El aumento del CO2 en la atmósfera está produciendo en la mayor parte del planeta un aumento en las cosechas y un incremento de la masa vegetal global, sin provocar percances a la salud de los humanos ni de los animales. Los beneficios del CO2 en la atmósfera son enormes y sus efectos comenzaron a producirse desde hace miles de millones de años.
“Contaminación de carbono”, “polución climática”, “contaminación del aire por CO2” son algunas de las expresiones que el movimiento ecologista actual, esto es el radical, repite machaconamente para intentar convertir el dióxido de carbono en el enemigo público número uno de la humanidad, exhibiendo en sus actos los inefables carteles del “Stop CO2”.
(En julio de 2019 publiqué un artículo dedicado íntegramente a las evidencias científicas sobre el reverdecimiento del planeta Tierra)
Volvamos a la escuela sobre los beneficios del CO2
Es una ardua tarea la que tienen por delante, porque desde primaria nos enseñaron a todos que el CO2 es un elemento imprescindible para que tenga lugar la fotosíntesis de todo tipo de plantas. Como explica el divulgador científico español Manuel Toharia: “El proceso fotosintético es tal que las células [vegetales] vivas captan el dióxido de carbono [CO2] del aire –gracias a la clorofila y con ayuda de la energía solar-, acumulan el carbono en sus moléculas orgánicas y rechazan el oxígeno, que se disuelve en el agua o se va al aire”.
(Por cierto, Manuel Toharia es uno de esos pocos divulgadores y científicos españoles a quienes se les puede seguir denominando naturalistas, o ecologistas razonables, que han sido vilipendiados y arrinconados, de mala manera, por el ecologismo radical. Su principal libro en este campo es el siguiente: “El Clima. El calentamiento global y el futuro del planeta”. 2006. DeBolsillo. Aún disponible en 2020 a través de la web de la librería de España, La Casa del Libro)
Así es como se produce la totalidad de la materia vegetal existente en el planeta Tierra, sobre la superficie terrestre, con la excepción de unas pocas plantas parásitas (carentes de clorofila), pero que adquieren su energía de las plantas con clorofila, cerrándose el ciclo. Y así es como se formó casi todo el oxígeno que hoy existe en la atmósfera y que nos permite respirar a los animales, a partir de los organismos muy elementales, las cianobacterias (antiguamente llamadas algas verdeazuladas), con las que se puso en marcha la fotosíntesis y con ella la expulsión de oxígeno a la atmósfera.
Por consiguiente, puede afirmarse de modo categórico que sin CO2 en la atmósfera, no podría haber ninguna planta en la superficie de la Tierra, ni siquiera la mayoría de las algas, ni habría producción de alimentos del reino vegetal.
Y es de conocimiento general que ninguno de los animales, que dependen de las plantas de manera directa (herbívoros, como las vacas) o indirecta (depredando a los herbívoros, como hace el hombre con las vacas) existiría en ausencia de plantas. Como se verá más adelante, ni las actuales concentraciones del dióxido de carbono en la atmósfera, ni otras muy superiores, suponen riesgo alguno para la vida de los animales.
El CO2 no es un contaminante sino todo lo contrario
Dejémoslo claro desde el principio, calificar al CO2 de elemento contaminante es una falsedad, una manipulación. El CO2 es imprescindible para la vida, ¿cómo va a ser polución?
En Wikipedia, por ejemplo, se puede leer: “El dióxido de carbono (fórmula química, CO2) es un gas incoloro, inodoro y vital para la vida en la Tierra”.
Pero aquellos nuevos ecologistas tipo jetset, que dan la vuelta al mundo cada poco tiempo, de conferencia internacional en seminario de Naciones Unidas, de la antesala de un ministro a la de un parlamentario, no se desaniman porque saben que alguien diestro en la materia demostró no hace mucho tiempo que repitiendo cien veces una mentira, se convierte en una verdad, inapelable. Me estoy refiriendo, naturalmente, a Joseph Goebbels, Ministro de Propaganda del Tercer Reich.
La beneficios del CO2 a la habitabilidad de la Tierra, va mucho más allá de lo ya expuesto. Sin CO2 y vapor de agua en la atmósfera no se habría producido el efecto invernadero. En ese caso, la temperatura media del planeta sería de 18º bajo cero, haciendo imposible la práctica totalidad de las formas de vida que conocemos. La temperatura media en la actualidad (como promedio anual para todo el planeta) es de 15º, 33 más que en ausencia de efecto invernadero. El CO2 ¿un peligro para la salud humana y animal?
