Los progresistas han cerrado las iglesias, como el alcalde progresista de N.Y. Bill de Blasio
En España, hemos comprobado durante estos meses la intolerable hipocresía y el odio a la religión de nuestros gobernantes extremistas de izquierda (Pedro Sánchez y el comunista-bolivariano Pablo Iglesias), quienes han enviado a las fuerzas policiales a desalojar –con malos modos- a pequeños grupos de creyentes (sólo decenas de ellos) que se encontrasen, repartidos en unas iglesias, incluso de una catedral, con el pretexto de “salvar vidas”.
Excusa que ha desaparecido, como por arte de magia, cuando quienes querían/exigían concentrarse, en número de varios cientos o miles, todos bien apelotonados, unos junto a otros, están siendo, estos días en España, los consabidos activistas de izquierda de toda ralea, aprovechando las violentas revueltas en EE.UU., por el aparente homicidio del hombre de color George Floyd en Minneapolis. Digo “aparente” porque el veredicto –en todos los casos- sólo puede emitirlo un tribunal, no la prensa ni las redes sociales, aunque todo indique en aquella dirección.
La excusa de la brutalidad policial
Algaradas que, pretendidamente, tanto en EE.UU. como en España, se dirigen contra “el racismo y la brutalidad sistemática de los policías” estadounidenses, aunque los datos oficiales, de varias décadas, muestran sin lugar a duda que el sesgo anti-negros de los policías blancos es inexistente, y que el 90% de los miles ciudadanos negros asesinados cada año, es responsabilidad directa de las bandas de traficantes de drogas y otros homicidas negros.
En EE.UU. la izquierda actual también atenta a menudo contra la libertad religiosa
Desgraciadamente, aquel fanatismo contra la libertad religiosa no se ha limitado a nuestro país, como se piensa frecuentemente aquí. Gran parte de la izquierda occidental está sumida en un agudo radicalismo que, en el caso de EE.UU., tiene tintes dramáticos.
Pinchando en este enlace, accederá a la lista de mis artículos que tratan de la libertad religiosa en EE.UU., figurando entre ellos varias embestidas de los demócratas y de Barack Obama en particular. No obstante, el primer artículo aborda la libertad religiosa, referida a China.
Quien siga creyendo a estas alturas, el bonito cuento de hadas que reproduce todos los días el diario izquierdista español El País y también, en gran medida, los progres que componen la redacción de internacional del diario de centro-izquierda El Mundo, podrán comprobar, en lo que sigue, la falsedad de esa imagen totalmente distorsionada.
La izquierda estadounidense, hace décadas que no se parece gran cosa al gran símbolo nacional que supuso, por ejemplo, el Presidente John F. Kennedy.
Barack Obama y la crisis internacional radicalizaron al Partido Demócrata
La izquierda en EE.UU., y mucho más en estos años, desde que Barack Obama fomentó el radicalismo, es -casi- tan sectaria y extremista como en nuestros países europeos e, incluso, en bastante medida, que en España.
Pinchando a continuación, podrá informarse de algunos de los abusos de poder que cometió Barack Obama desde la presidencia, a pesar de la imagen erróneamente positiva que existe en España sobre él. No creo que ni el 5% de las personas conservadoras de EE.UU. compartan esa valoración positiva: todo lo contrario.
Cuando, sorprendido e ilusionado amanecí al día siguiente a la victoria electoral del 8 de noviembre de 2016, escribí un artículo titulado: Donald Trump elegido Presidente. En él, empezaba afirmando lo siguiente:
“El propio Barack Obama viene diciéndonos desde hace meses el significado que para él tendría una hipotética victoria de Trump –victoria que nunca consideró factible-: los ciudadanos de su país estarían expresando un rechazo global a sus ocho años en la Casa Blanca”, un rechazo de conjunto a la presidencia Obama. Y eso es lo que sucedió en las urnas.
Efectivamente, la casi totalidad de los ciudadanos republicanos estaban muy hartos de las políticas de Barack Obama: izquierdistas, sectarias, políticamente correctas, laicistas, intervencionistas en lo económico … Políticas que la candidata Hillary Clinton había dado a entender que continuaría en el futuro.
Este es el sentido profundo de aquella victoria electoral, que casi todos los europeos se resisten a entender. Sin comprender esto, se está a ciegas en la política internacional, como están los europeos.
Artículo sobre los ataques actuales a la libertad religiosa en EE.UU. pretextando el Covid-19
La joven columnista conservadora y periodista freelance, judía, Abigail Shrier, ha publicado un incisivo artículo en el Wall Street Journal (WSJ), el día 5 de junio, pero sólo se puede acceder a todo el texto mediante suscripción.
Este próximo día 30 de junio, aparecerá su obra “La locura transgénero está seduciendo a nuestras hijas” (The Transgender Craze Seducing Our Daughters).
A continuación, reproduzco la traducción de varios fragmentos de aquel artículo.
[Las negritas, los textos explicativos entre corchetes y los posibles errores de traducción, son míos]
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Pasajes del artículo de la Sra. Abigail Shrier
“¿Nos encontramos, o no, en una pandemia?” es la pregunta que le formuló este martes [día 2 de junio], al alcalde [muy progresista] de Nueva York, Bill de Blasio, un periodista del diario judío Hamodia. Y, [por otro lado], ¿existe un conjunto de normas [especiales, de distanciamiento, etc.] para quienes llevan a cabo protestas y otras normas para todos los demás?”
