Obra de los 4 anteriores presidentes
Cuando Donald Trump accedió a la Casa Blanca (el 20 de enero de 2017) se habían construido ya unos 1.000 km. de muros y vallas, en el anterior cuarto de siglo (desde 1993); un tercio del total de la frontera. Doce meses después no ha habido aún cambio alguno sobre el terreno.
Finalmente, a principios de enero de 2018 la Administración Trump ha dado a conocer muchos de los principales rasgos de su proyecto, enmendando las ideas iniciales de Trump.
El muro de Trump tiene mucha historia, en realidad. La Administración y el partido GOP siguen consiguiendo encauzar, aunque sin desvirtuar, las promesas de Trump durante la campaña electoral.
Estado de construcción del muro en 2016, antes de Trump
La rabiosa oposición actual a todo cuanto tenga que ver con la seguridad en las fronteras de EE.UU., equivale a la demagogia en España sobre el “papeles para todos” en tiempos de un tal Rodríguez-Zapatero (que fué el primer presidente del gobierno de un PSOE radicalizado, entre 2004 y 2011).
Quienes ahora escuchen el griterío cuasi-histérico de la izquierda estadounidense y de buena parte de la europea contra “el muro de Trump” deben haber pensado que este proyecto es algo totalmente inédito, algo que ningún otro presidente había podido ni pensar en ello antes.
El muro se fue construyendo a lo largo de unos 25 años
La verdad, es justo lo contrario y bien lo sabe la izquierda de allí. Como veremos a continuación, cuatro presidentes a lo largo de un cuarto de siglo han intervenido activamente en su diseño y construcción. ¿Cómo podría calificarse a aquel comportamiento de la izquierda?
El mapa de arriba indica con líneas rojas los tramos ya construidos con muros (walls) o vallas (fences); éstas, son estructuras de no más de unos 3,5 metros de alto (como en la fotografía de abajo), fáciles de rebasar a pie, aunque impiden el paso de vehículos.
En total, lo ya construido alcanza unos 1.000 km de longitud (unas 650 millas), cubriendo casi toda la frontera internacional de California, Arizona y Nuevo México, aunque persisten unas cuantas discontinuidades (parcialmente observables en el mapa).
Dicha cifra representa la tercera parte de toda la frontera. Los puntos rojos aislados en el mapa, indican el vallado de la divisoria dentro de las ciudades fronterizas, pero sin barrera física alguna a ambos lados.
(En noviembre de 2018 di cuenta en un artículo de uno de los primeros intentos multitudinarios de asalto a la valla, bajo la nueva Administración)
Valla (fence), en zona rural
1.- La construcción de muros y vallas: 1993 – 2006
1A.- El primer tramo de barrera física entre EE.UU. y México se construyó en 1993, para separar las ciudades de San Diego (California) y Tijuana, sobre la costa del Pacífico.
Tijuana era una de las dos mayores ciudades mejicanas situadas en la frontera con EE.UU. (junto con Ciudad Juárez, un millón de habitantes en 1995, ahora casi el doble) y el principal lugar de paso clandestino hacia el norte, no existiendo ninguna barrera natural de separación entre ambas ciudades. El tráfico de drogas era también muy activo por dicho paso.
La primera construcción, efectuada en 1993, era una simple valla de acero, de 3,3 metros de altura (algo semejante a la de la fotografía de arriba), con una longitud de 22 km (14 millas).
La construcción se realizó en el primer año de la presidencia de Bill Clinton (demócrata), 1993, aunque la decisión se había tomado el año anterior bajo George Bush padre.
Muro entre San Diego (California), izquierda, y Tijuana (México). Construida en 1993
Ya plenamente bajo la Administración de Bill Clinton (quien adoptó bastantes políticas centristas, hoy rechazadas de plano por los activistas de izquierda) se aprobó en 1996 la ley IIRIRA.
Esta ley instaba a convertir la muy simple valla inicial de San Diego en un sistema más efectivo de tres barreras físicas paralelas, que se finalizó en 2006 (bajo Bush). Los agentes de frontera podrían viajar con rapidez por los caminos entre las vayas, hasta el punto en que hubiera un “salto”.
