Se amplía el cuestionamiento del Cero Neto en Europa. (Banderas UE a media asta frente al edificio de la Comisión Europea en Bruselas)
“[La política climática del] cero neto [de emisiones] se atasca [en el mundo occidental]. ¿Ahora qué?”
Así es como los editorialistas de la agencia de noticias de negocios Bloomberg titulaban hace unos pocos días su artículo. Agencia estadounidense que es totalmente favorable a las políticas climáticas, como vuelve a mostrar en este editorial.
Los editorialistas de Bloomberg constatan que “los votantes se están planteando cuestiones legítimas sobre las políticas del cero neto: ¿Cuánto van a costar? ¿Qué beneficios proporcionarán? …”
Prosiguen los periodistas observando que al ir comprobando los ciudadanos de diversos países occidentales los elevados costes de las políticas climáticas, “Semejante escepticismo está alterando el escenario político: desde las recientes pérdidas de apoyo electoral del Partido Verde en Alemania, a la caída del gobierno de coalición en Holanda, en parte debido al enfado de los ganaderos por las reducciones forzadas de las emisiones de óxido de nitrógeno [que producen sus explotaciones]”.
Vigorosa reacción contra las políticas del cero neto
Una columna de opinión del diario digital conservador estadounidense Daily Caller, lleva por título:
“Una vigorosa reacción [backlash] contra las políticas del cero neto [de emisiones] está finalmente tomando forma [en Europa]”.
Se hace referencia en dicho artículo a que “recientes elecciones en Europa [a lo largo de 2022] han originado gobiernos más conservadores en Suecia, Italia y Grecia”. Lo que da a entender -según el periodista- que “la marea parece estar volviéndose en contra de los destructivos efectos de las políticas en favor del cero neto”.
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Puede leer en mi blog: También Suecia vira en sentido conservador. 19 de octubre de 2022.
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Al columnista estadounidense se le ha pasado por alto mencionar otro reciente cambio de gobierno en un país europeo, muy significativo. En Finlandia (país tradicionalmente gobernado por el progresismo) se ha formado, este pasado mes de junio, un gobierno de unión de los cuatro partidos de derecha, incluido el partido Los Finlandeses (Finnish Party), al que los progresistas tildan de pertenecer a la “extrema derecha”; este partido de la derecha conservadora alcanzó la segunda posición en los comicios del pasado mes de abril y procede del Partido Rural de Finlandia.
Este tipo de ejecutivo nacional es totalmente inédito en Finlandia, donde el principal partido de la derecha se solía aliar -cuando llegaba al gobierno- con formaciones de corte liberal y con algún partido moderado de izquierda.
Nuevo primer ministro Petteri Orpo (3º desde la izquierda). Riikka Purra, líder del partido Los Finlandeses (1ª por la izquierda). Las otras dos políticas son las líderes de los otros dos partidos de derecha coaligados.
Este nuevo gobierno de Finlandia se asemeja a los hoy existentes en Italia, Polonia y Suecia … aunque parece haber fracasado en España -por poco margen- en las elecciones generales del 23 de julio; en el momento de redactar este artículo, todavía no se sabe que partido político va a conseguir formar gobierno.
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También puede leer en mi blog: Está comenzando un profundo cuestionamiento del cero neto en Europa, desde los poderes nacionales (1 de 2). 5 de agosto de 2023.
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“Se está haciendo más difícil sacar adelante reformas medioambientales en la UE (Euronews)”
El canal de TV de la UE, Euronews-ardiente defensor de las políticas climáticas-, se planteaba hace unos días -con inquietud-, “Por qué se está haciendo más difícil sacar adelante reformas medioambientales en la UE”. Su respuesta era que estamos presenciando en Europa un creciente rechazo a las medidas medioambientales, en general, incluidas las políticas para lograr el cero neto. Fenómeno político para el que han inventado el término “greenlash” [rechazo de lo verde].
