Resultados finales de las legislativas en Francia.
El principal diario nacional de la derecha convencional, Le Figaro, titula del siguiente modo su primer editorial tras los comicios de ayer:
“Macron, el espectro de un quinquenio nacido muerto“
Por su parte, Stanislas Guerini, que ha venido siendo el jefe en la práctica del partido de Macron (LREM, luego Renaissance!) ha declarado esta mañana, tras la jornada electoral: “me he despertado con una gran tristeza, a pesar de la alegría de haber sido reelegido como diputado”.
A diferencia de en las presidenciales del mes de abril, esta vez el efecto del ”voto útil” no le ha salvado a Emmanuel Macron. Su coalición Ensemble! (¡Juntos!) ha perdido más de 100 diputados: de 350 ha caído a 244. Esto supone un duro voto de castigo a Macron.
La coalición de Macron continúa ocupando la primera posición en la Asamblea Nacional, pero ha perdido -por mucho- la mayoría absoluta parlamentaria, que se sitúa en 289 escaños. Los aproximadamente 45 diputados que le faltan a Macron para poder sacar adelante sus iniciativas legislativas, se le van a hacer muy cuesta arriba, año tras año, sometiéndole a un interminable ejercicio de funambulismo, hacia uno u otro lado del hemiciclo.
(Nota: en el momento de redactar este artículo, sigue si solventarse el ganador de un pequeño número de escaños. Tampoco se conoce aún el número de diputados de cada uno de los 4 partidos que integran la coalición izquierdista Nupes)
Probable transfuguismo en la coalición de los gaullistas (UDC), quienes se recuperan parcialmente
Según va a verse en estos días, la bancada de Macron va a verse ampliada, en un pequeño número (entre 8 y 15) por tránsfugas del tradicional partido de derecha, gaullista, Les Républicaines (LR). Estos candidatos se han presentado con sus siglas anteriores, pero pactaron con los macronistas, quienes no presentaron candidatos en sus circunscripciones. Al registrarse ante la Asamblea, se cambiarán la chaqueta.
Pero Macron continuará sufriendo un déficit de no menos de 30 escaños. Su principal problema seguirá presente, en todo momento.
Por cierto, dicho partido de la derecha, Les Républicains (LR), ha logrado remontar -algo- el descalabro que sufrió en las presidenciales, donde únicamente lograron el 4,8% de los votos, a escala nacional, frente al 22,2 % de 2017, que fue un mal resultado. Ayer, ha conseguido 64 diputados, en contraste con los 130 de 2017.
Como ya he dicho, en estos próximos días probablemente contemplaremos el desgarro de esta coalición Unión de Derecha y Centro (UDC), que tradicionalmente impulsa Les Républicaines (LR).
Pero varios de los principales dirigentes de este partido se han pronunciado ya, firmemente, por pasar a la oposición frente a la coalición de Macron, aunque -eventualmente- se proponen negociar alguno de los proyectos de ley del Presidente, exigiendo la admisión de sus enmiendas. Este es el caso, por ejemplo, de Christian Jacob, actual presidente de Les Républicains. Por consiguiente, el Presidente Macron sólo podrá contar con un apoyo de los gaullistas circunscrito a unas pocas iniciativas, nada más. Para el resto, recibirá sus críticas y el rechazo de sus votos. En todo caso, la posición que tomen los republicanos va a ser muy importante para la gobernación de Francia. Veremos qué sucede, finalmente.
La extrema izquierda da un gran salto, pero muy inferior al que pronosticaban. Mélenchon no será Primer Ministro
Jean-Luc Mélenchon, que es el líder equivalente al ya defenestrado dirigente español Pablo Iglesias (de Unidas Podemos -UP) se ha despedido por completo de su sueño de convertirse en Primer Ministro de Francia, imponiendo la situación que allí denominan “cohabitación”, que se basaba en la ilusión de sobrepasar en número de diputados a la coalición de Macron. Pero, ¿los 131 escaños de la coalición Nupes (Nueva Unión Popular Ecologista y Social) no es superior a los 244 de Macron, no?
El crecimiento electoral de los 3 partidos de la extrema izquierda y del PSF, coaligada en Nupes, ha sido considerable -ya que la suma de los cuatro en 2017, acudiendo por separado, dio 58 diputados- frente a los 131 de ahora, pero ni se ha acercado a los de Macron. El pretendido sorpasso (que dicen en Italia), no ha asomado ni las orejas. Mélenchon esperaba 185 escaños.
