Escaramuza de signos ante el Tribunal Supremo. Ley latido del corazón
El gobernador de Georgia, el republicano Brian Kemp, sancionó con su firma el 7 de mayo la ley antiabortista que había sido aprobada por el Congreso estatal. Este tipo de legislación es conocida como ley del latido del corazón (heartbeat bill) porque básicamente dispone que en el estado no podrá practicarse el aborto cuando sea médicamente audible el latido del corazón del embrión, lo que suele suceder tempranamente, en torno a la sexta semana.
Este paso ha sido noticia a escala nacional (y ayer la dió la TVE española), con las actrices y titiriteros de Hollywood anunciando represalias contra Georgia, pero los grandes estudios cinematográficos no se moverán de Atlanta. No obstante, aquel no ha sido un paso aislado; a lo largo y ancho de EE.UU. (sobre todo en el sur y el Midwest) los gobernadores republicanos están sacando adelante una numerosa legislación provida, con gran apoyo de los ciudadanos de sus estados, semejante a la ley del latido del corazón de Georgia.
La nueva ley del latido del corazón (heartbeat bill)
Esta ley, como casi todas las demás que se vienen promoviendo para limitar el aborto, prevé excepciones en los casos de violación, incesto y peligro para la vida de la madre.
El gobernador de Georgia, el republicano Brian Kemp, antes de firmar la ley declaró que al hacer esto estaba cumpliendo el programa electoral con el que accedió a su cargo en las elecciones del pasado noviembre, por cuanto la ley responde al sentir mayoritario de los ciudadanos del estado.
También manifestó que “Georgia es un estado que valora la vida” y que “nosotros nos ponemos del lado de quienes no pueden expresarse por sí mismos”.
Las restricciones al aborto se extienden por el sur y el centro (Midwest) del país
Aunque esto se abordará en un próximo artículo, puede adelantarse que la legislación tipo latido del corazón u otras restricciones a la práctica del aborto están siendo introducidas o se están considerando desde 2018 y el presente año en los estados de Misisipí, Misuri, Luisiana, Alabama, Kentucky, Virginia Occidental, Dakota del Norte y del Sur y Ohio. No obstante, esos mismos planes han fracasado de momento cuando se plantearon en Tejas, Tennessee, Florida y Carolina del Sur, pero podrían volver a proponerse más adelante.
Como se puede ver, en EE.UU. alguien como Albert Rivera, del partido centrista español Ciudadanos, quedaría un tanto en ridículo si afirmara que la restricción del aborto es algo enteramente desfasado, obsoleto, que nadie se plantea seriamente hoy en día.
Limitaciones estatales y el Tribunal Supremo
Tanto en el caso actual de Georgia como en los otros estados en los que están prosperando leyes provida, las organizaciones feministas y proabortistas están procediendo con rapidez a cuestionarlas en las tribunales. Como, efectivamente, la mayoría de estas iniciativas legislativas van mucho más allá de lo dispuesto por la sentencia Roe vs Wade del Supremo de 1973 -derecho al aborto hasta la semana 20- los tribunales regionales de apelación han decidido siempre su revocación. Además, desde la presentación del recurso las respectivas leyes quedan en suspenso.
Todo esto era previsible, pero bajo la presidencia de Donald Trump algo muy importante está cambiado, en favor del movimiento provida.
A poco más de la mitad del mandato, Trump ya ha podido nombrar a dos nuevos magistrados del Tribunal Supremo, quienes son -básicamente- favorables a la defensa de la vida: Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh.
Tras estos nombramientos -y uno más que podría llegar a producirse (por la magistrada progresista RBG, de 86 años)- se ha conseguido una mayoría conservadora: 5 a 4.
A este renovado Tribunal Supremo es al que acabarán llegando los casos de las nuevas leyes provida revocadas por los tribunales de apelación en estos años.
Los estados y organizaciones en defensa de la vida (Pro-Life) aspiran a que algunas de aquellas leyes sean finalmente aprobadas por el Supremo, echando abajo parcial o ampliamente la sentencia abortista de 1973.
Esta es la estrategia judicial que se está siguiendo en EE.UU., con la vista puesta a medio plazo.
En EE.UU. ninguna batalla importante de los conservadorwes se da por perdida, aunque necesiten 30 o 40 años para vencer.
El primer centro cinematográfico mundial permanecerá en Atlanta. Las represalias feministas fracasarán
En Estados Unidos se ha desarrollado desde los años 90 el fenómeno de un considerable número de multimillonarios (billionaires) que apoyan activamente al Partido Demócrata y sus políticas, como las climáticas, la total apertura de fronteras para los inmigrantes y el enfrentamiento entre los ciudadanos por razón del sexo, género, raza, etc., esto es, las políticas de identidad.
Esta cierta rareza siempre ha estado presente en el mundo de Hollywood, como es bien sabido. Pero el sector de la cinematografía ha quedado en un segundo plano en estas dos últimas décadas por la incesante multiplicación de los multimillonarios surgidos de las corporaciones de las tecnologías de la información y la comunicación (TICs). Al conjunto de estas empresas se las denomina por el topónimo de Silicon Valley, bastante concentrado en California, en torno al sur de la bahía de San Francisco: la ciudad de origen español San José, etc.
