Cero neto. Emisiones cero. Cero crecimiento económico. Recuperación económica, cero.
Fuente: Global Warming Policy Forum (GWPF)
El artículo que expondré a continuación se refiere al Reino Unido, pero en otros muchos países occidentales, como España, puede aplicarse gran parte de lo que aquí se va a explicar, porque las políticas climáticas que se plantean en unos y otros países son muy similares.
“Con su plan radical [el del gabinete conservador del Reino Unido] para descarbonizar por completo la economía hacia 2050 –esto es, el “cero neto”- … únicamente las clases acomodadas podrán permitirse poseer vehículos privados y pasar vacaciones en el extranjero [dentro de un par de décadas]. Un número creciente de personas no estarán en condiciones de calentar sus viviendas [cada invierno]”.
“Si aquellos planes se van aplicando conforme a su lógica, significará el fin del modo de vida confortable [para el conjunto de la sociedad] que hemos disfrutado durante generaciones”.
Quien así se expresaba el 21 de mayo, era el diputado del Parlamento británico, por el Partido Conservador (desde 2010), Steve Baker. Viene siendo miembro de los comités de transportes y Tesoro (esto es, Hacienda) del parlamento de Westminster; ambos comités están muy relacionados con las políticas climáticas.
Como es sabido, la descarbonización de la economía ha sido aprobada ya por buena parte de los países occidentales, para alcanzarla hacia 2050, con un primer objetivo para 2030.
Esta política implica renunciar casi completamente a las enormes ventajas que suponen los combustibles fósiles (gas natural, petróleo y carbón) como fuentes de energía para la industria, el transporte, la generación de electricidad y la calefacción de las viviendas, locales comerciales y oficinas.
Recordemos que ni uno sólo de los actuales países desarrollados lo han conseguido sobre otras bases que no hayan sido los combustibles fósiles.
Clases medias y trabajadores deberán soportar grandes recortes de su nivel de vida
El político conservador Steve Baker, continúa manifestando que “Cuanto más estudio [las políticas del cambio climático], me vuelvo más preocupado de que nos estamos embarcando en un experimento económico ruinoso … Con su programa radical para alcanzar la completa descarbonización del conjunto de la economía para 2050 –esto es, el “cero neto”-, aquello es a lo que se están comprometiendo los [actuales] ministros conservadores” [del Reino Unido].
“El coste [total, a lo largo de varias décadas] de descarbonizar la economía [en el Reino Unido] se ha estimado en 100.000 libras esterlinas [unos 116.00 euros] por hogar”.
“Whitehall [esto es, la zona londinense donde se encuentran las principales instituciones del Gobierno británico] afirma que la cifra es inferior [a aquella], pero no permite que nadie conozca cuáles son sus cálculos”.
El diputado británico, continúa afirmando que “Los costes de la descarbonización se están disparando; los consumidores [británicos] están siendo forzados a proporcionar [cada año] 10.800 millones de libras esterlinas [equivalentes a unos 12.500 millones de euros] a las energías renovables a través de las facturas de la electricidad”.
Para obtener una idea de la magnitud de esa cifra, podemos decir que supone el 77% de todo el presupuesto del Estado de España para las pensiones en 2020 (antes de los fondos UE previstos desde 2021), que fue de 16.333 mill. €.
Dividiendo aquella cifra de las subvenciones por los 19,2 millones de hogares existentes en Reino Unido, resulta que en la actualidad cada hogar está pagando a las energías renovables –en subvenciones- unos 650 euros, cada año.
Naturalmente, como afirma el diputado Steve Baker, “serán los más pobres quienes van a pagar un precio más elevado por las fantasías del cero neto”.
Las actuales élites urbanas occidentales apoyan todo el paquete progresista
Algo menos de la mitad de aquella cifra de subvenciones (los 12.500 millones de euros, al año) la pagan directamente los hogares británicos en sus facturas eléctricas. El resto lo soportan las empresas industriales y de servicios (en sus recibos eléctricos), pero lógicamente lo repercuten a los consumidores en los precios de sus productos y servicios.
