Fracaso de la Cumbre Climática. Las mujeres también pueden fracasar, como estas tres.
Teresa Ribera (Ministra de Transición Ecológica de España, en funciones). Carolina Schmidt (Presidente COP25 y Ministra Medio Ambiente de Chile). Patricia Espinosa (Secretaria Ejecutiva del UNFCCC)
Cuando la cumbre climática de Madrid -por fin- se clausuró el domingo día 15, con dos días de retraso respecto al calendario previsto, no se había conseguido ningún resultado en los dos aspectos en los que se centraba esta enésima conferencia, con más de 15.000 fanáticos asistentes.
La agencia británica Reuters, reflejaba la decepción de los dirigentes mundiales que siguen creyendo es estas políticas del clima.
1) “La [conferencia] COP25, en Madrid, se tomó como una prueba de la voluntad colectiva de los estados para prestar atención a quienes” reclaman mayores compromisos de los países para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (principalmente, CO2).
Es dentro de doce meses, en la nueva conferencia-festival en Glasgow (Escocia), en diciembre de 2020, cuando deberán formalizarse esos nuevos recortes, pero se suponía que los principales países emisores mostrarían en Madrid sus propósitos para la acción con cierta precisión.
“Pero la conferencia … únicamente asumió una [vaga e inespecífica] declaración sobre la ¨urgente necesidad¨” de efectuar más recortes. Declaración que el Secretario General de NNUU, Antonio Guterres, consideró “decepcionante”.
Ni EE.UU., ni China, ni Rusia, ni Japón, ni Australia, ni Brasil dieron a entender que en Glasgow darán importantes pasos para disminuir sus emisiones de CO2.
El mercado global de carbono tampoco ha despegado
2) El segundo objetivo de la COP25 era alcanzar un acuerdo sobre las normas para constituir –a partir de 2020- un mercado global para las transacciones de derechos de emisiones de CO2. No hubo tampoco ningún avance. A corto plazo no se pondrá en marcha esta política climática; tampoco parece que lo hará a medio ni largo plazo. Según informaron algunos delegados, Australia y Brasil –cuyos respectivos gobiernos discrepan seriamente de las políticas climáticas- intentaron aguar todo lo posible dicho mercado global de emisiones. La delegación de EE.UU. –de muy bajo nivel- tampoco ayudó, como es lógico y comprensible.
El único éxito de la cumbre
Verdaderamente, el único “éxito” que están ofreciendo los ecologistas sobre la cumbre de Madrid, es que la Unión Europea, en el transcurso de la misma, haya decidido asumir el compromiso de alcanzar la neutralidad en carbono en 2050.
Nadie discute que sea un avance para estas políticas, pero uno para el que ya se llevaba presionando internamente en la UE desde hacía tiempo.
Además, Polonia (el 80% de cuya electricidad es producida con carbón) ha conseguido quedar al margen de esta política. Otros países centroeuropeos –con yacimientos de carbón o sin ellos- van a alcanzar también medidas compensatorias que les serán beneficiosas, pero que disminuirá el alcance del compromiso de la UE: como, por ejemplo, contar como “energía renovable” a la electricidad producida por las centrales nucleares, lo que tiene mucho sentido. La UE sigue y seguirá muy dividida en estas cuestiones.
La Presidente Van der Leyen repite el error
La nueva Presidente de la Comisión Europea, la Sra. Van der Leyen, democratacristiana alemana, se ha equivocado gravemente al seguir colocando la lucha contra el cambio climático como uno de los primeros objetivos de la UE.
Pretende la Sra. Van der Leyen –como sus predecesores- que la UE “ejerza” el liderazgo mundial en este asunto –aprovechando que a EE.UU. no le interesa esto, ahora-. Pero lo único que volverá a cosechar la UE es quedar aislada: ni EE.UU., ni China, ni Rusia le seguirán. Además, esta política continuará provocando la huida de empresas por los altos costes de la energía en Europa y agravará la desindustrialización del continente. ¡Menudo legado va a ser el suyo, Sra. Van der Leyen!
Además, Sra. Van der Leyen, debería Vd. saber que Europa, por mucho que la Comisión Europea siga haciendo daño a la economía, no va ni si quiera a hacerse en 2050 a aquella neutralidad en carbono. Le guste a Vd. o no, en 2050 los combustibles fósiles seguirán aportando la mayoría de la energía en la Unión Europea.
El fracaso era el único resultado posible de la Cumbre de Madrid … y de las venideras
No es en absoluto sorprendente que la conferencia-espectáculo de 12 días de duración y unos 15.000 participantes-activistas, finalizara en descalabro.
La mayoría de los principales países emisores de CO2 –países emisores, que no contaminantes- están realmente alejados de este absurdo y perjudicial proceso de las conferencias COP, de Naciones Unidas.