Naturalmente, estos poderosos señores de don dinero no se conforman -en absoluto- con “apoyar” sino que aspiran a dirigir el movimiento progresista, poniendo la sociedad patas arriba. Algunos piensan que el Partido Demócrata ya está en sus manos -en base a los emails interceptados por Wikileaks en 2016-, habiendo dejado de representar al “hombre de la calle” (little man o little fellow), como postula la propaganda tradicional del partido.
A menudo, estos multimillonarios progresistas, dueños de Starbucks, Amazon, Apple, Google y otras corporaciones, emplean su poder económico en EE.UU. para amenazar a los gobernadores de estados predominantemente conservadores para impedirles adoptar leyes en consonancia con las convicciones de los ciudadanos de estos estados. Les presionan con retirar sus centros de producción o distribución de sus estados.
Georgia ha desplazado a Los Angeles como primera zona cinematográfica
Esta insolenta postura, resulta despreciable y ajena a la función de las empresas, que no debe ser intervenir en el juego político, aunque lo llamen la misión de su empresa. Las empresas no están para eso.
Las actrices progres originarias de Hollywood son esta vez quienes están llamando a boicotear la filmación de películas en el estado de Georgia, en protesta a su nueva ley provida, porque la mayoría de las grandes producciones cinematográficas se ha trasladado de la zona de Los Angeles al entorno de Atlanta.
El área cercana a la capital de Georgia es, desde 2016, el primer centro mundial de las grandes producciones cinematográficas (con 17), seguido del Reino Unido (con 16) y Canadá (con 13). California ha bajado a la cuarta posición, con 12 grandes producciones en 2016.
No obstante, California continúa siendo el primer centro global del sector cinematográfico gracias al elevadísimo número de películas -de menor calado- y series que se filman para la TV. Los ingresos del sector en California en 2017 fueron de 30.000 M$.
Aquel éxito de Georgia se ha debido -principalmente (además de a sus menores costes, como sucede en general en el sur)- a la acertada política fiscal aplicada por el gobernador de Georgia, entre enero de 2011 y enero de 2019, el republicano Nathan Deal.
El sector cimatográfico está muy asentado en Georgia
En el año fiscal 2017, por ejemplo, el estado concedió deducciones fiscales por un monto de 605 millones de dólares. Pero gracias a ello, la producción directa cinematográfica y para la TV ascendió a 2.000 M$. Teniendo en cuenta el impacto económico indirecto de esta actividad, el total ascendió a 7.200 M$ en 2016, derivadas de las 248 producciones (mayores y menores) realizadas en Georgia. En el año fiscal 2018 el impacto total ya alcanzó los 9.500 M$, con 455 producciones de todo tipo.
28.656 personas estuvieron directamente empleadas en Georgia, en 2017, por el sector del cine y la producción para la TV; otras 12.518 personas trabajaron en actividades conexas. El empleo total superó las 40.000 personas, en 2017 y ha continuado creciendo.
Según las estadísticas del estado, en 2007 los ingresos de las empresas cinematográficas fueron de 68 M$, pasando a 2.700 M$ en 2017.
Esto, como puede verse, ha sido una excelente política de creación neta de riqueza, frente a las medidas de redistribución de la izquierda. Georgia tiene la intención de seguir aplicando duraderamente esta política de incentivos fiscales para el sector.
Por otro lado, las empresas han tenido que efectuar muy elevadas inversiones en infraestructuras de los estudios y, por tanto, no van a renunciar a ellas porque unas cuantas actrices se desmelenen ahora con la política provida del estado de Georgia. Salvo alguna pequeña instalación, el grueso permanecerá en Atlanta.
Esas actrices, naturalmente, son muy libres de renunciar a las ofertas que les hagan para trabajar en Georgia, por su desacuerdo con la ley del latido del corazón …. Ya veremos cuantas lo hacen, realmente.
Frente a las valerosas e inteligentes sufragistas del periodo de entreguerras, en Europa y EE.UU., estas nuevas feministas producen vergüenza ajena.
Huelga de relaciones sexuales (sex strike!)
Lo que sí parece una magnífica idea -una vez que barruntan el fracaso de su propuesto boicot a Georgia-, es el anuncio recién hecho por estas actrices tan encolerizadas -encabezadas por una tal Alyssa Milano– de emprender una huelga de relaciones sexuales.
La gravedad del momento presente reclama de ellas que prolonguen durante dos o tres años su valiente acción de castidad, pero a la vista de sus inclinaciones naturales (tipo gallinas, según el refranero español), sería un gran éxito si lo mantuvieran hasta el tercer día. ¿Llamarán a un notario para dar fe de su ejemplar sacrificio feminista?
El llamamiento es tan ridículo que seguro que se convierte en viral en las redes sociales: no falla.
Al realizador del Telediario de TVE de ayer por la mañana le ha parecido una noticia de gran interés. Cualquier bobada progre, lo es. A lo mejor, eso que llaman ahora su pareja sentimental le ha debido anunciar también el régimen de pan y agua y no sabe qué hacer para alterar su decisión, y venga repetir lo de la huelga sexual a ver si la revienta en su casa, ¡el muy esquirol!
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