Los países que usan más combustibles fósiles y nuclear tienen la luz más barata en Europa
Los datos sobre la capacidad instalada, por fuentes, per capita, se publican con mucho retrasado: los de 2019 son los últimos disponibles. Por este motivo, todo el gráfico se refiere a dicho año, 2019 y todas las referencias a precios en el conjunto de mi artículo se referirán a dicho año.
Cuando este gráfico pueda –por fin- elaborarse para 2021, la diferencia entre los países en uno y otro extremo del gráfico será mucho mayor que la que aparece aquí arriba.
Engrandecimiento de dicha distancia que se deberá al fuerte encarecimiento que está experimentando en 2021 la electricidad para los hogares en los países que aparecen en verde (España, Alemania, Reino Unido …). Esto es, los países que están haciendo un mayor uso de las llamadas “energías renovables” que, en realidad, se tratan de energías de empobrecimiento y totalmente ineficaces e insostenibles: en ausencia de las elevadísimas e interminables subvenciones públicas que vienen recibiendo, apenas existirían.
¿Puede alguien negar que el gráfico de arriba –basado en las estadísticas oficiales de la UE- muestra una considerable correlación entre el aumento en el uso de las renovables en un país y el fuerte incremento en el precio de la electricidad que están teniendo que soportar ya las familias de dichos países, incluso ya en 2019 y antes?
Por cierto, ya a fines de 2018 surgió en Francia el potente movimiento de los “chalecos amarillos”, en repulsa de los impuestos ecológicos sobre los combustibles para los automóviles, que irritó especialmente a las comunidades rurales que dependen totalmente de sus vehículos privados.
El gráfico se basa en datos reales no en previsiones de modelos o extrañas estimaciones amañadas
Lo que aparece en mi gráfico de portada no es ninguna “previsión”, ni ninguna “simulación matemática” como suelen hacer los ecologistas y los medios de comunicación: “Si no ponemos el mundo patas arriba, nuestro modelo predice que se producirán grandes catástrofes, etc.”
Son los datos reales de lo que sucedió verdaderamente ya en 2019, tras dos décadas de obsesiva aplicación de las políticas climáticas en la mayoría de los países de Europa occidental: Dinamarca, Alemania, Irlanda, España, Reino Unido, etc.
Esta cuestión de la composición por fuentes (carbón, gas, eólica …) de la electricidad de un país, se la conoce muy frecuentemente como el mix de su generación eléctrica.
[Nota: casi al final de mi artículo, expongo el cálculo más completo que conozco sobre el coste de producción eléctrica mediante cada una de las fuentes empleadas: carbón, gas, hidroeléctrica, nuclear, eólica y solar]
Otros factores, además del mix, influyen en el precio de la luz en cada país
Naturalmente, existen otros varios elementos que inciden también en el precio de la luz en cada uno de los países europeos, además de su mix en la generación de electricidad. Los países que cuenten con más interconexiones eléctricas o gasísticas con los países vecinos, podrán cubrir más fácilmente las insuficiencias del suministro eléctrico propio que puedan surgir, sobre todo si se trata de un país pequeño, como Dinamarca y otros.
Los países que, como España, dispongan de un mayor número de instalaciones para regasificar el gas natural licuado (GNL) que se importe en buques desde diferentes lejanos orígenes, en principio, pueden suministrarse mejor de este combustible, si las condiciones generales de suficiencia en el mercado global del gas lo permiten, cosa que no está sucediendo en estos meses pos-veraniegos de 2021.
Y así, hay otros tantos factores particulares del sistema energético de cada país, que influyen en el precio de su electricidad. Pero estas causas específicas, de cada país, no pueden definir una tendencia regional, como la mostrada en el gráfico de portada, que reproduzco a continuación –aunque no repito algunas de las notas al pie, para mayor brevedad.
El gráfico que muestra una correlación entre las renovables y un precio más alto de la electricidad
Fuente: Elaboración propia
Datos: A) Precios electricidad para hogares. Eurostat (Oficina Europea de Estadística) «Electricity Prices for Household consumers. All taxes, levies included». «Consumption from 2 500 kWh to 4 999 kWh – band DC»
Datos: B) Capacidad instalada per capita.
