“No soy una opresora”. Junio 2021. La teoría crítica de la raza es marxismo antiblancos.
Hace ya varios años que muchos miles de padres de EE.UU. –conservadores o centristas-, a lo largo de lo largo y ancho del país, venían denunciando el progresivo adoctrinamiento de sus hijos en las escuelas públicas en las radicales ideologías actuales del progresismo:
El carácter racista de todos los ciudadanos blancos y de todas las instituciones estadounidenses, todavía en la actualidad (esto es, la llamada Teoría crítica de la raza); la ideología de género; el revisionismo progre y la descalificación del conjunto de la historia americana (incluidos sus Padres Fundadores, George Washington, etc.); la inculcación de relaciones sexuales a niños de unos 12 años; etc.
En EE.UU. ha sido una constante que los padres de izquierda han venido prestando más atención a los asuntos escolares (y se han incorporado más a los consejos escolares) que los demás padres, pero esto ha cambiado en los dos últimos años.
Primero, porque la ofensiva adoctrinadora se ha acelerado tras el asesinato de George Floyd en Minneapolis, en mayo de 2020.
Por otra parte, durante los confinamientos de 2020, los padres pasaron mucho más tiempo en sus casas y al haberse impartido a sus hijos las clases online, los padres cayeron en la cuenta del tipo de clases que estaban recibiendo.
Tradicionalmente, se ha reconocido la primacía de los padres como transmisores de los valores personales y ciudadanos que deseaban para sus hijos. Pero el hiperprogresismo, conocido como la ideología “woke”, que se ha ido expandiendo en EE.UU. en los últimos años, de la mano de la extrema izquierda del Partido Demócrata, se ha planteado el arrinconamiento del papel educador de los padres, intentando sustituirlo por la manipulación de los niños en las escuelas públicas.
Los padres combaten con éxito el adoctrinamiento extremista de sus hijos
Cartel: La teoría crítica de la raza (CRT) es racista. (Arizona)
Entre todos los diversos motivos de descontento de los padres estadounidenses, ha sobresalido el rechazo a que se enseñe a sus hijos en las escuelas un verdadero racismo antiblancos que se conoce como Teoría crítica de la raza (CRT, de sus siglas en inglés: Critical race theory).
Hoy en día, en EE.UU., que la izquierda llame racistas a todos los ciudadanos blancos es algo equivalente a la tergiversación e insulto de los progresistas de España que tachan de “fascistas” a todo aquellos que no aceptamos su podrida ideología.
Por otro lado, este movimiento de rebelión ha adquirido también la denominación de “los derechos de los padres” en la enseñanza de sus hijos, para que las opiniones de los padres se tengan más en cuenta en los consejos escolares de los condados.
En estos consejos escolares de los condados, también están –además de padres de alumnos- representantes de las administraciones de los condados y, en algunos, de las administraciones estatales, esto es, los políticos.
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También puede leer:
Ya no hay racismo sistémico en Reino Unido. 13 de abril de 2021
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El Partido Republicano secunda la rebelión escolar de los padres
Por su parte, el Partido Republicano ha asumido plenamente estas reivindicaciones de los padres y, como informa el diario británico The Independent: “Las Cámaras [de los estados americanos] controladas por los republicanos, a través del país, van adoptando medidas para limitar que los estudiantes puedan recibir clases sobre el racismo” [antiblancos], según la Teoría crítica de la raza.
(Nota: en los párrafos citados de otras fuentes, las explicaciones entre corchetes y las negritas, son mías)
Dicho diario sigue explicando que “ [El estado de] Idaho prohíbe que los profesores “adoctrinen a los estudiantes sobre las cuestiones raciales. [Lo mismo sucederá con] Los profesores de Oklahoma, que no podrán afirmar que ciertas personas son inherentemente racistas y opresoras … Los colegios de Tennessee perderán las subvenciones estatales si sus clases comprenden determinados conceptos sobre el racismo”.
Según el título de otra crónica de aquel diario, de junio de 2021: “Florida prohíbe en sus aulas la ¨Teoría crítica de la raza¨”.