“Preguntas muy acertadas. Durante casi tres meses, el país que fue fundado para garantizar la libertad religiosa [frente a las persecuciones de los puritanos, calvinistas y luteranos en Inglaterra y en los Países Bajos], ha contemplado como sus templos para el culto eran cerrados. Conforme a las órdenes de las autoridades locales y de los estados, las iglesias católicas no pudieron celebrar Misa. Tampoco fue posible la Comunión, ni se realizaron confesiones y [enfermos] católicos se encaminaron a su morada eterna sin el consuelo de los Sacramentos”.
“Los servicios judíos de la oración, que requieren un cierto quorum, quedaron prohibidos por las autoridades locales o estatales. La policía de Nueva York fue ordenada a interrumpir e impedir un funeral judío y clausurar una yeshiva, donde los niños judíos son instruidos en la Torá”.
“¨Mi mensaje a la comunidad judía y a todas las demás, es así de simple¨: atronó [el alcalde de N.Y.] Bill de Blasio en un tuit, tras haber ordenado la interrupción del funeral judío: ¨Se ha acabado el tiempo de las advertencias. He mandado al Departamento de Policía de N.Y. (NYPD) que emplacen inmediatamente a quienes se reúnan ¨en grandes grupos¨ [a que dejen de hacerlo] y [en caso necesario, que] que arresten [a los infractores]. Todo esto tiene que ver con frenar la enfermedad y salvar vidas. Punto final”.
Iniciadas las protestas, se olvidaron de “frenar la enfermedad y salvar vidas”
[Apenas una semana después], “todo aquello parece un tanto obsoleto. Quienes protestan en Nueva York y a lo largo y ancho de EE.UU. no han sido de ninguna manera conminados a no reunirse ¨en grandes grupos¨, ni si quiera cuando los vándalos destrozaban [escaparates], saqueaban tiendas e incendiaban propiedades privadas y públicas [como oficinas municipales, negocios y también viviendas]”.
“El alcalde [demócrata] de Los Angeles [desde 2013], Eric Garcetti, quien apenas hace días que proclamaba que mantener clausurados los templos de culto era esencial para salvar vidas, marchó el martes [día 2 de junio, en la manifestación] con quienes protestaban, olvidándose de su mascarilla y de sus [mandatos] a permanecer confinados”.
Eric Garcetti. Alcalde progresista de Los Angeles
Por cierto, añado yo (GJ), éste es el mismo político demagogo e hipócrita que ha permitido y estimulado en Los Angeles la sustitución del Día de Cristóbal Colón, por el Día de los Pueblos Indígenas [a quienes quizá sus antepasados –no los míos- persiguieron, pero no lo he comprobado], así como la retirada de estatúas de Colón.
Lo mismo hizo el alcalde progre de Nueva York
“¨Cuando uno contempla una nación, toda una nación, haciendo frente simultáneamente a una crisis extraordinaria incubada en 400 años de racismo de EE.UU.¨, declaró el alcalde [de N.Y.] Bill de Blasio, en un intento de justificar la doble vara de medir que estaba empleando, “lo lamento, pero no es la misma cuestión que cuando –comprensiblemente- un dueño de una tienda [que ha sufrido desperfectos o el incendio del negocio del que vive su familia] o un devoto creyente que desea reemprender sus servicios [religiosos] se sienten agraviados¨ …”
“A lo largo de los pasados meses, parece que la religión ha sufrido una degradación [demotion]. Hace pocos días, [el muy progresista estado de] California emitió una orden para reducir las restricciones [por el coronavirus], que fijaba en 25% el aforo permitido en los templos para el culto, pero las tiendas y otros negocios quedaban ajenas a cualquier limitación; [esto es], unas normas [mucho más estrictas] para los creyentes y otras para todos los demás” …
“Si las iglesias y sinagogas hubiesen presionado para conseguir una más temprana reapertura, puede ser que los motines no hubiesen llegado a cuajar. Los pastores podrían haber canalizado la cólera de sus congregaciones hacia propósitos más elevados, como hizo –de modo muy célebre- el reverendo Cecil Murray durante las revueltas en Los Angeles en 1992, cuando predicó así”:
“La verdad de este asunto, es que no hay excusa alguna para ir por ahí prendiendo fuego [a todo lo que uno encuentre], porque ahora [por ejemplo] no hay ningún lugar adonde las madres puedan ir a comprar leche para sus hijos” …
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Postura de los políticos progresistas españoles ante las creencias religiosas
Permitan me que les refiera la siguiente anécdota que yo presencié. En el otoño de 2011, el entonces Presidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero (una de las personas que más dañado ha causado a la nación española en los últimos 40 años), realizó a Ankara (Turquía) uno de sus últimos viajes al extranjero. Yo acababa de tomar posesión en la Oficina Comercial, de la Embajada de España.
Afortunadamente, en las elecciones de aquel mes de noviembre 2011, el Partido Socialista español (PSOE) obtuvo uno de sus peores resultados de toda su historia reciente (tras arruinar, nuevamente, al país), quedando apartado del poder.
Una semana después de dicho viaje oficial, nos llegó el informe de la reunión entre Rodríguez Zapatero y el hombre fuerte de Turquía, quien entonces era Primer Ministro, Recep Tayyip Erdogan.
Se citaban varias frases del gobernante turco, entre las que figuraba la expresión Si Dios quiere. En turco, se emplea la preciosa expresión árabe “Inşallah” (que se lee, Ínshaala). Pues bien, el genio o la genia de la Presidencia del Gobierno de España redactor o redactora de dicho informe se sintió impelido/a a evidenciar su gran escándalo laicista, añadiendo justo a continuación cinco o seis signos de exclamación: … Si Dios quiere (!!!!!!)
Evidentemente, la autoridad de Presidencia que revisara el informe, consideró apropiado mantener esa majadería en la versión definitiva a distribuir.
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La situación presente en las altas esferas de este Gobierno, debe de ser igual o peor que en aquellos aciagos años.
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