Los beneficios del CO2 para la agricultura y para la vida vegetal
Además, dado que la fotosíntesis emplea el CO2 como la materia prima para su crecimiento, acumulando los átomos de carbono capturados, cuanta más concentración de dióxido de carbono haya en la atmósfera más crecerá la materia vegetal, esto es los árboles, arbustos y plantas herbáceas, de todo tipo.
El Ministerio de Agricultura español, tiene colgado en su portal digital un estudio de 2003 sobre el efecto de la inyección de CO2 en invernaderos de pimientos. La producción total se incrementó un 22% y mejoraron en torno al 9% las cualidades del producto: peso, longitud y diámetro.
En 2010, el diario español de izquierda El País actuando, por una vez, con cierta ingenuidad publicó una noticia sobre los efectos favorables del CO2 para los (cientos de) invernaderos de Almería. Curiosamente, concluía con estas palabras: “Lo interesante es el cambio de mentalidad que supone pensar que el dióxido de carbono puede tener utilidad”. Posiblemente este diario no haya vuelto a informar sobre estas bondades del denostado gas.
Esta técnica de fertilización carbónica se emplea en invernaderos de todo el mundo desarrollado desde hace un par de décadas.
El motivo es el que nos recuerdan todos los días los ecologistas, con otras intenciones. Nadie discute que la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera está creciendo ininterrumpidamente desde que se tiene mediciones directas fiables, esto es, desde mediados del siglo XIX. La concentración de este gas es tan es tan reducida que se le debe medir en términos de partes por millón (ppm).
Hacia 1867 la concentración de CO2 era de 285 ppm, esto es, 0,0285% del contenido del aire. Ciento cincuenta años más tarde, en febrero de 2017 la medición es de 406 ppm; un incremento de 42,5%.
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Otro artículo sobre este asunto:
Cosechas mundiales récord de cereales
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Reverdecimiento del Planeta
Es seguro que la combustión de combustibles fósiles (carbón y, en el s. XX, petróleo) desde la segunda fase de la Revolución Industrial ha sido el factor decisivo en el aumento del CO2.
Este aumento de la concentración de dióxido de carbono es por el que están provocando tanto revuelo los ecologistas, debido al calentamiento global que podría provocar, pero esa es otra historia.
Aquel aumento del 42,5% del CO2 en la atmósfera equivale a una fertilización carbónica natural, en todo el planeta. El resultado no podía ser otro que un incremento considerable de la generación de materia vegetal en la Tierra. Y así se ha podido medir en los pasados años.
Nos encontramos ante un fenómeno de reverdecimiento global del planeta, que puede visualizarse en el siguiente gráfico.
Durante los pasados 30 años (de 1982 a 2011) la masa vegetal mundial ha crecido en torno al 14%: árboles, arbustos y herbáceas, incluido todo tipo de cosechas para el consumo humano o piensos. Simultáneamente a la deforestación en varias zonas tropicales, algunas de ellas intensas, el total de materia vegetal en el planeta ha aumentado, así como los demás beneficios del CO2.
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Otro artículo sobre este asunto:
La Tierra se reverdece desde hace por lo menos 30 años
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Los beneficios del CO2 están muy extendidos por el planeta
Ya que los satélites están fotografiando la Tierra desde 1979, el profesor Ranga Myneni, de la Universidad de Boston, sometió toda la información a una comparación temporal, dando tonalidades de verde a las áreas cuya vegetación tenía más hojas, éstas eran mayores o había más zonas verdes de la planta, como en las hierbas.
Si se exceptúan los grandes desiertos (Sahara, Arabia, Australia y el Gobi) y los casquetes polares, la mayor parte de las otras superficies han ganado en vegetación (coloración verde), en particular en el Hemisferio norte y en el África sub-sahariana. China, India, Rusia y el norte de Sudamérica están coasechando beneficios del CO2, especialmente; así como parte del centro de EE.UU. (Midwest) y su costa atlántica y la gran planicie de Europa central.
¿Hay límite máximo para la concentración benigna de CO2?
Un reciente estudio (2016) recogido por la web de la NASA (agencia en cuyo centro de estudios atmosféricos Goddard predominan los creyentes del calentamiento global), concluye que el 70% del reverdecimiento global se debe a la fertilización carbónica. El segundo factor del cambio (el 9%) es el nitrógeno, que siempre se ha empleado como fertilizante.
