Plena recuperación de la Gran Barrera de Coral.
Elaboración propia, con datos del AIMS: Australian Institute of Marine Science.
Nota: Los datos del informe 2020/2021, se asignan al año 2021.
La Gran Barrera de Coral (GBC) no sólo no está -en absoluto- “muriéndose”, sino que a comienzos de este año, 2021, ha alcanzado el máximo nivel de expansión desde que comenzó su estimación anual, a mediados de los años 80 (por el Instituto Australiano de Ciencias Marinas -AIMS): los corales están ocupando ahora el 27,3% de todo el vasto territorio que abarca la GBC.
La gran mayoría del espacio de la Gran Barrera lo ocupan los fondos arenosos entre los corales (a los que en Australia se les denomina, a menudo, lagoon floors); también presentan una gran extensión las praderas sumergidas (seagrass meadows), como las de Posidonia en el Mediterráneo (aunque no se aprecien en la primera foto de aquí abajo).
Gran Barrera de Coral, en marea baja
Praderas sumergidas (Seagrass meadows)
Frente a aquella cifra de 27,3% en 2021, por término medio -en el conjunto de los anteriores 34 años (1987 a 2020)- la superficie marina total de la Barrera que estuvo cubierta de corales (hard coral cover) fue de algo menos de 18,6%.
Expresado de otro modo, en 2021 la cobertura de coral se ha recuperado más que plenamente, muy por encima de su estado habitual, situándose a un nivel que es un 46 por ciento superior a la media de los anteriores 34 años (1987 – 2020).
Probablemente éste sea el mayor de los escándalos climáticos
Cada año que pasa, quedan rebatidas varias de las graves y aterradoras previsiones que los ecologistas han venido pregonando como verdades innegables e incuestionables. Esto es inevitable, ya que toda la ideología y las propuestas políticas del ecologismo se basan en falsedades … como ellos bien saben.
Deshonestamente, con habilidad, van dejando de lado, poco a poco (sin la más mínima autocrítica), sus alarmistas previsiones ya refutadas por la realidad, aparentando que las mantienen, para no perder la cara.
Como cuando afirmaron que para 2035 desaparecerían completamente los glaciares de la cordillera del Himalaya; ¿recuerdan Vds. un reconocimiento de su embuste? (Pueden consultar mi artículo de 2010). O cuando mantenían (en torno a 2010) que gran parte de las cosechas del norte de África se reducirían a la mitad en 2020 … provocando terribles hambrunas, guerras civiles, etc.
También está bien documentada su desfachatez cuando (desde mediados de los años 2000) han venido asegurando –esforzándose por sofocar cualquier discrepancia- que los osos polares estaban desapareciendo, ¡Pero aún podemos salvarlos … si nos das un donativo para nuestra campaña, etc.!
La lista es casi inabarcable. Para hacerse una ligera (muy incompleta) idea de estas falsificaciones, puede seleccionar “Escándalos climáticos” entre las etiquetas de la categoría Cambio Climático de mi blog, o pinchar en la línea anterior.
—————————–
También puede leer: NNUU predice catástrofes climáticas mundiales sin precedentes si no se detiene el calentamiento global “antes de 10 años”
—————————–
Los corales han crecido muy intensamente en 2021 en las tres zonas de la Gran Barrera
Según aparece en la primera página del informe anual del Instituto AIMS (ver el enlace un poco más abajo), en las tres grandes zonas de la GBC (norte, centro y sur), la superficie de coral ha crecido fuertemente en 2021 –en un solo año-: 39% (en el sur), 27% (en el norte) y 26% (en el centro).
Me estoy refiriendo a los cientos de miles de kilómetros cuadrados que abarca el informe, mediante sus criterios -bien asentados- de muestreo estadístico (sampling methods).
Por el contrario, los ecologistas y los investigadores que les siguen la corriente (para obtener financiación para sus estudios), eligen intencionadamente los lugares concretos que analizan (los más deteriorados) para obtener una imagen de conjunto totalmente distorsionada. En inglés, a esta mala práctica se la denomina cherry picking; en español, se diría algo así como “seleccionar deshonestamente la muestra” para sus “investigaciones”. Este proceder, no es que sea poco científico, sino anticientífico, que es lo que ha extendido el ecologismo radical en Occidente: “el fin justifica los medios”.