Los autores de esta noticia de Euronews aclaraban que “a medida que los gobernantes van expandiendo los objetivos del cero neto a otras áreas [al margen de la generación de electricidad mediante las renovables], como al sector inmobiliario [con la obligación legal de reforzar mucho el aislamiento térmico de las viviendas y la prohibición de las calefacciones de gas] y al sector del transporte [obstaculizando a los automovilistas e imponiendo por ley los coches eléctricos], [dichos gobernantes] van encontrándose con un creciente rechazo de los ciudadanos …”, lo que acaba saliendo a la luz en sucesivos procesos electorales.
“Los votantes no van a aceptar su ¨destrucción económica¨ para que se alcance el cero neto” (Dirigente sindical británico)
La que aparece en este título es la advertencia que el dirigente de un sindicato nacional británico, GMB, Gary Smith, ha formulado hace escasos días al líder del opositor Partido Laborista, Keir Starmer, de cara a las elecciones generales británicas del próximo año, 2024.
El diario The Telegraph nos recuerda que el Partido Laborista “sigue colocando su agenda para la descarbonización [de la economía] en el centro mismo de su programa electoral para [los comicios generales] del próximo año”.
Este dirigente sindical, quien debe haberse informado bien sobre este asunto, ha denunciado que “los políticos han sido ¨deshonestos¨ a la hora de cuantificar el coste de las políticas climáticas”, dando a entender claramente que han ocultado lo voluminosa que va a ser la factura a pagar por el grueso de los ciudadanos, lo que supondrá intensas y duraderas pérdidas en su nivel de vida.
El líder sindical concluía su advertencia afirmando que “si los políticos no escuchan, si no logran que los ciudadanos les acompañen [voluntariamente, en sus políticas climáticas], va a producirse un fuerte rechazo [backlash], rechazo que sólo favorecerá a la derecha [en las próximas elecciones británicas]”.
El primer ministro británico se aleja de la “guerra contra los automovilistas” impulsada por la política del Cero Neto
En el ambiente general de acoso a los automovilistas en varios países europeos y, muy especialmente en Reino Unido, desde diversas administraciones (nacionales y municipales, de izquierda y de derecha -mirar el caso de Madrid-) han constituido un verdadero bombazo político las declaraciones que ha formulado el primer ministro británico, Rishi Sunak:
“Estoy del lado de los automovilistas”
El entrevistador del principal diario conservador británico, The Telegraph, relata que “el primer ministro ha declarado que la mayor parte de las personas ¨dependen de sus coches [para su vida diaria]¨ y que las políticas ¨antiautomovilistas¨ no tienen en cuenta cómo ¨viven sus vidas las familias británicas¨”.
Rishi Sunak. Primer ministro británico, conservador, de procedencia india.
Para que no quede duda de que las bonitas palabras de Rishi Sunak vayan a quedar en sólo eso, palabras, el primer ministro anunció que “ha ordenado [a su ejecutivo] revisar las medidas contra los automovilistas” que estén ya en vigor en el país. Esto incluirá la ampliación de la “zona de bajas emisiones” (allí llamada Ulez) que el muy progresista alcalde de Londres, Sadiq Khan (de origen pakistaní y musulmán) va a implantar este día 29 de agosto, ante la indignación de gran parte de los ciudadanos de toda la corona exterior de la capital, que van a resultar perjudicados.
Hay que tener presente que en mayo de 2024 se celebrarán las elecciones municipales en Reino Unido, por cuanto el actual alcalde de Londres, Sadiq Khan, es posible -incluso probable- que pierda su cargo, lo que tendría amplias repercusiones políticas y, concretamente, en el asunto de las “zonas de bajas emisiones”. Si finalmente Sadiq Khan pierde la alcaldía, el principal motivo habrá sido el que estamos tratando en este artículo.
El alcalde de Londres, Sadiq Khan, de procedencia pakistaní.