De acuerdo con una lista actualizada a día de hoy, también han aprobado medidas de este tipo los siguientes Estados: Arizona, Carolina del Sur, Dakota del Norte y del Sur, Nuevo Hampshire y Tejas.
Además, las Cámaras de otros 15 estados están tramitando medidas análogas, sin que haya garantía de que sean aprobadas: Alabama, Alaska, Arkansas, Carolina del Norte, Kentucky, Luisiana, Maine, Michigan, Misisipi, Missouri, Ohio, Pensilvania, Rhode Island, Virginia Occidental y Wisconsin.
En EE.UU. la educación ha correspondido históricamente a los Estados
Conviene recordar que en EE.UU., a diferencia de España y de casi todos los demás países europeos, la educación ha sido siempre competencia de los Estados, no de la Administración federal en Washington, D.C., según el principio del federalismo (que reparte las distintas competencias entre el poder nacional y los estados), y sigue siendo así.
El sistema político de EE.UU., aunque no se diga, es de tipo confederal: las 13 colonias británicas en la costa Este de EE.UU. se declararon independientes en 1776, convirtiéndose en los 13 primeros estados, con sus propias constituciones estatales. Pero la Unión federal tardó varios años en tomar cuerpo, tras la guerra de independencia. Sólo en 1787 los 13 estados elaboraron la Constitución nacional, sentando los cimientos del Estado nacional: los Estados Unidos de América. En conclusión: los Estados precedieron, en 11 años, a la Unión federal.
“PAREN de enseñar la Teoría Crítica de la Raza (CRT) a nuestros chicos”
La Teoría crítica de la raza o la ideología woke
Conforme a la columnista Peggy Noonan, del WSJ:
“La ideología ¨woke¨ [o hiperprogresista] se basa principalmente en la acusación de que la ¨maldad racial¨ fue deliberada y sistemáticamente imbuida hace mucho tiempo, por el patriarcado de los blancos, en el corazón mismo de toda la vida americana, y que este pecado permanece [a día de hoy] sin apenas disminución …”.
La Sra. Noonan enlaza lo anterior con las políticas de identidad que han desarrollado los profesores universitarios progresistas en EE.UU., en estas últimas décadas:
“Las personas no somos individualidades con espíritu [propio]; constituimos una [simple] parte de un ¨grupo identitario¨ marcado por rasgos específicos [blancos, negros, homosexuales, mujeres, etc.]. [Cada uno de estos grupos] Odiamos a los demás y debemos luchar contra ellos”. Esto es parte de la teoría crítica de la raza.
En la Encyclopaedia Britannica, citada por el diario digital en español The Independent, se dice que “Los teóricos críticos de la raza sostienen que la ley y las instituciones legales en los Estados Unidos son [aún en la actualidad] inherentemente racistas, en la medida en que funcionan para crear y mantener desigualdades sociales, económicas y políticas entre blancos y no blancos, especialmente afroamericanos«.
En aquel mismo diario, se recoge que “el representante [en el Congreso] Ralph Norman, republicano de Carolina del Sur” dijo que «La teoría crítica de la raza afirma que las personas de piel blanca son inherentemente racistas, no por sus acciones, palabras o lo que realmente creen en su corazón, sino por el color de su piel«.
La política conservadora de Colorado y madre de familia numerosa, Laurent Boebert, lo ha expresado de un modo muy directo y claro (según recoge aquel diario): lo que “Los demócratas quieren enseñar a nuestros hijos [es] a odiarse unos a otros”.
El rechazo de los padres al adoctrinamiento escolar también se manifestó en las elecciones parciales del 2 de noviembre
Este intenso disgusto de los padres, también se ha puesto de manifiesto en las diversas elecciones parciales que se celebraron a lo ancho del país el pasado día 2 de noviembre. En dicho día, además de la elección de varios gobernadores y congresos de los estados, se renovaron –por elección directa- los consejos escolares de diferentes condados de EE.UU.