¡No están nada mal aquellos crecimientos de los corales para una Barrera a la que los ecologistas (y sus lacayos de los medios de comunicación convencionales) han estado dando por moribunda!
Aclaración para las almas sensibles: según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, lacayo es alguien “servil, rastrero”. No insulto a aquellos periodistas, simplemente describo su rastrero comportamiento habitual.
Para acceder a aquel informe del instituto australiano AIMS, pinche aquí y, una vez dentro, seleccione “1. Full Report”.
Mi gráfico de portada integra los de las tres grandes zonas de la GBC
La Gran Barrera de Coral. 1987 – 2021
% de cobertura de coral, en las zonas Norte, Centro y Sur
Fuente: Australian Institute of Marine Science – AIMS.
Annual Summary Report of Coral Reef Condition 2020 / 2021. 19 julio 2021.
https://www.aims.gov.au/reef-monitoring/gbr-condition-summary-2020-2021
Fue a partir de los datos del instituto AIMS para las 3 zonas, que el científico marino Peter Ridd, que lleva más de 37 años estudiando la GBC, las integró para obtener la serie histórica que subyace al gráfico que he elaborado.
No ha existido nunca un “estado ideal” de la Gran Barrera. Siempre está mutando
¡Ah!, de paso, se puede comentar que el gráfico que he colocado en la portada evidencia que históricamente no existe el pretendido “estado ideal”, estable, de la Gran Barrera del que –según los ecologistas- no debemos permitir que se aleje, ni un poquito. En realidad, la extensión de la cobertura de corales varía prácticamente todos los años: sube o baja. A veces varía intensamente y ello no constituye ninguna hecatombe … como bien saben los ecologistas, aunque lo oculten. El problema con los ecologistas actuales no es que se equivoquen; todos nos equivocamos alguna vez. Su problema es que hacen declaraciones y actúan en base a supuestos que saben que son falsos, o sea que mienten sistemáticamente … y así durante décadas.
Naturalmente, aquello mismo sucede en todos los demás componentes de la biosfera. Nunca ha habido una temperatura de la atmósfera “ideal”, que ahora esté siendo perturbada por los humanos y sus combustibles fósiles. Ni ha existido un nivel del mar “ideal”, igualmente alterado por los humanos desde –más o menos- 1850. Etc.
Los informes anuales del Instituto Australiano de Ciencias Marinas
El Instituto Australiano de Ciencias Marinas (AIMS, del nombre en inglés) tiene casi medio siglo de actividad (fue creado en 1972) y depende del Ministerio de Industria y Ciencia de Australia. El pasado día 19 de julio, este instituto hizo público su informe anual 2020/2021 sobre la situación de la Gran Barrera de Coral. Sus datos se asignan a 2021 en la serie histórica que van elaborando. Para acceder a dicho informe, pinche aquí y, una vez dentro, seleccione “1. Full Report”.
Aunque se confeccionan varios otros informes sobre esta barrera por otros varios organismos públicos y universidades australianos, el del AIMS se lleva preparando desde 1983 (en el marco del Long-Term Monitoring Program – LTMP), abarca toda la Gran Barrera y es el más reputado, en ese país e internacionalmente.
Para este último informe, se ha examinado el estado de los corales a lo largo de unas franjas que totalizan 1.128 km, en total, correspondientes a 127 barreras de coral individuales.
Catastrofistas interpretaciones de los ecologistas y de casi todos los medios
“Por qué la Gran Barrera de Coral se está muriendo” (Greenpeace Australia. 2016)
“Requiem por la [Gran] Barrera [de Coral]” (WWF International. 2020)
“La Gran Barrera de Coral se está muriendo”
(Editorial del diario de centro-izquierda The Washington Post. 2017)
“Los humanos están matando la Gran Barrera de Coral, una de las mayores maravillas de la Naturaleza …” bla, bla, bla.