À propos, que alguien me diga si han escuchado en la oficial TVE española que algún periodista se haya referido a esta coalición de antisistemas, fanáticos de su revolución (con la salvedad del PSF), como de “extrema izquierda”, que es lo que son, en realidad (salvo el PSF).
El gran acierto de Mélenchon para las legislativas, que explica su gran avance en número de diputados en la Asamblea Nacional, ha sido proponer e imponer la coalición de los siguientes 4 partidos, que en 2017 acudieron por separado. La Francia Insumisa (LFI), que es el partido de extrema izquierda del propio Mélenchon (quien procede del trotskismo), el Partido Comunista (PCF), los ecologistas radicales (EELV) y el -histórico- Partido Socialista de Francia.
Como es sabido, el sistema electoral mayoritario en Francia favorece la representación de los partidos que formen coaliciones, mientras que castiga fuertemente a los partidos que no lo hagan.
… pero la “Nueva Unión” no está apenas unida
Aunque Juan Pedro Quiñonero, el corresponsal del principal diario de la derecha convencional española, ABC, no parecía haberse enterado ayer, por lo que escribió, las normas que se definieron para constituir la “Nueva Unión Popular …” no contemplan la formación de un único grupo parlamentario Nupes en la Asamblea Nacional.
De los 4 partidos aliados, quienes consigan un mínimo de 15 diputados (según el reglamento de la cámara), podrán formar un grupo parlamentario propio.
Eso implica que cada grupo podrá adoptar posiciones diferentes ante cada proyecto de ley o asunto que se vaya a someter al pleno. Socialistas, comunistas y, quizás, los ecologistas radicales aspiran a disponer de un grupo propio y, con ello, plena autonomía parlamentaria respecto a Mélenchon.
Un último intento de Mélenchon esta mañana, tras los comicios, de imponer un solo grupo parlamentario, está abocado al fracaso.
En resumen, no va a actuar en la Asamblea Nacional francesa un gran bloque Nupes, sino tres o cuatro grupos parlamentarios, cada una con sus distintas posiciones y con posibles pactos parciales con Macron. Por tanto, el impacto de Nupes en la Asamblea Nacional va a ser muy inferior a lo que parece indicar su cifra conjunta de diputados: 131.
De este modo, por ejemplo, es probable que Macron busque el apoyo de los diputados del PSF ante diversos proyectos de ley, sin implicar a Mélenchon en ello, necesariamente.
Estarán presentes, a menudo, tres o cuatro posiciones en la bancada Nupes y muchas “identidades”
Como ejemplos de la variedad de posiciones que coexisten en Nupes, sirvan los siguientes: LFI (de Mélenchon) es partidaria de abandonar la OTAN, pero no el PSF, y lo mismo sucede respecto a la UE. El PCF es favorable a mantener la energía nuclear, a diferencia de LFI y de los verdes. LFI es un fiel aliado de Vladimir Putin, pero no tanto el PSF. El PCF defiende, en gran medida, a las fuerzas policiales (y el consumo de carne), esto es, lo contrario que LFI y los verdes, etc.
Por otro lado, y referido específicamente a los nuevos diputados del partido de Mélenchon (La Francia Insumisa – LFI), van a entrar -por primera vez- en la Asamblea Nacional, diputados indigenistas, feministas radicales, animalistas radicales (antispecistes), ardientes multiculturalistas (partidarios de la “autonomía” de los musulmanes en la vida y en las instituciones del país), consumidores de drogas en público, etc. Un circo tan “diverso” como -en buena parte- deleznable, que -afortunadamente- nunca antes estuvo presente en el Palacio Bourbon, sede de la cámara baja.
Por último, referido también a La Francia Insumisa, es muy importante señalar que el 69% de los musulmanes con derecho a voto, apoyaron a Mélenchon en la 1ª vuelta de las legislativas, el 12 de junio. No en vano, desde hace años, Mélenchon y su partido se han convertido en los portavoces del islamismo militante en Francia, de los multiculturalistas, etc.
Dicho de otro modo, si se une la ideología woke que predomina en el partido de Mélenchon, con su plena comprensión de las reivindicaciones islamistas, resulta que LFI es un componente decisivo del movimiento progre en pro de deconstruir Francia, como nación, democracia y con una base cultural cristiana.
El potente movimiento conservador existente en Francia ha sido el que ha ganado más diputados, con respecto a 2017
Como el cuadro resumen de las elecciones nacionales en Francia está al comienzo de este artículo, lo reproduzco nuevamente a continuación.