EurObserver. Wind Energy Barometer 2020. Table nº 1 Mi cálculo per capita con datos población UE (Ver abajo)
EurObserver. Photovoltaic Barometer 2020. Graph nº 1. (1) 2019 es el último año con datos de capacidad instalada.
Al final del todo de este artículo, el Cuadro 1 recoge el conjunto de los datos estadísticos que se reflejan en este gráfico
Precios: https://ec.europa.eu/eurostat/databrowser/view/nrg_pc_204/default/table?lang=en
Capacidad instal. eólica: https://www.eurobserv-er.org/wind-energy-barometer-2020/
Población: https://ec.europa.eu/eurostat/documents/2995521/11081093/3-10072020-AP-EN.pdf/d2f799bf-4412-05cc-a357-7b49b93615f1
Capacidad instal. solar: https://www.eurobserv-er.org/photovoltaic-barometer-2020/
Al final del todo de este artículo, el Cuadro 1 recoge el conjunto de los datos estadísticos que se reflejan en este gráfico.
————————————————————————-
También puede leer:
La escalada de precios de la electricidad en España y Europa no cesará mientras no se abandonen las políticas climáticas
22 de septiembre de 2021
————————————————————————–
La hidroelectricidad es una energía renovable, pero requiere ser diferenciada de las nuevas: eólica y solar
Conviene tratar aparte, por sus propios méritos, la energía hidroeléctrica que, aunque constituye verdaderamente una energía renovable, presenta diferencias muy sustanciales con la eólica y la solar.
En primer lugar, su volumen apenas puede aumentar en los países europeos; la orografía de cada país determina totalmente donde sería posible crear grandes embalses y, de ellos, casi todos están ya construidos, en Europa.
Por otro lado, su funcionamiento apenas necesita de subvenciones públicas, a diferencia de las renovables modernas: eólica y solar.
Finalmente, el coste de su electricidad–como veremos más adelante- ronda la mitad que las de estas dos energías del empobrecimiento: la eólica y la solar fotovoltaica.
En consecuencia, los países con una elevada participación de la energía hidroeléctrica en su mix, tales como Austria, Suecia, Rumanía …, disfrutan de precios inferiores a los que soportarían en ausencia de esta fuente convencional de electricidad. Si bien, su influencia es en general limitada, ya que en la UE-27, en 2019, la hidroelectricidad aportó por término medio un poco menos del 12% de la electricidad total.
Dinamarca y Alemania producen la electricidad más cara de Europa …. y del mundo
Los deshonestos dirigentes burócratas de la Comisión Europea, los irresponsables gobernantes de los países que aparecen en verde en el gráfico de arriba (como España), y también los de Francia, Italia … insisten en que “Alemania y Dinamarca marcan el camino a seguir”, al haber logrado implantar un mayor porcentaje de generación eléctrica a partir de las mal denominadas “energías sostenibles”: eólica y solar.
Dinamarca obtuvo en 2019 de las energías renovables modernas (eólica y solar) la friolera del 58% de toda su electricidad. (Ver el cuadro estadístico con los datos de la oficina UE Eurostat, bastante más abajo) No hay ningún otro país de Europa, ni del resto del mundo, que se le acerque, lo más mínimo. Resultado: los hogares daneses pagan la electricidad más cara del mundo: 29,2 cént. €/kWh. (ver el Cuadro 1, al final del todo) También contribuye a este encarecimiento que Dinamarca no dispone de energía nuclear, que es una de las más baratas.
Como punto de comparación, en EE.UU., también en 2019, el coste nacional medio, para uso residencial, fue de sólo 11,3 cént. €/kWh (o 12,55 centavos de US$/kWh). Esto es, en el país del fracking generalizado (en el gas, para centrales de CC, entre otros usos) y en donde todavía operan unas 240 centrales térmicas de carbón, su electricidad era más de 2,5 veces más barata que en Dinamarca, el país pionero de las renovables modernas.