¡Bravo por la moderación del Post y por su empeño deliberado y deshonesto de crear mala conciencia entre los atribulados ciudadanos de Occidente de la actualidad!
“La Gran Barrera de Coral está en ‘situación terminal‘”
Este es el subtítulo de un artículo del diario centrista español El Mundo, de 2018. Este periódico ha asumido íntegramente la ideología ecologista y su alarmismo sistemático.
En dicho artículo de El Mundo, puede leerse lo siguiente: “Los hallazgos, que han sido publicados en Nature, exponen la necesidad de reducir las emisiones de carbono lo antes posible”.
Esta es siempre la conclusión de los miles de “estudios” (más bien, bodrios) sobre cualquier aspecto que se “estudie”. ¿No le parece a Vd. extraña esta sistemática y machacona conclusión, universal? Hace tiempo, que a mí y a otras muchas personas críticas con la teoría del cambio climático, si que nos parece sospechoso aquel comportamiento, más propio de un grupo extremista empeñado en imponer –como sea– su consigna central.
“Se ha perdido la mitad de los corales de la Gran Barrera”: el New York Times
“La Gran Barrera de Coral ha perdido la mitad de sus corales”
Titular de una columna de opinión en el izquierdista The New York Times, actualizada en junio de 2021. “Perderse” no significa estar dañada, en mal estado … sino perderse para siempre.
La Gran Barrera (situada frente a la costa nordeste de Australia) tiene una longitud de unos 2.300 km: distancia que hay entre Madrid y Berlín, o casi tanto como entre las ciudades de Boston y Nueva Orleans. Ocupa una extensión (344.000 km2) semejante a la de Italia y más que la del estado de Nuevo México, que es el 5º mayor de EE.UU.
Está constituida por unas 2.900 barreras coralinas individuales. Cualquier afirmación –científica y honesta- sobre el conjunto de esta enorme masa de vida (como que el 50% está muerto), debería ser realmente representativa de lo que ocurra en tan vasto espacio.
La Gran Barrera de Coral: la mayor del mundo.
Se distingue a simple vista desde los satélites espaciales
Greenpeace: “Se están muriendo casi todos los corales del mundo”. Totalmente falso
El extremo alarmismo de los ecologistas no se limita al apocalíptico futuro que –según ellos- espera a la Gran Barrera, al nordeste de Australia, sino que lo hacen extensivo a todas las barreras de coral del mundo, de las que existen muchísimos miles en el océano Pacífico, Índico, Mar Rojo, el Caribe y más allá.
Barreras de coral del mundo (En rojo, en agua cálidas. En azul, en aguas frías)
Fuente: Christian Wild. Profesor de biología marina. Universidad de Bremen (Alemania).
Ya que los ecologistas radicales afirman que las causas de la hecatombe que estamos presenciando son globales (el calentamiento global, el calentamiento de los océanos y la acidificación de los mares), en vez de considerar la importancia que podrían tener causas locales, específicas, de cada barrera de coral, se han decidido ampliar sus catastrofistas previsiones a la escala mundial:
“Se ha estimado que el 60% de las barreras del coral del mundo se habrán perdido en 2030”, esto es, dentro de apenas 9 años.
Greenpeace International es quien mantiene semejante falsedad en su portal, desde hace unos pocos años.
Hilando fino, podemos apreciar que Greenpeace medio esconde esa afirmación dentro de un gráfico, que contiene otros varios mensajes escritos … pero ahí está y, en todo caso, dicha hecatombe anunciada se ha repetido miles de veces por parte de todos los medios de comunicación convencionales del mundo (“¡Lo ha dicho Greenpeace!”), por todas las webs que directa o indirectamente tratan sobre “asuntos medioambientales” y por todos los partidos políticos de izquierda, centro y –casi todos- los de derecha del mundo.
——————————————————————-
Otro artículo sobre este asunto:
————————————————————————-
Desvirtuando el alcance de los buenos datos
Como era de esperar, los ecologistas y la gran mayoría de los medios están minimizando la relevancia de los nuevos datos sobre la plena recuperación de la GBC.
