La más rápida recuperación económica de EEUU
La Secretaría de Trabajo de EE.UU. ha hecho pública el día 2 de octubre la encuesta nacional sobre empleo (The Employment Situation) correspondiente al mes de septiembre. Por quinto mes consecutivo -desde mayo- se ha producido un crecimiento neto de empleo en el país, cifrado en 661.000 nuevos puestos.
Esa mejora responde a un aumento de 877.000 empleos en el sector privado y a una disminución de 216.000 puestos en el sector público, particularmente en el sistema educativo (que ha estado cerrado varios meses).
Esto significa que a pesar de que estas cifras de septiembre son inferiores a las de los meses anteriores, el sector privado –que es el decisivo- continúa recuperándose con cierta fuerza.
Además, el Departamento de Trabajo ha revisado al alza las cifras de nuevo empleo que anunció para julio y agosto. En realidad, se crearon en esos dos meses 145.000 más empleos de los antes calculados.
La tasa de desempleo ha caído otro medio punto, situándose en 7,9% en septiembre, desde el 8,4% el mes precedente.
Evolución tasa de desempleo de EE.UU. desestacionalizada
(Enero 2007 – Sept. 2020)
Nota: Las barras verticales, en gris: periodos de recesión económica. Línea oscura vertical: oct. 2013, cuando Obama redujo el 60 por ciento de la tasa de paro respecto del pico (nov. 2009, 9,9%), al 7,0%.
Fuente: The Wall Street Journal. (Acceso completo solo por suscripción)
Datos: Departamento de Trabajo (U.S. Labor Department)
Desde este pasado mes de mayo, Estados Unidos ha creado 11,4 millones de empleos, recuperando más de la mitad de los millones que se perdieron en marzo y abril.
Una rapidísima reactivación de la economía
Simplemente observando el anterior gráfico se aprecia que la mejora del mercado laboral está siendo ahora, con el Presidente Trump, muchísimo más dinámica que durante la anterior crisis, bajo Barack Obama; este presidente tomó posesión en enero de 2009, permaneciendo en el cargo hasta enero de 2017.
Obama adoptó una política económica intervencionista, de debilitamiento de la libertad económica de empresas y consumidores, y de “combate” del cambio climático, intentando hundir los sectores del petróleo, gas natural y carbón.
Efectuando unos sencillos cálculos, se comprueba que el ritmo de recuperación actual –en término de la tasa de paro- está siendo unas nueve veces superior al que se produjo con Obama.
En este año, justo antes de la crisis del coronavirus, en febrero de 2020, la tasa de paro había alcanzado valores históricamente muy positivos: 3,5%, lo que no sucedía desde hacía 50 años. En tan sólo dos meses, abril 2020, el paro se situó en el pico: una tasa de desempleo del 14,7%; esto es, 11,2 puntos de empeoramiento.
Como en septiembre esa tasa es del 7,9%, significa que en únicamente 5 meses se ha repuesto el 60 por ciento de los empleos perdidos; bajando la tasa del 14,7% al 7,9%, una mejora de 6,8 puntos.
El progresista Barack Obama tardó 47 meses (cuatro años, menos un mes) en lograr ese mismo avance, como se aprecia en la curva poco inclinada desde que, en noviembre de 2009, se llegó al pico de paro, con una tasa del 9,9%. No fue hasta octubre de 2013 que se logró reducir un 60 por ciento el incremento de la tasa por la recesión, al 7,0%. (La tasa de paro al comenzar aquella recesión, en diciembre de 2007, era del 5%. El empeoramiento por la crisis fue de 4,9 puntos porcentuales)
Evolución de la tasa mensual de desempleo en EE.UU.
Tasa mensual de desempleo (desestacionalizada)
(Sept. 2018 a sept. 2020)
Fuente: U.S. Labor Department. The Employment Situation – September 2020.
En mayo la tasa nacional de desempleo bajó ya del pico de 14,7% en abril, al 13,3%. En junio, cayó al 11,1% y en julio al 10,2%. En agosto, se situó en el 8,4%, esto es, una reducción de 1,8 puntos. Finalmente, en septiembre, ha bajado al 7,9%. En febrero 2020, habíaa sido del 3,5%.
Razones de la actual veloz recuperación económica
A) Como todo el mundo sabe, la razón del desplome del mercado laboral, en sólo dos meses, fueron las medidas generalizadas de confinamiento (lockdown) que adoptaron las administraciones de EE.UU. A estos efectos, son los gobernadores de los estados quienes disponen de más poderes para introducir, o retirar, medidas tan drásticas que afectan a las libertades fundamentales. Por su lado, los alcaldes disponen también de ciertas potestades para preservar o echar el cierre a algunas actividades productivas.