En Alemania, en 2019, las renovables representaron el 28% del total y no paran de expandirse, año tras año, ya que han ido cerrando los 36 reactores nucleares de los que disponían en 2011, año en el que aportaron alrededor del 25%, que en 2022 se convertirá en un 0%, por la muy irresponsable decisión de Angela Merkel de cerrarlos todos.
Dinamarca no prueba que un sistema eléctrico nacional basado en las renovables sea estable ni garantice el suministro
Para los ecologistas y sus seguidores, no obstante, el caso de Dinamarca “demuestra” que no son ciertos los temores de los críticos de las renovables de que un sistema eléctrico nacional con predominio de este tipo de energías necesariamente será muy inestable, no pudiendo garantizar el suministro eléctrico demandado en todo momento y que, por tanto, los grandes apagones en extensas áreas serán imposibles de evitar.
Lo cierto es que Dinamarca es un país muy pequeño (con sólo 5,8 millones de habitantes, poco más de la mitad que los de Londres) y es vecino de dos grandes países (Alemania y Suecia) con quienes dispone de suficientes conexiones eléctricas internacionales, por las que importa fácilmente la electricidad que las renovables son incapaces de proveer, con frecuencia.
Según las estadísticas danesas, Dinamarca se vio obligada, por ejemplo, en 2016, a importar el 45% de su consumo eléctrico anual; eso sí, en otros momentos, pudo exportar un excedente de producción, pero lo que importa es la importación bruta, sin la que la red nacional se habría caído infinidad de veces a lo largo del año.
Éxito de Dinamarca y Alemania en empobrecer a sus ciudadanos y ahuyentar la industria y otras actividades
El supuesto gran mérito de Alemania (coste de su luz en 2019: 28,78 cént. €/kWh) y Dinamarca (29,24 cént. €/kWh) es haber conseguido infligirse el mayor castigo energético imaginable: la electricidad para sus hogares (y para las empresas) es la más cara que existe en todo el mundo. Además, cada año su suministro es más inestable e inseguro al depender de la intensidad del viento y del nivel de insolación, que son factores intermitentes y que escapan por completo a la acción humana.
Cuando en 2022 se cierre la última central nuclear en Alemania (por la funesta decisión de Angela Merkel, tras el accidente de Fukushima, en 2011), veremos cuanto tiempo transcurrirá hasta que la inestabilidad del sistema eléctrico desemboque en grandes apagones de luz, por insuficiencia de la generación de electricidad en determinados periodos, con condiciones climáticas adversas, como ha pasado el verano de este año 2021.
Además, ya en enero de este año 2021, se estuvo a punto de producir grandes apagones en Alemania, Francia, Italia y otros varios países europeos.
Un creciente número de hogares de bajos ingresos caen en la pobreza energética, teniendo crecientes dificultades para hacer frente a las facturas de la luz y del gas para calentar sus viviendas. Los bonos sociales públicos que se están creando, no dejan de constituir un mero parche.
Las empresas industriales más intensivas en el consumo de energía, hace tiempo que van trasladando a otros países (como China o EE.UU.) sus plantas de fabricación, en una continua deslocalización industrial trasnacional o fuga del carbono.
En España también han comenzado ya las noticias de parones temporales de la producción industrial o incluso el posible cierre de fábricas por el alto precio de la electricidad
En España, estos pasados días, importantes empresas industriales como ArcelorMittal [siderurgia], Sidenor [aceros especiales] o Fertiberia [abonos] ya han anunciado paradas temporales de su producción, por los altos precios de la electricidad.
Según el diario económico español El Economista, “Alcoa [aluminio] anunció este miércoles el cierre de dos de sus tres fábricas en España, la de Avilés y la de La Coruña, argumentando, sobre todo, los altos precios energéticos; Cemex [cemento] anunció el martes la clausura de otras dos fábricas -en Almería y Baleares- por la regulación europea del CO2, directamente ligada a la energía; Arcelor [siderurgia] ha paralizado una línea de galvanizado en Asturias; hay problemas en la gallega Hércules de Armamento [fabricación de armas y municiones] y en Coopbox en Murcia [envases plásticos y biodegradables]; y Ford [automóviles] no ha garantizado la continuidad de su fábrica en Almussafes [Valencia]”.
