A pesar de la cumbre de Madrid se va abriendo paso una alternativa climática realista
En estas semanas de diciembre (del día 2 al 13) está teniendo lugar en Madrid la –nueva- Cumbre del Clima (COP25), de Naciones Unidas, que se debería haber celebrado en Santiago de Chile. Este enésimo circo, con los representantes públicos de casi 200 países y unos 15.000 activistas/fanáticos, está llevando al maximum la histeria climática.
By the way, ¿por qué no ha comentado nada esta caterva sobre el fresquito que está haciendo en Madrid estos días, por debajo de las medias de no sé cuantos años? ¿Ni sobre las grandes nevadas –antes de tiempo- que se están produciendo en buena parte del norte y nordeste de EE.UU.?
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Alternativa climática realista
La mayoría de los medios de comunicación convencionales de los países desarrollados, tanto los de izquierda –ya que es una política propia- como los de derecha que no se atreven a cuestionarla, vienen ignorando de forma casi absoluta la emergencia de un creciente cuestionamiento científico y político de las políticas climáticas al uso. Prácticamente, aplican una autocensura de prensa, sin apenas necesidad de que se lo pidan los poderes públicos ni, por ejemplo, la asfixiante burocracia de la Comisión Europea, que apenas tolera la discrepancia entre sus funcionarios y empleados.
¿Cuál sería el futuro profesional en Bruselas de alguien que ponga en duda la teoría del cambio climático, o que exprese opiniones discrepantes sobre los llamados derechos de los homosexuales, o que sea contrario a la práctica del aborto desde un cierto número de semanas de embarazo, etc.? ¿Dónde está la libertad de pensamiento en la Comisión Europea? Es evidente que únicamente son admitidas en Bruselas (sede de la Comisión Europea) las opiniones que se correspondan con el pensamiento políticamente correcto.
Y la alternativa climática se organiza
“Pero, sin embargo, se mueve” … la disidencia, en favor de políticas climáticas y energéticas realistas y responsables.
(Nota: es sabido que Galileo no pronunció realmente aquella frase, pero …)
Recientemente, 500 científicos y profesionales relacionados con actividades del cambio climático remitieron a Naciones Unidas una declaración titulada No Hay Ninguna Emergencia Climática, sobre la que traté hace unos pocos días.
No obstante, son miles los científicos y profesionales disidentes de la no-sabiduría convencional, pero que temen verse sometidos al ostracismo por sus compañeros de laboratorio o departamento universitario y perder la mayoría de la financiación para sus investigaciones. Semejante acoso acedémico está sucediendo en Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Alemania, Suecia, Noruega, Italia, Francia, Holanda, etc., pero de todos estos países hay cientítificos que figuran entre aquellos 500 que se han dirigido a NNUU.
Por otro lado, poco a poco, desde comienzos de este siglo han ido creándose, en muchos países occidentales, asociaciones y centros de estudio que practican la crítica del cambio climático y de las políticas energéticas.
Una de estas asociaciones, canadiense, la International Climate Science Coalition (ICSC), definió hace ya tiempo el núcleo de su ideario al que denominan Principios fundamentales.
Su lectura ayuda a hacerse una mejor idea de por dónde van las alternativas a lo que se está discutiendo estos días en la COP25, en Madrid.
A continuación, reproduzco el breve texto íntegro de aquellos principios.
La traducción es mía y he añadido –entre corchetes- aclaraciones cuando lo he estimado apropiado. Las negritas son todas, también, de mi cosecha.
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También puede leer:
500 científicos comunican a NNUU que No Hay Ninguna Emergencia Climática. 29 de noviembre de 2019
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Principios fundamentales sobre el estudio del clima y las políticas energéticas
CIENCIA CLIMÁTICA
1.- El clima mundial siempre está cambiando por efecto de factores naturales y las alteraciones [climáticas] recientes no tienen nada de excepcional.
2.- Los conocimientos científicos están evolucionando con rapidez en una dirección que les aleja del enfoque de que son las emisiones de dióxido de carbono [CO2] y de otros gases de efecto invernadero generadas por la Humanidad la causa de un peligroso cambio climático.
3.- Los modelos [matemáticos] del clima empleados por el IPCC * no son capaces de reproducir la evolución climática [que se produjo] en el pasado, a menos que se manipulen [ad hoc, dichos modelos], por cuanto carecen de la validez científica precisa para su empleo para efectuar previsiones sobre el clima y para las correspondientes [tomas de] decisiones políticas.