La solidaridad con los pobres debe estar subordinada a la seguridad nacional
Viendo imágenes como las de la fotografía de arriba, de zonas densamente pobladas en la frontera, ¿cómo se atreve nadie a oponerse a que hallan muros, sean uno, dos o tres?
Estas personas realmente desean dejar al país indefenso frente a la avalancha que se produciría … en realidad, ya se está produciendo a pesar de las vallas, en nombre de una solidaridad muy mal entendida, que debe estar subordinada a las exigencias de la seguridad nacional.
¿Es que no quieren aprender de la catástrofe del “Wellcome refugees” ocurrida en Europa en 2015 y 2016? Están a lo suyo: el oportunismo para ganar el voto de los 57,5 millones de hispanos que vivían legalmente en EE.UU. en 2016.
1B.- Gran impulso de George Bush. 2006 a 2008
George Bush, hijo, comenzó su presidencia en enero de 2001, encontrándose enseguida con el ataque del 11 de septiembre y la correspondiente guerra en Afganistán, emprendiéndola él luego en Irak en 2003.
En este ambiente de inseguridad nacional, en 2005 Bush volvió su atención al peligro que suponía la frontera sur, obteniendo una amplia aprobación por el Capitolio de su Ley de una Valla Segura (Secure Fence Act) de octubre de 2006.
De los 44 senadores demócratas bastante más de la mitad, 26, votaron en favor de la ley. Entre ellos figuraban un senador llamado Barack Obama, la senadora Hillary Clinton y un senador por Nueva York, Chuck Schumer, que actualmente es el líder de la oposición en el Senado. El voto total fue de 80 a 19.
De los 201 representantes demócratas de la Cámara Baja casi una tercera parte, 64, apoyaron la ley. Los votos totales fueron de 288 a 138.
Esa ley no era cualquier cosa. Dicha ley autorizaba y encomendaba al Ejecutivo efectuar la construcción del muro tal como lo conocemos en la actualidad. Dictaba la construcción de 700 millas, de las que hoy hay 650 millas. Además, establecía para bastantes tramos (en los de mayor densidad de población) que se construyesen dos barreras físicas paralelas. Al año siguiente, Bush obtuvo del Congreso eliminar esa obligatoriedad, dejando las manos libre al Departamento de Seguridad Interior para que decidiera cómo actuar en las diferentes situaciones y de pasar no gastar tanto.
1c.- Barack Obama.
Cuando Obama accedió a la Casa Blanca en enero de 2009 prosiguió la construcción del muro, hasta 2011, conforme a lo dispuesto por la ley aprobada en 2006 bajo George Bush.
En 2012 Obama abandonó toda ampliación del muro, que en aquellos momentos tenía la misma longitud que en la actualidad, unos 1.000 km (650 millas), un tercio del total. También paralizó en 2012 la instalación de los equipos de vigilancia de última generación, el llamado “muro virtual”, por su elevado coste.
Al llegar Obama al poder, en enero de 2009, se habían acabado 578 millas de muro y vallas. En diciembre de 2011 se alcanzó la cifra actual: 650 millas.
Por tanto, durante sus 3 primeros años Obama construyó 72 millas (esto es, 115 km) de nuevo muro. Quizá hubiera que emplearse el término de muro de Trump y Obama.
Con aquellas construcciones Obama completó el trazado del muro tal como se recogía en la ley de 2006, aunque quedaban tareas de modernización de los equipos empleados que no se llevaron a cabo.
Muro simple, en una zona urbana
Del anterior repaso histórico se ha comprobado que fueron 4 presidentes quienes impulsaron y construyeron el muro y las vallas en la frontera con México ANTES de que Donald Trump llegara a la Casa Blanca.
Dos presidentes demócratas (Bill Clinton y Barack Obama) y dos republicanos (George Bush, padre e hijo). El actual rasgado de vestiduras por parte de la izquierda estadounidense es puro partidismo e hipocresía y parece que no les importa poner en peligro al país.
Además, a continuación comprobaremos que el diseño concreto que ha filtrado la Administración Trump a comienzos de 2018 resulta mucho más sensato que las ideas iniciales de Trump.
