Supermercado Walmart en Chicago, tras los saqueos
Los extremistas (blancos y negros), casi siempre de izquierda, que en las pasadas tres semanas han asolado decenas de grandes ciudades en EE.UU., en particular en los barrios más pobres donde suelen vivir buena parte de la población negra y de otras minorías, dicen preocuparse por la seguridad y las condiciones de vida de estos grupos raciales y étnicos. Hay pocas cosas más falsas que esa pretensión.
Cientos de saqueos de tiendas, cientos de incendios de supermercados y, también, de pequeños negocios propiedad de ciudadanos de minorías, es la gran obra de la extrema izquierda que secunda al Partido Demócrata, cuyos dirigentes corresponden “comprendiendo” a quienes … queman y saquean a lo largo y ancho del país.
Lo que realmente mueve a los asaltantes es dar rienda suelta al vandalismo que les consume (aunque sean estudiantes blancos ricos, de las más caras universidades privadas), derivado de su radicalización política en los últimos años: todo vale para conseguir los fines políticos.
Por otro lado, en segundo lugar, buscan instrumentalizar el –lógico- descontento de las comunidades de negros –por la la muerte de George Floyd en Minneapolis, el 25 de mayo- para lograr echar a Donald Trump de la Casa Blanca, “como sea”, en las elecciones del 3 de noviembre.
Pero la barbarie y la táctica de la destrucción de todo tipo de edificios urbanos producen un gran coste social … que deben soportar, sobre todo, las comunidades de negros y de otras minorías.
Editorial del Wall Street Journal (WSJ) sobre efectos del vandalismo en Chicago
En un editorial del WSJ, del 12 de junio, se relatan algunas de las verdaderas consecuencias del espíritu destructivo de los señoritos blancos y de los extremistas marginales negros, por igual, referido a una ciudad –Chicago– que viene siendo gobernada ininterrumpidamente desde hace 9 décadas (desde 1931) por el Partido Demócrata.
Además, la actual alcaldesa, Lori Lightfoot, es negra: primer regidor de Chicago de esta raza. ¿Puede decirse que es a este partido al que cabe atribuir la práctica totalidad de lo malo y lo bueno que se haya hecho en esa ciudad? Respuesta evidente.
No es sólo la hipócrita actitud de equidistancia adoptada –una vez más- por el gobierno local ante la violencia desplegada ahora, lo que ha sido contraproducente. También, varias otras de las políticas municipales que caracterizan a la izquierda estadounidense, durante los anteriores años.
No hay que olvidar que en EE.UU. tanto los estados como los ayuntamientos disponen de relevantes potestades sobre las empresas y negocios de sus demarcaciones, entre otros campos, en el de la imposición.
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[Nota: las negritas, los textos explicativos entre corchetes y los posibles errores de traducción, son míos]
Gobernantes demócratas dificultan el negocio de las grandes superficies
“Durante años [los supermercados] Walmart tuvieron que superar la resistencia de los políticos locales [demócratas] a que se construyeran nuevas grandes superficies, y cuando lo lograron en 2010 fue al precio de concesiones a los sindicatos y a ciertas organizaciones progresistas mediante un ¨acuerdo de mejoras para la comunidad¨”.
[Ambas cesiones supusieron un encarecimiento de costes para Walmart, respecto a las condiciones más favorables para los negocios imperantes en muchos otros estados y municipios que, generalmente, coinciden con los que tradicionalmente eligen gobernantes republicanos, como muchos de los del sur y centro del país. El poder local progresista está concentrado –principalmente- en ambas costas]
“En la actualidad [Walmart] constituye uno de los mayores empleadores de las zonas sur y oeste de Chicago, que acogen a grandes poblaciones de minorías, al tiempo que proporciona cientos de millones de dólares en impuestos a las arcas del estado y del municipio, disponibles para que los políticos los gasten”.
“Pero, tras las revueltas de las pasadas semanas, parece que Walmart se está replanteando el alcance de su presencia en Chicago”.
“Muchas grandes superficies de Chicago, incluidos Walmart, Walgreens y Target, sufrieron grandes daños en sus instalaciones y fueron saqueadas en los [recientes] disturbios. En una conferencia de prensa la semana pasada, la alcaldesa Lori Lightfoot suplicó [a las grandes superficies] que no abandonaran la ciudad”.
La alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot, imploró que las grandes superficies no se fueran de la ciudad
“Walmart ha rehusado comprometerse con reabrir todos sus centros que han sido destrozados. ¨Estamos reevaluando la posibilidad de hacerlo, centro por centro¨, declaró un representante de Walmart” …
Pérdida de empleos y encarecimiento de los alimentos en los barrios pobres
“Los políticos [locales] están [ahora] preocupados por el daño que pueden sufrir las comunidades de bajos niveles de renta, por la pérdida de empleos y el encarecimiento de los productos frescos de alimentación si Walmart clausura algunos de sus centros” …
“Algunos de los supermercados Walmart venían ya teniendo dificultades para obtener rentabilidad a consecuencia de los elevados impuestos locales y las onerosas reglamentaciones laborales [del estado o locales]”.