La cadena pública australiana de televisión ABC News (equivalente a la británica BBC) tituló así la noticia, en julio, sobre el nuevo informe:
“La Gran Barrera de Coral está ¨recuperándose¨ pero los expertos afirman que la mejoría será amenazada por [futuras] perturbaciones relacionadas con el clima”
En el texto del artículo, se decía que “La Gran Barrera está experimentando una rara ventana de recuperación debido a una interrupción de los sucesos climáticos y de los episodios de blanqueamiento [bleaching events], conforme a las recientes observaciones de los científicos sobre asuntos marinos”.
Los “sucesos climáticos” suelen ser naturales, no causados por el CO2
No cabe duda de que los “sucesos climáticos” han jugado –siempre, durante siglos y milenios– un importante papel en las alteraciones de la GBC. Pero la mayoría de los factores climáticos son totalmente ajenos a la teoría del cambio climático, esto es, son independientes del papel del CO2 en la atmósfera y de la supuesta intervención humana en el clima (los combustibles fósiles).
Por ejemplo, el principal factor que provoca los blanqueamientos en la GBC es el fenómeno El Niño, el cual precede en cientos y miles de años al aumento del CO2 en la atmósfera. El Niño posee su propia dinámica natural, por causas naturales, ajenas al CO2. El pasado mes de junio, traté extensamente esta cuestión.
La estadounidense –y muy progresista- Agencia Nacional sobre los Océanos y la Atmósfera (NOAA), explica del siguiente modo –inevitablemente complejo- la naturaleza de El Niño:
“El Niño hace referencia a condiciones ambientales cíclicas [cada 5 a 7 años, aproximadamente] que se presentan a lo largo de la zona tropical del océano Pacífico. Estos cambios son debidos a interacciones naturales entre el océano y la atmósfera. La temperatura de la superficie marina, las precipitaciones, la presión atmosférica y la circulación oceánica, todos ellas influencian a las demás”. (Las negritas y el corchete, son míos)
La machacona cantinela ecologista de la concentración de CO2 en la atmósfera, no aparece por ninguna parte. Son causas naturales, operativas desde hace millones de años, las causantes de El Niño y de otros muchos fenómenos climáticos regionales.
¿O es que antes de mediados del siglo XIX –y el aumento del CO2 por los combustibles fósiles- el conjunto del clima mundial era perfectamente estable, inmutable, no existían variaciones cíclicas (de corto, medio y largo plazo), como insinúan –subrepticiamente- los ecologistas radicales?
“Pero el blanqueamiento de los corales es un fenómeno nuevo …”
Como ya expuse en mi artículo de 2019: “El fenómeno de blanqueamiento (bleaching) de los corales, se identificó en la costa pacífica de Panamá en 1984. Aunque no se diga abiertamente, se da a entender que supone un fenómeno novedoso, que es “prueba” de la muerte general anunciada de los corales en nuestro planeta”.
“En realidad, [el blanqueamiento] debe estar ocurriendo desde hace millones de años”.
No olvidemos que la datación por carbono 14 de los núcleos (cores) obtenidos por profundos taladros de la GBC (que alcanza cerca de cien metros de espesor en algunos puntos), sitúa en 20 millones de años la edad de la Gran Barrera.
“Pero antes de 1980 no había apenas dinero público para poder observar estas formaciones de manera continua y en toda su extensión, por encima y por debajo del agua, a ciertas profundidades”.
“El profesor -disidente- Peter Ridd, de la Universidad James Cook (JCU) de Australia, lo ha explicado del siguiente modo”:
“Estos supuestos enormes efectos catastróficos que la ciencia actual afirma que eran prácticamente desconocidos antes de los años 1980, son consecuencia de un simple hecho: las investigaciones científicas sobre la Gran Barrera apenas comenzaron en los años 1970”.