Para los editorialistas del diario conservador The Wall Sreet Journal (JWS), aquel día se produjo una “Rebelión de los consejos escolares”. El subtítulo de esta editorial, era el siguiente: “Los votantes reaccionaron contra las restricciones por el Covid y [la enseñanza de] la Teoría crítica de la raza en las escuelas”.
En el condado County (en Colorado) los padres eligieron a 4 candidatos que habían hecho campaña en favor de los derechos de los padres y de los alumnos.
Algo semejante ocurrió en el condado Ankeny (Iowa), donde los candidatos conservadores para el consejo escolar se hicieron con los 3 puestos que se renovaban.
El editorial del WSJ hace también repaso de los resultados en el condado Southlake, de Dallas (Tejas), en Wichita (Kansas), etc.
Los editorialistas ponen estos resultados en contexto, al afirmar que “estos cambios en los consejos escolares se producen cuando [en los pasados meses varios de ellos, que han solido estar dominados por los padres progresistas] han desestimado las preocupaciones de los padres [conservadores] como siendo contrarias a los conocimientos científicos … racistas e, incluso, como propias de terroristas domésticos”.
El Fiscal General de Biden acusa a los padres que protestan de “amenaza terrorista” y moviliza contra ellos al FBI
Este último término –terroristas domésticos- lo utilizó en septiembre el sindicato nacional de profesores americanos (el NSBA) en un informe que remitió al ministro de Justicia de EE.UU. (al que allí se denomina Fiscal General – Attorney General), Merrick Garland, refiriéndose con ello a los padres que están protestando en reuniones escolares contra la enseñanza en los colegios de la Teoría crítica de la raza y de otras teorías radicales.
El “muy moderado” Fiscal General, en base a aquellas infamias del extremista sindicato de enseñantes, ordenó al FBI que vigilara la actuación de ese tipo de padres en las reuniones escolares, lo que jamás había ocurrido antes en EE.UU., y que viene a suponer un ataque a la libertad de expresión.
Además, el Ministro Merrick Garland, nada más y nada menos, invocó como base legal de su orden al FBI la Ley Patriótica, que fue promulgada tras los atentados del 11-S por Bin Laden, ley que se refiere a la lucha antirerrorista, lo que suponía acusar formalmente a los padres discrepantes de representar una “amenaza terrorista” contra Estados Unidos.
En un país tan amante de las libertades individuales, como es EE.UU., ordenar a los agentes del FBI vigilar a los padres en reuniones escolares provocó un enorme revuelo, más allá de los círculos conservadores. Finalmente, este movimiento de los padres ha salido reforzado y ampliado.
Además de a las escuelas e institutos, el progresismo ha llevado el adoctrinamiento a las empresas y a las administraciones públicas
En España está pasando bastante desapercibido la amplitud de la ofensiva ideológica radical (que allí denominan ¨guerra cultural¨) que está en marcha en EE.UU. desde hace unos 6 u 8 años, desde antes de la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump en 2017, esto es, desde el final de la presidencia de Barack Obama.
Esta ofensiva ideológica sin precedentes, ha presionado sistemáticamente a las grandes y medianas empresas privadas del país, forzándolas a que organicen regularmente cursos de adoctrinamiento para sus empleados y directivos. Entre los temas ideológicos impartidos, destaca -¡imagínenselo!- el de la Teoría crítica de la raza, culpabilizando a los empleados blancos, etc.
Dicho de otro modo, muchos empresarios –progresistas o no- están accediendo a extender el alcance de lo que se ha venido denominando las “políticas de responsabilidad social corporativa” (que antes era algo serio y razonable), incorporando todo el paquete ideológico de la izquierda radical actual: el llamado derecho al aborto, derechos del lobby LGTB, etc.
Como un ejemplo de lo anterior, pinchando aquí, pueden ver lo que escribí hace tiempo sobre el adoctrinamiento en la cadena Starbucks y los absurdos a lo que esto ha llevado.
¿Desde cuando las empresas –privadas o públicas- deben adoctrinar a sus empleados y directivos?