El Partido Conservador británico ha sido parte del problema
Aquel giro de posición que ha empezado a emprender el primer ministro británico Rishi Sunak, en esta cuestión, va mucho más allá de la valoración que se haga sobre la política de su gobierno. No sólo él, sino también los tres primeros ministros conservadores que le han precedido desde 2010 (David Cameron, Theresa May y Boris Johnson) han impulsado, con entusiasmo, este tipo de políticas climáticas extremistas y destructivas, que se dicen imprescindibles para alcanzar el Cero Neto de emisiones, esto es, “Salvar el planeta”.
Dicho de otro modo, desde hace casi 15 años el conjunto del Partido Conservador británico ha sido parte importante del problema y, está por ver, hasta donde llega la corrección del rumbo que ahora, todavía con cierta timidez, ha salido a la luz con aquellas declaraciones del Primer Ministro Rishi Sunak.
Actual zona Ulez de Londres y la extensa ampliación prevista para el 29 de agosto. Fuente: TFL (Transport for London).
“La primera revuelta popular contra una medida ecologista en Reino Unido”
“El debate sobre la Ulez [¨zona de bajas emisiones¨ de Londres] está muy lejos de haber concluido”, es lo que opinan los editorialistas del diario conservador The Telegraph.
“El alcalde [laborista] Khan puede pensar que para cuando se celebren los próximos comicios municipales [abril de 2024] la actual indignación habrá amainado … [pero la presente oposición contra la Ulez] está siendo, sin duda, la primera revuelta popular organizada [en Reino Unido] contra una medida “verde” implantada por el establishment político [esto es, laboristas, conservadores y liberales]”.
Los editorialistas nos recuerdan que “ya hemos presenciado en Holanda con que rapidez el descontento con los excesos de políticas ecologistas puede convertirse en descontento hacia las élites políticas [convencionales]”, como mencioné al comienzo de esta artículo.
La salud de los ciudadanos es la excusa de las “zonas de bajas emisiones” pero en realidad apenas les beneficia
En Londres, como en otras muchas ciudades de Europa, se presentan estas “zonas de bajas emisiones” (o ZBE) como una medida ¨imprescindible¨ para proteger la salud de los habitantes. Sin embargo, estudios realizados, por ejemplo, por investigadores del Imperial College London sobre los niveles de contaminación atmosférica en dicha ciudad antes y después de aplicar limitaciones a la circulación de vehículos por el centro de Londres, han demostrado lo contrario.
La conclusión de dicho estudio fue que dichas limitaciones a la circulación contribuyen “únicamente de forma marginal” a la mejora de la calidad del aire de Londres. Concretamente, el dióxido de nitrógeno (NO2) -principal contaminante del aire de las ciudades, en la actualidad- “descendió menos del 3%”. Otros de los dos principales contaminantes en las ciudades, el ozono y las partículas sólidas, prácticamente no se redujeron nada.
¿Y que hicieron los más próximos colaboradores del alcalde progresista de Londres ante aquel estudio de 2021? Tratar de desacreditar y “silenciar” a los investigadores del estudio, para que se retractaran, según relata el diario The Telegraph, que ha tenido acceso -ahora- a unos emails privados sobre este asunto. Los científicos se han ratificado ahora en los resultados de su investigación de 2021.
En realidad, las “zonas de bajas emisiones” se han planteado desde 2019 de la mano de la política del Cero Neto, para tratar de reducir las emisiones del CO2, por su -supuesto- efecto sobre el clima global. ¡¡Pero el CO2 no es un contaminante! Ni los humanos, ni los demás animales sufren lo más mínimo por su presencia. En cuanto a las plantas, la realidad es que necesitan absolutamente la presencia del CO2 en el aire para poder llevar a cabo la fotosíntesis: sin CO2 casi no habría plantas en la Tierra.