“Chicago tiene el tercer más alto impuesto [local] sobre las propiedades comerciales [grandes almacenes, centros comerciales, tiendas, etc.] (el commercial property tax), entre las grandes ciudades de EE.UU., sólo por detrás de Detroit y Nueva York”. [Estas dos ciudades también suelen estar gobernadas por la izquierda. Este gravamen supone una de las principales fuentes de ingreso de los ayuntamientos] …
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La condición de los ciudadanos negros en EE.UU.
“De lo que se están olvidando [estas personas que protestan] es de una verdad simple pero indecible: la opresión de los negros se ha acabado. Esta afirmación es políticamente incorrecta pero, no obstante, verdadera. Los negros, actualmente, somos personas libres …” [en EE.UU.].
Pero también sostiene –como es razonable hacerlo- lo siguiente:
“Naturalmente, esto no significa que el racismo haya desaparecido por completo de la vida americana. El racismo es intrínseco a la condición humana, como lo es la estupidez. En todo momento debemos permanecer atentos contra ello”.
Éstas y otras varias interesantes reflexiones, de 2018, totalmente ajenas a la sistemática tergiversación de la realidad por parte del buenismo, proceden de la pluma del investigador sobre cuestiones raciales, él mismo de raza negra, Shelby Steele (Centro de estudios Hoover Institution. Universidad de Stanford).
Llueve sobre mojado. A los efectos adversos de la violencia urbana les precedieron los del Covid-19 y del excesivo confinamiento
Los negativos impactos económicos y sociales de los actos violentos de estas últimas semanas resultarán aún más perjudiciales, ya que vienen a sumarse a los que han provocado la crisis sanitaria del coronavirus y al cuestionable modo en que han reaccionado la mayoría de los estados occidentales, esto es, los amplísimos y prolongados confinamientos.
Entre febrero y abril de este año 2020, dejaron de funcionar el 41% de los negocios familiares (small businesses owners, análogos a la categoría de trabajadores autónomos en España) de personas negras en EE.UU., esto es, unos 441.000 negocios. En febrero ascendían a 1.079.000 negocios y descendieron en mayo a 637.770. Debe aclararse que estos cierres son provisionales y podrán convertirse en definitivos o lograr reemprender su actividad.
Este es uno de los hallazgos de un minucioso estudio, del Prof. Robert W. Fairlie (University of California at Santa Cruz) que acaba de publicarse (el 12 de junio) en la revista del conocido centro de estudios privado sobre temas económicos National Bureau of Economic Research (NBER), que se creó hace justo 100 años, en 1920. Actualmente se encuentra en Cambridge (Mass.).
Consultar el cuadro Table 2, al final del estudio (pág. 14), para el desglose por tipos de propietarios.
El cierre de negocios ha sido más intenso para los sectores con muchos dueños negros
Aquella auténtica debacle de los negocios propiedad de personas negras ha sido mucho peor que la correspondiente al total general de este tipo de negocios, de todo tipo de propietarios. El cierre, provisional, para el conjunto de los negocios familiares ha sido considerable, el 22%, pero casi la mitad que los correspondientes a los propietarios negros, el 41%.
Para el periodismo/demagogia y el pensamiento de la corrección política que imperan hoy en día, la anterior discrepancia sería atribuida, sin más averiguaciones, al consabido “racismo de la sociedad estadounidense”. Pero sería falso, una vez más.
El autor del estudio, Prof. Robert W. Fairlie -para quien no se conforme con la propaganda-, nos aclara lo siguiente en sus conclusiones (pág. 9):
“Las simulaciones [realizadas por mí] indican que la distribución sectorial [de los negocios] de los propietarios negros es parcialmente responsable de que hayan tenido que hacer frente a riesgos más elevados ante la pandemia”.
Otra forma de analizar esta cuestión, es midiendo que parte de los negocios de personas negras se encuentran en sectores que, durante la pandemia, han sido clasificados por las autoridades como “esenciales” , beneficiándose de condiciones de suspensión de actividad menos severas que los no-esenciales.
La conclusión, para este aspecto, es que “el porcentaje de negocios propiedad de negros en los sectores ¨esenciales¨ era del 66%, lo que es inferior a la media nacional de los propietarios, que fue del 76%”. (Pág. 8 del estudio)
Aunque el autor no aclara los principales sectores de actividad de cada grupo racial, podemos indicar algunos de los que más han caído, en los que parece probable la presencia de propietarios negros: hoteles y otros locales de ocio (no restaurantes), el 35%; la construcción (el 27%); mantenimiento y reparación (el 25%) … Sin embargo, por ejemplo, en servicios financieros la caída ha sido tan solo del 12%, y en otros servicios profesionales del 18%.
Alguien inteligente comentando la realidad, gracias
Muchas gracias, Gabriel. Disculpas por el gran retraso en responderle. Se me han acumulado sucesos familiares y casi no he entrado en el blog ni he publicado artículos en las pasadas semanas. Lamento los errores que, sin duda cometeré, pero realmente trato de evitarlos y no apuntarme a cualquier crítica, sin verificar si tiene fundamento y si su autor suele publicar trabajos serios.
Recibe un cordial saludo,
Gustavo Jaso