Y, ¿cuánto se puede elevar la concentración de CO2 sin que las plantas empiecen a sufrir efectos negativos? En los invernaderos, dependiendo de una serie de circunstancias, se suele usar un nivel de entre 500 y 800 ppm; por encima de 800 ppm la fertilización mejora poco para la mayoría de las plantas, pero si para algunas. Se podría hablar de 1.000 ppm como el límite máximo para algunas plantas, y superior para las demás. Conviene recordar que la actual concentración en el exterior es de 406 ppm, bastante por debajo de aquellos umbrales.
Al ritmo presente -2 ppm más por año- se tardaría unos 300 años en alcanzar aquel límite superior, por lo que respecta a las plantas. A pesar de ello, seguirán exclamando que es muy urgente detener el incremento de la concentración del CO2 en la atmósfera.
Los humanos y la mayoría de los demás animales, tienen una tolerancia al CO2 muy superior. La NASA, para las misiones espaciales de mil días, ha calculado un techo de 5.000 ppm. Por consiguiente, llevaría milenios acercarnos a dicho valor, y que los humanos y otros animales empezaran a experimentar efectos negativos.
El CO2 aún puede aumentar mucho mientras sigue beneficiando al mundo vegetal y animal
En conclusión, a medida que el nivel de CO2 en la atmósfera continúe aumentando durante este siglo se intensificará su efecto fertilizante en la vegetación mundial, sin que ni las plantas ni los animales se vean perjudicados en su salud. Más beneficios del CO2.
Ya sé que el motivo de la preocupación, rayana a menudo en histeria, de los ecologistas radicales es el efecto de calentamiento global que el CO2 puede estar produciendo. Pero sobre esa hipótesis se tratará en otro artículo.
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Para ampliar los conocimientos sobre los efectos del CO2, se puede consultar la web del grupo de científicos “escépticos” estadounidenses CO2 Coalition: http://co2coalition.org/
Mi artículo del 5 de diciemre de 2019. Una alternativa climática realista, frente al circo de Madrid: la COP25
Para un mejor comprensión del proceso de reverdecimiento global y sobre el cambio climático en general, consultar la web británica The Global Warming Policy Forum (GWPF)
Puede acceder a los contenidos de la etiqueta “CO2 – Gases de efecto invernadero» (que siempre están actualizados), pinchando aquí.
Muy interesante y educador , me hubiera gustado que comenten sobre la deforestación, tala de árboles , mineras contaminantes que convierten lugares verdes en desiertos , industrias que contaminan nuestro mar, etc.etc.. si estás actividades atentan contra el co2 o los beneficios que nos da.
Soy de perú donde actualmente el poder económico y la corrupción esta involucrada con la minería que contamina y nos deja tierras estériles.
Estimado Carlos:
No cabe duda de que los intereses privados pueden provocar daños importantes al medio ambiente. Pero, ¿qué tal defendió la Naturaleza la Unión Soviética y los demás estados comunistas, que oincluso vaciaron el Mar de Aral y provovaron Chernobil -para poder producir encubiertamente combustibler para sus bombas nucleares? No ha habido mayores destructores del medio ambiente que los países del socialismo real.
Cualquier obra humana contiene defectos, pero no conozco ningún sistema económ,ico y social mejor que el capitalismo, aparte de las ensoñaciones de los ecologistas, que no son sino activistas de extrema izquierda, la gran mayoría de sus dirigentes.
Reciba un cordial saludo,
Gustavo Jaso
Todo, en su justa medida. Si no es así, se estará alterando ese orden natural que rige el mantenimiento de las condiciones idóneas para el desarrollo y mantenimiento de la vida en nuestro Planeta.
Estimado Manuel:
Tienes razón, hasta cierto punto. Frecuentemente diversos sistemas naturales están en equilibrio o en procesos de destrucción creativa.
Para justificar el catastrofismo inusitado que maneja el ecologismo, han difundido una noción absolutamente falsa y absurda. Que sólo si se mantienen casi todos los parámetros climáticos en valores muy próximos a los preindustriales, la Naturaleza estará en buen estado. En realidad, la temperatura atmosférica media global ha estado multitud de veces bastantes grados por encima, y también por debajo (en las glaciaciones) de la actual y la vida en el planeta ha proseguido y se ha enriquecido.
En casi todo hay muchísimo margen, pa