Actual propuesta de la Administración federal
John Kelly, general de Marines retirado y actual Jefe de Gabinete de la Casa Blanca, hace años supervisaba la seguridad en la frontera sur de EE.UU. lo que le llevó a comprender los grandes riesgos que comporta esta zona.
No sólo por la gran entrada de inmigrantes ilegales y de droga, sino como posible vía para los terroristas.
Por ello, este prestigioso militar está apoyando -pero también redefiniendo- el proyecto de Trump. Muchos otros republicanos también venían planteando estas políticas antes de la llegada de Trump a la política nacional.
2.- Los planes de Donald Trump desde 2017. El muro de Trump, etc.
Completar el muro en la frontera con México para reducir la inmigración ilegal y la entrada de drogas fue una de las promesas estrella de la campaña electoral de Trump en 2016.
Y era una promesa que recibía un intenso respaldo de los activistas movilizados en favor de Trump. Pero realmente no se habían precisado las características del proyecto.
Durante 2017 este asunto quedó en un muy segundo plano de la acción política, pero desde enero de 2018 ha pasado a una posición destacada, con ocasión de las negociaciones para legalizar la situación de los inmigrantes que, siendo menores de edad, entraron ilegalmente en al país con sus padres: los denominados “soñadores” (DACA).
La primera semana de enero de 2018 se filtró parcialmente el contenido de un documento sobre el plan de la nueva Administración, elaborado por el Departamento de Seguridad Interior (HSD, equivalente a un Ministerio del Interior en Europa), despejándose mucho de lo que aspira a conseguir Donald Trump y su Administración.
Muro en zona urbana. Plaza de toros de Tijuana. Costa del Pacífico
El plan, desvelado a medias en enero de 2018, es de 10 años de duración y se compone de dos grandes apartados:
a) Construcción de unos 500 nuevos km. de muros y vallas (hasta cubrir en total la mitad de la frontera), y reforzamiento u elevación de las 2/3 partes del muro existente (unos 650 km).
b) Otras medidas de seguridad en las fronteras y robustecer los organismos de aplicación de las leyes de inmigración (jueces y fiscales).
Conviene aclarar, de entrada, que el Partido Demócrata está absolutamente en contra de cuanto tiene que ver con la construcción o renovación del muro, pero podría llegar a considerar algunas de las medidas comprendidas en el segundo apartado.
a) Construcción y fortalecimiento del muro
Los 500 nuevos km de muro o vallas llevaría el total construido a unos 1.500 km, equivalentes a la mitad del recorrido total de la frontera, que es de 3.000 km.
Dicho de otra manera, el actual plan del muro de Trump admite dejar la mitad de la longitud de la frontera con Mxjico sin ningún tipo de infraestructura tipo muro o valla. Al comienzo, Trump pretendió extender el muro a toda la frontera, esto es, a todo el tramo de la frontera de Tejas que es, principalmente, lo que resta por construir.
Tanto los congresistas como el gobernador de Tejas, que conocen bien el terreno y suelen ser republicanos, le convencieron de dejar abiertos los largos tramos de frontera que discurren por montañas más o menos abruptas y amplias zonas desérticas.
Tampoco se precisa un muro en bastantes cientos de kilómetros del recorrido de Río Grande, en zonas desérticas, inhabitadas. Hasta ahora existe un muro desde la desembocadura en el Golfo de México hasta unos 150 km en el interior (McAllen y Reynosa), que es el tramo más densamente poblado.
Hoy en día el plan prevé extender el muro a lo largo del rio Grande a partir de McAllen, más hacia al interior, hacia el noroeste, unos 350 km, hasta alcanzar la localidad tejana de Laredo.
Río Grande, al oeste de Tejas
Un segundo elemento de esta actividad constructiva sería el reforzamiento y la elevación de la altura de las 2/3 partes del muro y vallas existentes, esto es, en unos 650 km.