También los carriles bici, las limitaciones de 30 km/h …
Aunque me he referido muy principalmente a las zonas de bajas emisiones (ZBE), por ser lo más significativo del acoso en las ciudades contra los automovilistas, desde finales de la década de 2010 se vienen aplicando varias otras medidas para obstaculizar a los automovilistas y, a fin de cuentas, tratar de que reduzcamos drásticamente nuestros desplazamientos diarios y que regresemos a la muy escasa movilidad de los años 70 y 80 del pasado siglo. Esto es, el ecologismo radical y los habituales tontos útiles de la derecha quieren medio encerrarnos en nuestros barrios y sólo acceder adonde pueda irse andando o en los transportes públicos … para “Salvar el Planeta” e imponer el cero neto de emisiones.
La implantación de los inútiles y escandalosos carriles-bici proceden de hace unos diez años, en Londres y en casi todas las grandes ciudades de Europa. En Madrid, por ejemplo, en la céntrica Gran Vía se ha eliminado el segundo carril para automóviles para habilitar un carril exclusivo para las bicicletas que, desde luego, prácticamente siempre está vacío, mientras que los atascos en el único carril para coches se han hecho muy frecuentes.
Más reciente, es la sandez de convertir, como en la ciudad de Madrid, todos los segundos carriles para coches para uso conjunto con las bicicletas, patinetes y demás chorradas progres, en todas las zonas de la ciudad, dentro y fuera de las “zonas de bajas emisiones”. Lo anterior comporta someterlas a una limitación de tan sólo 30 km/h.
Durante las pasadas décadas, en muchas ciudades europeas se fueron ensanchando un gran número de aceras para corregir el excesivo espacio que se había concedido en las ciudades al automóvil en los años 70 y 80. Esto fue una política acertada en la mayoría de los casos. En la actual época del Cero Neto se está incurriendo en el exceso opuesto: en multitud de grandes ciudades europeas el espacio destinado a las calzadas para los vehículos están siendo reducido constanetemente, extendiendo demasiado las aceras … para reducir las emisiones de gases.
El opositor Partido Laborista toma distancias con la política de “zonas de bajas emisiones” (Ulez) del alcalde de Londres
“Este pasado mes de mayo, The Telegraph informó de que [la constitución de] zonas de bajas emisiones [en ciudades a lo largo y ancho del país] figuraba en el capítulo de compromisos del Partido Laborista para el sector del transporte, en un borrador de 86 páginas del programa electoral”.
Pues bien, hace una semana el mismo diario The Telegraph titulaba así una de sus noticias:
“[El dirigente laborista] Keir Starmer ha suprimido [del borrador del programa electoral nacional] la idea de zonas de bajas emisiones tipo Ulez [para otras ciudades, a nivel nacional]”
El diario The Telegraph informa haber efectuado una consulta directa con aquel partido, habiéndosele confirmado que es oficial que aquel compromiso no figurará en el programa electoral para 2024. Esto es, que el experimento de Londres (y de otras tres ciudades británicas) no será difundido a las demás grandes ciudades del país, si gobiernan los laboristas.
Keir Starmer. Líder del Partido Laborista, desde 2020.
Lo que estoy relatando constituye un viraje en toda regla del Partido Laborista, lleno de significado, que nunca anteriormente se había presenciado en relación a las políticas climáticas.
Otros artículos de mi blog sobre estos temas
Está comenzando un profundo cuestionamiento del cero neto en Europa, desde los poderes nacionales (1 de 2). 5 de agosto de 2023.
El Gobierno británico recorta sus políticas climáticas, por primera vez. 21 de septiembre de 2023.
Grave traspiés del Canciller alemán en la descarbonización de la calefacción de los hogares. 21 de julio de 2023.
Georgia Meloni toma posesión como primera ministra de Italia. 25 de octubre de 2022.
También Suecia vira en sentido conservador. 19 de octubre de 2022.
Sin CO2 en la atmósfera no habría vida en la Tierra firme. Los beneficios del CO2. 30 de abril de 2017.
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