Como expliqué en mi anterior artículo, sobre la 1ª vuelta de estas elecciones, únicamente el partido Agrupación Nacional (Rassemblement national -RN), de Marine Le Pen, ha llegado a esta segunda y definitiva vuelta de las elecciones a la Asamblea Nacional. De los escasísimos 8 escaños que consiguió en 2017, ha pasado a 89, multiplicando por once su anterior bancada. En el sentido numérico, es el mayor cambio que se ha producido en estas elecciones. Políticamente, también ofrece una elevada significación nacional.
Por consiguiente, puede afirmarse que el proclamado “cordón sanitario” contra esta derecha conservadora ha saltado por los aires en el presente ciclo electoral de 2022: los electores ya no lo practican.
Por cierto, geográficamente los 89 diputados del partido de Le Pen se concentran, especialmente, en cuatro zonas del país:
- A) casi todo el arco costero del Mediterráneo, desde Perpignan hasta Niza;
- B) gran parte de la zona norte del país, entre Paris y la frontera con Bélgica (Lille), pero no en el propio Paris;
- C) una larga franja desde la esquina nordeste, pasando por el sur de Paris y alcanzando el centro del país; y,
- D) otra franja, desde Burdeos pasando por el norte de Toulouse, hasta Albi y Narbona.
Naturalmente, estos 89 diputados se organizarán en un grupo parlamentario único que, por consiguiente, será el más extenso tras el de Macron, que tendrá 244 diputados. En este sentido, posiblemente será el primer grupo de la oposición, ya que los escaños de la coalición Nupes (131) se van a desgajar en 3 o 4 grupos parlamentarios, independientes, aún no delimitados.
La derecha conservadora hubiera podido obtener bastante más de 120 diputados y no haberse enfrentado fratricidamente
Sin entrar ahora en mayores detalles, puede afirmarse que el enorme aumento de los escaños de Agrupación Nacional (RN) se ha debido, principalmente, a la importante movilización de los ciudadanos conservadores durante el primer quinquenio de Macron.
Simplificando, la primera tuvo lugar a fines de 2018 y principios de 2019 en protesta por el constante aumento de la fiscalidad sobre la gasolina y el combustible gasóleo, que afectaba principalmente a los habitantes de las zonas rurales. Se denominó la contestación de los chalecos amarillos.
También en 2019, los colectivos que años antes -bajo el Presidente Holland- se opusieron a que legalmente se denominara “matrimonio” a la unión civil de dos personas del mismo sexo (“mariage pour tous”), tomaron el eslogan de “La Manif pour tous”, retomaron acciones de protesta contra el proyecto de ley -finalmente adoptado- para la reproducción médicamente asistida.
Numéricamente, se comprueba la extensión de este sector de la población francesa: en las presidenciales de 2017 Marine Le Pen obtuvo 10,6 millones de votos (el 22,3%). Este pasado mes de abril, ha conseguido 13,3 millones (el 41,5%). Aunque las presidenciales son siempre “transversales”, entre los dos candidatos más votados.
Política y organizativamente, desde mediados de 2021 se organizó un segundo partido en este campo, denominado ¡Reconquista!, presidido por Eric Zemmour, cuyos análisis políticos con mas certeros y convincentes que los del partido de Le Pen.
Del 30% de votos en abril se ha caído al 17,3% ayer
Como se aprecia en el cuadro de aquí arriba, en la 1ª vuelta de las presidenciales el 10 de abril de 2022 (donde toman parte muchos partidos), los votos que fueron a estos dos partidos (el de Le Pen y el de Zemmour) supusieron -nada menos- que el 30% de los sufragios emitidos. Estos si tienen una significación partidista.
Por los roces y errores cometidos por los líderes de estos dos partidos (como expliqué el otro día), y especialmente por el excesivo personalismo de Marine Le Pen, estos 2 partidos concurrieron por separado a la 1ª vuelta de las legislativas, el 12 de junio, en lugar de coaligarse, como parecía totalmente necesario.
Esto, ya de por sí hubiera reducido mucho su presencia en la Asamblea Nacional. Pero, además, Le Pen actuó para evitar que ningún candidato del otro partido saliese elegido, ocasionando un enorme disgusto y frustración entre los votantes de ¡Reconquista!