El presupuesto total para estas dos partes del proyecto asciende a 18.000 millones de dólares, a lo largo de un periodo de 10 años.
b) Otras medidas de seguridad en las fronteras (no el muro de Trump) y para la aplicación de la ley
Este apartado comprende 3 conceptos:
— Construcción de torres de vigilancia integrada, mediante equipos de observación de día y de noche, tecnología de imágenes térmicas, etc., vehículos aéreos no tripulados (drones), alumbrado en más tramos y otros equipos.
Todas estas tecnologías ya han sido probadas con éxito en partes de esta frontera y en la larga frontera entre Israel y los territorios palestinos y egipcios (península del Sinaí). A este concepto de vigilancia se le denomina a veces como “un muro virtual” (Secure Border Initiative Network. SBInet). El presupuesto sería de 5.700 M$, para cinco años.
Torres de vigilancia integrada
— Caminos y carreteras rurales. Para la construcción de nuevas vías y mantenimiento de las existentes, que permitan un rápido desplazamiento de los agentes de frontera, se destinarían 1.000 M$, en cinco años.
— Nuevo personal. El plan plantea contratar en siete años un total de 5.000 nuevos agentes de frontera (que se unirían a los 20.000 existentes) y 55 nuevos jueces especiales por año. En siete años, el importe total sería de 8.500 M$.
La cifra total de este apartado de medidas -no de construcción del muro- ascendería a 15.200 M$ en una década.
Presupuesto necesario para el actual plan de la Administración
En consecuencia, el importe para llevar a cabo el conjunto del plan (construcción del muro y otras medidas de seguridad) totalizan 33.200 M$, en 10 años.
Esta cifra global, o por lo menos la correspondiente a la construcción del muro de Trump (18.000 M$), quedaría adscrita a una cierta figura presupuestaria federal (trust funds); este concepto obligaría a ser empleada únicamente a la finalidad que se defina en el plan, con independencia de quien sea el inquilino de la Casa Blanca en el futuro.
Hasta el momento actual, el Congreso no ha aprobado ningún presupuesto para la construcción del muro, ni para las otras medidas de seguridad de la frontera sur.
Muro en zona semiurbana
3.- ¿Cuál es la magnitud del problema?
En otro artículo volveremos más adelante sobre los flujos inmigratorios en EE.UU. De momento, consideraremos algunas cifras ilustrativas, referidas tan sólo a la inmigración ilegal, no al contrabando de drogas.
En 1993, año en que se construyó la primera valla al sur de San Diego (California) el número de personas aprehendidas en toda la frontera con México al intentar entrar ilegalmente en EE.UU. fue de 1.212.886. Por tanto, una cifra superior a la que realmente entró en Europa entre finales de 2015 y comienzos de 2016.
En los tres años anteriores, el número había sido análogo al de 1993.
Aquella cifra (preparada por los agentes de frontera, los U.S. Border Patrol, USBP) no es una estimación, ni una encuesta sino lo que podríamos llamar un fichero administrativo, sumamente exacto.
Al haber sido detenidos al entrar en suelo estadounidense de manera ilegal, existe el nombre, apellido, nacionalidad, fecha de nacimiento, etc. de cada uno de los aprehendidos.
La USBP forma parte de la muy amplia agencia federal de Aduanas y Protección de las Fronteras (CBP, de las iniciales en inglés).
Aunque no haya una relación determinista entre las dos variables que vamos a mencionar, puede considerarse que cuantas más personas sean detenidas en las fronteras, más entradas ilegales exitosas deben haberse producido.
4.- ¿Sirve para algo el muro?
Quienes sostienen opiniones, que más bien son desatinos, de que “el muro no sirve para nada” deberían mirar estas estadísticas, pero eso no les interesa.
En 2006, cuando George Bush sacó adelante la ley para construir la mayor parte del muro, las aprehensiones fueron de 1.072.018.
Cuando en 2011 Obama acabó la construcción del muro previsto en la ley de 2006, las aprehensiones bajaron a un mínimo de varias décadas: 327.577. Una tercera parte de la cifra de 2006.
En 2017, tan solo con el efecto disuasorio de las medidas anunciadas por el nuevo presidente –que no llegaron a aplicarse todavía- se alcanzó un nuevo mínimo histórico: 303.916.