Pero el actual progresismo americano quiere colocar bajo su paraguas ideológico a todas las grandes instituciones del país y, desgraciadamente, están consiguiendo graves avances.
Por ello, desde hace años, los políticos demócratas vienen contratando también a “consultoras” para que adoctrinen también a los funcionarios y directivos de las administraciones de los estados y, también, de la propia Administración federal del país. Eso es, han extendido ya sus tentáculos ideológicos hasta el último rincón del país, politizándolo todo y sometiendo a todo tipo de colectivos e instituciones a sus destructivas teorías ideológicas.
Al final de su mandato, Donald Trump ordenó detener la enseñanza del racismo antiblancos en la Administración federal
Como relató la importante cadena televisiva conservadora FOX News, en septiembre de 2020, antes de las elecciones presidenciales de noviembre:
“La Administración Trump está poniendo freno al uso de la ¨teoría racial crítica¨ [Critical race theory] en los cursos de formación de los departamentos [ministerios] y agencias federales. Directivos de la Casa Blanca [de Trump] se han referido a ellos como una ¨propaganda anti-estadounidense¨”.
Fox News continuaba: “El Presidente Donald Trump ha dicho en alguno de sus tuits que ¨aquella [teoría] es algo enfermizo que no podemos tolerar que siga empleándose [en esos cursos]¨.
Fue en una Orden Ejecutiva firmada por el Presidente Trump el 4 de septiembre 2020, donde se instruía a los secretarios (ministros) y directores de las agencias federales a dejar fuera de los cursos de formación este aspecto del pensamiento políticamente correcto.
¿Por qué ha merecido este asunto la atención del presidente de Estados Unidos?
El texto mismo de aquella Orden Ejecutiva responde, en parte, a esta pregunta.
“Por ejemplo … se ha obligado a que funcionarios y empleados de toda la Administración federal asistieran a cursos, en los que se les ha hablado de que ¨prácticamente todos los blancos contribuyen al racismo¨ [aún en la actualidad] o se les requirió a que declarasen [públicamente, en dichos cursos colectivos] que ellos mismos ¨se habían beneficiado del racismo¨ [contra los negros o hispanos]”.
¿Se acuerdan Vds., o los más jóvenes han leído, de cuando el genocida Mao Tse-tung forzaba a millones de ciudadanos chinos –casi siempre con violencia- a practicar la eufemísticamente denominada autocrítica, durante la Gran Revolución Cultural Proletaria, de 1966 a 1976?
Las más de las veces, estos ejercicios de forzada autoflagelación moral acababan en deportaciones, latigazos, encarcelamientos o algo mucho peor.
En Francia también se está difundiendo en las escuelas esta ideología antiblancos, pero la reacción allí está siendo igualmente fuerte
El principal diario conservador de Francia, Le Figaro, se ha hecho eco este mismo mes de noviembre de 2021, de lo siguiente, que es el título de su crónica:
“Antirracismo, ideología LGTB, [rechazo del] colonialismo [y de la historia de Francia] … Cómo se está adoctrinando a nuestros niños en las escuelas”
El subtítulo de la crónica de Le Figaro era el siguiente:
“En nombre de la ¨diversidad¨ y de su corolario pedagógico, ¨la inclusión¨, los ideólogos de [la ideología] woke están penetrando en los templos sagrados que son nuestras escuelas con la complicidad de una parte del cuerpo de enseñantes”.
Quien quiera acceder a esta crónica de Le Figaro, pinche aquí.
Son las mismas teorías que tienen aquí en España los partidos del gobierno para adoctrinar a los niños en las escuelas y que odien a todo el que no piense como ellos.Juan Rodriguez
Efectivamente, así es. Como suele pasar, organizarse e insistir en las reivindicaciones de los padres es lo que puede llegar a dar resultado, algún día. En España, se echa en falta que la gente conservadora tenga más tenacidad en reclamar lo suyo, salvo excepciones.
Reciba un saludo,
Gustavo Jaso