El actual calentamiento salva millones de vidas en el planeta. Ahora hay calentamiento, pero hace siglos hubo un prolongado enfriamiento. La temperatura siempre ha oscilado por causas naturales. 2018 fue muy frio en Reino Unido y parte de EEUU.
Hace tiempo que nadie discute que desde, aproximadamente, el año 1900 está en marcha un proceso de calentamiento global; hasta hace unos años se creía que dicho calentamiento había comenzado antes, hacia 1850, pero se ha rectificado.
Este periodo de mediana duración (abarcando algunas décadas) está teniendo lugar una vez que concluyó el precedente y prolongado periodo de enfriamiento del planeta (varios siglos), entre -más o menos- los años 1300 y 1900 (unos 600 años), al que se conoce como la Pequeña Edad de Hielo (Little Ice Age).
Esta sucesión de periodos de aumento y disminución de la temperatura global no tiene nada de extraño ni de novedoso: ha sucedido en tantos otros anteriores ciclos climáticos de nuestro planeta (ver el gráfico de más abajo) a lo largo de decenas de miles de años.
Como dije en un anterior artículo, “Quien tenga dudas sobre [aquel periodo de] enfriamiento, que observe los grabados y cuadros británicos y holandeses, de la época, representando multitud de escenas sobre el río Támesis y canales holandeses, helados, con numerosas personas [y hasta carrozas] sobre los mismos”.
Carrozas sobre el río Támesis helado.
Como se dice en la sinopsis de este libro, cuya portada represento aquí arriba: “El río Támesis se ha helado de un modo intenso en 40 ocasiones … entre 1142 y 1895”.
La pretensión ecologista de que “el actual calentamiento no tiene precedentes” y está conduciendo a “inéditas catástrofes”, carece por completo de fundamento. Nunca ha habido largos periodos de gran estabilidad de la temperatura del planeta Tierra.
Permanente variación de la temperatura global
Estimación de la temperatura mundial: los pasados 11.000 años, desde la última glaciación
Fuente: https://edberry.com/blog/climate-physics/agw-hypothesis/temperature-and-co2-history-2/
La principal conclusión sobre lo anterior es que muchísimo antes de que los humanos pudiéramos ejercer la más mínima influencia sobre el clima mundial, diversos factores naturales han ocasionado -siempre- considerables subidas y bajadas de la temperatura media global de la atmósfera, así como de todos los demás componentes del clima: la temperatura de los océanos, corrientes marinas, las precipitaciones (y sequías), el nivel del mar, etc.
Un reciente libro (2021) sobre el conocimiento actual acerca del clima, recoge el siguiente gráfico de la evolución de la temperatura mundial a lo largo de los pasados cinco millones de años. (Cada una de las cinco áreas verticales usa una diferente escala temporal; la de la derecha recoge los pasados 10.000 años, correspondiendo con el gráfico de arriba, pero con menos detalle)
Temperatura global del planeta Tierra
(Anomalía de la temperatura terrestre del aire)
(Últimos 500 millones de años)
Fuente: Libro Unsettled (2021). Steven E. Koonin. (Pág. 43)
La “anchura” de la línea responde a los constantes movimientos de la temperatura, aumentando o disminuyendo de unos a otros periodos temporales. En la última área (a la derecha), el descenso de la temperatura global entre hace 20.000 años y 10.000 años refleja la última glaciación.
El autor del libro (Steven Koonin) afirma que “la temperatura relativamente cálida y estable de los pasados 10.000 años [desde la última glaciación] ha contribuido al rápido desarrollo de la civilización”.
Probablemente el calentamiento seguirá siendo moderado, como el que estamos viviendo
El actual proceso de calentamiento global, iniciado alrededor de 1900, abarca ya unos 120 años.
Pero, a su vez, este proceso de medio plazo se subdivide en fases más cortas, con rasgos propios. Así, está bien documentado que entre 1900 y 1940 aumentó la temperatura media del planeta; luego, entre 1940 y 1980 (esto es, durante la infancia y juventud de personas de mi edad) se conoció un pequeño enfriamiento (que todos los que lo vivimos, recordamos); finalmente, -entre 1980 y 2022– se está experimentando un nuevo y reducido calentamiento … del que nadie sabe cuánto durará.
Los alarmistas insisten en el carácter catastrófico del presente calentamiento, mientras que los datos apuntan claramente a un proceso moderado, nada preocupante.
Ante este lento calentamiento la única reacción racional consiste en que las comunidades humanas -como han hecho desde hace cientos de años- nos adaptemos a las nuevas condiciones climáticas, en lugar de tratar de poner toda la economía mundial y nuestro modo de vida patas arriba, pretendiendo cambiar el clima mundial con la carísima e ineficaz “transición ecológica” en la que están embarcados casi todos los países occidentales.