El blanqueamiento constituye un mecanismo de adaptación de las barreras coralíferas
Continuando con mi artículo de 2019:
“Lo cierto es que cuando cambian las condiciones externas [de la Gran Barrera] (temperatura y nivel del agua, acidificación, salinidad, etc.) [muchos de] los corales preexistentes mueren: son las especies ¨perdedoras¨. Y son sustituidas por otras especies mejor adaptadas a las nuevas condiciones (a las que se llama especies “ganadoras”). Entre medias, los corales, a menudo, se blanquean”.
Por tanto, el blanqueamiento supone, en realidad, un mecanismo de selección de las especies más apropiadas para las –siempre- cambiantes circunstancias de la GBC, y de las demás barreras coralinas del mundo.
Que extensiones de coral se blanqueen y mueran no significa –en absoluto- que la barrera individual en cuestión esté muerta. Normalmente, en unos pocos años, esas capas de coral superficiales muertas (blanqueadas) serán recolonizadas por otras especies de coral … mejor adaptadas a las nuevas condiciones ambientales. A esta inteligente explicación se la conoce –como recordará el lector- como teoría de la evolución, de un tal profesor Charles Darwin.
Los viveros naturales de corales
¿De dónde procederán esos nuevos corales, sanos?
No es ningún misterio: de la infinidad de otras partes sanas de la barrera individual en cuestión o de otras barreras más o menos próximas. Los movimientos diarios del agua (asociados a las mareas y vientos) y las corrientes marinas, desplazan fácil y rápidamente las larvas de coral de un lugar a otros, que pueden ser muy lejanos.
Además, los corales que habitan a varias decenas –incluso cientos- de metros de profundidad, como en los bordes externos de la Gran Barrera (mirando hacia el océano), han actuado siempre como viveros naturales de corales.
A dichas profundidades los corales apenas son perjudicados por fenómenos –climáticos- superficiales, como los ciclones tropicales que se producen periódicamente y que con la fuerza de las olas destrozan grandes extensiones de los corales de superficie. Asimismo, a cierta profundidad, reina una estabilidad térmica, en comparación con la superficie.
En 2021 también se ha observado la extensión de ciertas especies de corales en detrimento de otras
¿Qué es lo que el Instituto australiano AIMS ha encontrado en su informe de julio de 2021? Lo siguiente:
“Las investigaciones muestran que gran parte del incremento [de la cobertura de corales en 2021] ha estado protagonizado por los corales del género Acropora [o corales en forma de tablero de mesa], de muy rápido crecimiento … Hemos encontrado que, tras un episodio de perturbaciones [como los de la pasada década], una vez que estos corales recuperan una posición dominante, emprenden un periodo de crecimiento exponencial que ha ocasionado los aumentos [de las superficies con coral] que hemos contemplado este año”, 2021, en la Gran Barrera.
(Las negritas y las notas explicativas entre corchetes, son mías)
Corales Acropora (Corales tipo mesa) que están despuntando en la
actual recuperación de la Gran Barrera
¿Es pertinente hablar de “plena” recuperación de la Gran Barrera?
Con respecto al idílico mundo de los ecosistemas al que los ecologistas parecen aspirar, no podría decirse que en 2021 la GBC se encuentre en una condición de plena recuperación.
No me cabe la menor duda de que aquí, allá y acullá habrá bastantes áreas en las que los corales estén medio muertos, en donde las periódicas –y normales- invasiones de estrellas de mar (en particular las denominadas corona de espinas –crown-of-thorns starfish-) estarán acabando con los corales en muy amplias extensiones de la barrera, zonas en las que los corales habrán sido seriamente dañados por recientes ciclones tropicales, lugares donde movimientos locales del mar hayan dejado al descubierto (expuestos al tórrido sol tropical), muchas semanas o meses, los corales más superficiales, ocasionando su muerte, etc.
Pero, la verdad es que, según el criterio irreal de los ecologistas –útil sólo para justificar sus campañas de agiprop-, nunca en cualquier otro periodo de tiempo de los últimos milenios, se podría haber afirmado que la Gran Barrera se encontrara “plenamente recuperada” o en “buen estado de salud”. Pero el ecologismo sólo quiere centrarse en los problemas actuales, reales, exagerados e, incluso, inventados por ellos.