A diferencia de lo que va a suceder con las clases populares, aquellos costes serán mucho más llevaderos para las élites y profesionales cosmopolitas de las grandes urbes, como Londres, Nueva York, Madrid o Paris.
Estas élites, por otro lado, están entregadas al conjunto del paquete ideológico del progresismo: el llamado derecho al aborto, las demandas de género de los lobbies LBGT, las medidas antirreligiosas, el ecologismo radical, el odio hacia la historia y la cultura de Occidente, la apertura de las fronteras a cualquier número de inmigrantes ilegales, el feminismo radical, etc.
Conviene señalar que aquellas políticas climáticas están suponiendo una de las mayores operaciones de redistribución nacional de renta que se ha conocido en los países desarrollados occidentales en toda su historia. Una redistribución desde las clases medias y los sectores vulnerables (como los pensionistas) –que representan la gran mayoría de la población- hacia los millonarios, ecologistas o no, que poseen y dirigen las empresas de las energías renovables.
Las revueltas que se avecinan ya fueron anunciadas por las amplias protestas de los chalecos amarillos en Francia
Steve Baker, el diputado conservador británico, prosigue su razonamiento del siguiente modo: “Sólo ahora [en la primavera de 2021], cuando el asunto del Brexit ha quedado [finalmente] atrás y la economía y la vida comienzan a abrirse tras la pandemia [del Covid-19], algunos comentaristas están empezando a cuestionarse si las familias, los negocios y la economía británica en su conjunto podrán realmente hacer frente a los costes astronómicos de las energías renovables”.
La conclusión a la que llega Steve Baker es que “Si los ministros [británicos] no obtienen ahora y preservan el consentimiento del público [en general] al programa cero neto, con explicaciones suficientes y honestas sobre los costes y los cambios [en nuestra forma de vida] que se avecinan … finalmente se producirá una horrible rebelión [popular]”, contra el empeoramiento permanente de sus condiciones de vida.
Lo cierto es que, tratándose de un programa que va a poner patas arriba las vidas de la gran mayoría de la sociedad, apenas se ha debatido entre el público británico y, además, se ha incurrido en una gravísima anomalía democrática de base: el gobierno británico no ha presentado –en ningún momento- una evaluación de los costes que van a producir estas políticas climáticas.
La rebelión de los chalecos amarillos en Francia en 2018
En Francia, durante más de cuatro meses -comenzando a mediados de noviembre de 2018-, tuvieron lugares movilizaciones populares generalizadas, que se conocieron como la rebelión de los “chalecos amarillos”.
Sus protagonistas fueron las clases medias y trabadoras del medio rural, no las élites de las zonas metropolitanas. Como suele suceder con movimientos sociales amplios, se identificaron varios factores explicativos.
Pero, como dije en mi artículo de aquellos días, “El principal motivo de las protestas” fue “el encarecimiento de los carburantes (gasóleo y gasolina)”, debido al “impuesto ecológico que grava los combustibles (el TICPE), que aumenta fuertemente cada año desde abril de 2014”, esto es, que había ido elevándose a lo largo de más 4 años.
Esto mismo es lo que –por ejemplo-, ha decidido el parlamento de España a mediados de mayo de 2021 con la aprobación de la Ley de Cambio Climático, promovida por el Gobierno izquierdista del Presidente Pedro Sánchez.
En el medio rural la inmensa mayoría de sus habitantes necesitan sus vehículos privados para los desplazamientos diarios. El sistema público de transportes no puede cubrir estas necesidades cuando la población está dispersa. Por otro lado, las invocaciones de carácter ecologista que se hicieron en Francia a que esos ciudadanos “compartieran coches” en sus desplazamientos, no sólo era irrealizable sino que resultaban una verdadera tomadura de pelo.
Las renovables son insostenibles. Sólo sobreviven mediante un flujo interminable de subvenciones
¿Hace cuantos años nos están contando que está bajando mucho el coste de producir electricidad mediante las renovables y que “ya son sostenibles”? Muchos. Desde finales de los años 90; unos 25 años.