En EE.UU. la presidencia no puede, casi nunca, tomar decisiones sobre el confinamiento ni sobre su levantamiento. Ahora bien, el presidente si está en condiciones de presionar en una u otra dirección y, sobre todo, ejerce una destacada influencia sobre los gobernadores y alcaldes de su propio partido, en este caso del Partido Republicano, si bien al aquel país dichos gobernantes no permiten recibir órdenes de sus partidos, como –por desgracia- si sucede en España.
Pues bien, desde el comienzo el Presidente Donald Trump –tras la primera y acelerada ola de cierres territoriales, ante lo desconocido- reiteró la trascendencia de mantener abiertos cuantos más territorios posibles. De esta forma se preservaría la actividad económica y se evitaría –en lo posible- los desastres económicos que ocasionan los confinamientos generalizados, en lugar de los confinamientos de pequeñas localidades y determinados barrios de las ciudades.
En este aspecto, ha sido Donald Trump quien ha acertado, mientras que los demócratas han incurrido en repetidas equivocaciones; ¿será casualidad que muchos de los habitantes de ciudades gobernadas por la izquierda, como Nueva York, Los Angeles, Chicago y Houston se encuentren ahora en una acuciante situación económica?
Las ciudades que suprimen más restricciones del Covid-19, crecen más
Los editorialistas del Wall Street Journal (WSJ) han expuesto, el día 2 de octubre, otra faceta de esta cuestión:
“El mayor freno al crecimiento del empleo sigue siendo las restricciones de administraciones públicas a la actividad económica. Las tasas de paro son significativamente inferiores en las zonas metropolitanas [de casas unifamiliares], como Sioux City [Iowa] (con el 5,1%), Green Bay [Wisconsin] (5,5%), Phoenix [Arizona] (5,9%) y Dallas [Tejas] (6,3%), que están “abriéndose” con mayor rapidez, que Los Angeles (15% de paro), Nueva York (13%), Chicago (11,7%) y Buffalo [estado de N. York] (10,8%)”.
El editorial del WSJ concluía diciendo que “La recuperación económica continuará si los políticos lo permiten”.
El acierto de la política económica de Trump y del Partido Republicano
B) La segunda gran razón del vigoroso despegue de la ocupación laboral desde este mes de mayo, son las políticas económicas que viene impulsando el Presidente Trump desde su llegada a la Casa Blanca, en enero de 2017. Políticas favorables al crecimiento de la economía, en vez de a intentar “salvar el Planeta”, que buscan ante todo estimular la actividad de las empresas.
Políticas que pueden expresarse, de modo sintético, , en dos: i) amplia liberalización de las actividades económicas (que allí denominan deregulation), y ii) política de reducción del peso fiscal para las empresas y para la gran mayoría de las personas físicas, por medio de la profunda reforma fiscal que aprobó el Congreso en diciembre de 2017. Por ejemplo, el impuesto de sociedades fue recortado del altísimo tipo del 35% al 21%, la mayor reducción jamás efectuada en EE.UU.
Repercusiones sobre las presidenciales del 3 de noviembre
El que nueve meses antes de esas elecciones se produjera el mayor parón económico en más de medio siglo no ayuda nada al candidato que esté ocupando la Casa Blanca: en este caso, Donald Trump.
No obstante, todo el mundo ha presenciado el intenso crecimiento económico bajo Trump, entre 2017 y 2019, hasta que apareció el Covid-19 a comienzos de este año. La tasa nacional de desempleo se encontraba en un mínimo histórico de 50 años: el 3,5%.
Por otro lado, la inusitada rapidez con la que se está recuperando actualmente el mercado laboral no puede pasar inadvertida a sus electores. No es extraño que en casi todas las recientes encuestas sea el candidato Donald Trump quien es valorado por la mayoría como el más capacitado para dirigir la economía de EE.UU., frente al candidato de izquierda, Joe Biden.
A pesar de las notables diferencias entre noviembre de 2016 y el presente, vale la pena recordar que yo relaté lo siguiente sobre el resultado de aquellas elecciones:
“Trump ganó las elecciones, principalmente, porque los ciudadanos buscaban un cambio en la economía del país y en la personal: un mayor crecimiento económico, la creación de más empleos y una mejora de los salarios más bajos e intermedios”.
“El 52% de los votantes de Trump consideraban el 8 noviembre [de 2016, la jornada electoral] que ese era el principal problema del país, conforme a las encuestas a pie de urna la noche electoral”.
Cuatro años más tarde, los votantes de Trump ya saben -de primera mano- que este presidente puede volver a crear las condiciones para que el sector privado genere nuevos millones de empleos y sueldos más altos.
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