Hungría consigue la electricidad más barata de la Unión Europa … y así va a seguir siendo durante décadas
En Hungría, el precio de la electricidad para sus hogares es 2,7 veces más barata que en la pionera Dinamarca: 11,0 cént. €/kWh, frente a los 29,2 cént. €/kWh en Dinamarca.
En relación a España, el precio en Hungría es 2,2 veces inferior: 11,0 cént. €/kWh, que en España fueron 23,9 cént. €/kWh, consecuencia, principalmente, de las elevadísimas subvenciones que concedió a las renovables el anterior presidente socialista –PSOE- del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, quien elevó el precio de la luz para los hogares el 72% durante sus funestos mandatos, a comienzos de el presenter siglo (2004-2011).
Este precio de Hungría no es sólo el más bajo de los diecisiete países que aparecen en mi gráfico, sino de los actuales 27 estados que componen la Unión Europea. Quien quiera comprobarlo, puede pinchar aquí, aunque aparecerá la última información disponible: en estos momentos, es la del 1º semestre de 2021.
La más poderosa causa de esta gran bonanza económica para los ciudadanos y las empresas de Hungría, se encuentra en el cuadro a continuación, que muestra el mix de generación de electricidad en dicho país.
https://appsso.eurostat.ec.europa.eu/nui/show.do?dataset=nrg_ind_peh&lang=en
En definitiva, casi el 48% de su electricidad procede de centrales nucleares y casi el 45% de centrales térmicas de gas y carbón. Las ineficientes y carísimas energías renovables modernas, tan sólo suponen el 6,5%, frente –por ejemplo- a casi el 26% en España y el 58% en Dinamarca.
[Nota: Al final del todo de este artículo, el Cuadro 2 muestra los datos completos del mix de generación de electricidad, por fuentes, para cada uno de los países que figuran en el gráfico de portada]
La expansión futura de la generación de electricidad en Hungría se basa en la energía nuclear
Los sucesivos gobiernos de Hungría, con un apoyo casi unánime del parlamento nacional (330 contra 16, en 2009), tienen en marcha un plan para añadir 2 nuevos reactores nucleares, a los 4 existentes. La construcción de uno de ellos comenzará en estos próximos meses y entrará en servicio en 2026. El otro reactor, está previsto que se conecte a la red en 2027.
Cuando esta expansión nuclear esté completada, alrededor del 60% de las necesidades de electricidad del país estarán aseguradas mediante la energía nuclear, frente al casi 48% en 2019.
Esta política va a garantizar un muy bajo precio de la electricidad para los hogares (y las empresas) de Hungría durante las próximos años y décadas, una considerable suficiencia de la producción nacional y una gran estabilidad de su red eléctrica nacional, ya que las nucleares constituyen centrales de base (base load power plants) –como las de carbón y gas-, de gran constancia en su ritmo de generación, en agudo contraste con la intermitencia intrínseca a las renovables.
Según el diario de negocios de Budapest, en 2019 Hungría dependió el 27,6% de la importación de electricidad de sus países vecinos, lo que contrasta fuertemente con el 45% de dependencia exterior de Dinamarca.
El primer ministro de Hungría sobre la presente crisis energética en Europa
El diario de negocios de Budapest, en lengua inglesa, hace escasos días colocaba el siguiente subtítulo a una de sus crónicas sobre la actual escalada de los precios de la electricidad en Europa:
“El Primer Ministro Viktor Orban ha declarado que las iniciativas de la Comisión Europea relativas al Acuerdo Verde [de la UE] elevará los precios de la energía y ¨acabará con las clases medias¨ de Europa”. Orban añadía que “las fantasías utópicas [de la Comisión Europea] nos van a liquidar”.
Las fuentes de generación de electricidad, una a una: de las más baratas a las más caras
Ya que todo este artículo está centrado en la decisiva influencia que el mix de generación de electricidad de cada país ejerce sobre el precio de la luz que se ven obligados a para sus ciudadanos (y, de modo análogo, sus empresas), resulta imprescindible disponer de una idea sobre el coste que, verdaderamente, supone generar electricidad de una u otra de las fuentes disponibles.