Naturalmente, la contratación de más agentes de fronteras, la mejor dotación de equipos menores y otros factores también habrán contribuido a este magnífico resultado, pero la construcción del muro y de las vallas tiene que haber jugado un papel preponderante.
Por último, no hay que olvidar que para los años recientes (2015 o 2016) puede calcularse que entran en EE.UU. cada año, aproximadamente, 1,7 millones de personas.
Esto incluye las entradas con visado para una cierta permanencia (1 millón), aquellos que entrando de esa manera se quedan en el país al vencer su visado y luego consiguen integrarse en el mercado legal de trabajo (0,5 millones) y los inmigrantes ilegales que logran su objetivo (unos 280.000).
Esto se analizará con más detalle en otro artículo. ¡Y aún hay izquierdosos que insisten en que EE.UU. es muy xenófobo y bobadas parecidas! 1,7 millones de entradas al año.
De acuerdo a este articulo vemos que Donald Trump es el único honesto en el gobierno estadounidense. Cada dia me impacta mas y mas la prensa corrupta que tenemos. A Donald Trump lo acusan de todo lo que sucede en el país, pase o no pase pero ha sido el único candidato democráticamente honesto. Decir en plena campañana electoral que haria el muro de protección entre México y Los Estados Unidos fue un acto que pudo costarle la presidencia. A él no le importó. Ahora bien, la prensa y cualquier noticia que se busque en la Internet le dicen «El muro de Trump» en vez de decir que los hipócritas Demócratas en Washington DC fueron los autores ilntelectuales del famoso muro entre ellos Barack Obama,Hillary Clinton y Chuck Schumer y los Bush Republicanos .ARTICULOS COMO ESTE NOS DEMUESTRA QUE DECIR LA VERDAD SIN OFENSAS ES EL VERDADERO PERFIL DE INFOMACIóN AL PUBLICO. No se pierdan este articulo pero quise recalcar aqui este párrafo que está muy interesante para que aprecien la falsedad de los politicos que han querido culpar a Donald Trump de lo que todos ellos iniciaron y ahora con la diferencia que Trump lo está siendo mejor. Y ese es el odio que el genera entre los que no aprecian el valor de trabjar gratis haciendo que la nación prospere.
«De los 44 senadores demócratas bastante más de la mitad, 26, votaron en favor de la ley. Entre ellos figuraban un senador llamado Barack Obama, la senadora Hillary Clinton y un senador por Nueva York, Chuck Schumer, que actualmente es el líder de la oposición en el Senado. El voto total fue… de 80 a 19.
Estimada Alila, si este es su nombre. Muchas gracias por su comentario. Su sorpresa al leer este artículo sobre el muro solo puede compararse a la que yo tuve cuando me puse a rebuscar en los medios cómo se había llegado a 2016 en el asunto del muro.
Lamento la tardanza en responderle.
Creo que todos somos conscientes de que Donald Trump dista mucho, mucho de ser nada parecido a un político con grandes cualidades. Cualquiera podría rellenar medio folio con su declaraciones o actuaciones que nos parezcan erróneas. Ahora bien, si que se pueden escribir muchas de sus cualidades como gobernante. Una de ellas: al no ser un político profesional, al uso, ha mostrado una intensa preocupación por llevar a la práctica las medidas de muchos tipos que anunció durante la campaña de 2016. Además, se ha atrevido a cuestionar la marea progresista que se nos está echando encima, en EEUU y en el resto de Occidente. Yo seguí de cerca -vívía allí- la campaña de 2016, con unos 15 precandidatos republicanos y puedo afirmar que ninguno de ellos se hubiera enfrentado a las maldades de la izquierda como está haciendo Trump.
En su primer mandato ha empezado a anular mucha de la legislación progresista y sustituirla por otra conservadora. Pero la enormidad de la tarea que hay por delante sólo podría más o menos completar y afianzarla con un segundo mandato.
Efectivamente, el nivel de manipulación de los medios de izquierda es verdaderamente brutal. Trataré de proporcionar información veraz y de fuentes de fiar.
Nuevamente, gracias por sus comentarios,
Gustavo Jaso