Según las encuestas tras el voto de ayer, la mitad de los votantes de ¡Reconquista! no han acudido a votar y, por otro lado, una cuarta parte han preferido apoyar a Macron que a Marine Le Pen. Como muestra el cuadro, del 30% de votantes que dieron su sufragio a candidatos de la derecha conservadora el 10 de abril, ayer sólo votaron a Le Pen el 17,3% del total. Casi la mitad de esos votantes en abril, ayer se han quedado en casa o han votado a otro candidato, no a Le Pen.
Esa es la razón de que se haya perdido la oportunidad, que se presenta muy pocas veces, de haber colocado en la Asamblea Nacional al primer grupo de la oposición, con más de 120 diputados, en vez de los 89 que ha conseguido ayer Agrupación Nacional, de Le Pen.
Otros artículos sobre este asunto:
Consecuencias de lo sucedido en la primera vuelta de las elecciones legislativas en Francia. 16 de junio de 2022.
Macron reelegido Presidente. Previsiblemente, el deterioro del sistema político francés se agravará. 26 de abril de 2022.
En la parte final del siguiente artículo, aunque el título no lo refleje más que tangencialmente, expongo lo que representa la crisis política, moral y civilizatoria de Francia en la actualidad, en el marco de las revueltas ciudadanas conservadoras que estamos presenciando en el conjunto de Occidente, desde 2016.
El derecho al aborto en EEUU a punto de quedar anulado, en el ámbito nacional. Se afianzaría la apertura de una nueva era conservadora en Occidente. 13 de junio de 2022.
Macron es el candidato fluido (o líquido) frente a la candidata y los votantes “sólidos”, aunque nada perfectos. 20 de abril de 2022.
El programa político de Le Pen es constitucional, no propone el Frexit, ni es racista, pero rechaza los dogmas de la corrección política que Macron viene aplicando. 14 de abril de 2022.
¿Hasta cuándo Le Pen? ¿Ve viable que Marion Marechal se haga con el liderazgo del partido? Cree que es la única capaz de ganar la presidencia?
Estimado Sr. Romero:
Tras la gran victoria electoral que ha tenido Marine Le Pen y su partido, ella ha aclarado que no piensa «volver» a la cabeza del partido, de la que se apartó hace ya medio año, dejando a Jordan Badella como presidente interino. Eso está bien, en mi opinión. El trabajo de organizar y poner a anadar a la gra tropa de sus 88 nuevos colegas en la Asamblea -casi todos, novatos- le va a ocupar a tiempo completo durante un par de años, por lo menos.
Por otro lado, ella está en estos momentos en la cúspide de toda su carrera política. Las compañías de demoscopia no le daban mas que en torno a unos 33 diputados. Nadie le va a toser, lo más mínimo, en mucho tiempo, dentro de su partido. Esperemos que no se equivoque mucho, aunque nadie hace todo bien a la primera.
Como he dicho en mi artículo, su comportamiento con el partido ¡Reconquista! ha sido brutal, poniéndose como meta pura y simplemente destruirlo y, me temo, que lo ha conseguido. Concretamente, desde marzo ya dijo Marine LP que ninguno de los dirigentes de su partido que hubiera pasado al partido de Zemmour sería nunca admitido en su Agrupación Nacional. No me cabe ninguna duda de que va a cumplir esto a rajatabla, al menos durante los próximos dos o tres años. Por tanto, ni Marion Marechal ni los otros que hicieron el viaj hacia Zemmour será readmitido.
Sobre si será ella quien se vuelva a presentar a las presidenciales en 2027, no me extrañaría. Estar a la cabeza de un grupo parlamentario de 89 diputados es una inmejorable plataforma para que vuelva a intentarlo. La verdad es que este año obtuvo el 42% en la 2ª vuelta de las presidenciales, osea que no ha estado tan mal colocada, para nada.
A mí, lo que ha hecho de cara al partido Reconquista y a Zemmour, me parece muy mal, pero lo cierto es que si no lo hace muy mal en la Asamblea Nacional,tendría bastantes posibilidades en 2027.
A Zemmour se le puede pasar el arroz, además de que probablemente vaya a desaprecer su partido; ojala me equivoque. Otra cosa es Marion Marechal, con sólo 32 años, estoy seguro que podrá incorporarse a lo que sea dentro de un tiempo. Ya ha demostrado que sabe muy bien dejar pasar años en otras actividades, como el centro de estudios que dirigió de 2020 a finales de 2021. Pero eso será en el futuro.
Reciba un cordial saludo,
Gustavo Jaso