4.- El Resumen para Responsables [esto es, decisores nacionales] de Políticas, preparado por el [organismo] IPCC, de Naciones Unidas, así como las declaraciones efectuadas personalmente por altos directivos [de este organismo, directivos que suelen tener una procedencia política], con frecuencia contradicen las conclusiones que figuran en los informes [mucho más completos y extensos, pero poco leídos] preparados por los propios científicos [del IPCC].
[De los miles de páginas de estos estudios, los periodistas y los políticos sólo leen los resúmenes y notas de prensa que los altos directivos del IPCC preparan de modo directo y cuidadoso. En aspectos clave, suelen “meter la cuchara” (como decimos en España) agudizando el alarmismo y las previsiones más llamativas para la opinión pública. Los científicos del IPCC a menudo tienen opiniones más matizadas y previsiones menos catastrofistas]
Miles de científicos discrepantes invalidan que haya un consenso científico
5.- La pretensión de que existe un “consenso” [universal] entre los expertos en cuestiones climáticas, acerca de las causas del modesto calentamiento que se produjo el pasado siglo es refutada por miles de científicos independientes [que discrepan de la visión convencional, imperante, pero cuyas opiniones apenas trascienden a la opinión pública].
[Además, en las cuestiones científicas complejas -y el clima lo es-, lo habitual y saludable es que no haya un “consenso” que esté al margen de todo cuestionamiento, sino una constante discusión entre hipótesis alternativas, en función del resultado de diversas investigaciones]
6.- El dióxido de carbono [CO2] no es un contaminante, más bien es un reactivo de la fotosíntesis de las plantas y, como tal, resulta esencial para la vida en la Tierra.
[Por tanto, es también erróneo -una manipulación- hablar de países contaminantes referido a las emisiones de CO2]
7.- Debe acometerse de un modo más decidido [y continuo] la investigación en torno al Sol como uno de los principales factores [impulsores – drivers] del cambio climático global.
8.- [Cuando se han producido] a lo largo de la historia periodos de enfriamiento global han conllevado serios problemas para las sociedades humanas y para la Naturaleza, en tanto que [los periodos de] calentamiento global han sido generalmente muy beneficiosos.
Los cambios del clima apenas pueden predecirse con certeza
9.- No es posible predecir de forma fiable cómo cambiará el clima en el futuro, más allá de la certeza de que seguirán actuando factores tendenciales de calentamiento y [otros de] enfriamiento, de acuerdo a ciclos de una duración de varias décadas, lo que resalta la necesidad de estar preparados para adaptarse [a los cambios del clima].
[De hecho, uno de las principales causas de que el hombre haya llegado al punto actual, ha sido su capacidad de adaptación, incluso en épocas de escasísimos conocimientos técnicos y nulos recursos financieros. Son factibles prósperas sociedades humanas tanto en Finlandia, como también en Singapur, siendo la diferencia entre sus temperaturas anuales medias de 22º centígrados: 5ºC y 27ºC, respectivamente]
10.- Ya que la ciencia y la observación [de los fenómenos reales] no ha logrado validar la hipótesis de que la actividad humana está siendo la principal causa del cambio climático, resulta prematuro la adopción de “impuestos ecológicos”, mercados de derechos de emisión [carbon exchange markets] y otros mecanismos para controlar las emisiones de gases de efecto invernadero, que dañarían a las economías nacionales.
* Grupo intergubernamental de expertos sobre el cambio climático, de NNUU. (Intergovernmental Panel on Climate Change – IPCC)
ENERGÍA
1.- Las emisiones de dióxido de carbono y de otros gases de efecto invernadero derivadas de actividades humanas –tales como la generación de electricidad, el transporte, la producción de cemento, [los aparatos de] calentamiento y enfriamiento [de los edificios], etc.- parecen estar teniendo una influencia pequeña en el clima mundial.
2.- Las llamadas “nuevas tecnologías de energías renovables” son extremadamente caras y dependen de [recibir] enormes cantidades de subvenciones. Para que semejantes fuentes de electricidad intermitentes y de baja intensidad puedan mantenerse, es necesario que los consumidores paguen entre tres y diez veces más que el precio de las energías convencionales: carbón, petróleo, gas natural, hidroeléctrica y nuclear. Además, en la actualidad no es factible sustituir de manera segura una parte importante de nuestros suministros de energía convencional con fuentes alternativas como la eólica, la solar y la mayoría de los biocombustibles.
