispanos, blancos y de las personas de origen asiático (ordenados en orden descendiente de participación en los homicidios). Aun siendo una evidencia, conviene precisar que aunque nos referimos al colectivo de raza negra en realidad son una minoría de entre ellos (especialmente los jóvenes masculinos) quienes cometen la mayoría de dichos crímenes.
Los blancos (con el grueso de los hispanos, que se clasifican en el mismo grupo) son responsables del 44% de los homicidios, aunque representan el 76,3% de la población.
La tasa de homicidios de los ciudadanos negros es casi 6 veces la de los blancos.
El 53% de las víctimas negras son matadas por otros negros
A pesar de lo que muestra el Cuadro 4, la izquierda de EE.UU. pretende que a los jóvenes negros sólo se les debe pedir la documentación en la calle el 16% de las veces (su peso social), cuando lo que debe contar es su relevancia en los homicidios (el 53%).
Como muestra el Cuadro 5, en torno al 53,5% de las víctimas negras caen a manos de criminales de su propia raza. El anterior porcentaje se trata de una estimación, pero no conozco una estadística específica sobre este aspecto.
Aunque no constituye el tema de este artículo, la primera pregunta que se le viene a uno a la cabeza ante datos tan escalofriantes es: ¿qué sucede con los llamados afro-americanos para que se comporten, muchos de ellos, de una manera tan criminal? Yo lo desconozco, pero hay un factor social que debe jugar un papel muy relevante: la familia tradicional, o sea la familia, ha casi desaparecido de las comunidades negras.
En el 72% de los nacimientos de bebés negros, la madre no está casada, según la agencia federal Centers for Disease Control and Prevention (C.D.C.). Los progresistas aducen que no están casadas pero que conviven con un varón, aunque no sea el padre, pero ¿qué estabilidad suelen tener esas relaciones? Parece que, por lo general, no mucha. Tampoco podría explicar por qué se ha llegado a esta situación.
Como muestra el Cuadro 6, más abajo, las ciudades en las que existe una mayor tasa de homicidios (por 100.000 habitantes) suelen ser aquellas con una presencia de población negra muy por encima de la media nacional, que es el 16% (incluyendo a los hispanos de raza negra).
Son ciudades como St. Louis (Misuri), Baltimore, Detroit, Nueva Orleans, Newark (Nueva Jersey), Cleveland (Ohio), etc.
¿Quiénes son las personas negras que asesinan a los de su propia raza, incluidos niños?
La primera respuesta a la anterior pregunta figura en las estadísticas del FBI sobre la edad predominante de los homicidas de raza negra (Black murder offenders).
De los 5.576 homicidios de los que se conoce la edad de sus homicidas de raza negra, el 75% de ellos tenían entre 17 y 34 años de edad. (Ver el Expanded Homicide Data Table 2. Murder Offenders. By Age)
¿Por qué la izquierda estadounidense acusa a la policía de racismo porque en la calle pide frecuentemente la documentación a jóvenes negros? A quien deberían pedírsela, ¿a las mujeres de origen asiático de más de 60 años, quienes no cometen homicidios? O a nadie, que es lo que realmente propugnan. No les preocupa realmente la auténtica matanza de ciudadanos negros, sino continuar atizando el mito
Lo cierto es que todo el mundo sabe que la carnicería de personas de color en EE.UU. la realizan las bandas de delincuentes negros. Éstos, aparte de eliminar a sus directos contrincantes (a centenares), muy a menudo tirotean las casas de sus contrincantes (hiriendo o matando a sus familiares). También causan numerosas víctimas mortales en la calle entre la población civil –mayoritariamente negra- de sus barrios, con sus tiroteos en plena calle contra otras bandas. Muchos niños son víctimas de estos tiroteos. Esta es la verdadera matanza de ciudadanos negros.
Casos reales de lo que estamos relatando
Veamos, a continuación unos pocos casos, que la prensa española prácticamente ignora.
En agosto de 2015, en Ferguson (Misuri) –un año después del incidente-, una niña negra de 9 años estaba estudiando encima de la cama de su madre, cuando alguien disparó por las ventanas, acabando con la vida de la niña. El asesino se trataba de un hombre negro de 21 años.
Durante 2015 Baltimore sufrió el mayor número de homicidios de toda su historia: 342, de los que 23 eran niños.
Con ocasión de la celebración de la fiesta nacional el 4 de Julio de 2015, 4 niños fueron tiroteados en Cleveland, aunque no fallecieron. A dos de ellos se les disparó estando dentro de su casa. 4 adultos también sufrieron heridas de bala.
En Chicago, en los primeros siete meses de 2016 cayeron muertos al menos 15 niños de menos de 12 años, en su gran mayoría de raza negra. Un niño de 3 años, a quienes dispararon desde un coche en marcha, quedó permanentemente paralizado. La bala iba dirigida a su padre, jefe de una de las bandas de delincuentes (con 45 arrestos previos). A otros los mataron también desde coches en marcha.
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