Como ya expuse detenidamente en mi artículo de abril de 2019, el método de cálculo de dicho coste que vienen empleando las organizaciones internacionales, conocido como los costes normalizados de la energía (Levelised cost of energy – LCOE), favorece enormemente a las nuevas renovables (eólica y solar), al dejar fuera los denominados costes ocultos de las renovables.
De dichos cuatro tipos de costes ocultos, uno de los principales es el relativo a tener que mantener –todo el año, todos los años- las llamadas centrales de respaldo (principalmente, de gas, y a veces de carbón, que permanecen inactivas la mayor parte del tiempo), para cuando el viento o la insolación disminuyen en extensas áreas, pudiendo así suministrar la electricidad demandada que las renovables no alcanzan a hacerlo. Su operación es totalmente ruinosa y sólo pueden permanecer abiertas gracias a otro chorreo de subvenciones.
El sistema LCOE no las tiene en cuenta, como si su existencia no se debiera a las eólicas y solares. Para Europa no he encontrado ningún estudio que tenga en cuenta las centrales de respaldo (power peak plants); ni a la Comisión Europea, ni a los insensatos gobiernos nacionales de Europa occidental, les interesa que se conozca el verdadero coste de las renovables.
Los costes comparativos teniendo en cuenta las centrales de respaldo
Ahora bien, respecto a EE.UU. he localizado un estudio que cuantifica, al menos, el coste que ocasionan las centrales de respaldo para la generación de electricidad mediante la energía eólica y la solar fotovoltaica. El patrocinador es el centro de estudios, con sede en Washington, DC, Institute for Energy Research.
Como se aprecia claramente en este cuadro, a los precios del gas y de los otros combustibles existentes en 2018, la energía nuclear y las centrales de gas natural (de ciclo combinado) eran las formas más baratas de generar electricidad. La energía hidroeléctrica y las centrales térmicas convencionales de carbón, eran algo más caras, que las anteriores. A estas cuatro, se las puede denominar las fuentes tradicionales de electricidad.
Ahora bien, el coste de la eólica y de la solar doblaban el de las anteriores, siendo con gran diferencia las fuentes más caras de producir electricidad.
¿Acaso no encaja esto, en Europa, con que sean Dinamarca y Alemania los países que producen las electricidades más caras, mientras que Hungría y Polonia disfrutan de las más baratas? (Puede consultar el Cuadro 2, aquí abajo)
Las cifras de la Oficina Europea de Estadística de las que procede el gráfico de portada
Precios: https://appsso.eurostat.ec.europa.eu/nui/show.do?dataset=nrg_pc_204_c&lang=en
Capacidad insta. eólica: https://www.eurobserv-er.org/wind-energy-barometer-2020/
Población: https://ec.europa.eu/eurostat/documents/2995521/11081093/3-10072020-AP-EN.pdf/d2f799bf-4412-05cc-a357-7b49b93615f1
Capacidad insta. solar: https://www.eurobserv-er.org/photovoltaic-barometer-2020/
Cuadro completo con el mix de generación de electricidad, por fuentes, en 16 países de la UE y Reino Unido
Para los precios. Banda de consumo entre 2.500 kWh y 5.000 kWh.
https://ec.europa.eu/eurostat/databrowser/view/nrg_pc_204/default/table?lang=en
Para el mix de la generación:
https://appsso.eurostat.ec.europa.eu/nui/show.do?dataset=nrg_ind_peh&lang=en
Otros artículos de mi blog relacionados con este tema
A poco se produjo un gran apagón en varios países europeos por las renovables. 17 de febrero de 2021
Las fantasías del Cero Neto (de emisiones) suponen un experimento económico ruinoso. 7 de junio de 2021
Los combustibles fósiles son la base de la economía mundial y lo seguirán siendo mucho más allá de 2050 21 de julio de 2021
¿Hay relación entre el uso de renovables y un alto precio de la electricidad en un país? 20 de abril de 2019
Deja una respuesta