Desorbitar los problemas que puedan existir, sacarse de la manga nuevas “emergencias”, les sirve a los ecologistas para justificar su programa de transformaciones económicas y sociales extremas de nuestras sociedades occidentales, lo que –saben muy bien- ocasionan necesariamente el empobrecimiento de esas poblaciones, como está pasando ahora (y como va a seguir pasando las próximas décadas) con el precio de la electricidad.
Las campañas de agitación y propaganda ecologistas … han venido teniendo éxito gracias a una ingenuidad generalizada
El efecto de agitación y propaganda -que los ecologistas han copiado como alumnos aventajados de los comunistas-, sobre el apocalipsis-en-marcha de los corales ya lo han conseguido, con unas pocas palabras escritas dentro de un gráfico sobre los corales, en el portal de Greenpeace. Esta técnica de engaño y para dar la sensación de “emergencia” –ahora omnipresente- la han practicado antes, cientos de veces … con éxito.
¿No es ya necesario “salvar los bosques”, pidiéndole a Vd. mil veces que “no imprima este mensaje” email, salvo que fuese imprescindible? Una vez que decenas o cientos de millones de personas asumieron esta propaganda, se sumaron a ella, y se sometieron a la autoridad del ecologismo … ya no les hace falta a los ecologistas mantener aquella campaña: ahora le autorizan a que imprima lo que Vd. desee. ¿Hace cuánto tiempo no se lo han vuelto a reclamar?
Que se lo pregunten a la corrupta fotógrafa de la “prestigiosa” revista National Geographic que consiguió que 2.500 millones de personas incautas (internautas) a lo largo y ancho del Planeta, echaran unas lagrimitas con las fotos y el vídeo de un –solo- oso esquelético, famélico y moribundo. Sólo 8 meses más tarde, la deshonesta fotógrafa (y la prestigiosa revista) declararon que “Quizás cometimos un error por no contar toda la historia … ”. Porque, la verdad era que el oso estaba enfermo y se estaba muriendo por ello … como se mueren cada año cientos de osos, pero no nos los enseñan así. Eso sí, fotógrafa y revista declararon que “nuestra misión fue un éxito” …
National Geographic. “Este es el rostro del CAMBIO CLIMÁTICO”.
Agitación y propaganda.
¿Es este el Greenpeace al que Vd., quizá, admiró hace cuatro o cinco décadas (en los 70s u 80s), cuando sus activistas parecían gente honrada … pero que ya no lo eran?
Esto no lo veremos en los noticieros.. A nadie le gusta que le desmonten el chiringuito.. Vergüenza de estos medios de comunicación es lo que da..
Estimado Servando:
No cabe duda de que la mayoría de los medios de comunicación están desempeñando un papel deshonesto, que está haciendo mucho mal, porque al fin y al cabo las personas tienen que fiarse de alguna fuente de información para ir por la vida.
Recibe un cordial saludo,
Gustav Jaso
Comentar que el dato que se ha dado de que la datación por el isótopo 14 de Carbono ha permitido identificar que la GBC tiene 20 millones de años, no puede ser real. Los isótopos de Carbono 14 tiene una vida media de 50.000 años, por lo que está prueba no permite realizar dataciones tan antiguas.
Estimado Jorge Martínez: Gracias por su comentario. Además, me parece que Vd. tiene razón. No he sido consciente de esta limitación temporal (50.000 años) en el uso de aquella técnica. No obstante, existen otras técnicas para efectuar una datación de millones de años, sobre los corales y sobre otros muchos fenómenos y los restos de seres vivientes.
He estado de vacaciones un par de semanas, sin publicar nada y, como sabe, en estos momentos están sucediendo muchas noticias muy imoportantes, incluso apasionantes. Me lo he apuntado y la próxima semana le contesto adecuadamente. Una de las técnicas usadas para los corales es medir la relación entre uranio y torio -que es el elemento en el que se transforma el uranio, a lo largo del tiempo.
Hasta pronto,
Gustavo Jaso