Mueren muchas más personas en el mundo por frío que por calor
Entre las muchas manipulaciones, deshonestas, de los ecologistas está exagerar las eventuales consecuencias negativas de dicho calentamiento, pretendiendo olvidar sus -bien conocidos- efectos positivos.
Uno de los más importantes efectos virtuosos del calentamiento global está siendo la reducción en el número de muertes por efecto de temperaturas excesivas (técnicamente llamadas temperaturas no óptimas: demasiado elevadas o demasiado bajas). Esto no tiene nada de sorprendente, porque es conocido universalmente por los médicos e investigadores de estas materias que el número de personas que mueren por excesivo frío es varias veces superior al de quienes fallecen por un calor desmesurado, en verano.
Hace un par de años, la revista profesional británica sobre temas sanitarios The Lancet (Planetary Health), que es además una de las más veteranas y reconocidas internacionalmente, publicó un estudio de un grupo de científicos de universidades de Australia. La investigación concluía que de los 5,1 millones de muertes anuales en el mundo por temperaturas no óptimas, las provocadas por un excesivo frío suponen unas 9 veces más que las debidas a un excesivo calor: concretamente, 4,6 millones, frente a 0,5 millones, respectivamente.
Por tanto, a medida que va aumentando la temperatura media global el número de muertes -en invierno- que se evitan es mucho mayor que las muertes adicionales que se van produciendo durante el verano, por el excesivo calor.
Los más vulnerables al frio son las personas mayores, especialmente si sufren gripe o padecen de manera crónica enfermedades cardiovasculares, respiratorias, renales, diabetes y otras.
El excesivo calor ambiental puede provocar ataques al corazón, infartos y otras enfermedades cardiovasculares, así como apoplejías por calor (insolaciones). De nuevo, los mayores de 65 años son quienes sucumben mayoritariamente.
El caso bien estudiado de Inglaterra y Gales: 500.000 menos muertes por frío en 20 años
Reino Unido es uno de los países del mundo que primero comenzó a interesarse por las posibles consecuencias negativas del calentamiento global, por cuanto su Oficina Nacional de Estadística (ONS) introdujo herramientas estadísticas para medirlas. Ahora bien, algunas de sus estadísticas -como ésta- no cubren la totalidad del país, sino tan sólo Inglaterra y Gales, no Escocia.
El principal diario conservador británico, The Telegrah, tituló la noticia del siguiente modo: “De cómo los inviernos británicos más templados han ¨salvado¨ medio millón de vidas”.
Como es sabido, el calentamiento global está suponiendo -sobre todo- que los inviernos sean menos rigurosos, en vez de los veranos más calurosos.
The Telegraph añadía que “Medio millón menos de personas murieron en Inglaterra y Gales a consecuencia del frío durante los pasados 20 años [de 2001 a 2020], a resultas del calentamiento del clima, según muestran los datos de la ONS”. El descenso fue, en realidad, de 509.555 personas: unas 27.000 por año.
El diario británico recuerda que “la investigación [científica] viene mostrando de manera consistente [desde hace años] que el tiempo frío es mucho más letal que el caliente”. A continuación, hace referencia a un estudio de la revista profesional The Lancet, de 2015, que es distinto al estudio al me aludí más arriba. Dicho estudio “observaba [los cambios producidos] en 384 localidades de 13 países, incluyendo Reino Unido, Australia, EE.UU. y España, llegando a la conclusión de que el tiempo frío causa 17 veces más muertes que el tiempo caliente”.
Estos datos son claramente relevantes, pero -con la excepción de diarios como The Telegraph o del estadounidense WSJ- ¿cuándo han visto Vds. que sean difundidos por los medios o por los gobernantes cuando se discute sobre el calentamiento global y sus efectos sobre la población?
Otros artículos de mi blog sobre estos asuntos:
La temperatura global aumenta de forma moderada. No hay ninguna emergencia. 23 de noviembre de 2019.
Ni el fenómeno El Niño ni otras importantes variaciones del clima mundial tienen relación con la teoría del cambio climático. Variabilidad natural del clima. 23 de noviembre de 2019.
El aumento del nivel del mar está siendo moderado. No hay ninguna emergencia. 19 de enero de 2022.
El frío mata a más personas que el calor. El caso de Inglaterra. 11 de abril de 2018.
Numerosas muertes por calor en Francia y Europa en 2003, que no se han repetido. 31 de enero de 2023.
¿Pretender alterar el clima mundial o adaptarse al cambio climático? 11 de diciembre de 2021.
500 científicos comunican a NNUU que No Hay Ninguna Emergencia Climática. 29 de noviembre de 2019.
Muertes e inundaciones en Alemania. No se deben al cambio climático sino a un gran fallo del sistema de protección civil. 2 de julio de 2021.
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