[Según ha informado el principal diario de Australia, The Australian, en la primavera de 2019, de fuentes de la Agencia Internacional de la Energía, el conjunto global de subvenciones públicas que van a recibir las energías renovables en 2019, asciende a la exorbitante cifra de 162.000 millones de dólares US. ¿Cómo se atreven a afirmar que las renovables son casi tan baratas como las energías convencionales? Aquella cifra de 162.000 millones de US$, supera en un 13% el valor total del PIB de Hungría en aquel año]
Las renovables apenas reducen el CO2
3.- Las nuevas tecnologías de energías renovables sólo ejercen un pequeño efecto sobre la [cantidad de] emisiones [de CO2], al no poderse confiar en ellas siempre que haga falta [energía, debido a su intermitencia]. En consecuencia, en todo momento deben estar disponibles centrales térmicas convencionales, de combustibles fósiles, [llamadas centrales de respaldo – peaking power plants] para cuando cese el viento o haya nubes que obscurezcan los rayos del Sol. Esto conduce a que se produzcan emisiones de CO2 adicionales [de dichas centrales de respaldo], que –en gran medida- contrarrestan las reducciones [de emisiones] proporcionadas por las renovables.
4,- La “independencia energética [nacional]” no es una razón apropiada para [justificar] la promoción de las energías renovables. Dicha independencia puede lograrse más fácilmente –y, sobre todo, de un modo mucho más barato- mediante la explotación de las abundantes reservas de combustibles fósiles nacionales [incluidos el petróleo y el gas obtenidos mediante el fracking], y dedicando una parte de la riqueza creada de esta manera a la investigación de potenciales nuevas tecnologías para el sector de la energía.
[El mejor ejemplo, pero en absoluto el único, es EE.UU. que, gracias al petróleo y gas de esquisto –extraídos por medio del fracking-, se ha convertido en el mayor productor de energía del mundo, prácticamente no dependiendo de suministros foráneos. Por su parte, Noruega, al explotar los yacimientos de combustibles fósiles (gas y petróleo) del Mar del Norte, ha conseguido amasar una fortuna de 1 billón (continental, con 12 ceros) de $US, para las futuras generaciones. El Norwegian Energy Fund es propiedad del estado de Noruega. Si se repartiera entre los ciudadanos actuales, tocarían a 190.000 US$ por persona]
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También puede leer:
Crítica del cambio climático y fuentes de información. 20 de junio de 2019
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[Nota de noviembre de 2021: en la versión original de este artículo, lo que sigue a continuación, estaba colocado al princpio]
El presidente del gobierno español en funciones siempre en cabeza … de lo peor
El propio presidente del gobierno español en funciones, el izquierdista y oportunista Pedro Sánchez, del PSOE, marcó el tono que vive el movimiento ecologista global en la inauguración de la Cumbre Climática de NNUU en Madrid, el día 2 de diciembre, con estas elocuentes y simpáticas palabras:
«solo un puñado de fanáticos niega la evidencia» del cambio climático.
Este personaje político encarna muy bien el espíritu de “inclusividad” y “valores democráticos” que caracteriza al ecologismo radical actual, a diferencia de aquellos estudiosos y activistas responsables a quienes se les puede denominar naturalistas u ecologistas moderados.
El presidente del gobierno español en funciones se caracteriza, en realidad, por su radical oportunismo y su extrema intransigencia. Quien no acepte -a rajatabla- el pensamiento y las políticas convencionales –como, por ejemplo, la mitad de España que somos de derecha-, ha de ser sistemáticamente deslegitimado, marginado y silenciado.
Para este tipo de personajes, la libertad de expresión es un peligroso estorbo que debe ser estrechamente controlada, desde las instituciones estatales y con la imprescindible colaboración de la mayoría de los medios de comunicación.
Intransigencia que comparte Pedro Sánchez con los sectores académicos dominantes en muchas de las universidades de los países occidentales, empezando por EE.UU. En Australia, también, se presiona, relega y, en algunos casos, se despide de la universidad a los profesores disidentes del pensamiento único, por ejemplo sobre la Gran Barrera de Coral, como expliqué recientemente en un artículo sobre el autoritarismo ecologista.