(Para acceder a un informe sobre subvenciones de la Agencia Europea del Medio Ambiente de 2004, con datos hasta 2001, pinchar en el siguiente enlace y se descargará. Ver la Table 2:
Energy subsidies in the European Union: A brief overview )
Durante ese cuarto de siglo las mal llamadas “energías sostenibles” no han dejado de recibir elevadas subvenciones públicas, que –además- no han cesado de crecer, año tras año. Sin ellas, la gran mayoría de los eufemísticamente denominados “huertos eólicos” y “granjas solares” cerrarían de inmediato.
Por lo tanto, las energías renovables ni han sido, ni son ahora sostenibles, por mucho que se retuerzan los argumentos.
La previsión es que continúen recibiendo subvenciones hasta 2050.
Hace un par de años titulé uno de los artículos de mi blog del siguiente modo:
“¿Hay relación entre el uso de renovables y un alto precio de la electricidad en un país?”
Y, respondía, “naturalmente que existe esa relación y cuanto más uso de renovables haga un país, mucho más elevado será el precio para las familias y también para su sector industrial y el transporte”.
El siguiente gráfico sintetizaba esa relación-de-hierro, podría decirse, existente en Europa y por todos los rincones de la Tierra.
En España Rodríguez Zapatero aumentó el 72% el precio de la electricidad
Al poco tiempo de llegar al poder el Presidente del Gobierno de España, Rodríguez Zapatero, el coste de la electricidad en España se encontraba, en 2004, donde ahora está Rumania: en torno a 12,7 céntimos de euro / kWh.
A comienzos de 2012 (cuando aquel funesto personaje del PSOE acababa de perder las elecciones) el precio para los hogares era ya de 21,9 céntimos €. (Fuente: Eurostat. Elegir: All taxes and levies included, y los años deseados, y pinchar en “Update”).
Aquel gobernante socialista produjo un aumento del 72% en el precio de la electricidad para los hogares en España. Rodríguez Zapatero no dejaba de aladear en todo tipo de foros de la gran ampliación que había dado al uso de las energías renovables y eso era verdad … pero contraproducente.
Entre comienzos de 2012 y el año 2017, en 5 años, bajo el gobierno conservador del Partido Popular, el precio sólo subió un 4,8%: de los 21,9 ct.€ / kWh en 2012, se pasó a 23,0 ct.€ / kWh en 2017.
Como todo el mundo debe recordar, dicho gobierno aplicó un estricto frenazo a la expansión de las energías renovables, anulando muchas de las subvenciones concedidas por el anterior gobierno; por ello, muchos inversores internacionales recurrieron al centro internacional de arreglo de diferencias sobre inversiones (CIADI), del Banco Mundo y ganaron compensaciones.
En 2004, España estaba entre el grupo de países europeos con un precio bajo de la electricidad. Hace cuatro años, en 2017 (como muestra el gráfico), nuestro país se había colocado “en cabeza” de los que sufren una electricidad más cara. Concretamente, en el 4º puesto (junto con Irlanda) de los diecinueve países recogidos en el gráfico de más arriba.
El fenómeno de la pobreza energética se debe muy principalmente a las renovables
Aquí no hay espacio para abordar este asunto. Me limito a repetir lo que dije en mi artículo de noviembre de 2019.
“Aún estamos sufriendo las consecuencias hoy en día [de las políticas climáticas de Rodríguez Zapatero] y [el actual Presidente del Gobierno de España] Pedro Sánchez quiere repetir el experimento con el dispendio de una (segunda) transición ecológica. De conseguirlo, la pobreza energética (esto es, la imposibilidad de calentarse adecuadamente en invierno) se extenderá aún más, a cientos de miles de familias humildes por toda España”.
Otros artículos de mi blog relacionados con estos temas:
500 científicos comunican a NNUU que No Hay Ninguna Emergencia Climática. 29 de noviembre de 2019
Una alternativa climática realista, frente al circo de Madrid: la COP25. 5 de diciembre de 2019
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