Además de Australia y Brasil, otros países como China (el primer emisor), India (el 3º emisor), Rusia (el 4º emisor), Japón (el 5º emisor) y EE.UU. (el 2º emisor) han vuelto a demostrar que no están dispuestos a perjudicar sus economías –abandonando los combustibles fósiles- por esta histeria climática de unas pocas naciones de Europa occidental y del sector progre de EE.UU.
El Presidente Trump, ya en junio de 2017 puso en marcha el proceso administrativo para abandonar formalmente el Acuerdo del Clima de Paris, en una de sus decisiones más acertadas y valientes. El 4 de noviembre de 2020, al día siguiente a las elecciones presidenciales, EE.UU. dejará de formar parte de dicho Acuerdo, con independencia de quien gane esos comicios.
Muy pocos países están –realmente- comprometidos con las políticas climáticas
China, a pesar de aparentar a bombo y platillo querer poner freno a sus emisiones de CO2, todos los meses inaugura nuevas plantas térmicas de carbón.
En China hay unas 1.100 nuevas plantas de carbón en construcción o previstas para los próximos años, para poder seguir creciendo y elevando el nivel de vida de sus ciudadanos. Sólo niñatos o gobernantes irresponsables (como Macron, Angela Merkel, Pedro Sánchez, etc.) pueden criticar a este país por actuar de ese modo, poniendo por delante los intereses de sus ciudadanos, no “Salvar el Planeta”.
Lo mismo hace Japón –construir unas 45 nuevas centrales de carbón-, con toda razón, ya que desde el accidente de la central nuclear de Fukushima (en junio 2011) está cerrando sus otras plantas nucleares. India, que hace frente a una creciente demanda de electricidad (ya que varias decenas de millones de personas todavía no disponen de suministro eléctrico), tiene en construcción o planeadas otras 400 centrales de carbón.
Turquía está construyendo más de 90 centrales de carbón adicionales.
Por otro lado, China está construyendo unas 300 más centrales de carbón, fuera de sus fronteras. Turquía, Vietnam, Indonesia, Bangladés, Egipto … son algunos de los países que están primando el suministro de electricidad barata a su población, frente a las políticas climáticas.
Resumen de qué países se someten realmente a los recortes de sus emisiones
El siguiente cuadro sintetiza por qué la COP25 ha sido una nueva farsa, ya que los países que suponen alrededor de las 2/3 partes de las emisiones mundiales, en realidad no están haciendo apenas esfuerzos para reducir sensiblemente sus emisiones.
Para ocultar este dato decisivo, los ecologistas y los gobiernos (sobre todo europeos) que están tomando parte en esta bufonada, hablan –por ejemplo- de que India (el 3º emisor mundial) está instalando mucha energía eólica y fotovoltáica –lo que es cierto-.
Ahora bien, ocultan que India no cesa de construir decanas de nuevas centrales térmicas de carbón (ya que les proporciona la electricidad más barata y fiable, y con carbón nacional). También esconden que a mediados de siglo su mix energético será casi igual al actual. Esto es, hacia 2050 el porcentaje de las renovables en la demanda final de energía de India, apenas habrá crecido, aunque sí su potencia instalada.
He incluido a Polonia como un país que sólo a medias cumple las políticas climáticas, porque, por un lado, al estar en la UE, tiene que aceptar medidas climáticas; ahora bien, Polonia, como ya dije, que logrado –dentro de la UE- seguir usando el carbón como su principal combustible para generar electricidad.
En la Conferencia de Copenhague (COP15) en 2009 empezó la debacle de las negociaciones internacionales
Fue hace justo diez años, a comienzos de diciembre de 2009, cuando encallaron las negociaciones internacionales para alcanzar un acuerdo mundial, legalmente vinculante, para reducir las emisiones de CO2. No han vuelto a arrancar, más que como espectáculo mediático y como ejercicio de masoquismo y suicidio económico de los países de Europa occidental y Canadá.
La UE (y la Comisión Europea) sufrieron en Copenhague en 2009 la más vergonzosa y humillante derrota diplomática, no ya sólo en el campo climático, sino en cualquier otra área. La UE quedó absolutamente aislada e ignorada. Barack Obama negoció directamente con China, India y Brasil, sin ni si quiera consultar a la UE.
Todo esto, contado con cierto detalle, pueden leerlo en mis -primeros- artículos aquí y para identificar las causas de tamaño descalabro diplomático, en este otro artículo.
Los valerosos pensadores (como Nigel Lawson –GWPF- y el danés Bjorn Lomborg, entre otros) que ya entonces se atrevían a expresar públicamente sus ideas y análisis –los escépticos o realistas climáticos-, ya habían previsto que Copenhague fracasaría. También anunciaron que el planteamiento de obligaciones jurídicamente vinculantes de reducciones nacionales de las emisiones, se abandonaría para siempre, como así está siendo.
Gracias a estas personas, yo puede recoger sus acertadas previsiones varias semanas antes de abrirse el circo anual en diciembre de 2009.f
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