Dos ejemplos de la histeria climática en Madrid son suficientes
El fín del mundo
En la COP25, unos pronostican que el mundo acabará dentro de unas pocas décadas, mientras que los más “audaces”, que pasado mañana.
¿Pero no fue el gran biólogo, de la no menos célebre Universidad de Harvard, George Wald, quien en torno a 1970 ya nos atemorizaba de este modo? “La civilización sucumbirá dentro de 15 o 30 años [como tarde, en el año 2000], a menos que se tomen acciones inmediatas contra los problemas que amenazan a la Humanidad”. Cincuenta años han pasado y –como siempre- seguimos vivos y bien vivos, al tiempo que progresan los osos polares, etc.
La gravísima elevación de los océanos
En mayo de 2019, el moderado diario de izquierda The Washington Post, se hacía eco –sin el más mínimo sentido crítico-, de un nuevo estudio (publicado en la Proceedings of the National Academy of Sciences), informándonos sabiamente de lo siguiente:
“los investigadores han encontrado que es plausible, aunque no muy probable, que los océanos suban su nivel más de 2 metros en 2100” y la coletilla de siempre, “si las emisiones de CO” siguen siendo elevadas” y no se toman las medidas exigidas por el ecologismo radical.
Como en la ruleta: ¿Quién da más?
Veamos. El muy alarmista organismo IPCC, de Naciones Unidas, en su destacado 5º Informe de Evaluación, de 2014 (de una extensión de miles de páginas), preveía el aumento durante el s. XXI en un -excesivo- rango de entre 0,4 metros y 0,63 metros (Ver el Table 2.1, en la pág. 60, del Sinthesys Report)
¿Y qué opina el mayor experto?
Por otro lado, está la opinión de quien posiblemente sea el mayor experto sobre el nivel de los océanos. El Dr. Nils-Axel Mörner, de nacionalidad sueca, quien lleva 35 años estudiando los movimientos del nivel de los océanos, desde su tesis doctoral en 1969. De 1991 a 2005 fue director del Departamento de Paleogeofísica y Geodinámica de la Universidad de Estocolmo.
Pues bien, este personaje científico, en una entrevista en 2018, seguía opinando que la más probable subida del mar en 2100 se situará entre 10 cm y 20 cm.
Como él mismo afirmaba en aquella entrevista, esto ni es alarmante, ni supone ningún problema no ya insalvable, sino ni tan siquiera difícil de resolver. Que se lo pregunten a los holandeses, quienes llevan siglos con un 1/3 de su país por debajo del nivel del Mar del Norte.
Como dicen los flemáticos británicos ante semejantes situaciones: “just relax and take it easy“: simplemente, relájate y goza.
Por el contrario, los pobres ecologistas –¡con tantos sobresaltos!- deberían desarrollar enseguida úlceras de estómago … si realmente se creyesen sus propias mentiras. Pero yo les veo en buen estado de salud, incluso deslumbrantes con sus elevados sueldos y sus gastos pagados en todo momento. Además, creen estar salvando algo: sí, tiene razón, están salvando sus sueldos.
Hay que proponer a los institutos nacionales de estadística que añadan un nuevo sector de actividad, que aunque sea estrictamente improductivo, agrupará realmente en cada país occidental a decenas de miles de activistas/payasos/fanáticos, con sincero perdón a los payasos que no merecen ser comparados con las hordas climáticas del Extiction Rebellion y cia.
Hay un vídeo magnífico, en consonancia con este extraordinario artículo, de Diálogos en Libertad que a través de 3 expertos españoles prestigiosídimos -M. Teresa Esteban Bolea, Pedro Mielgo y Manuel Fernández Ordóñez- reafirma lo aquí escrito. Video por cierto muy poco difundido: https://youtu.be/sfyFu23Jw90
Muchas gracias, Juan José. Voy a verlo y lo introduciré en un nuevo artículo.
Tiene «gracia» que cada Cumbre siempre se cierra con un gran fracaso; también esta vez.
Desde la desaparición de la URSS, no había habido una campaña internacional de manipulación de la extensión y gravedad de la del clima.
Recibe un cordial saludo,
Gusyavo Jaso